9 remedios para el acné (eficaces y sin efectos secundarios)

El acné puede llegar a provocar angustia emocional y dejar cicatrices en la piel, aunque afortunadamente existen remedios y tratamientos para combatirlo de forma efectiva y sin efectos adversos.

Remedios acné

El acné es una enfermedad de la piel muy común durante la adolescencia, aunque lo cierto es que puede desarrollarse a cualquier edad. Esta patología, que cuando es grave puede provocar problemas de autoestima y de angustia emocional, consiste en la aparición de granos y puntos negros especialmente en la cara, pero también en pecho, hombros y espalda.

Este trastorno dermatológico está rodeado de muchos mitos, como por ejemplo que aparece cuando se comen alimentos con mucho contenido graso, que está debido a una mala higiene o que los cosméticos siempre lo empeoran. Nada de esto es cierto.

Por ello, con el objetivo de entender bien por qué aparece el acné y ver que tiene cura, en el artículo de hoy haremos un repaso tanto de sus causas como de los remedios y tratamientos más efectivos que a día de hoy existen.

¿Por qué aparece el acné?

El acné aparece cuando se juntan las siguientes circunstancias: nuestra piel produce excesiva grasa, los folículos pilosos (la parte de la piel donde nacen los cabellos) se obstruyen, las bacterias proliferan en el interior de estos y producimos algunas hormonas en exceso, especialmente andrógenos.

Por lo tanto, el acné no aparece ni por comer demasiada grasa, ni porque uno no tenga suficiente higiene ni porque utilice cosméticos. El acné se desarrolla, básicamente, por alteraciones hormonales que poco tienen que ver con el estilo de vida. Y decimos “poco” porque lo que vivimos y hacemos sí que tiene influencia, al menos a la hora de agravar el problema.

Las hormonas son el factor más importante, pues son las que, una vez su producción es excesiva, incitan una producción desmedida de grasa por parte de la piel, algo que, junto con la obstrucción de los folículos pilosos, facilita la infección por parte de bacterias, lo que da lugar al grano con pus tan característico.

Esto explica que sea durante la adolescencia, el embarazo e incluso durante los períodos menstruales, épocas en las que el sistema endocrino está más desregulado, que el acné es más probable que aparezca.

Pero, ¿todo son las hormonas? No. Se ha observado que el desarrollo de acné también depende de cómo sea la microbiota de nuestra piel, de la dieta y del estilo de vida que llevemos. En el caso de la microbiota, poco (más bien nada) se puede hacer para cambiarla.

La dieta sí que influye en el desarrollo del acné, pero no del modo que tradicionalmente se ha dicho. Y es que no son los alimentos ricos en grasa los que lo empeoran, sino los ricos en hidratos de carbono, como la pasta, el arroz, el pan, etc. Lo de que comer mucho chocolate hace que se tenga acné es, hasta que no se demuestre lo contrario, un mito.

Y en lo que se refiere a estilo de vida, se ha demostrado que el estrés, debido a los cambios hormonales que provoca, puede empeorar el acné. No lo causa, pero sí que puede hacer más grave la sintomatología.

En resumen, el acné es un trastorno que nace de desajustes en el sistema endocrino, es decir, en la producción de hormonas. Por lo tanto, si bien podemos mejorar o empeorar la sintomatología dependiendo del estilo de vida, nuestra genética siempre tiene la última palabra. Pero esto no significa que el acné no pueda tratarse. A continuación veremos que sí es posible.

Acné

¿Cómo se puede curar el acné?

Aquí debemos puntualizar. Y es que el acné, al ser debido en gran parte a desajustes hormonales de origen genético, no puede curarse en el sentido más estricto de la palabra. Puede tratarse. Esto significa que puede controlarse la sintomatología, evitar que surjan granos e impedir que queden cicatrices o conseguir que, al menos, estas sean lo menos visibles posibles.

Cuando se sufre acné, lo mejor es acudir al dermatólogo. Este, dependiendo de la gravedad de los síntomas, del estado de salud y de las necesidades, recomendará un tratamiento u otro. En condiciones ideales, los “remedios caseros” serán suficientes, aunque si estos no resultan efectivos, puede recomendarte la administración de medicamentos de venta libre e incluso, para casos más graves, fármacos con receta.

A continuación presentamos las mejores maneras para tratar o, al menos, evitar las complicaciones y controlar la aparición de granos y espinillas. La terapia más efectiva es combinarlos todos estos consejos y, en caso de que un dermatólogo lo recomiende, echar mano de los medicamentos.

1. Utilizar un limpiador facial

Cuidado con los exfoliantes faciales y las mascarillas exfoliantes, ya que terminan haciendo más daño que bien, pues irritan la piel. Lo mejor es lavarse la cara dos veces al día con agua templada y un jabón suave, pero utilizando las manos.

Es importante no pensar que cuanto más nos limpiemos la piel, menos acné tendremos. Es todo el contrario. Si nos limpiamos demasiado la piel, la irritamos y alteramos la microbiota, por lo que el acné puede empeorar. Lo mejor, pues, dos veces al día durante unos pocos minutos, y siempre de forma suave.

2. Bañarse después de sudar

Después de hacer deporte o alguna actividad física que implique sudar, es importante bañarse o ducharse rápidamente. Cuando sudamos, no solo se activan las glándulas sudoríparas de la piel, sino también las sebáceas, las que liberan grasa. Esto puede empeorar el acné, por lo que es importante lavarse para eliminar el exceso de sudor y grasa que haya en la piel.

3. Evitar fricciones en la piel

A más fricciones, más irritación. Y a más irritación, más acné. Por ello, uno de los mejores remedios para el acné es proteger la piel de las fricciones. En este sentido, es importante evitar, en la medida de lo posible, el contacto excesivo con tiras de mochilas, cuellos ajustados, teléfonos (al hablar y apoyarlo en la cara), cascos de moto, etc.

4. Protegerse del sol

Si bien no en todos los casos, se ha observado que en algunas personas, la exposición a la radiación solar puede empeorar el acné. En este sentido, es recomendable evitar los excesos con el sol. La parte negativa es que, como veremos, las cremas solares también pueden empeorarlo. Por ello, es importante no hacer excesos con ninguna de las dos.

5. No tocarse la cara

Nuestras manos están llenas de gérmenes. Y como hemos dicho, el acné se desarrolla cuando las bacterias infectan los folículos pilosos obstruidos. Al tocarnos la cara con las manos sucias, estamos llevando más bacterias a la zona afectada, por lo que el acné puede empeorar. En la medida de lo posible, es importante no tocarse la cara.

Y por supuesto, queda totalmente prohibido petarse los granos. Al hacerlo, no solo estamos propiciando la formación de cicatrices, sino que damos más opciones de que estos granos vuelvan a infectarse y, seguramente, de forma más grave.

6. Evitar cosméticos grasos

No todos los cosméticos empeoran el acné, pero los más grasos y aceitosos sí. Y entre estos se incluyen los protectores solares, las mascarillas para el cabello y, por irónico que parezca, las cremas contra el acné que venden en supermercados. Todos estos productos que aseguran hacer desaparecer el acné, no solo no consiguen eliminarlo, sino que pueden incluso empeorarlo.

En este sentido, cuando vayas a comprar algún cosmético, pide indicaciones sobre si es un producto graso o no y, siempre que puedas, opta por aquellos que especifiquen que están hechos a base de agua. Son los que más respetan tu piel.

7. Utilizar cremas retinoides

Entramos en el terreno de los medicamentos, por lo que siempre habría que pedir consejo a un dermatólogo. Las cremas que funcionan para el acné están las farmacias, no en una sección del supermercado.

Las cremas retinoides son geles o lociones que se aplican encima de la propia piel y que evitan que los folículos pilosos se cierren, es decir, se obstruyan. Estas cremas, que pueden encontrarse en la farmacia bajo muchos nombres comerciales distintos, se aplican por la noche, primero un par de veces por semana y después, cuando la piel se ha acostumbrado, diariamente. No tienen prácticamente efectos secundarios pero aun así habría que consultarlo con un médico antes de utilizarlas, por lo que se necesita receta.

8. Utilizar cremas con ácido azelaico

La cremas con ácido azelaico siguen siendo medicamentos, por lo que habría que consultar antes con un dermatólogo. Este compuesto posee propiedades antibióticas, ayudando así a combatir las infecciones que se sufren en la piel cuando hay acné. No evita que se cierren los folículos pilosos pero sí que elimina las bacterias una vez nos han infectado.

Estas cremas son muy eficaces y prácticamente no tienen efectos secundarios, más allá de una posible irritación de la piel que siempre es ligera. Esta crema debe aplicarse dos veces al día durante, al menos, un mes. Pasado este tiempo, el acné habrá mejorado mucho y, si se respetan los remedios que venimos comentando, cuando vuelva a surgir, será mucho más leve.

9. Utilizar gel dapsona

Lo que hemos comentado hasta ahora sirve para todas las personas. Reservamos el gel dapsona para el final ya que este se recomienda solo en mujeres adultas con acné inflamatorio. Esta crema, al igual que el ácido azelaico, tiene propiedades antibióticas y puede utilizarse de forma tópica, por lo que es muy útil para tratar las infecciones del acné.

Como siempre, primero hay que consultarlo con un dermatólogo, pero el tratamiento consiste en aplicar el gel sobre los granos un par de veces al día. Los efectos secundarios se limitan, como mucho, a una ligera sequedad en la piel.

Estos nueve remedios y tratamientos son los únicos que han demostrado ser efectivos sin presentar efectos secundarios adversos. Evidentemente, los dermatólogos pueden recetar fármacos más agresivos para combatir el acné, pero estos solo pueden administrarse bajo condición expresa del médico en cuestión y se reservan para casos más graves y/o cuando la persona no responde a las otras terapias.

De igual modo, otras cremas, ungüentos, geles y remedios aparentemente milagrosos para curar el acné no han demostrado ser realmente efectivos. Con estos 9 consejos, podrás combatir el acné sin comprometer tu salud.

Referencias bibliográficas

  • Guerra Tapia, A., de Lucas Laguna, R., Moreno Giménez, J.C. et al (2015) “Consenso en el tratamiento tópico del acné”. Medicina Cutánea Ibero-Latino-Americano.
  • Pozo Román, T. (2014) “Protocolo del acné”. Revista de Formación Continuada de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia.
  • Fox, L., Csongradi, C., Aucamp, M., et al (2014) “Treatment Modalities for Acne”. Molecules.
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