Las 6 claves (y consejos) que todo psicólogo recién graduado debería saber

Si has elegido la profesión de psicólogo es porque, probablemente, sientas una vocación asistencial y un deseo de ayudar a otras personas. Sentir pasión por lo que se hace es un excelente primer paso para poder hacerse un hueco en el mercado laboral, pero no es garantía de ello. Cuando nos encontramos estudiando en la universidad podemos recibir una visión algo idealizada de lo que supone ejercer la psicología.

Desgraciadamente, el enfoque del aprendizaje en las aulas universitarias es esencialmente teórico, con una faceta práctica que brilla por su ausencia. A esto debemos añadir el hecho de que muchas veces no se brinda información importante y práctica a los estudiantes, de manera que llegan al final de su formación de grado con poca o ninguna idea de cómo pueden hacerse un camino profesional una vez tengan su título en la mano.

Por supuesto, adquirir las bases teóricas de la disciplina psicológica y comprender sus raíces es clave para dar el salto posterior a un enfoque más aplicado. El problema es que muchas veces este salto nunca llega y los graduados comparten un sentimiento de saber de todo y de nada a la vez. Dentro del mundo de la psicología existen diversas ramas de especialización. Así, puedes elegir ejercer como psicólogo educativo, de las organizaciones, clínico, etc. En este artículo vamos a centrarnos en algunas cosas que todo psicólogo recién graduado debería saber si lo que desea es orientarse hacia la práctica clínica o sanitaria.

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Lo que todo psicólogo recién graduado debería saber: 6 claves.

Como venimos comentando, es frecuente que los estudiantes de psicología finalicen su grado con la sensación de no saber nada sobre nada a pesar de haber estado estudiando durante varios años. Muchas veces, la información práctica sobre la salida al mercado laboral escasea y esto hace que muchas personas se sientan perdidas e incluso frustradas a pesar de amar su profesión. En este artículo vamos a hablar acerca de algunos aspectos que todo psicólogo recién graduado debería conocer si desea dedicarse al ejercicio en el ámbito sanitario o clínico.

1. Necesitas un máster para ejercer la psicoterapia

Este primer punto es básico, pero puede que lo desconozcas. El grado de Psicología no es apto por sí solo para poder ejercer la profesión en el ámbito clínico o sanitario. Si deseas hacerlo, tienes dos opciones. Por un lado, presentarte al examen PIR (Psicólogo Interno Residente) que, si superas y consigues una plaza, te permitirá realizar una residencia de cuatro años en un hospital público que te otorgará al final el título de Psicólogo especialista en Psicología Clínica.

El problema de este sistema es que las plazas son muy, muy limitadas. Por ello, incluso habiendo preparado con gran intensidad la prueba, es posible que no consigas tu objetivo (o quizá sí). Por ello, muchos profesionales se decantan por realizar el Máster de Psicología General Sanitaria, que permite obtener las competencias necesarias para ejercer como psicólogo sanitario en el ámbito privado (clínicas, gabinetes…). Tener este primer punto en cuenta es clave para evitar llevarte una decepción una vez finalices la carrera.

2. Vas a recibir muchos “NO”

Poniéndonos en la situación de que finalices tu máster para poder ejercer como sanitario, es importante que te prepares mentalmente para recibir muchos NO cuando envíes tu CV a diferentes ofertas laborales. El mercado laboral demanda muchos psicólogos y no escasean las vacantes. Sin embargo, los centros suelen reclamar profesionales con formaciones específicas más allá del máster y un mínimo de experiencia. Te preguntarás entonces cómo vas a iniciarte en este mundo si acabas de finalizar el máster. Pues bien, tienes dos opciones.

Por un lado, puedes insistir y enviar tu CV a todas las ofertas hasta que alguien confíe en tu potencial y te dé la oportunidad de empezar aunque no te respalde más experiencia que tus prácticas curriculares. Por otro lado, puedes intentar familiarizarte con la práctica mediante proyectos de voluntariado. Aunque muchas ofertas laborales no reconocen el voluntariado como experiencia, en otras sí que se tiene en consideración. Además, el hecho de que te movilices y te involucres en este tipo de actividades dice mucho de ti como persona y como profesional, ya que el voluntariado no sólo te dará tablas sino mucha gratificación al ayudar a otros.

Recibir continuamente un “NO” por respuesta puede ser frustrante y hacerte creer que no eres válido. Sin embargo, es esencial que te grabes a fuego la idea de que no hay nada de malo en ti. Sencillamente, no has tenido aún tiempo para ganar práctica y el mercado laboral no suele aceptar bien a profesionales inexpertos. Formar y enseñar lleva tiempo y esfuerzo y muchos centros buscan personal precisamente para quitarse trabajo. Por todo ello, es clave que no interpretes el NO como algo personal hacia ti, sino como una señal de que el sistema educativo y laboral falla en algún punto.

Aunque este mensaje pueda ser duro, también hay esperanza. Más tarde o más temprano conseguirás tu oportunidad porque actualmente hay un importante incremento en la conciencia social acerca de la salud mental. Ir al psicólogo se ha normalizado y esto hace que la demanda de dicho servicio se haya disparado. Además, en el peor de los casos tienes abierta la posibilidad de emprender tu propio camino como profesional autónomo. Gracias al auge de la modalidad online, empezar a moverte no requiere disponer de sede física o grandes inversiones de dinero, lo que te puede facilitar enormemente las cosas.

3. Los cursos de formación te ayudarán a afinar tu labor

Cuando finalizas el grado puedes sentir que tu etapa como estudiante ha terminado. Sin embargo, la profesión de psicólogo requiere un proceso de actualización y formación permanente. Es un trabajo complejo y también apasionante, por lo que realizar cursos y posgrados es algo necesario incluso cuando llevas años en el gremio.

Más que una obligación, cuando empieces a trabajar te darás cuenta de que formarse es una necesidad. Hacer cursos te permite aprender herramientas específicas y prácticas para intervenir sobre problemáticas concretas, lo que te ayudará a afinar más cuando ayudes a tus pacientes. En el máster se suelen ofrecer contenidos más generales sin profundizar demasiado en nada, por lo que notarás que te quedarás corto a la hora de intervenir en muchas situaciones.

4. No pasa nada si no sabes en qué especializarte

Si sientes que te gusta la clínica pero nada llama especialmente tu atención, no te preocupes. Muchas veces, la especialización se va dando de manera orgánica en función de qué pacientes atiendes y las necesidades que en ellos detectas. Puede que tu primera oportunidad laboral sea en el ámbito infanto-juvenil y que descubras que este trabajo te apasiona (o no). No planifiques demasiado y déjate llevar. Intenta trabajar desde la profesionalidad y la vocación y ve descubriendo qué temáticas te llenan más. A medida que vayas viendo lo que más te llama la atención, puedes ir realizando formaciones que te ayuden a saber más sobre ese tema.

5. Sé auténtico y genuino

En psicología priman las modas y las tendencias como en otros muchos ámbitos. Así, hay corrientes o tratamientos que se hacen populares dependiendo del momento. Sin embargo, es fundamental que como profesional encuentres tu esencia y actúes acorde a ella. No imites a otros colegas ni trates de hacer lo que otros hacen porque sí. Identifica con qué estilo y manera de trabajar te sientes cómodo, que enfoque encaja mejor contigo y actúa en consecuencia. La autenticidad es una de las características de un buen profesional. Cuando eres genuino consigues que tus pacientes conecten mejor contigo porque de entrada estás trabajando sintiéndote cómodo, sin forzar nada.

6. No te compares

Cuando empiezas a ejercer, es fácil caer en la tentación de comparar tu proceso con el de otros compañeros. Sin embargo, es importante que ante todo te centres en ti y en tu proceso. La vida no es una carrera y esto también se aplica al plano profesional. Trata de hacer lo que más te llena y ve a tu ritmo. No intentes ser mejor que nadie ni establezcas unas expectativas alejadas de la realidad. Aunque notes que no sabes muchas cosas, recuerda que también sabes otras muchas. Confía en ti y en que ya eres un buen psicólogo porque has llegado hasta donde estás con mucho esfuerzo.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas cosas que todo psicólogo recién graduado debería saber si desea dedicarse al ámbito sanitario. Cuando se termina el grado universitario, muchos estudiantes se sienten perdidos, desorientados e incluso decepcionados. Durante los años de carrera, se pone gran énfasis en la teoría con una enorme ausencia de práctica. Así, teniendo el título en la mano muchos psicólogos sienten que no saben nada sobre nada o se sienten perdidos respecto a qué hacer.

Si deseas trabajar como sanitario, es importante que sepas que debes hacer un máster de Psicología General Sanitaria o el examen PIR para poder ejercer. Además, es clave que te prepares para recibir muchos NO antes del SÍ, que no te compares, que seas auténtico y trates de formarte con cursos y posgrados para ofrecer un servicio especializado y de calidad.