Agotamiento Emocional: ¿qué es y cómo evitarlo?

El agotamiento emocional es un fenómeno por el cual nos sentimos psicológicamente abrumados y carentes de energía. Se asocia al estrés crónico, la presión en el trabajo y un estilo de vida sedentario.

agotamiento-emocional

Todos hemos llegado a algún punto de cansancio mental por el cual nos sentimos abrumados y carentes de energía. Por desgracia, el agotamiento emocional es un fenómeno muy común en nuestra sociedad, donde una gran mayoría de las personas viven a un ritmo frenético y estresante. Además de las obligaciones, son muchos los que tienen que lidiar con diferentes conflictos y cargas que a veces desbordan los recursos de gestión de los que se disponen.

Nadie se levanta agotado emocionalmente de la noche a la mañana. Normalmente, este cansancio emocional se va gestando día tras día, de forma muy insidiosa. Sin embargo, llega un día en el que la persona se siente bloqueada e incapaz de seguir. A veces, este agotamiento puede desembocar incluso en un trastorno psicológico o una enfermedad crónica.

Y es que la mente y el cuerpo están estrechamente relacionados. Nuestro organismo funciona como un todo, por lo que el cansancio psicológico termina por derribar también nuestras fuerzas físicas. Muchas veces, nos encontramos tan ensimismados en nuestra vorágine de tareas, obligaciones, deberes…que ni siquiera escuchamos las señales de nuestro cuerpo pidiendo auxilio. Por eso, son muchas las personas que llegan al límite, porque solo ahí identifican que algo no va bien.

Aunque hagamos oídos sordos a esas peticiones de ayuda de nuestro organismo, lo cierto es que el cansancio emocional no es algo que debamos dejar pasar. Cuando este persiste en el tiempo puede ocasionar importantes problemas de salud, con consecuencias devastadoras a medio y largo plazo. Por ello, en este artículo hablaremos acerca de qué es el agotamiento emocional, qué efectos produce y cómo podemos evitar caer en este tipo de espiral.

¿Qué es el agotamiento emocional?

El agotamiento emocional se podría definir como un estado en el que se produce una ausencia de energía y falta de motivación. Habitualmente, esto resulta de una sobrecarga mental. La persona se siente sobrepasada por diferentes requerimientos y exigencias que superan a sus recursos y capacidad de gestión. Tras un tiempo prolongado en continua tensión, pueden aparecer desajustes emocionales, irritabilidad, problemas de apetito y sueño…entre otros. Las personas que se sienten emocionalmente agotadas pueden referir indicadores como los siguientes:

  • Sensación de alerta o tensión permanente
  • Somatización en forma de malestares físicos como dolor de cabeza, espalda, estómago, etc.
  • Dificultades para mantener la concentración.
  • Desmotivación, apatía.
  • Problemas de sueño como insomnio, pesadillas, etc.
  • Abuso de sustancias
  • Hipersensibilidad a ciertos estímulos visuales o auditivos
  • Dificultad para mantenerse atento en el momento presente

Causas del agotamiento emocional

Las personas que se sienten emocionalmente agotadas suelen sentir muchas presiones internas y externas que las empujan a hacer más y más para llegar a un determinado estándar o resultado. A veces esto se debe a que el entorno es demasiado exigente, aunque en otras ocasiones también puede existir un estilo de personalidad muy perfeccionista por parte del individuo. En cualquier caso, la persona siente que nunca da suficiente, y eso hace que termine exhausta por dar más de lo que puede ofrecer. Hay algunos factores que pueden favorecer la aparición del agotamiento emocional.

  • Estrés crónico: El estrés es una respuesta adaptativa cuando tiene lugar en momentos puntuales que demandan más recursos emocionales por nuestra parte. Sin embargo, este se convierte en un problema cuando permanecemos en alerta todo el tiempo, sin regresar de nuevo a la calma. En estos casos, se conoce que el estrés ejerce un efecto dañino en nuestra salud física y mental.

  • Estilo de vida sedentario: Las personas que realizan escasa actividad física suelen disponer de menores niveles de energía. Esto les hace ser más vulnerables a problemas de salud, incluyendo aquellos de tipo emocional. El ejercicio beneficia a nuestro estado psicológico y una ausencia de él puede impedirnos desahogar, desconectar y mantenernos fuertes y activos.

  • Dedicación desmedida al área laboral: El trabajo es una parte importante de la vida, pero no representa la totalidad de ella. Muchas veces, la espiral de las obligaciones, el deseo de progresar o simplemente el sentido de la responsabilidad nos llevan a dedicar más tiempo y recursos al trabajo de lo debido. Enfocarnos con tanto énfasis en esta esfera de la vida requiere necesariamente sacrificar otros aspectos como el tiempo de calidad con la familia o el ocio.

  • Dieta: La dieta es otra parte importante del estilo de vida, y cuando no es adecuada puede impedirnos disponer de toda la energía que necesitamos. El agotamiento emocional puede aparecer con mayor facilidad si no nos alimentamos acorde a nuestras necesidades.

Qué hacer para evitar el agotamiento emocional: 5 claves

El agotamiento emocional no es algo inevitable. Está en nuestra mano tomar medidas para favorecer una mejor salud física y mental. Veamos algunas claves importantes.

1. Aprende a poner límites

Es más fácil decirlo que hacerlo, pero poner límites es un elemento esencial para poder mantener una buena salud mental y evitar terminar agotados. Poner límites requiere ordenar nuestras prioridades, identificar qué necesitamos y hasta dónde podemos llegar. Así, implica comunicar a los otros qué podemos hacer, pero también qué NO. Muchas veces, nos produce reparo decir que NO porque nos sentimos culpables, egoístas… Sin embargo, decir que NO y priorizar es un acto de autocuidado y respeto hacia ti. Si los demás no entienden que no llegas a todo, sencillamente no es tu problema.

Eres un ser humano, no un robot, por lo que poner freno es a veces lo más acertado. Además, cuando aprendemos a decir que NO nos sentimos liberados, porque dejamos de hacer cosas que en realidad no queremos o no podemos hacer, de manera que dedicamos más energías a aquello que sí nos llena y nos apetece. Obviamente, hay situaciones en las que tendremos que ceder o simplemente deseamos ayudar a otros, pero es importante reconocernos el derecho de decir que NO cuando así lo sentimos.

2. Permítete fallar

Como comentamos al principio, el agotamiento emocional se relaciona muchas veces con una autoexigencia desmedida. Por ello, es muy importante que aprendas a flexibilizar y permitirte fallos en el camino. No busques la excelencia en todo lo que haces, equivocarse es parte del proceso. Es inviable que puedas ser una gran pareja, un gran amigo, un gran trabajador, un gran progenitor… Siempre hay algo que no saldrá a la perfección. Los fallos son, además, una excelente fuente de aprendizaje. Gracias a ellos evolucionamos como personas y nos conocemos mejor, por lo que es clave no denominarlos tanto.

3. Dedícate tiempo

Es normal que sintamos agotamiento emocional cuando vivimos en piloto automático por y para tachar tareas de nuestra lista. Es necesario aprender a parar y dedicarnos, aunque sea, unos minutos al día. Ya sea haciendo algo de ejercicio, tomando un café con alguien, dándote una ducha, leyendo o escuchando música, busca esa actividad o pequeño placer diario que te ayude a tomar aire antes de seguir.

4. Prioriza

Como venimos planteando, establecer prioridades es fundamental para evitar el desgaste mental. Cuando hacemos un orden de cosas, podemos dedicar las energías que tenemos a lo más relevante, dejando lo que no lo es en un segundo plano. De esta manera, no caemos en el error de querer llegar a todo, pues esto termina haciéndonos llegar a nada. Saturarnos de tareas y obligaciones nos conduce al bloqueo y a la inacción. La organización y las prioridades nos ayudan a ajustar expectativas y evitar vivir continuamente frustrados por no llegar a todo lo que nos habíamos propuesto.

5. Da salida a tus emociones

Es normal que en el día a día sientas emociones difíciles como la rabia o la frustración. Muchas veces, tendemos a reprimir estos estados creyendo que así acabaremos con ellos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Así, aprender a ventilar las emociones nos ayuda enormemente a evitar el agotamiento emocional. Puedes probar a utilizar la escritura o el dibujo, hablar con alguien, bailar o cantar, hacer deporte… estrategias que te ayuden a sacar fuera todo lo que llevas dentro de una forma saludable.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca del agotamiento emocional, por qué aparece y qué podemos hacer para evitarlo. Vivimos en una sociedad que ha normalizado el vivir agotados psicológicamente, cuando se trata de un estado que no sólo no es normal sino que resulta dañino para la salud. Vivir así implica que estamos dando más de lo que podemos ofrecer, que nos estamos exigiendo cosas imposibles. Así, nuestra mente se desborda como un vaso lleno de agua que ya no tiene más capacidad.

El estrés permanente es un factor muy influyente en este tipo de agotamiento, así como el estilo de vida sedentario o la dedicación exclusiva al trabajo. Evitar el agotamiento emocional y todo lo asociado a él requiere aprender a poner límites a los demás, permitirnos fallar, rebajar la autoexigencia, establecer prioridades y poder dar salida a nuestras emociones de una manera saludable. Hacer esto nos permite cuidar nuestra salud física y mental, ya que mente y cuerpo se encuentran relacionados y un estado de agotamiento emocional puede conducirnos no sólo a psicopatologías sino también a enfermedades crónicas.

Comparte:
¿Te ha gustado?
MédicoPlus Logo
MédicoPlus te acerca al mundo de la medicina. Rigor científico y médico en cada artículo. Contacta con tu médico y mejora tu salud en tu portal especializado de confianza.
  • Estilonext
  • azsalud

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 MédicoPlus. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies