7 características de los hombres maltratadores (y cómo detectarlas)

La violencia de género representa un tipo de violencia específicamente dirigida a las mujeres por el mero hecho de serlo. Esta constituye un atentado en toda regla contra la integridad, dignidad y libertad de las mujeres y se produce en todo tipo de ámbitos. En España, hoy esta forma de violencia se encuentra reconocida y penada por la ley. Sin embargo, esto no siempre ha sido así. Hasta hace sólo unos años, lo que hoy llamamos violencia de género no se calificaba con ningún nombre en concreto, pues se consideraba que esta constituía un asunto personal que pertenecía a la intimidad y vida privada de las familias.

Es decir, se aceptaba que el Estado no debía intervenir de ninguna forma porque, sencillamente, no era un aspecto de su incumbencia. Con el tiempo, se comprendió que esta actitud del gobierno y la sociedad no es otra cosa que un refuerzo que perpetúa la desigualdad entre hombres y mujeres y la violencia que de ella se deriva. Si las autoridades y la comunidad dejan la violencia de género impune, ninguna mujer dará el paso de denunciar su situación, pues se sentirá incomprendida, desprotegida e incluso avergonzada por atravesar una situación así.

Sin embargo, la violencia de género es un fenómeno universal que no conoce fronteras y constituye un problema social en todos los países. Aunque en los países occidentales se han producido importantes avances para proteger a las mujeres y fomentar la igualdad, ello no significa que el problema se encuentre resuelto.

Así, aún son muchas las mujeres que se encuentran atrapadas en relaciones de maltrato. Los casos que vemos en la televisión sólo representan la punta del iceberg, y es que aún son demasiadas las que mantienen en secreto su pesadilla y no piden ayuda por miedo, culpa o vergüenza. Añadido a esto, no podemos olvidar que las víctimas son maltratadas por una persona por la que manifiestan sentimientos ambivalentes. Personas que les dicen cuánto las quieren al mismo tiempo que las insultan, golpean o humillan.

Curiosamente, cuando aparecen casos de violencia de género en los medios, muchas veces el entorno se muestra sorprendido. El agresor es descrito como una persona normal e incluso simpática, de manera que jamás se habría sospechado que pudiese estar maltratando a su pareja. Muchas veces, creemos que los hombres que agreden a las mujeres llevan un cartel en la frente que nos lo hace saber. Sin embargo, la mayoría de las veces esto no es así. Por eso, en este artículo profundizaremos un poco más acerca de las características comunes que habitualmente se encuentran en los hombres maltratadores.

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¿Qué es la violencia de género?

Antes de comentar las características propias de un maltratador, es importante definir qué entendemos por violencia de género. La violencia de género se puede definir como un tipo de violencia dirigida a la mujer por el mero hecho de serlo. Esta es la manifestación más obvia de la desigualdad existente entre los sexos, y se puede dar en todo tipo de formas: física, psicológica, sexual, económica, etc. Podemos considerar violencia de género las siguientes formas:

• Violencia física: Se refiere a cualquier agresión física que el agresor lleva a cabo hacia la mujer, como golpes, empujones, arañazos, quemaduras… En los casos más graves, cuando la mujer no recibe la asistencia y protección necesarias, puede culminar en su asesinato.

• Violencia psicológica: Esta abarca comportamientos verbales y no verbales que menoscaban a la mujer y le generan un enorme sufrimiento. Entre sus posibles manifestaciones se encuentran las amenazas, humillaciones, insultos, aislamiento, etc.

• Violencia económica: En este tipo de violencia se incluyen la privación de recursos para el bienestar físico y psicológico de la mujer o de los hijos de ella (sin el amparo de la ley), así como la discriminación en la disposición de los recursos compartidos de la pareja.

• Violencia sexual: Esta forma de violencia incluye cualquier acto de naturaleza sexual en el que la mujer se vea forzada por el agresor. Se incluyen aquí la intimidación para tener relaciones, las relaciones sexuales no consentidas y el abuso sexual.

Rasgos de los hombres maltratadores

Ahora que ya hemos concretado qué es la violencia de género, vamos a comentar las características propias de un hombre maltratador.

1. Baja autoestima

Los hombres maltratadores pueden poseer importantes carencias personales que tratan de encubrir con su conducta violenta. Lejos de lo que puede parecer, poseen una imagen negativa de sí mismos, la cual tratan de inflar a costa de maltratar y controlar a su pareja. Situarse en ese plano de superioridad en su relación les permite percibir que, a diferencia de en otros escenarios, poseen el control.

2. Celos

Los celos son una de las “red flags” más comunes en las primeras etapas del maltrato. El agresor asume infidelidades por parte de su pareja que nunca se han producido, por lo que utiliza las amenazas y el control para evitar que su pareja pueda tener un espacio propio sin él. Basta con que ella emita una palabra, un gesto o un comportamiento aparentemente neutro para que su maltratador lo interprete como un indicio de que hay una tercera persona o un coqueteo con alguien diferente. De nuevo, la baja autoestima se encuentra detrás de este tipo de comportamientos.

3. Tendencia a aislar a la víctima

Los hombres maltratadores son auténticos expertos a la hora de aislar a su víctima. Hacen todo lo que está en su mano para retenerla y hacerle creer que nadie podrá quererle como él lo hace. Mediante el chantaje y la manipulación, la convencen de que no es valiosa y merecedora de amor, por lo que el hecho de que él esté junto a ella es algo que debería agradecer. Además, el agresor tampoco tendrá escrúpulos a la hora de hablar mal de sus familiares y amigos, con el fin de que la víctima permanezca cada vez más aislada y sola.

4. Baja tolerancia a la frustración

Los hombres que agreden a sus parejas también suelen mostrar una baja tolerancia a la frustración. Esto hace que acumulen grandes dosis de rabia durante su día a día, la cual terminan descargando de forma violenta hacia la mujer. Ante la ausencia de recursos o estrategias para manejar los estados difíciles, los agresores acaban por culpar a su pareja de prácticamente todo lo que les sucede. Así, justifican sus agresiones tanto físicas como verbales.

5. Escasas habilidades sociales

Los hombres que maltratan a sus parejas suelen contar con escasas habilidades sociales. Esto les impide ser exitosos en sus interacciones con los demás y poder comunicarse de forma eficiente. Así, acaban por recurrir a medios violentos para imponerse ante la ausencia de otras estrategias mejores.

6. Nulas habilidades de resolución de conflictos

Los hombres que agreden a sus mujeres suelen carecer de adecuadas habilidades de resolución de conflictos. De esta forma, cualquier roce o diferencia se interpreta como una amenaza a su propia persona. Esto, añadido a su inseguridad, hace que estén la mayor parte del tiempo irritados, lo que acaba desatando ataques de rabia hacia la pareja.

7. Masculinidad tóxica

La masculinidad tóxica es un concepto típicamente asociado con el estereotipo del hombre dominante o competitivo. Esto suele favorecer la aparición de comportamientos misóginos y, por consiguiente, de la violencia de género en las relaciones. A menudo, los agresores que maltratan a las mujeres han sido educados desde edades tempranas bajo estos estereotipos, normalizando ciertas actitudes violentas como la forma adecuada de relacionarse con otras personas.

Este tipo de educación lleva a los hombres a visualizar la masculinidad de manera distorsionada. Esto hace, entre otras cosas, que tiendan a reprimir sus emociones por considerar que la expresión de las mismas es un símbolo de feminidad y, por consiguiente, de debilidad. El reprimir continuamente todo aquello que sienten les hace vivir permanentemente enfurecidos, necesitando muy poco para brotar en un arranque de ira.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas características típicas de los hombres que ejercen violencia de género hacia sus parejas. La violencia de género es un problema social universal, que implica una violencia ejercida hacia las mujeres por el mero hecho de serlo. Se trata de una forma de violencia que comienza de manera insidiosa y puede manifestarse de muchas formas distintas (física, emocional, sexual…).

Lo cierto es que cuando se producen crímenes vinculados a la violencia de género, muchas veces el entorno se muestra sorprendido. El agresor parecía una persona amable e inofensiva. Muchas veces, quienes cometen estos actos de violencia muestran unas características psicológicas que no se podrían intuir por una interacción superficial. Sin embargo, salen a la luz en todo su esplendor en el marco de la relación. Así, los hombres que maltratan a sus parejas suelen mostrar problemas de autoestima, celos y escasas habilidades sociales y de resolución de conflictos. Además, suelen utilizar el chantaje y la manipulación para aislar cada vez más a la víctima de su entorno, haciéndola sentir pequeña y no merecedora de amor y respeto. En estas personas también podemos observar una baja tolerancia a la frustración y características propias de la masculinidad tóxica.