¿Cómo superar el fin de una amistad? En 8 consejos

Los seres humanos necesitamos sentirnos arropados por una comunidad alrededor que nos brinde afecto, apoyo y compañía. Es a través de las relaciones que damos forma a nuestra personalidad, así como a nuestra percepción del lugar que ocupamos en el mundo. En definitiva, nuestra naturaleza social nos hace necesitar a los otros para poder estar y sentirnos bien.

Los vínculos de amistad cobran una enorme importancia a lo largo de la vida. Aunque la manera de vivirlos va cambiando, contar con un amigo fiel siempre es fundamental. Sin embargo, tal y como sucede con el resto de relaciones que tenemos, a veces estas se ven dañadas por traiciones y diferencias o simplemente se deterioran por los cambios de la vida y el transcurso del tiempo. En este sentido, superar el fin de una amistad puede llegar a ser muy doloroso, especialmente cuando se trata de alguien con gran presencia en nuestra vida desde hace tiempo. Por ello, en este artículo hablaremos acerca de algunos consejos útiles que pueden ayudar a superar el fin de una amistad.

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La amistad a lo largo de la vida

La amistad es importante en todas las etapas de nuestra vida. Sin embargo, la manera en la que la vivimos puede ir cambiando dependiendo de la edad y del momento en el que nos encontramos. En la adolescencia, el papel de los iguales cobra enorme protagonismo, quedando las relaciones familiares en un plano más secundario. El grupo de amigos es el medio en el que la persona desarrolla su identidad y busca apoyo y compañía cuando lo necesita. Por ello, el final de una amistad se vivirá con mayor dolor y tristeza en estas edades.

En la etapa adulta la amistad sigue siendo importante, pero deja de vivirse con la entrega y la intensidad propias de la adolescencia. Al llegar a este momento de la vida no sólo hay una mayor madurez, sino que también entran en juego las obligaciones ligadas al trabajo, la vida en pareja y otros factores que pueden reducir el tiempo dedicado a los amigos. Aunque el fin de una amistad en este momento dolerá, el hecho de contar con otros pilares de apoyo hace que estas rupturas se analicen con más relatividad.

En la vejez, la amistad cobra de nuevo un peso creciente. Esto se debe a que hay más tiempo libre gracias a la jubilación, menos responsabilidades familiares porque los hijos han crecido y muchas veces viudedad. Por ello, la ruptura en los lazos con los iguales puede tener un impacto mayor a nivel emocional.

8 consejos para superar el fin de una amistad

Sobrellevar el fin de una amistad puede llegar a ser muy difícil. Al fin y al cabo, perder a un amigo supone vivir un duelo, que puede ser más o menos complejo en función de las circunstancias. Por ello, es aconsejable tener en cuenta algunos consejos que pueden ayudar a superar el fin de esa relación amistosa.

1. Asegúrate de intentar otras soluciones

En primer lugar, es importante que antes de renunciar a esa amistad reflexiones de manera calmada sobre la situación. ¿Cómo has llegado a este punto? ¿Has hablado con esa persona? ¿Podría ser algo resoluble de otra manera menos drástica? Muchas veces nos dejamos llevar por la rabia del momento y tomamos decisiones precipitadas. Sin embargo, poner fin a una amistad sin haber hablado las cosas puede conducirnos a error. Por ello, siempre es aconsejable empezar por hablar con ese amigo acerca de cómo nos sentimos, qué pensamos de la relación y qué creemos que se puede hacer para cambiarlo. Si tras haberlo hablado no observas posibilidad de reconciliación, trata de cerrar ese capítulo de la forma más serena posible.

2. No hagas suposiciones

Aunque poder tener una conversación es lo ideal, lo cierto es que no siempre es posible. Esa persona quizá no se siente preparada para hablar y lo mejor es respetar sus tiempos. Hasta que no se hablen las cosas, es preferible evitar hacer suposiciones, ya que quizá tu amigo está pasando por algo que desconoces.

3. Si te han hecho daño, date tiempo para perdonar

Todos hemos vivido en alguna ocasión el sinsabor de una traición de alguien querido. Es importante darnos espacio para sentir ese dolor, aunque con el tiempo este irá remitiendo. Poco a poco, debemos dar cabida al perdón, pues con él dejaremos de tener sentimientos de rencor y podremos seguir hacia adelante en paz con nosotros mismos. En estos casos, lo mejor es aceptar que a veces podemos hacer daño a otros (en ocasiones sin quererlo) y que de estas experiencias podemos sacar aprendizajes para el futuro. Quédate con las experiencias positivas compartidas y trata de no repetir los posibles errores cometidos.

4. Tienes derecho a vivir un duelo

Usualmente, se habla de duelo en relación a la muerte. Sin embargo, lo cierto es que el duelo es una reacción emocional que aparece ante cualquier tipo de pérdida. Cuando ponemos fin a una amistad significativa estamos sacando a alguien de nuestra vida y es lógico que esto nos produzca dolor. Esto es especialmente cierto cuando además se ha producido algún tipo de traición. No minimices tus emociones y permítete sentirlas, pues tienes derecho a ello. Cuando alguien que nos importa nos ha fallado, es esperable que vivamos frustración, tristeza, rabia, etc. Si no te dejas tener un espacio de este tipo, posiblemente tengas mayor dificultad para superar esta situación.

5. Acepta que las personas cambian y evolucionan

Piensa en cómo eras tú hace tan sólo unos años. Seguramente hayas cambiado en muchos aspectos. Todos vamos evolucionando a lo largo de la vida y esto puede hacer que ya no busquemos lo mismo en nuestras relaciones de amistad. En ocasiones, seguimos caminos que se van diferenciando del de nuestros amigos y eso hace que, aunque no haya existido conflicto alguno, se produzca una distancia. Aceptar que la vida es así es importante, ya que no siempre hay que buscar una causa o un culpable en particular.

6. Reflexiona sobre lo que ha pasado

Reflexionar sobre lo que ha pasado es importante. Al fin y al cabo, las situaciones no suelen ser blancas o negras y hay muchos matices que valorar. Piensa en qué has podido hacer mal para que la amistad haya llegado a su fin y no te centres únicamente en los errores del otro. Tratar de sacar un aprendizaje de toda esa experiencia que te permita manejar tus amistades de una mejor manera en el futuro.

7. Apóyate en tus personas de confianza

En momentos de dificultad como estos necesitamos más que nunca a nuestras personas de confianza. Trata de compartir con quien tu quieras lo que te pasa y desahogarte. Hablar sobre ello puede ayudarte a liberar tensión y también contemplar otros puntos de vista. Con frecuencia, exteriorizar nuestros problemas y transmitirlos a los demás nos ayuda a relativizar, evitando magnificarlos o sobredimensionados.

8. No te cierres a la amistad

Tal y como sucede cuando vivimos un fracaso amoroso, es posible que una decepción con un amigo nos lleve a cerrarnos a la amistad. Sin embargo, esto es un error. Que una relación amistosa haya llegado a su fin no significa que todas nuestras amistades vayan a fracasar. Además, el fin en sí mismo no tiene por qué significar haber fracasado. Como ya comentamos, a veces el simple curso de la vida puede llevarnos por rumbos distintos al de nuestros amigos y no pasa nada. En cualquier caso, la amistad es importante en cualquier momento de la vida y debemos estar siempre abiertos a vivirla y disfrutarla.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunos consejos que pueden ser de ayuda para superar el fin de una relación de amistad. La relación con nuestros amigos es algo de gran importancia a lo largo de todas las etapas de la vida. Sin embargo, tal y como sucede en otro tipo de relaciones, a veces podemos vivir distanciamientos, conflictos y otras dificultades que pueden terminar en el fin de esa amistad. Al igual que sucede con otras rupturas, en esta tesitura experimentamos una pérdida que puede generarnos dolor, tristeza, rabia…

Manejar este escenario es por ello algo complicado y es importante que sepamos cómo actuar para superarlo de la mejor forma posible. Antes de llegar al extremo de poner fin a esa amistad, es crucial que haya una buena comunicación para hallar otras posibles soluciones. Por otro lado, también es clave darnos tiempo para expresar y sentir nuestras emociones, ya que esto nos facilitará el camino hacia el perdón y la paz mental si hemos sido traicionados.

Ante todo, es natural vivir un duelo cuando se finaliza la relación con un amigo, por lo que es recomendable apoyarnos en nuestras personas de confianza si lo necesitamos. Este tipo de experiencias pueden, a pesar de todo, darnos un aprendizaje que podemos aplicar para el futuro. Por último, es imprescindible no generalizar y aceptar que una amistad puede finalizar por muchos motivos sin que necesariamente haya causas concretas o culpables. Por ello, nunca debemos cerrarnos a la amistad, pues esta nos aporta muchas cosas positivas.