10 mitos sobre el Trastorno Bipolar, desmentidos

El trastorno bipolar está rodeado de rechazo y desconocimiento. Desmentir los mitos en torno a él es clave para comprender a los pacientes y romper el estigma relacionado con su condición de salud.

mitos-trastorno-bipolar

Que los problemas de salud mental están rodeados de desconocimiento y estigma no es ninguna novedad. Con frecuencia, se difunde información errónea sobre ellos, lo que contribuye al rechazo y la incomprensión por parte de la sociedad hacia quienes los padecen. Uno de los trastornos psicopatológicos más sujetos a dicho rechazo es el trastorno bipolar. Este consiste en una enfermedad mental de curso crónico que afecta a los mecanismos reguladores del estado de ánimo.

Generalmente, se presenta en forma de episodios recurrentes que pueden ir desde la manía o hipomanía ( en los que prima la euforia y la alegría) hasta la depresión más profunda (donde prima la tristeza hasta niveles delirantes, con ideación suicida en muchos casos). En definitiva, aparecen importantes oscilaciones en el estado anímico que interfieren en la calidad de vida del paciente.

Muchas personas que padecen trastorno bipolar reciben su diagnóstico de manera tardía. Esto hace que durante mucho tiempo se encuentren sufriendo sin poder tener acceso al tratamiento adecuado. Para que estos pacientes puedan llevar una vida normal es indispensable que sigan un tratamiento farmacológico, que en muchas ocasiones se complementa con una intervención psicoterapéutica.

Uno de los obstáculos más notorios que afectan a los pacientes con trastorno bipolar tiene que ver con el estigma social. Esto se deriva de mucha información errónea que ha calado en la población acerca de este problema de salud mental. Por ello, en este artículo trataremos de desmentir algunos de los mitos más comunes acerca del trastorno bipolar.

10 mitos sobre el trastorno bipolar

A continuación, hablaremos acerca de algunos mitos comunes relacionados con el trastorno bipolar.

1. El trastorno bipolar es infrecuente

A menudo se habla de este trastorno como un fenómeno infrecuente y casi anecdótico. Sin embargo, la realidad es que se trata de una condición de salud mental muy habitual, hasta el punto de afectar a millones de pacientes alrededor del mundo con una prevalencia que se encuentra alrededor del 4%. En el caso particular de España, se calcula que hasta un millón de personas padecen este problema de salud mental.

2. El trastorno bipolar consiste en cambios de humor

La sintomatología asociada al trastorno bipolar va mucho más allá de simples cambios de humor. Quienes padecen esta psicopatología muestran profundas oscilaciones en el ánimo, moviéndose entre dos extremos fuera de lo común. Por un lado, pueden transitar fases maníacas en las que hay una energía desbordante que puede interferir en el sueño y el funcionamiento normal en el día a día. La persona tiene un estado de ánimo muy elevado que puede asociarse a una conducta impulsiva, hiperactiva y carente de autocontrol.

La autoestima se infla hasta el punto de constituir auténticos delirios de grandeza, sobreestimando las propias capacidades. Se toman decisiones precipitadas e irresponsables, como malgastar el dinero, abusar de drogas, mostrar una enorme promiscuidad sexual, etc. Por el contrario, en la fase más depresiva predominan síntomas como la tristeza profunda, la desesperanza respecto al futuro, la baja autoestima, los sentimientos de culpa o la desgana. En esta etapa es habitual que aparezcan alteraciones del sueño y del apetito, así como un fuerte aislamiento social e ideación suicida.

3. Solo hay un tipo de trastorno bipolar

A menudo se hacen generalizaciones y se habla del trastorno bipolar como si este fuera uno solo. Sin embargo, lo cierto es que existen diferentes subtipos con características y matices distintos.

  • Trastorno bipolar de tipo I: es aquel en el que aparecen uno o más episodios depresivos y uno o más episodios maníacos.
  • Trastorno bipolar de tipo II: es aquel en el que priman los episodios depresivos, aunque también hay al menos un episodio hipomaníaco.
  • Ciclotimia: En este caso la persona padece numerosos períodos hipomaníacos y depresivos que se prolongan al menos durante dos años.
  • Trastorno bipolar no especificado: Esta categoría es el cajón desastre en el que se recogen los casos que no siguen un curso o patrón estándar.

4. Un buen estilo de vida permite curar el trastorno bipolar

Es cierto que un estilo de vida saludable, con patrones de sueño y alimentación ordenados así como ausencia de drogas, es clave en el tratamiento de esta psicopatología. Sin embargo, la realidad es que esto es solo una parte del conjunto de la intervención. Es imprescindible que el paciente reciba tratamiento farmacológico para mantener el equilibrio en su estado de ánimo, algo a lo que además se puede añadir la psicoterapia.

4. El problema del trastorno bipolar son las fases depresivas

A menudo se considera que el problema del trastorno bipolar reside en esas fases de tipo depresivo, donde la persona se sumerge en una gran tristeza y aislamiento. Sin embargo, las fases maníacas e hipomaníacos son igualmente dañinas para su bienestar. En esta etapa la persona puede sentirse enérgica y capaz de todo, pero su exaltación le impide razonar y tener un juicio adecuado, lo que conduce a menudo a muy malas decisiones. El consumo de drogas, la promiscuidad sexual, el olvido de responsabilidades o la pérdida de contacto con la realidad son algunas de las muchas consecuencias negativas de estas etapas aparentemente “positivas”.

trastorno-bipolar-mitos

5. El trastorno bipolar es un defecto de la personalidad

Muchas veces se achaca el origen del trastorno bipolar a un defecto en la estructura de la personalidad. Sin embargo, la realidad es que la base de esta psicopatología parece ser biológica. Por ello, en el tratamiento es indispensable recurrir a los fármacos con el fin de devolver al paciente la calidad de vida.

6. El trastorno bipolar se puede curar con un tratamiento adecuado

Como ya hemos comentado, el trastorno bipolar es una condición de carácter crónico. Por ello, el tratamiento no va encaminado a una cura, sino a un buen manejo de la sintomatología. Por ello, la adherencia del individuo a la terapia farmacológica y psicoterapéutica es esencial, pues el cese de su implicación implica una vuelta al punto de inicio. En otras palabras, los pacientes con este diagnóstico requieren un compromiso con su salud de por vida.

7. Las personas con trastorno bipolar son peligrosas

En general, la mayoría de problemáticas de salud mental están rodeadas de estigma. Las enfermedades mentales más graves o de carácter crónico suelen asociarse a características como la peligrosidad o la agresividad, una imagen en la que los medios han tenido un papel importante. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de quienes tienen este diagnóstico pueden tener un comportamiento perfectamente normal si siguen su tratamiento pautado y llevan un estilo de vida adecuado.

8. Las personas con trastorno bipolar solo desean llamar la atención

En algunas ocasiones, hay quienes tachan a los pacientes con trastorno bipolar como personas deseosas de llamar la atención y ser el centro de las miradas. Sin embargo, estamos hablando de una psicopatología, por lo que su conducta errática se debe a una enfermedad y no a una decisión voluntaria.

9. Las personas con trastorno bipolar deberían esforzarse por controlar su comportamiento

Las personas con este problema de salud mental no disfrutan con sus episodios. Son las que más sufren con ello y, por supuesto, no son capaces de controlarse así como así. Como ya comentamos, se trata de una psicopatología con una base biológica, de manera que un desequilibrio químico es el principal causante de la sintomatología. Por supuesto, esto es algo que escapa a la voluntad del paciente, de forma que resulta muy insensible tacharles de personas sin voluntad.

10. Las personas con trastorno bipolar siempre se encuentran inestables

Otra creencia común es la que afirma que las personas con esta condición de salud se encuentran en un estado de permanente inestabilidad. Sin embargo, lo cierto es que los pacientes pueden tener períodos prolongados de equilibrio mental entre sus etapas maníacas y depresivas.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunos mitos comunes acerca del trastorno bipolar. Este se define como una enfermedad mental de curso crónico que afecta a los mecanismos reguladores del estado de ánimo. Generalmente, se presenta en forma de episodios recurrentes que pueden ir desde la manía o hipomanía ( en los que prima la euforia y la alegría) hasta la depresión más profunda (donde prima la tristeza hasta niveles delirantes, con ideación suicida en muchos casos).

En definitiva, aparecen importantes oscilaciones en el estado anímico que interfieren en la calidad de vida del paciente. Tal y como sucede con otros problemas de salud mental, el trastorno bipolar está sujeto a mucho estigma y rechazo por parte de la sociedad. Esto se debe en gran medida a las informaciones falsas que proliferan en la población y dan lugar a una imagen distorsionada de los pacientes y su comportamiento.

Lo cierto es que este trastorno psicológico es más común de lo que se cree, va más allá de simples cambios de humor y puede aparecer de diferentes formas. Aunque el estilo de vida es una parte clave en el tratamiento, este requiere necesariamente el uso de fármacos y, en ocasiones, también psicoterapia. Con el tratamiento adecuado, las personas con trastorno bipolar pueden llevar una vida plena y, por supuesto, no resultan peligrosas ni agresivas.

Comparte:
¿Te ha gustado?
MédicoPlus Logo
MédicoPlus te acerca al mundo de la medicina. Rigor científico y médico en cada artículo. Contacta con tu médico y mejora tu salud en tu portal especializado de confianza.
  • Estilonext
  • azsalud

Suscríbete a
nuestra newsletter

Cada semana te enviamos tips de salud,
nutrición, noticias y más.

Puedes darte de baja cuando quieras.

© Copyright 2024 MédicoPlus. Todos los derechos reservados.Aviso legal,política de privacidad,cookies