8 problemas más comunes en la adolescencia (y cómo gestionarlos)

La adolescencia constituye una etapa compleja debido a la enorme cantidad de cambios que en ella tienen lugar. Se produce una revolución a todos los niveles (biológico, psicológico, sexual, social…), pues el individuo debe transicionar desde la niñez hacia la edad adulta. En este viaje, cuyo destino es la madurez, hay numerosas subidas y bajadas.

El adolescente comienza a buscar la definición de su identidad, adquiere una autonomía creciente respecto a sus figuras adultas de referencia, comienza a desarrollar un pensamiento abstracto, establece vínculos significativos con sus iguales, organiza su escala de valores y construye la imagen global que tiene de sí mismo. Por ello, transitar este momento de la vida puede asemejarse a estar montado en una montaña rusa de vertiginosas curvas.

Por todo lo dicho, no sorprende que la adolescencia represente una etapa de riesgo para la aparición de diferentes problemáticas. Algunas son especialmente frecuentes y por ello en este artículo nos detendremos a hablar de ellas.

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La vorágine de la adolescencia

A nivel emocional, la adolescencia desencadena una espiral de emociones nuevas, pues comienza a desarrollarse la capacidad afectiva para establecer relaciones con los iguales y sentir estados emocionales hasta entonces desconocidos, como por ejemplo el amor romántico. Con la llegada de esta fase, el círculo social se amplía más allá de la familia y los compañeros de clase.

De esta forma, el adolescente puede empezar a conocer otras realidades, dejando de idealizar a los padres como modelos de referencia (algo propio de la niñez) para empezar a buscar sus ideales fuera del entorno familiar. Esto también se vincula con la enorme presión social que se suele sentir en estos años de la vida, lo que puede ocasionar problemas de autoestima, comparaciones y comportamientos cuyo fin no es otro que el de encajar dentro del grupo.

Una de las particularidades de la adolescencia es que, si bien es un proceso por el cual cada vez se va alcanzando mayor autonomía y madurez, la conducta de un menor adolescente sigue siendo muy diferente de la de un adulto. El desarrollo cerebral en los adolescentes aún no ha finalizado, pues el área de los lóbulos frontales no se encuentra madura.

Esto tiene importantes implicaciones conductuales, ya que esta zona del cerebro está estrechamente relacionada con el control de los impulsos y la toma de decisiones. Por esta razón, los adolescentes tienden a actuar de manera impulsiva sin medir las consecuencias de sus acciones, lo que muchas veces puede llevarles a implicarse en actividades de riesgo y a tomar decisiones inadecuadas.

¿Cuáles son los problemas más comunes en la adolescencia?

A continuación, hablaremos acerca de algunos de los problemas más comunes de la adolescencia.

1. Búsqueda de aceptación social

Como venimos comentando, la adolescencia constituye una época en la que las relaciones con los iguales ganan protagonismo frente a los vínculos con los progenitores. En este sentido, el papel del grupo social se hace principal y esto hace que el deseo de ser aceptado constituya una de las preocupaciones más notorias. Los adolescentes necesitan sentirse valorados por los pares y, cuando esto no sucede, aparece un enorme sufrimiento emocional. Esto hace que muchos jóvenes busquen dicha aceptación por todos los medios, adoptando conductas de riesgo o que sencillamente no son deseables para el adolescente.

2. Baja autoestima

La adolescencia es una etapa llena de cambios. El cuerpo se va transformando y esa transición puede hacerse difícil. Muchos jóvenes encuentran problemas relacionados con su aspecto, lo que les hace sentirse inferiores, ansiosos, inseguros, etc. El aspecto físico se convierte en algo de vital importancia en la adolescencia, especialmente para las chicas. La presión estética es particularmente incisiva en estas edades y ello puede dar pie a importantes problemas de autoestima. La publicidad y la cultura de la dieta son una importante amenaza en este momento crítico del desarrollo, donde se promociona un ideal de belleza inalcanzable que puede hacer mella en la salud mental.

3. Trastornos de la conducta alimentaria (TCA)

Los TCA son un problema muy habitual durante la etapa adolescente. Se trata de un tipo de trastorno psicopatológico por el cual la persona mantiene una relación problemática con su cuerpo y con la comida. Estos años constituyen el momento más crítico para el debut de los TCA, ya que como venimos comentando se producen profundos cambios corporales, hay una fuerte presión social, se valora enormemente el aspecto físico y se desea encajar en el grupo por encima de todo.

Añadido a esto, la adolescencia implica transicionar hacia la madurez, asumir nuevos roles y responsabilidades, separarse de las figuras de apego, despertar a nivel sexual… Todo ello crea el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de trastornos alimentarios en los adolescentes más vulnerables. Aunque tradicionalmente los TCA se han asociado al sexo femenino, la realidad es que cada vez aparecen con más frecuencia en la población masculina.

4. Sexualidad

La sexualidad es otra cuestión problemática durante la adolescencia. De entrada, muchos adolescentes se sienten confusos y perdidos debido a que en sus familias existe un gran temor a hablar de sexo por considerar este un asunto tabú. Esto impide que los hijos puedan tener una conversación fluida al respecto y estar informados debidamente sobre el sexo en un clima de confianza. La pobre educación sexual que se ofrece a los adolescentes lleva a que estos permanezcan vulnerables.

No sólo les impide protegerse de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual. Tampoco les informa debidamente acerca de cuestiones como el consentimiento, el deseo y el placer. De la misma manera, es importante que todos los adolescentes, no sólo los heterosexuales, puedan estar informados. Aquellos pertenecientes al colectivo LGTBIQ+ a menudo quedan olvidados y aún más desinformados, lo que hace que algo natural como es la sexualidad se convierta en un problema.

5. Conductas de riesgo

En la adolescencia también vamos a observar con frecuencia conductas de riesgo. Esto se asocia con la dificultad que los jóvenes suelen encontrar a la hora de controlar sus impulsos, tomar decisiones meditadas y planificar. El córtex prefrontal, que es el área cerebral del cerebro encargada de las funciones ejecutivas, aún no ha culminado su maduración en estas edades. Por ello, los jóvenes suelen actuar más guiados por los impulsos y las emociones, lo que les puede conducir a comportamientos de riesgo.

6. Conflicto en el entorno familiar

La adolescencia es una etapa, como venimos diciendo, llena de cambios y altibajos. Además, constituye un momento crítico porque la persona empieza a tomar distancia de sus figuras de referencia adultas. Este proceso de individuación no se lleva bien en todos los escenarios familiares. Muchos progenitores muestran problemas para aceptar esa creciente autonomía y esto hace estallar el conflicto en casa.

Los hijos también pueden mostrar comportamientos impulsivos o tener problemas para adherirse a las normas, lo que suele dar pie a numerosos roces entre estos y sus padres. Por todo lo dicho, lo ideal es que los adultos adopten un estilo de crianza democrático, que establezca límites con cierto margen de flexibilidad. Las familias que funcionan de manera autoritaria o demasiado laxa no suelen ser exitosas a la hora de orientar a los adolescentes de forma correcta.

7. Bullying

No podemos hablar de problemas en la adolescencia sin mencionar el acoso escolar o bullying. Por desgracia, en las aulas de los centros educativos este fenómeno es muy común. La adolescencia es un momento en el que la presión social es elevada, hay un fuerte deseo de encajar y una búsqueda de la identidad. Por ello, en las clases es fácil que surjan diferencias relacionales que terminan convirtiéndose en violencia sistemática hacia una o varias víctimas.

Además, el auge de las redes ha servido como catalizador de esta forma de acoso, ya que los agresores pueden atacar a la víctima no solo en persona sino también a través de internet. Una adecuada intervención ante estos casos requiere no sólo atender a la víctima, sino también trabajar con los agresores para corregir su comportamiento y entender el porqué de su aparición.

8. Dificultades de relación

Como hemos comentado, en la adolescencia las relaciones con los iguales cobran una relevancia especial. La amistad adquiere un valor primordial y eso hace que dichos vínculos se vivan con gran intensidad. Sin embargo, esta intensidad también hace que las dificultades y los conflictos con los amigos se vivan como un evento de enorme gravedad.

Es importante validar este malestar, ya que para un adolescente su grupo de amigos es su pilar esencial. Por ello, es clave entrenar a los jóvenes en habilidades sociales para que estos puedan manejarse en los escenarios de conflicto con asertividad, así como aprender a expresar su opinión y discutir las diferencias con los pares.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunos problemas frecuentes que tienen lugar en la adolescencia. Esta etapa de la vida se caracteriza por concentrar numerosos cambios a diversos niveles (biológico, social, sexual, familiar…). Esto hace que esté llena de altibajos y momentos complejos. Por ello, se trata de una etapa crítica en la que pueden aflorar diferentes problemáticas.