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Los microorganismos patógenos evolucionan con el objetivo de instaurarse en el mundo, circulando constantemente (o por estaciones) por los países. Muchos lo han conseguido y conforman ya el grupo de enfermedades infecciosas endémicas.
Pero de todos ellos, los más exitosos son, sin duda, los virus del resfriado. Estamos ante unos patógenos que, pese a ser infravalorados por provocar una enfermedad leve, seguramente son los virus más perfectos creados por la naturaleza.
Y es que es precisamente en el hecho de que causen una patología leve que radica su éxito evolutivo. Han encontrado el equilibrio perfecto entre dañarnos lo suficiente para obtener beneficios pero no tanto como para impedir que hagamos vida normal y lo ayudemos a propagarse.
El resfriado común es la enfermedad con una incidencia más elevada del mundo. Cada persona adulta lo sufre entre 2 y 5 veces al año de media (los niños, hasta 8 veces), lo que explica que se estime que cada año haya 35.000 millones de casos de resfriado. En el artículo de hoy entenderemos la naturaleza de esta tan exitosa enfermedad vírica.
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¿Qué es el resfriado común?
El resfriado común es una enfermedad contagiosa, vírica y respiratoria en la que los virus del resfriado coloniza e infecta las vías respiratorias altas, es decir, nariz y garganta (faringe). Los virus responsables del resfriado infectan las células de estas estructuras, pero nunca (excepto casos puntuales) llegan a regiones respiratorias más bajas.
Los virus del resfriado, pues, parasitan estas células del aparato respiratorio y utilizan sus mecanismos de replicación para generar nuevas partículas víricas, provocando, en consecuencia, la muerte de las células de estos tejidos. Esto, junto a la reacción inflamatoria del sistema inmune para combatir la infección, explica la sintomatología que comentaremos más adelante.
Hablamos de los virus del resfriado, pero, ¿cuáles son? Lo cierto es que no hay un único virus responsable de esta enfermedad. El resfriado común es una patología respiratoria que puede estar causada principalmente por hasta siete tipos de virus distintos.
El 50% de los casos están provocados por un virus de la familia de los rinovirus (con más de 110 variedades capaces de causar la patología propia del resfriado), el 7% por coronavirus (de la misma familia que el COVID-19, pero no son en absoluto peligrosos) y el porcentaje restante por influenzavirus (los mismos causantes de la gripe), parainfluenza (no hay casos en edad adulta ya que es de los pocos para los que desarrollamos inmunidad), adenovirus (suele ser asintomático a no ser que la persona esté inmunodeprimida), enterovirus (poco común) y virus respiratorio sincitial (especialmente frecuente en menores de 2 años).
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Mencionamos esto porque la diversidad de virus causantes del resfriado común (dentro de los siete principales, hay más de 200 subtipos distintos), junto con el hecho de que sean especies víricas con tendencia a mutar constantemente, explica que sea tan increíblemente frecuente y que no desarrollemos inmunidad. Es decir, siempre habrá alguna especie de virus del resfriado a la que seamos sensibles. Impide también que exista una vacuna.
Sea como sea, la enfermedad se transmite por el aire o por contacto directo con personas infectadas, lo que hace que sea de muy eficaz propagación. Afortunadamente, se trata de una patología respiratoria autolimitada, lo que significa que la persona supera por sí sola la enfermedad sin necesidad de tratamientos.
Causas
La causa de desarrollar resfriado común es clara: sufrir una infección de las vías respiratorias altas por parte de los virus que hemos mencionado. Más de la mitad de los casos se deben a una infección por rinovirus, aunque ya hemos visto que hay seis tipos más de virus que pueden causar la enfermedad.
De todos modos, siempre es de origen vírico. Ni las bacterias ni los hongos pueden provocar un resfriado común. En este sentido, la enfermedad empieza cuando los virus del resfriado infectan los tejidos de las vías respiratorias altas, parasitando las células de la nariz y de la garganta (faringe), provocando daños en este epitelio.
Pero, ¿cómo se transmite? La vía de transmisión de los virus del resfriado común consiste en un contagio a través del aire (por gotículas respiratorias que emitimos al hablar, toser o estornudar que contienen las partículas víricas) o por contacto con fluidos corporales respiratorios de una persona infectada tanto directo (por ejemplo, besarse) o indirecto (tocar una superficie que está contaminada con estos fluidos corporales).
Sea cual sea la vía de contacto, los virus del resfriado común entran al cuerpo a través de la boca, la nariz e incluso los ojos. Y una vez dentro, se desplaza hasta el epitelio de las vías respiratorias altas e inicia el proceso infectivo.
Esta ruta de transmisión, junto con el hecho de que esté causada por muchos virus distintos (los cuales son muy frecuentes y tienen tendencia a mutar, por lo que no desarrollamos una inmunidad suficiente como para prevenir la infección), explica que la incidencia del resfriado común sea tan alta.
Aunque es difícil detallar la incidencia con exactitud ya que casi nunca se notifican los casos (cuando tenemos un resfriado, no vamos al médico), se estima que, de media, una persona adulta puede contraer un resfriado entre 2 y 3 veces cada año. Y los niños, al ser más susceptibles (y tener todavía menos inmunidad), pueden sufrirlo hasta 8 veces al año (los menores de 6 años son los que sufren más resfriados). Estas cifras hacen que se hable de un total de 35.000 millones de casos de resfriado común anualmente en el mundo.
No hay ninguna enfermedad que se le acerque, pues su incidencia es incluso superior al 100% (hay más casos que personas en el mundo). Quizás la gripe, con una incidencia estimada del 15% entre la población mundial. Pero ni de lejos. El resfriado común es la enfermedad más frecuente del mundo.
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Síntomas
El resfriado común es tan frecuente precisamente porque es una patología leve. Tanto es así que casi siempre hacemos vida normal, facilitando así la continua propagación del virus. Como hemos dicho, la patología aparece cuando los virus del resfriado infectan las células de la nariz y la faringe (garganta).
No hay diferencias perceptibles entre los signos clínicos causados por los distintos tipos de virus del resfriado. Sea cual sea el responsable de la infección, las manifestaciones más frecuentes del resfriado común suelen aparecen entre 1 y 3 días después del contagio y son las siguientes:
- Congestión nasal
- Goteo nasal
- Fiebre baja (siempre de menos de 38 ºC)
- Estornudos
- Secreciones nasales de color verdoso o amarillento
- Molestias en la garganta (sensación de irritación)
- Malestar general
- Tos
- Dolor de cabeza leve
- Dolor corporal leve
- Dolor de garganta
- Dolor muscular
- Pérdida de apetito
Como vemos, los síntomas son molestos pero nunca llegan a ser graves. Solo en casos excepcionales y generalmente en la población de riesgo (ancianos y personas inmunodeprimidas), el resfriado común puede derivar en complicaciones potencialmente graves.
Es muy extraño, pero los virus del resfriado pueden utilizar esta debilitación del sistema inmunitario para migrar a otras regiones, extendiendo así la infección. En este sentido, las complicaciones del resfriado pueden consistir en otitis (infección vírica del oído), asma (puede desencadenar un ataque o episodio asmático), sinusitis (infección de los senos paranasales) e incluso neumonía (una infección de los pulmones que requiere de tratamiento médico de urgencia).
De todos modos, no hay de qué preocuparse. Excepto en casos aislados, el resfriado común es una enfermedad muy leve que no aguarda peligros y con unos síntomas que suelen desaparecer por sí solos tras aproximadamente unos 10 días sin necesidad de tratamiento.
Solo habría que solicitar atención médica cuando la fiebre fuera de más de 38,5 ºC, hubiera dificultades respiratorias, se observara sibilancia (silbidos al respirar), dolores de garganta, corporales y de cabeza intensos o, en general, cualquier signo clínico que se separa de los que hemos comentado antes.
Tratamiento
Teniendo en cuenta que más de 200 subtipos de virus (con mucha tendencia a sufrir mutaciones) pueden causar el resfriado común, no es de extrañar que no exista vacuna. Por lo tanto, la prevención de esta enfermedad, más allá de adoptar estrategias para evitar el contagio, no es posible.
Afortunadamente, es una enfermedad muy leve con unos síntomas que, por molestos que sean, suelen desaparecer tras unos 10 días de cuadro clínico. Como hemos dicho, se trata de una enfermedad autolimitada, lo que significa que nuestro cuerpo es capaz de combatirla y eliminar el virus responsable por sí solo, sin necesidad de tratamientos.
Y decimos afortunadamente porque ya no solo es que no exista vacuna, sino que tampoco hay cura. Como sucede con todas las infecciones víricas, hay que esperar que sea nuestro propio sistema inmune el que cure la enfermedad.
En este sentido, no existe un tratamiento específico para el resfriado. (Nota: en caso de que haya complicaciones, sí que hay que acudir al médico para iniciar las terapias necesarias). Aun así, sí que existen algunos consejos tanto para aliviar la sintomatología como para agilizar el proceso de recuperación, así como para reducir todavía más el ya de por sí bajísimo riesgo de desarrollar complicaciones.
Importante tener en cuenta que es mejor evitar los medicamentos antipiréticos, es decir, los que bajan la fiebre. Y es que esta fiebre estimula la actividad del sistema inmune. Si estamos siempre intentando bajarla, más nos costará bajarla. Por ello, habría que evitar el Paracetamol, el Ibuprofeno y la Aspirina. Aun así, si queremos reducir la sintomatología, sí que podemos recurrir a estos analgésicos. Esto ya es decisión personal. Si queremos alivio momentáneo, pueden tomarse. Si queremos superar rápido la enfermedad, mejor que no.
Por lo tanto, se pueden tomar analgésicos (no nos curarán, pero aliviarán tanto el malestar general) como el Paracetamol (mejor que sea este, pues tiene menos efectos secundarios) o el Ibuprofeno y jarabes para la tos (nunca en menores de 4 años).
Paralelamente, se pueden aplicar aerosoles descongestionantes o gotas (nunca en menores de 6 años), pero lo más importante es descansar, beber mucho líquido, mantener la habitación cálida y húmeda, hacer gárgaras con agua salada (alivia la irritación de garganta) y tomar líquidos calientes, como la sopa.
En resumen, el resfriado común es una enfermedad para la que no hay ni vacuna ni cura, más allá de tratamientos que agilizan la recuperación o alivian la sintomatología. Pero no pasa nada, pues es una patología vírica muy leve en prácticamente todos los casos que se supera por sí sola a los 10 días.
