Las 10 enfermedades oculares más comunes (causas, síntomas y tratamiento)

Los ojos son el principal órgano del sentido de la vista y pueden sufrir distintos trastornos que comprometen nuestra calidad de vida.

Enfermedades oculares

El 50% de la población mundial utiliza algún sistema de corrección de la visión. Es decir, la mitad del mundo tiene algún trastorno ocular que pone en peligro el correcto funcionamiento del sentido de la vista.

Los ojos son unos órganos vitales para desempeñar nuestras tareas cotidianas pero son muy sensibles a sufrir distintas afecciones. Estamos usándolos constantemente y a menudo los forzamos demasiado, acelerando su degeneración.

Pese a ello, la población sigue sin tomar conciencia de la importancia de someterse a revisiones oculares en las que se observe el estado de salud de los ojos, una salud que puede verse comprometida cuando se desarrollan algunos trastornos.

En este artículo veremos cuáles son las 10 enfermedades oculares más comunes, investigando sus causas y detallando los síntomas y tratamientos disponibles.

¿Qué son los trastornos oculares?

Los ojos son los principales órganos del sentido de la vista. Su misión es la de captar la luz procedente del medio y transformar las señales lumínicas en impulsos nerviosos que llegan al cerebro para que este los interprete y nos muestre una imagen de aquello que nos rodea.

Los trastornos oculares son todas aquellas afecciones que comprometen la funcionalidad de los ojos y que pueden hacer que perdamos capacidad visual. Las enfermedades oculares son muy comunes en la población y pueden tener orígenes muy diferentes.

En un artículo anterior analizamos las enfermedades oculares provocadas por infecciones más comunes. En este caso, repasaremos aquellos trastornos que no están causados por la acción de patógenos, sino que están debidos tanto a defectos genéticos como a una degeneración progresiva del sentido de la vista a lo largo de la vida de la persona.

Las 10 enfermedades de los ojos más comunes

El sentido de la vista debe estar bien cuidado, pues los ojos son órganos muy delicados. Por ello, es importante conocer bien cuáles son las enfermedades y trastornos oculares más comunes en la sociedad.

1. Miopía

La miopía es un trastorno ocular muy frecuente caracterizado porque la persona, pese a que puede ver claramente los objetos cercanos, tiene dificultades para enfocar aquellos más lejanos.

Normalmente las causas son defectos genéticos (en muchos casos hereditarios) que alteran la estructura de algunos de los componentes del ojo, exposición prolongada a la luz de dispositivos electrónicos, consumo de sustancias tóxicas que afectan al sentido de la vista e incluso el hecho de padecer algunas enfermedades (generalmente infecciones oculares y diabetes)

Además de ver borrosos los objetos lejanos, la miopía va acompañada de otros síntomas como la fatiga visual y el dolor de cabeza. Un claro signo de que la persona sufre miopía es que entorna los ojos para intentar ver a la lejanía.

La mejor manera de corregir la miopía es usando gafas o lentillas. De todos modos, si la persona lo desea también puede someterse a una cirugía láser en la que se implanta una lente intraocular para resolver el problema siempre y cuando un oftalmólogo considere que es viable.

2. Hipermetropía

La hipermetropía es un trastorno ocular también muy frecuente pero que en este caso se caracteriza porque la persona percibe de forma borrosa los objetos cercanos mientras que los lejanos los ve correctamente.

La causa es genética y consiste en que la córnea es poco potente o el ojo es más corto de lo habitual. Mucha gente con este trastorno no nota ningún síntoma ya que el ojo es capaz de compensarlo aumentando el esfuerzo de los músculos que lo rodean, pero a la larga esto acaba comportando fatiga visual, picor de ojos y dolor de cabeza.

Afecta aproximadamente al 30% de la población y puede corregirse con el uso de gafas o lentillas, aunque si la persona lo desea también puede someterse a cirugía láser.

3. Astigmatismo

El astigmatismo es un trastorno ocular caracterizado porque la luz se enfoca en varios puntos distintos de la retina, lo que hace que los objetos tanto cercanos como lejanos se perciban de forma borrosa.

Este trastorno puede desarrollarse tanto por factores genético como a consecuencia de alguna otra enfermedad o lesión que altere la curvatura de la córnea. El sobreesfuerzo ocular que debe realizar la persona para enfocar objetos acaba ocasionando fatiga visual, enrojecimiento y picor de ojos, mareos y dolor de cabeza.

La visión borrosa que ocasiona el astigmatismo puede corregirse mediante el uso de gafas o lentillas. Si la persona lo desea, también puede someterse a una cirugía láser.

4. Estrabismo

El estrabismo es un trastorno ocular en el que los ojos son incapaces de mantener una alineación correcta. Cuando intentan centrarse en un objeto, uno de los ojos está desviado hacia afuera (exotropía), hacia adentro (esotropía), hacia arriba (hipertropía) o hacia abajo (hipotropía).

Se debe a que los músculos que controlan la posición del ojo dentro de las cuencas oculares no funcionan bien por defectos neurológicos o anatómicos.

Para que no haya una visión doble, el cerebro pasa por alto la información que recibe del ojo desviado, convirtiéndose en lo que se conoce como “ojo vago”. El mayor problema es físico, pues la desviación ocular puede ser muy evidente y comprometer la autoestima de la persona.

Si el estrabismo es muy leve puede solucionarse mediante terapia visual, que acaba permitiendo que los ojos se alineen correctamente. En caso de que la desviación sea muy marcada, la única opción de tratamiento es la cirugía, la cual no tiene una efectividad plena ya que depende de muchos factores. Por ello, es importante tratar el estrabismo desde una edad temprana.

5. Presbicia

La presbicia, más conocida como “vista cansada”, es el trastorno ocular más común en adultos mayores de 45 años. La causa es simple: el paso del tiempo.

A medida que avanza la edad, los ojos acumulan muchos años de esfuerzos constantes que acaban debilitando su funcionamiento. Consiste en que la persona tiene cada vez más dificultades para enfocar objetos próximos, dando problemas principalmente para leer.

No hay manera de prevenirla, pues es debida a un envejecimiento natural del ojo que llegará antes o después en función de la persona y de la vida que haya llevado. Puede corregirse con el uso de gafas o lentillas y la cirugía láser sigue siendo una opción de tratamiento siempre y cuando un oftalmólogo recomiende su realización.

6. Desprendimiento de retina

La retina es una capa de tejido situada en la parte posterior del ojo que se encarga de percibir la luz. Un desprendimiento de retina es una situación en la que esta capa sale de su posición natural debido a un desgarro.

Suele estar causada por una lesión o traumatismo, infecciones oculares, sufrir un grado alto de miopía, haberse sometido a cirugías láser en los ojos, etc. Es más común en personas mayores de 40 años, con un pico cerca de los 55.

El primer síntoma es que se observan pequeños puntos o manchas que flotan en nuestro campo de visión. Se trata de una emergencia médica ya que si no es tratada rápidamente mediante cirugía, puede comportar una pérdida permanente de visión.

7. Cataratas

Las cataratas son la primera causa de discapacidad visual en el mundo y es el trastorno más operado actualmente. Consiste en que el cristalino, la lente natural del ojo para enfocar objetos, pierde su transparencia. Esto puede llegar a impedir que la luz llegue a la retina y que la persona se quede ciega.

La principal causa es el paso del tiempo, pues el envejecimiento de esta lente es lo que provoca que se vuelva cada vez más opaca. El paciente va sufriendo una pérdida progresiva de visión y actualmente hay casi 20 millones de personas ciegas en el mundo a causa de este trastorno.

Los síntomas que avisan de que la persona sufre cataratas son: visión borrosa, sensibilidad a la luz (fotofobia), aumento de la miopía, dificultad para leer y conducir, disminución de la diferenciación de colores...

No puede prevenirse, por lo que una detección precoz es vital para aplicar rápidamente tratamientos quirúrgicos que detengan el deterioro del cristalino. Por ello, a partir de los 40 años se recomienda que las personas se sometan a revisiones periódicas con el oftalmólogo.

8. Glaucoma

El glaucoma es también una de las principales causas de ceguera y se trata de un trastorno en el que la presión en el interior del ojo aumenta, cosa que acaba dañando al nervio óptico.

Puede producirse a cualquier edad, aunque es más común que dé problemas a partir de los 60 años. La causa principal es que hay un aumento de humor acuoso, el líquido que circula dentro del ojo, debido a defectos genéticos que derivan en problemas de drenaje del líquido.

No suele presentar signos de advertencia y su desarrollo es muy lento, por lo que hay que estar atento a determinados síntomas: puntos ciegos, visión de túnel, dolor de cabeza, fatiga visual, enrojecimiento de los ojos, visión borrosa, náuseas, vómitos, etc.

No se puede prevenir y el daño causado es irreversible, por lo que los tratamientos están enfocados a retardar la pérdida de visión y consisten en gotas oftálmicas u otros medicamentos que reducen la presión intraocular.

9. Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una enfermedad ocular que surge como complicación de la diabetes, un trastorno endocrino caracterizado por un exceso de azúcar en sangre. Esta situación daña los vasos sanguíneos de la retina.

Al principio puede no tener síntomas, pero este tejido sensible a la luz va degenerándose progresivamente a causa de los daños en los vasos sanguíneos y dando las siguientes manifestaciones: manchas en el campo de visión, visión borrosa, percepción alterada de los colores, etc. Con el tiempo, acaba provocando pérdida de visión.

En función de la fase en la que se encuentre la enfermedad, el oftalmólogo recomendará un tratamiento u otro. Este puede consistir en un control de la diabetes o, si el daño ocular está muy avanzado, en operaciones quirúrgicas.

10. Degeneración macular

La mácula es una parte del ojo que nos permite ver los objetos con claridad. Con el tiempo, esta estructura va debilitándose y dando lugar a esta degeneración macular, que es una de las principales causas de pérdida de visión en mayores de 60 años.

Una vez empieza, la degeneración de la mácula se da rápidamente y la visión se vuelve borrosa. Uno de los principales signos de advertencia es que las líneas rectas se ven torcidas.

No puede prevenirse y el daño es irreversible, por lo que es de vital importancia someterse a revisiones periódicas una vez se entra en la edad de riesgo ya que si se aplican precozmente, los tratamientos pueden ralentizar notablemente el deterioro de la vista.

Referencias bibliográficas

  • Diep, M., Gunvant Davey, P. (2018) “Glare and Ocular Diseases”. Causes and Coping with Visual Impairment and Blindness.
  • Levon Shahsuvaryan, M., Ohanesian, R. (2005) “Eye Diseases”. USAID From the American People.
  • Galloway, N.R., Amoaku, W.M.K., Browning, A.C. (1999) “Commom Eye Diseases and their Management”. UK: Springer.
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