Las 12 partes del oído humano (y sus funciones)

Que podamos percibir sonidos es gracias a que los distintos componentes del oído trabajan de forma sincronizada.

Partes del oído

El oído es un sentido que, si bien no es del todo imprescindible para vivir, es muy importante para las relaciones humanas, pues gracias a él captamos información del medio y puede existir el lenguaje oral.

El proceso de captar e interpretar los sonidos es complejo y solo puede realizarse correctamente si todas las partes y estructuras que conforman el oído trabajan coordinadamente.

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En este artículo presentaremos las 12 partes en las que se estructura todo oído humano, especificando el papel que tienen cada uno de estos componentes en el proceso de recibir y procesar los sonidos.

¿Cómo pueden los oídos captar e interpretar los sonidos?

Lo que nosotros acabamos interpretando como sonidos (después de procesar la información en nuestro cerebro) no son más que ondas que se propagan por un fluido, el cual suele ser el aire. Estas ondas solo pueden transmitirse de un punto a otro si hay algún medio físico por el que hacerlo. Por ello, en el espacio no hay sonidos.

Las ondas, que son generadas por, ejemplo, cuando alguien hace vibrar sus cuerdas vocales al hablar o cuando un objeto cae al suelo, viajan a través del aire en forma de vibraciones y acaban llegando a nuestros oídos.

En el interior de estos hay distintas estructuras que veremos a continuación que captan estas vibraciones y las transforman en impulsos nerviosos. Una vez las ondas se han convertido en señales eléctricas, pueden viajar a través de los nervios como impulsos nerviosos hasta llegar al cerebro.

Cuando las señales eléctricas llegan al cerebro, este las procesa y hace que percibamos los sonidos. Es decir, quien “oye” son los oídos, pero quien “escucha” es el cerebro.

¿En qué partes se estructura el oído humano?

La percepción del sonido explicada anteriormente es posible gracias a las funciones que desempeñan los distintos componentes del oído. Este está dividido en tres regiones:

  • Oído externo: Recibe los sonidos y está formado por el pabellón, el conducto auditivo y el tímpano.

  • Oído medio: Transmite las vibraciones y está formado por los tres huesecillos del oído, la cavidad timpánica, la ventana oval y la trompa de Eustaquio.

  • Oído interno: Transforma las vibraciones en impulsos nerviosos y está formado por el vestíbulo, los conductos semicirculares, la cóclea, el órgano de Corti y el nervio auditivo.

A continuación presentamos cada una de estas estructuras ordenadas de más externa a más interna.

Partes del oído humano
En este gráfico podemos apreciar las distintas partes del oído humano, que conoceremos en profundidad a continuación.

1. Pabellón auditivo

El pabellón es la parte más externa del oído. Conocido popularmente como oreja, el pabellón auditivo está compuesto por piel y cartílago y su principal función es la de actuar como una antena, recogiendo tantas ondas sonoras como sea posible y conduciéndolas al interior del oído para que sean posteriormente procesadas.

2. Conducto auditivo

El conducto auditivo es un componente del oído externo que consiste en una cavidad con un diámetro inferior a los 10 mm con la función de conducir el sonido desde el exterior hasta el tímpano.

De largo mide hasta 30 mm y está compuesto de glándulas sebáceas que producen cera, un compuesto que protege el oído tanto de la irritación como del ataque de patógenos. Esta cera mantiene limpia la cavidad y evita que las pequeñas vellosidades que mejoran la propagación de las ondas sean dañadas por las condiciones del medio externo.

3. Tímpano

El tímpano es la estructura que marca la frontera entre el oído externo y el medio. Se trata de una membrana elástica muy fina que se mueve como consecuencia de la llegada de las ondas sonoras, que la hacen vibrar como si de un tambor se tratara. Estos movimientos se transmiten al interior del oído medio gracias a los tres huesecillos del oído.

4. Cavidad timpánica

La cavidad timpánica es un pequeño hueco en el interior del oído medio que comunica tanto con el oído externo a través del tímpano como con el oído interno mediante la ventana oval.

Esta estructura alberga los tres huesecillos del oído y está recubierto de mucosa. La cavidad timpánica está llena de aire, lo que podría suponer problemas durante los cambios de presión. Por ello, esta cámara está conectada con las fosas nasales a través de la trompa de Eustaquio, haciendo que la presión se iguale con la del medio y no haya daños en el oído.

5. Trompa de Eustaquio

La trompa de Eustaquio, también conocida como tuba o trompa auditiva, es un conducto que se extiende desde la cavidad timpánica hasta la zona de la nasofaringe, es decir, la región de las fosas nasales.

Su función es la de equilibrar las presiones en el interior del oído. Si no estuviera, cuando nuestro cuerpo experimentara cambios de presión, podría haber daños importantes en el oído a causa de la diferencia de presiones.

Por lo tanto, la trompa de Eustaquio protege las otras estructuras del oído, ventila el oído medio (evitando así infecciones) y permite que las vibraciones del tímpano lleguen correctamente a los tres huesecillos del oído.

6. Los tres huesecillos del oído: martillo, yunque y estribo

Situados en la cavidad timpánica, los tres huesecillos del oído (martillo, yunque y estribo) son los huesos más pequeños del cuerpo humano. De hecho, en su conformación en cadena miden tan solo 18 mm.

Estos tres huesos están unidos entre sí y reciben las vibraciones procedentes de la membrana timpánica, con la que están en contacto. Los movimientos de estos huesecillos como respuesta a las vibraciones del tímpano hacen que la ventana oval vibre, algo imprescindible para transmitir la información al oído interno.

7. Ventana oval

Del mismo modo que el tímpano, la ventana oval es una membrana que marca la frontera entre dos regiones del oído. En este caso, permite la conexión entre el oído medio y el interno.

La ventana oval recubre la entrada a la cóclea y permite que las vibraciones procedentes de los huesecillos lleguen al oído interno, donde serán transformadas en impulsos nerviosos.

8. Cóclea

La cóclea o caracol es una estructura en forma de espiral localizada ya en el oído interno. Consiste en un conjunto de canales que giran sobre ellos mismos para amplificar las vibraciones hasta poder transformarlas en impulsos nerviosos.

La cóclea está llena de un fluido (perilinfa y endolinfa) al que van a parar las vibraciones procedentes de la ventana oval. Por lo tanto, a partir de este momento, las ondas acústicas se desplazan por un medio líquido (hasta ahora era por el aire) hasta llegar a su destino.

9. Vestíbulo

El vestíbulo es una estructura del oído interno que se localiza entre la cóclea y los conductos semicirculares. Se divide en dos cavidades llenas del mismo líquido que la cóclea, aunque en este caso no sirve tanto para la transmisión de las ondas acústicas, sino para percibir el movimiento corporal y para que mantener el equilibrio sea más fácil.

10. Conductos semicirculares

Los conductos semicirculares son unas estructuras del oído interno que se localizan después del vestíbulo y que consisten en una especie de rizos llenos de líquido como el de la cóclea. Del mismo modo que el vestíbulo, los conductos semicirculares son imprescindibles para mantener el equilibrio.

Cuando estamos mareados es porque no hay relación entre la imagen visual que emite el cerebro y la información que recibe desde los conductos semicirculares y el vestíbulo. Es decir, nuestros ojos dicen una cosa y los oídos otra, por lo que acabamos sintiendo una sensación desagradable de desorientación.

11. Órgano de Corti

El órgano de Corti es una estructura imprescindible para la percepción de sonidos. Situado en el interior de la cóclea, está formado por células ciliadas, las cuales sobresalen del tejido mucoso y son las que captan las vibraciones en el líquido.

Dependiendo de cómo sea la vibración que viaja a través del líquido de la cóclea, estas células ciliadas, que son extremadamente sensibles a pequeñas variaciones en el movimiento del fluido, se moverán de una manera u otra.

En su parte inferior, las células ciliadas comunican con ramificaciones nerviosas a las que les hacen llegar la información. Por lo tanto, es en este órgano donde se pasa de una onda acústica a un impulso eléctrico, un proceso que recibe el nombre de transducción y que ocurre en el interior de las células ciliadas.

Estas células ciliadas no se regeneran. Ir perdiendo audición a lo largo de la vida se debe a que estas células van sufriendo daños y van muriendo, por lo que cada vez tenemos menos y es más difícil percibir correctamente los sonidos.

12. Nervio auditivo

El nervio auditivo es el nexo de conexión entre el oído interno y el cerebro. Recoge la información que las células ciliadas le han dado en forma de impulso eléctrico y transmite estas señales hasta el cerebro.

Una vez en el cerebro, este procesa la información en forma de señal eléctrica y hace que percibamos el sonido que había entrado desde el pabellón auditivo.

Nuestro cuerpo es capaz de realizar todo este proceso que acabamos de ver en cuestión de milisegundos.

Referencias bibliográficas

  • Wageih, G. (2017) “Ear Anatomy”. Research Gate.
  • Hayes, S.H., Ding, D., Salvi, R.J., Allman, B.L. (2013) “Anatomy and Physiology of the External, Middle and Inner Ear”. Handbook of Clinical Neurophysiology.
  • Mansour, S., Magnan, J., Haidar, H., Nicolas, K. (2013) “Comprehensive and Clinical Anatomy of the Middle Ear”. Springer.
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