6 remedios para la tos: farmacología y tratamientos en el hogar

La tos puede ser aguda o crónica y, dependiendo del agente etiológico, los tratamientos serán muy diferentes. Te contamos los más importantes.

Remedios tos

La tos es una de las primeras barreras biológicas ante la entrada de cualquier cuerpo extraño en el organismo. Este acto reflejo tiene un cometido concreto: limpiar las vías respiratorias superiores de mucosa, bacterias, virus, micropartículas inorgánicas y otras secreciones. Además, cabe destacar que el acto de toser no es único en humanos: sin ir más lejos, muchos perros acuden al veterinario por cuadros clínicos caracterizados por abundantes toses.

El mecanismo fisiopatológico que da lugar a la tos, de todas formas, es muy complejo: los humanos tenemos receptores tusivos en el tracto respiratorio, pericardio, diafragma, pleura, esófago y estómago, cuya activación manda impulsos al nervio vago, que conduce la señal de la tos hacia un centro concreto de la médula. Tras esto, una señal eferente viaja desde los nervios espinales motores hasta la musculatura respiratoria, que impulsa el acto de toser.

Como ves, este mecanismo tan sencillo encierra una serie de procesos mucho más intrincados de lo que cabría esperar. Más de 30 millones de personas acuden al médico por cuadros de toses únicamente en Estados Unidos cada año y, curiosamente, hasta el 40% de los pacientes son referidos a un departamento de neumología. Si quieres conocer 6 remedios eficaces para la tos, sigue leyendo.

¿Cuáles son los mejores tratamientos para la tos?

Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, existen varios tipos de toses. La tos suele dividirse en seca y productiva, dependiendo de si produce expectoración mucosa o no. También existen toses secas falsas, ya que la mucosa es deglutida de forma inconsciente y no es eyectada al medio. Dependiendo de la duración, se pueden distinguir tres cuadros tusivos:

  • Tos aguda: comienza de manera repentina y casi siempre se debe a un resfriado, una gripe o una infección. No dura más de 3 semanas.
  • Tos subaguda: dura de 3 a 8 semanas.
  • Tos crónica: dura más de 8 semanas. Requiere de atención médica inmediata.

En general, el organismo es capaz de percibir cuando algo va mal en su interior. Si sabes que la tos se debe a un resfriado, puedes aplicar una serie de remedios caseros para paliar sus efectos desde el hogar. Por otro lado, si esta viene acompañada de fiebres, escalofríos, dolor de espalda y/o pecho, sibilancias, dificultad para tragar o muestras de sangre, es esencial acudir a un profesional médico.

Por ello, te vamos a presentar una lista de remedios para la tos un poco atípica. No queremos centrarnos únicamente en remedios naturales, ya que a veces estos no pueden solucionar una patología concomitante y pueden llevar a los pacientes a error: a veces, aunque de miedo, toca acudir a urgencias. Abordamos los remedios para la tos desde un punto de vista natural como farmacológico.

1. Antibióticos

Una de cada tres neumonías es causada por virus, pero el resto de cuadros clínicos corresponden a agentes bacterianos. La bacteria principal que puede causar cuadros de tos graves es Streptococcus pneumoniae, ya que es la responsable de hasta el 30% de las neumonías en el ámbito comunitario. Este patógeno es especialmente preocupante en la edad infantil, pues se calcula que más de 800.000 niños de 1 a 59 meses de edad mueren por condiciones de esta índole al año.

Ante los casos de tos provocada por la inflamación del tejido pulmonar debido a infecciones bacterianas, solo un profesional médico y el antibiótico adecuado otorgarán una solución definitiva. Los fármacos betalactámicos (penicilina, amoxicilina y cefotaxima/ceftriaxona) suelen ser el camino a seguir, aunque cada vez existen más cepas resistentes a ellos.

Antibióticos

2. Fármacos mucolíticos

Los mucolíticos son medicamentos que tienen la capacidad de disgregar las estructuras fisicoquímicas de las mucosas en las vías respiratorias. Al reducir su viscosidad, la tos puede eyectar más fácilmente estas secreciones bronquiales anormales, despejando los bronquios y, por ende, reduciendo el reflejo de tos.

Obviamente, estos fármacos solo son aplicables en casos de tos productiva. Esta variante, además de presentarse con mocos, suele ir acompañada de un empeoramiento del cuadro clínico por las mañanas y una congestión nasal características. Si tienes dudas sobre tu sintomatología, consúltalo con el farmacéutico antes de adquirir cualquier medicamento de venta libre.

3. Antihistamínicos

El asma y las alergias son claros causantes de la tos crónica o aguda en muchos pacientes. La histamina es una de las aminas más implicadas en estos procesos, pues se libera cuando el cuerpo siente un agente foráneo en su interior y promueve la aparición de las respuestas inflamatorias locales, con el fin de aislar al alérgeno y eliminarlo.

Si se inflama el tejido respiratorio, el diámetro de los tubos que lo componen disminuye y llega menos oxígeno a los órganos. Como respuesta instintiva, el cuerpo fomenta que aparezcan toses, con la intención de aclarar las vías respiratorias. Ante este tipo de cuadro clínico, los antihistamínicos pueden llegar a salvarle la vida a un paciente: bloquean los receptores de la histamina y, por tanto, inhiben su acción.

4. Bloqueadores H2

Curiosamente, a veces, la tos aparece como respuesta al reflujo gastroesofágico, es decir, la subida de los contenidos del estómago al esófago. Estas toses se presentan de forma crónica, pues las vías respiratorias superiores sufren daños repetidos y suelen acompañarse con cuadros de laringitis, problemas de asma y trastornos de sueño.

Los bloqueadores H2 inhiben la sobreproducción de ácido estomacal, así que son los tratamientos de elección para la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Algunos ejemplos comerciales de estos medicamentos son la famotidina, cimetidina, ranitidina y nizatidina, entre otros.

5. Antitusígenos

Por obvio que suene, los antitusígenos o antitusivos se usan comúnmente para reducir la tos en pacientes con enfermedades agudas, como resfriados o gripes. Curiosamente, hasta el 10% de los niños estadounidenses utilizan estos fármacos en cualquier momento y lugar dados, con la finalidad de poner fin a su molesta sintomatología.

Estos fármacos actúan en diversos frentes: depresores del centro bulbar de la tos seca (donde se procesa la información que se traduce en la tos), los que actúan sobre la rama aferente del reflejo de la tos y los que actúan sobre la ramificación eferente. La codeína, metadona, lidocaína, el glicerol yodado y otros compuestos se pueden detectar en algunos antitusígenos de venta libre (o bajo receta).

Antitusígenos

6. Remedios caseros

Como has podido comprobar, todos los remedios para la tos que te hemos citado hasta ahora son fármacos. Algunos son de venta libre (mucolíticos y antitusígenos), mientras que otros solo se venden bajo receta si el paciente presenta ciertos cuadros clínicos concretos, como enfermedades infecciosas graves, reflujo y alergias, entre otros.

De todas formas, los cuadros de tos aguda también pueden llegar a tratarse desde casa, siempre y cuando la causa no sea bacteriana. En la siguiente lista, te presentamos una serie de remedios naturales que te harán sentir mucho mejor, sin necesidad de acudir a químicos sintéticos:

  • Vapor de agua: el vapor de agua ayuda a despejar las vías respiratorias y a calmar la irritación, lo que probablemente reduzca el número de toses.
  • Líquidos calientes: estos pueden mejorar los síntomas de irritación de la garganta.
  • Gárgaras de agua con sal: este mineral ayuda a disolver las mucosas en las porciones más altas de la garganta, facilitando su expectoración.
  • Jengibre: este compuesto natural puede reducir la tos asmática y seca, ya que tiene propiedades antiinflamatorias.

Resumen

Como has podido ver, hay muchas formas de abordar una tos, dependiendo del cuadro clínico que la causa en primera instancia. Por ejemplo, si un paciente padece neumonía bacteriana, no hay jengibre o fluído que valga: es necesario acudir a un tratamiento antibiótico que acabe con los patógenos de forma 100% efectiva. En el caso contrario, se pone en peligro su vida, pues un sobrecrecimiento bacteriano puede pagarse muy caro.

Lo mismo ocurre con cualquier tos crónica, es decir, que dure más de 8 semanas. En estos casos, toca sospechar de enfermedades como la acidosis gástrica, problemas de alergia y, en los peores casos, procesos tumorales y otras lesiones en el tejido pulmonar. Si toses mucho, no dejes pasar el tiempo ni te aferres a soluciones naturales. En muchos casos, la medicina tradicional es la única solución para abordar una patología a tiempo.

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