Los 9 tipos de tallos en las plantas (y sus características)

El tallo es la parte de la planta que soporta el resto de estructuras vegetales y que, en definitiva, le da su morfología característica. Pero la diversidad del reino vegetal es inmensa, por lo que la de los tallos también lo es. Veámoslos.

Tipos tallo

Cualquier aficionado de la botánica, y seguramente cualquier persona, ha oído hablar alguna vez de los famosos tallos de las plantas. Pero, ¿sabemos realmente qué son? Estas estructuras (generalmente aéreas) de los organismos vegetales son imprescindibles para garantizar la supervivencia de la planta e incluso tienen una gran importancia económica para nosotros, los humanos.

Desde el tronco de una secuoya hasta la parte comestible de un espárrago, la variedad de tallos en el reino vegetal es inmensa. Y aunque a continuación entraremos más en detalle, podemos definir un tallo como la parte de la planta que sirve como sostén para el resto de estructuras y como medio de transporte de nutrientes.

Dada su enorme variedad, la botánica se ha encargado de realizar una clasificación de los tallos vegetales de acuerdo a su morfología. En el artículo de hoy, además de aprender qué son exactamente los tallos y qué funciones desempeñan, veremos los distintos tipos que hay en la naturaleza.

¿Qué es un tallo?

A grandes rasgos, el tallo es la parte de la planta que crece en sentido contrario a la raíz. En otras palabras, es la estructura vegetal que normalmente se extiende por encima del nivel del suelo y que sirve no solo de soporte para vencer a la gravedad, sino que de ella nacen distintos tallos secundarios que terminan sosteniendo a las hojas (para realizar la fotosíntesis) y a las flores (para reproducirse).

Estos tallos generalmente se proyectan de forma erecta por encima del suelo, como es el caso de los troncos de los árboles, quizás es el más claro ejemplo de lo que es un tallo. Sin embargo, también hay plantas con tallos subterráneos, otras que (por no estar tan evolucionadas) tienen tallos que no pueden soportar el peso de la planta y se mantienen a nivel de suelo (no son erectos), otras con tallos que trepan por superficies verticales e incluso algunas con tallos acuáticos.

Toda esta variedad la analizaremos más adelante cuando nos centremos en los distintos tipos. Lo que es importante tener en cuenta ahora es que el tallo es una estructura vegetal presente en todas las plantas vasculares. De hecho, estas plantas son las más evolucionadas y las que disponen de raíz, tallo y hojas.

Como su propio nombre indica, estos organismos vegetales tienen un sistema vascular que les permite distribuir agua y nutrientes a través de la savia, un medio líquido que actúa como la “sangre” de las plantas.

Y en este contexto, el tallo (independientemente de qué tipo sea) es imprescindible, pues está involucrado directamente en el adecuado funcionamiento vascular y en muchas otras funciones que a continuación analizaremos.

¿Qué funciones desempeña en la fisiología vegetal?

Como venimos diciendo, el tallo es la estructura de la planta que, en resumen, se sitúa entre la raíz y las hojas. A pesar de la diversidad del reino vegetal, el tallo siempre es una región vital de las plantas vasculares, pues realiza funciones muy importantes:

  • Permite el crecimiento aéreo de la planta (llegar a zonas con más luz)
  • Permite vencer a la gravedad
  • Sostiene a las hojas, por lo que estimula la fotosíntesis
  • Sostiene a las hojas, por lo que hace posible la reproducción
  • Hace posible la circulación de la savia para hacer llegar agua, nutrientes y minerales a todas las zonas de la planta
  • Funciona como almacén de sustancias químicas y nutrientes
  • Protege a la planta del ataque de otros seres vivos

Como vemos, el tallo de una planta está implicado en muchas funciones fisiológicas distintas. Y todas ellas son importantes.

¿Cómo clasificamos los tallos?

Ahora que hemos entendido qué son y qué funciones desempeñan dentro de la fisiología vegetal, podemos pasar a analizar los distintos tipos de tallos. Revisando bibliografía botánica, veremos que cada libro los clasifica de una forma distinta, es decir, según unos parámetros diferentes.

De todos modos, en el artículo de hoy hemos procurado unir todas las clasificaciones en una, centrándonos en el medio donde se desarrolla el tallo. Y en este sentido, podemos encontrar tallos aéreos, subterráneos y acuáticos.

1. Tallos aéreos

Como su propio nombre indica, dentro de los tallos aéreos se incluyen todos aquellos que se alzan por encima del nivel del suelo, sin importar su morfología. En este sentido, tenemos los siguientes:

1.1. Tallos erguidos

Los erguidos son todos aquellos tallos que no solo se alzan por encima del nivel del suelo, sino que se mantienen en posición vertical sin necesitar de ningún apoyo. El más claro ejemplo son los troncos de los árboles e incluso los espárragos.

Todas aquellas plantas que están erectas por sí solas tienen un tallo de este tipo. Algunas de este tipo, para evitar ser comidas, han desarrollado espinas, como es el caso de los rosales. Hay un tipo especial de tallo cilíndrico con los nudos muy marcados que recibe el nombre de caña, el cual está presente en, por ejemplo, el trigo.

1.2. Tallos rastreros

Los rastreros son todos aquellos tallos que, pese a alzarse por encima del nivel del suelo, no tienen la consistencia necesaria ni para vencer a la gravedad ni para soportar el propio peso de la planta. De este modo, el tallo se mantiene a ras de suelo. Y en lugar de crecer verticalmente, lo hace de forma vertical. Un ejemplo sería el de la planta de la zanahoria.

1.3. Estolones

Los estolones son un tipo de tallo rastrero propio de las plantas capaces de crear raíces a través de las cuales se desarrollarán otras plantas. Este es el caso de, por ejemplo, las fresas.

1.4. Tallos volubles

Los volubles son tallos que, al igual que los rastreros, no tienen la suficiente fuerza para mantener a la planta erguida por sí solos. Sin embargo, al necesitar mayor cantidad de luz, deben llegar a zonas más altas. Y al no poder, lo que hacen es enrollarse alrededor del tallo de otra planta (o una estructura artificial similar a un tallo) y subir siguiendo una espiral. Un ejemplo es la campanilla. Normalmente, cuando el tallo se enrolla alrededor de un soporte artificial, como podría ser una barra de hierro o cualquier objeto similar, el tallo recibe el nombre de zarcillo.

1.5. Tallos trepadores

Los trepadores son semejantes a los volubles en el sentido que necesitan llegar a zonas más altas pero no pueden mantenerse erguidos por sí solos. Sin embargo, los trepadores, en lugar de enrollarse en otro tallo, tienen la capacidad de, como su propio nombre indica, trepar por una superficie vertical, como puede ser una pared. Un claro ejemplo es la bugambilia.

Bugambilia

2. Tallos subterráneos

Como su propio nombre indica, los tallos subterráneos son aquellos que se desarrollan por debajo del nivel del suelo, es decir, bajo tierra. Los principales tipos son los siguientes:

2.1. Bulbos

Los bulbos son un tipo de tallos cortos presentes junto a las raíces y con hojas, las cuales sirven como almacén de almidón. Estas hojas están adheridas al tallo principal que, evidentemente, está bajo tierra. El más claro ejemplo son las cebollas.

2.2. Tubérculos

Los tubérculos son tallos similares a los bulbos, aunque se diferencian en el sentido que el almidón no se almacena en las hojas, sino en el propio tallo. Un ejemplo claro son las patatas.

Patatas tallo

2.3. Rizomas

Los rizomas son tallos que crecen de forma paralela a la superficie del suelo, aunque lo hacen justo por debajo. Se trata de tallos de gran grosor y que suelen ser comestibles. Otra de sus características es que con la llegada de los meses cálidos, desarrollan brotes que crecen hacia el exterior. Dos ejemplos característicos son el bambú y el jengibre.

3. Tallos acuáticos

Y por último, como veníamos diciendo, hay tallos que pueden desarrollarse fuera del medio terrestre. Estamos hablando de los tallos acuáticos, los cuales están presentes en plantas que han evolucionado especialmente para crecer en zonas inundadas. Estas plantas pueden verse tanto enteramente sumergidas como flotando en el agua (como es el caso de los nenúfares), pero lo importante es que su tallo siempre está debajo del agua.

Nenúfar

Otras formas de clasificar los tallos

Además de la clasificación que hemos visto, que es la más aceptada a nivel botánico, los tallos también pueden clasificarse de acuerdo a otros parámetros. El primero de ellos es dependiendo de su consistencia, en cuyo caso tenemos los tallos herbáceos (como la campanilla), leñosos (como los árboles), suculentos (como el aloe vera) o sufruticosos (como el tomillo, que son leñosos por la base y herbáceos en las partes más altas).

El segundo de ellos es dependiendo de su duración, en cuyo caso tenemos los tallos anuales (plantas que pasado un año, mueren), bianuales (tienen un ciclo de vida de dos años) o perennes (todas aquellas que viven más de dos años).

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