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Platón constituye una figura esencial que, junto a su maestro Sócrates y su discípulo Aristóteles, ha permitido con su obra crear la base sobre la que se sustenta toda la filosofía europea. Muchos autores han llegado a calificar toda la filosofía posterior como meras variaciones o comentarios respecto al pensamiento platónico. Por tanto, hablar de Platón es sinónimo de hablar de uno de los padres indiscutibles de la filosofía.
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El legado de Platón, de su obra y de sus pensamientos
La excepcionalidad de su obra ha destacado no sólo porque Sócrates no dejó plasmada su obra por escrito, sino también porque su discípulo Aristóteles elaboró su propia filosofía a partir de la concepción platónica, siendo ésta esencialmente una oposición a lo que defendía su maestro. El mérito de Platón reside en que supo elaborar todo un marco de pensamiento original y pionero, abordando cuestiones que posteriormente marcarían la dirección del pensamiento occidental en los siglos posteriores. De esta manera, como vemos Platón fue un referente tanto en su propia época como en los tiempos más actuales.
Un hecho que ha facilitado el análisis y estudio de la obra platónica es que sus trabajos escritos se han conservado casi en su totalidad. Además, el autor fue pionero a la hora de utilizar el diálogo como medio para exponer su pensamiento. Así, lejos de limitarse a enunciar sus elaboraciones, Platón plasmaba una conversación entre diferentes interlocutores que defendían puntos de vista contrarios. De esta manera, el conocimiento podía ser establecido a través de un debate donde varios individuos ponían en común sus respectivos puntos de vista.
Como sucede con todos los grandes pensadores, Platón atravesó diferentes etapas a lo largo de su vida. En su juventud, su trabajo estuvo enfocado en el estudio de la moral siguiendo el método socrático y en la defensa de la memoria de su maestro. Con el tiempo y alcanzando mayor madurez, comenzó a desarrollar sus propias ideas filosóficas mediante los ya mencionados diálogos. En la etapa final de su vida, Platón se dedicaría a revisar y completar toda su obra.
Aunque el contenido de la obra platónica es metafísico, el autor siempre ha enfocado su teoría hacia un sentido práctico. De esta manera, podríamos decir que hay dos temas centrales y recurrentes que basan todo el desarrollo su pensamiento. Por un lado, el estudio del conocimiento y de qué forma éste es posible. Por otro lado, la moral y su relación con la vida práctica y la consecución de la felicidad no sólo individual, sino también colectiva. Es a partir de estas dos ramas que Platón desarrolla todo un sistema filosófico cuyo núcleo es la Teoría de las Ideas.
La Teoría de las Ideas de Platón parte, a grandes rasgos, de una concepción de la realidad duplicada. De esta forma, para el filósofo la realidad tiene dos mundos: el mundo sensible y el inteligible. Esta peculiar concepción es lo que se conoce como dualismo ontológico. El mundo sensible es para Platón el mundo físico, donde se encuentran los objetos particulares. Este mundo puede ser conocido mediante los sentidos, pues es el mundo de las apariencias, de las opiniones, por lo que es cambiante. Esto es para él sólo una mera copia del mundo real, que es el mundo inteligible.
Por el contrario, el mundo inteligible es el mundo de las ideas universales, es aquel en el que encontramos la esencia auténtica de las cosas. Es un mundo inmutable, no varía y es eterno, Por tanto, es el mundo asociado a la ciencia, lo que hace que no podamos acceder a él por nuestros sentidos, sino que debemos hacerlo a través de la razón.
Para Platón, el conocimiento es un proceso dialéctico, por el cual los individuos evolucionan desde la total ignorancia hasta la auténtica verdad, el conocimiento de las ideas. Debido a la importancia de este brillante pensador, en este artículo vamos a repasar su biografía para conocer al ser humano detrás del filósofo.
Biografía de Platón
A continuación, vamos a conocer la biografía de Platón, uno de los padres de la filosofía occidental.
1. Primeros años
Platón nació en el año 427 a.C en Atenas. A diferencia de lo que muchos piensan, Platón nunca fue su nombre real, pues en realidad fue llamado Aristocles. Sin embargo, Platón fue el apodo que ideó su profesor de gimnasia, ya que este nombre significaba “ aquel que tiene andas espaldas”, algo que encajaba con su constitución corpulenta. Esta no era resultado de la casualidad, pues Platón llegó a ser bicampeón olímpico de lucha. Este apodo casual terminó por afianzarse de forma perpetua.
Los orígenes del filósofo eran claramente nobles. Su padre, llamado Aristón, descendía de Codro, el último rey de Atenas. Por su parte, su madre Períctiona descendía de Solón, el antiguo legislador de Grecia. La pareja tuvo tres hijos más además del pensador, dos varones llamados Glaucón y Adimanto y una mujer llamada Potone.
Sin embargo, el padre falleció y su madre volvió a casarse con Pirilampo, quien mantenía una estrecha amistad con Pericles, importante abogado y político ateniense que fomentaba abiertamente la cultura, especialmente las artes y la literatura. La educación de Platón corrió a su cargo, por lo que recibió unas enseñanzas de gran calidad en todas las áreas de conocimiento.
2. Discípulo de Sócrates
En sus primeros años, el joven Platón se planteó incurrir en la política, un campo que despertaba su interés. Sin embargo, pronto comenzó a desencantarse por la situación política de Atenas, así que desechó esta idea.
Sus primeras enseñanzas las recibió de Crátilo, un filósofo que influyó notablemente en él. Crátilo opinaba que uno no podía nunca bañarse dos veces en el mismo río, ni tan siquiera una. Pensaba que el agua fluía continuamente, por lo que era imposible que el conocimiento científico se pudiera producir partiendo de esas cosas sensibles y cambiantes. Como vemos, esta concepción de un mundo cambiante e inválido para hacer ciencia es algo que Platón heredó de su primer maestro.
Cuando Platón cuenta con veinte años, es cuando por fin conoce al que sería su maestro más importante: Sócrates. En aquel entonces, Sócrates contaba con 63 años, y desde entonces hasta su muerte continuaría transmitiendo su saber a Platón. El discípulo aceptó e integró el debate como método para obtener la verdad a través de preguntas, aunque luego elaboraría su propia obra. Al ser influido por Sócrates, este le convence de que sí hay algunas realidades cognoscibles y permanentes, por lo que su naturaleza lejos de ser sensible es inteligible.
La influencia de las ideas de ambos maestros, Crátilo y Sócrates, serían la clave para que Platón establezca el dualismo ontológico, que divide la realidad en un mundo sensible y otro inteligible.
Durante su vida como discípulo de Sócrates, Platón se enfrentó abiertamente a los sofistas. Sin embargo, tras la condena a muerte de Sócrates en el año 399 a.C, decidió huir de Atenas y alejarse totalmente de la vida pública. A pesar de todo, en sus escritos la política sería hasta el final de su vida uno de los núcleos de su pensamiento, defendiendo a ultranza su particular modelo ideal de estado.
3. La Academia
Tras viajar por Oriente y el sur de Italia, Platón fundó en el año 387 a.C su Academia en Atenas, que se encontraba a las afueras de la ciudad. Esta institución puede considerarse la primera universidad europea, pues contaba con unas reglas propias, una residencia para los estudiantes, aulas, biblioteca, etc. Por tanto, representó el modelo más primario de lo que las instituciones universitarias son hoy en día. Entre las materias que allí se enseñaban se encontraban la biología, las matemáticas, la astronomía o la biología. Como es de esperar, el alumno más destacado de su academia fue Aristóteles.
4. Últimos años
Platón pasó sus últimos años de vida volcado en su academia, donde se dedicó a escribir y dar algunas conferencias. Su muerte se produjo alrededor de los 80 años en la ciudad de Atenas.
5. Influencia y legado
Como comentamos al principio, la influencia de Platón no se limitó a su época, sino que continuó siglos después. De esta forma, ha condicionado el curso del pensamiento occidental, donde su dualismo ontológico o su concepción de la sociedad dejaron huella. El cristianismo, particularmente Agustín de Hipona (siglo IV), encontró en la obra Platónica muchas ideas compartidas, especialmente todo lo vinculado con el desprecio al mundo terrenal y la primacía del alma y la esencia.
Estas ideas casaban a la perfección con la teología cristiana agustiniana, hasta que Santo Tomás de Aquino incorporó elementos del pensamiento aristotélico en el siglo XIII. En los siglos XV y XVI, con el renacimiento europeo, se recupera la devoción hacia la filosofía antigua, por lo que la filosofía platónica volvió a resurgir de nuevo.
Conclusiones
En este artículo hemos repasado la biografía y obra de uno de los padres de la filosofía occidental: Platón. Este filósofo elaboró toda una obra completa en la que plasmó una concepción única de la realidad. Esto explica cómo se ha convertido en un referente no sólo para los pensadores de su época, sino para todos los filósofos e intelectuales de los siglos posteriores.
La moral y el conocimiento han sido los dos puntos nucleares de su obra. Su concepción dualista de la realidad ha sido un punto de referencia para la elaboración de todas las demás propuestas filosóficas.
