Células epiteliales: características, partes y funciones

Las células epiteliales son la unidad básica del epitelio, el tejido que recubre la superficie externa y parte de la interna de los seres vivos. Un repaso por sus particularidades y estructuras.

Células epiteliales

Los epitelios constituyen uno de los 4 tejidos fundamentales en los seres vivos, junto con el conectivo, el muscular y el nervioso. En su conjunto, este tipo de tejido representa más del 60 % de las células presentes en el cuerpo humano, pues recubre todas las superficies libres de los organismos vivos.

Una preconcepción muy común es que el epitelio y la piel propiamente dicha son lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. El epitelio recubre la capa externa de la piel, pero también está presente en el revestimiento de órganos y vasos sanguíneos (en este caso adquiere el nombre de endotelio).

Además de recubrir estructuras, los epitelios (y por ende las células epiteliales) tienen muchas más funciones. Por ejemplo, los derivados epiteliales son las principales células secretoras del organismo, pues las glándulas endocrinas, exocrinas y mixtas están comprendidas dentro de este entramado tisular.

Para comprender las características y funcionamiento de los tejidos, debemos acudir a sus unidades funcionales básicas: las células. Por ello, hoy te contamos todo lo que debes saber sobre las células epiteliales, incluyendo estructuras que permiten su especificidad. No te lo pierdas.

¿Qué es el epitelio?

El tejido epitelial es la variedad de tejido básico o primario constituido por agrupaciones de células situadas de forma adyacente, fuertemente adheridas entre sí, con muy poca matriz extracelular y una membrana basal que las relaciona con el tejido conjuntivo sobre el que se encuentran.

Las funciones del epitelio son muy variadas, pues entre ellas se encuentran las siguientes: protección frente a la desecación/abrasión, filtración, absorción selectiva de sustancias, secreción de compuestos, intercambio de gases y moléculas, transporte de sustancias y capacidad sensorial (si posee células especializadas para ello). Como podrás comprobar, la vida tal y como la conocemos no sería concebible sin el tejido epitelial.

En general, podemos distinguir dos grandes tipos de epitelio: el simple y el estratificado. El primero está formado por una única capa de células, mientras que el segundo puede presentar más de una alineación celular, ordenada en varias líneas de núcleos. Existe un tercer tipo de epitelio excepcional, el mixto, en el cual las células se presentan de forma más desorganizada.

Tipos epitelio

¿Cómo son las células epiteliales?

Una de las características más importantes que se debe conocer de las células epiteliales es que estas están polarizadas. Esto quiere decir que presentan un polo luminal o apical, cuya superficie está en contacto con el exterior del cuerpo (en el caso de la epidermis), conducto o cavidad que revistan, y un polo basal, cuya superficie está en contacto con la lámina basal en la que descansa la célula.

1. La parte apical de las células epiteliales

Las especializaciones apicales de la célula le otorgan las características al epitelio en sí mismo. Te las contamos a continuación.

1.1. Microvellosidades

Las microvellosidades son prolongaciones digitiformes de muy pequeño tamaño, que ayudan a aumentar de manera efectiva el área de superficie de la célula, sin que esto suponga un compromiso de su volumen total. Los microvilli tienen aproximadamente 1 µm de diámetro y, según el tipo de célula, hasta 2 µm de longitud.

Como podrás imaginar, uno de los lugares donde más células epiteliales con microvellosidades es el intestino delgado. Gracias a estas finas protrusiones citoplasmáticas, se estima que el intestino del ser humano tiene una superficie útil de absorción de nutrientes de unos 250 metros cuadrados. Casi nada.

1.2. Estereocilios

Son microvellosidades inmóviles y rígidas que forman una serie de penachos en forma de pincel. Miden de 100 a 150 nm de diámetro y unos 120 μm de largo como máximo. Su función es la absorción de transporte de líquidos y, por ello, los podemos observar mayoritariamente en el epidídimo (órgano situado en el borde posterior del testículo, donde maduran los espermatozoides).

1.3. Cilios

Los cilios son expansiones celulares filiformes presentes, como el resto, en el polo luminal o apical de las células epiteliales. A diferencia del resto de las observadas, estas estructuras presentan unos 0,25 μm de diámetro y 10-15 μm de longitud. Suelen aparecer empaquetadas, a modo de “hierba”, en las superficies libres de muchos tejidos celulares.

Son estructuras que a diferencia de los estereocilios pueden moverse, así que son ideales para generar corrientes y fomentar el movimiento en fluidos, con todo lo que ello conlleva. Como curiosidad, cabe destacar que en muchos organismos unicelulares esta es la única estructura que les permite movimiento.

1.4. Flagelos

Semejantes a los cilios, pero de mucho mayor tamaño (con 150 μm de longitud), los flagelos tienen como misión principal desplazar a la propia célula que los presenta, en vez de generar corrientes. Son mucho menos numerosos que los cilios y, tal y como se te habrá venido a la mente, se encuentran principalmente en los gametos masculinos, los espermatozoides.

Epitelio estructura

2. La parte basal de las células epiteliales

Aquí tenemos bastante menos terreno que cubrir, pues es mayoritariamente la sección apical de la célula la que le otorga su funcionalidad. Aun así, el polo basal es igual de esencial, pues permite que las células epiteliales descansen sobre la lámina basal, una fina capa de matriz extracelular que separa el tejido epitelial de otros muchos grupos celulares especializados (como las fibras del músculo o las adiposas, por ejemplo).

En el polo basal se pueden encontrar también ciertas estructuras interesantes, pero no las describiremos con tanto detalle como en anteriores casos. Por ejemplo, algunas células presentan invaginaciones, que son repliegues de la membrana más o menos profundos. Otras presentan hemidesmosomas, estructuras que actúan como “puentes”, uniendo la capa epitelial a la lámina basal.

Un continuo ciclo regenerativo

Las células epiteliales están continuamente expuestas a inclemencias, ya sean ambientales (frío, calor, humedad, radiación y agentes patógenos) o internos (ácidos, presión de la sangre y otras muchas cosas más). Por ello, su tasa de regeneración es muy rápida. Por este motivo, se considera que su ciclo celular es de muy corta duración.

Epitelio

La importancia médica de las células epiteliales

Abandonamos la histología y entramos en el mundo de la medicina y la consulta clínica, pues resulta que las células epiteliales pueden reportar un uso diagnóstico muy interesante en ciertos casos. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la presencia excesiva de células epiteliales en la orina puede ser signo de una infección renal, un problema en los riñones y otros desajustes médicos graves.

La prueba de las células epiteliales en la orina es parte de un uroanálisis, es decir, el análisis de la micción de un paciente, ya sea como parte de un protocolo rutinario o porque se sospecha de una patología (sobre todo de índole renal). En general, un especialista médico puede recomendar esta prueba a las personas con dolor abdominal, micciones demasiado continuadas, dolor de espalda o que expulsan orina espumosa/con sangre.

Las células epiteliales de tipo tubular revisten el riñón, así que su presencia excesiva en la orina puede dilucidar un daño renal de severidad variable. Cuanto más alta sea la proporción de células en este fluido biológico, peor suele ser el pronóstico del paciente. Entre algunas de las causas más comunes de células epiteliales en la orina, encontramos las siguientes:

  • Infecciones del tracto urinario.
  • Infecciones por Candida albicans, un hongo dimórfico patógeno de los órganos sexuales de los humanos.
  • Enfermedades que comprometan la integridad de los riñones.
  • Enfermedades del hígado.
  • Ciertos tipos de cáncer.
Riñón epitelio

Resumen

Como habrás podido comprobar, hablar de las células epiteliales es cuanto menos complejo, pues nada tiene que ver un tejido de revestimiento del intestino delgado con la capa más externa de la piel. Algunas células epiteliales presentan microvellosidades para aumentar la superficie efectiva de la zona en la que se encuentran, mientras que otras se asocian en estructuras específicas (glándulas) con funciones secretoras.

Si queremos que te quedes con un concepto ante todo este conglomerado terminológico, es el siguiente: las células epiteliales son las que conforman al epitelio, el tipo de tejido que recubre todas las estructuras libres del organismo. Dependiendo de su origen y función, las estructuras presentadas en el polo apical y basal serán diferentes entre cuerpos celulares.

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