Anatomía del pelo humano: partes, características y propiedades

Hoy te hablamos de la anatomía del pelo humano, los distintos tipos y sus funciones. Además, te presentamos una serie de datos curiosos que seguro que no conocías.

Anatomía pelo humano

Para que nos hagamos una idea de la importancia del tema que hoy nos atañe, comenzaremos diciendo que el ser humano posee una media de 250 cabellos por centímetro cuadrado en su cabeza. Esto se traduce, generalmente, en unos 100.000 cabellos o más por individuo sólo en este área concreta.

Además de este interesante dato, otras fuentes reportan que el cuerpo entero de nuestra especie está recubierto por unos cinco millones de folículos pilosos. Excepto las plantas de los pies, las palmas de las manos, los labios, los ojos y otras contadas estructuras, toda nuestra piel está cubierta por una alfombra de pelos de distintas características.

Más allá de una cuestión estética, el pelo se trata de una barrera protectora primaria, pues por ejemplo, los vellos de la nariz nos protegen de la entrada de agentes foráneos en las vías respiratorias superiores al inhalar aire. El mundo del vello en el ser humano es fascinante, pues encierra incontables secretos y matices. Aquí te los desvelamos todos.

Curiosidades del pelo humano

Antes de entrar en tipos, propiedades y partes de la anatomía del pelo humano, vemos de especial interés arrojar una serie de datos iniciales que ponen en perspectiva la importancia de esta estructura fisiológica. Vamos a ello:

  • Al nacer tenemos una media de 1.135 folículos pilosos por centímetro cuadrado. A los 80 años de edad, esta cifra se encuentra en unos 430.
  • Cada día se nos caen de unos 35 a 100 cabellos de forma natural.
  • Cada cabello individual crece 0,5 milímetros al día, lo que equivale a 18 centímetros de forma anual.
  • En la cabeza de una persona pueden llegar a haber más de cuatro millones de folículos pilosos. El pico numérico se alcanza a los 20 años.
  • Si se colocaran todos los cabellos de una persona en fila, esta línea pilosa abarcaría unos 20 kilómetros.

Fascinante, ¿verdad? Todas estas cifras ponen en evidencia la importancia del pelo en diversos procesos humanos. Algo tan sencillo como un vello encierra funciones de amortiguación frente a lesiones y caídas, como barrera ante la picadura de insectos, como controlador de la temperatura fisiológica del individuo y como protector ante el sudor y agentes extraños. Una vez puesta en perspectiva la estructura en cuestión, veamos los tipos de pelos en el ser humano.

Tipos de pelos

En el ser humano se suele hablar de cuatro tipos de pelo, generalmente catalogados según su textura, longitud, localización y momento de su desarrollo.

1. Lanugo

En primer lugar tenemos al lanugo, un vello corporal muy fino que crece en los fetos de los humanos y otros mamíferos antes que cualquier otro tipo de vello. Como curiosidad, es necesario recalcar que estas estructuras permiten la unión del vérnix caseoso (material graso que protege la piel del feto frente a rozaduras y agrietamientos) a la piel del infante. Esto es esencial para su desarrollo, ya que actúa como protector de su epidermis de los posibles efectos negativos del líquido amniótico, como puede ser el arrugamiento de la piel.

2. Vello

A pesar de que el término pelo y vello se suela utilizar de forma indistinta (cosa que en este espacio también hemos hecho, pues no queremos generar confusiones iniciales), se podría decir que el vello en sí mismo es el tipo de pelo que alcanza menos de un centímetro de longitud.

Este está compuesto de fibras capilares mucho más delgadas que las que conforman el cabello, pero bajo ciertas condiciones hormonales, puede llegar a transformarse en un pelo terminal. Esto es típico en el género masculino, pues ante un nivel de andrógenos más alto (sobre todo testosterona), es más común que se desarrollen pelos fuertes en el pecho, brazos, piernas y cara.

El vello aparece en los recién nacidos tras la caída del lanugo, y sigue creciendo a lo largo de toda la vida. A pesar de lo que se pueda creer, este tipo de pelo no está solo presente en el tronco del cuerpo, pues también corresponde de un 6 % a un 25 % del cuero cabelludo de la persona adulta.

3. Pelo intermedio

Poco tenemos que decir de esta variante, pues se encuentra a medio camino entre el vello y el pelo terminal. Es esa especie de “pelillo” que recubre el cuero cabelludo de los neonatos como si de la superficie de un melocotón se tratara, pues aparece de los tres a los siete meses de edad y suele durar hasta los dos años.

4. Pelo terminal

Por fin llegamos a lo que es el pelo “sensu stricto”. En este caso estamos ante una continuación del cuero cabelludo, formado por una fibra de queratina y constituido por una raíz y un tallo. Este tipo de pelo crece mucho más de un centímetro, pues se han observado cabelleras en mujeres de más de seis metros de longitud.

De nuevo, este tipo de pelo no se encuentra solo en el cuero cabelludo, pues las cejas, las pestañas, la barba y el vello púbico también caen dentro de esta categoría. A simple vista, aquellos pelos más “negros” y difíciles de extraer suelen corresponder a este grupo.

Anatomía del pelo

Cómo describir todos y cada uno de los tipos de vellosidades humanas es una tarea que requiere de días y mucho espacio de redacción, vamos a centrarnos en las propiedades anatómicas del pelo terminal, es decir, el cabello. Podemos imaginar un corte transversal de este pelo como si de un tronco de un árbol se tratara, y cada uno de los anillos concéntricos que lo conforman corresponderá a una zona diferente. Vamos a ello:

En primer lugar tenemos a la raíz, una zona con una alta actividad metabólica y mitótica (es decir, de división celular). Esta se encuentra envuelta en una cavidad longitudinal de la epidermis denominada folículo piloso, la cual se ve nutrida por glándulas sebáceas accesorias. Dentro de esta raíz podemos observar múltiples estructuras, como son la vaina interna, la vaina externa, el músculo piloerector, el bulbo piloso y la papila dérmica.

Por otro lado y en el siguiente “anillo” podemos encontrar al tallo, la parte principal del cabello que está formada a su vez por tres capas concéntricas: cutícula, córtex y médula. En total estamos ante una estructura de unas 100 micras de diámetro. Cabe destacar que el córtex es la capa más importante de todo este conglomerado, pues ocupa un 70 % de la superficie total del cabello y de ella dependen la elasticidad y resistencia del mismo.

Anatomía pelo

Composición química

Más allá de una descripción estructural, también es de sumo interés conocer qué compuestos orgánicos dan lugar a las estructuras vellosas del ser humano. En resumen, podemos decir que el pelo está constituido por queratina, una proteína de naturaleza fibrosa muy rica en azufre.

Las múltiples cadenas de queratina que forman al pelo se asocian mediante puentes disulfuro, puentes de hidrógeno y enlaces salinos entre ácido-base. Esto otorga al cabello la fuerza y resistencia estructural que todos conocemos. Desde un punto de vista más elemental, el cabello presenta de forma general un 28 % de proteínas (entre las que se encuentra la queratina), un 2 % de lípidos y un 70 % de agua, sales y otras sustancias (como urea y aminoácidos).

Propiedades del pelo

Después de todo lo recogido en las líneas anteriores, no es de extrañar que el pelo tenga una serie de propiedades muy eficaces para la vida humana debido a su complejidad estructural.

El pelo es permeable, resistente a la tracción y presenta propiedades plásticas, elásticas y eléctricas (la fricción, pues quién no se ha frotado un globo sobre la cabeza para ver cómo el cuero cabelludo se eleva). Todas estas características se pueden resumir en una única función en la naturaleza: la protección. Las capas de pelo actúan como aislantes térmicos, barreras frente a parásitos, amortiguadores mecánicos y como agentes de protección frente a otras muchas inclemencias ambientales.

Resumen

Como hemos podido ver, el pelo es una estructura esencial para el desarrollo de la vida de los animales tal y como la conocemos. Excepto contadas ocasiones por trastornos de origen genético, todos los mamíferos presentamos esta mullida y compleja capa protectora. Además de esto, todos los vertebrados presentan algún análogo en su superficie corporal, ¿pues qué son sino las escamas y las plumas?

Los seres vivos tenemos que aislarnos de alguna forma del medio, pues mantener una homeostasis interna (equilibrio) es tan importante como cualquier conducta de supervivencia frente a los cambios del medio. Sin ninguna duda, la vida tal y como la conocemos hoy en día no sería posible sin los pelos.

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