Las 12 partes de los intestinos (y sus funciones)

Los intestinos son la porción de nuestro aparato digestivo que, gracias a la acción conjunta de distintas estructuras, nos permiten absorber los nutrientes presentes en los alimentos que ingerimos.

Partes de los intestinos

Con sus más de ocho metros de extensión, los intestinos son la región del aparato digestivo localizada entre el estómago y el ano. Constan de dos partes claramente diferenciadas: el intestino delgado y el grueso. Cada uno de ellos cumple con unas funciones específicas, por lo que está formado también por unas estructuras propias.

Los alimentos digeridos por el estómago pasan al intestino delgado, donde se produce la mayor parte de la absorción de los nutrientes. Por esta razón son la porción más larga de los intestinos, pues cuanta mayor sea la superficie de absorción, más nutrientes pasarán a la sangre.

En el intestino grueso, en cambio, no se da esta absorción. Este está especializado en la reabsorción del agua para así compactar los “residuos” que han quedado de los alimentos y formar las heces, que posteriormente serán expulsadas.

Todo este complejo proceso es posible gracias a la acción conjunta y coordinada de distintas estructuras que conforman tanto el intestino delgado como el grueso. Y en el artículo de hoy analizaremos las funciones de cada una de estas regiones.

¿Cómo es la anatomía de los intestinos?

Como hemos dicho, los intestinos se dividen en dos regiones claramente diferenciadas tanto a nivel de funcionalidad como estructural y anatómico. A continuación veremos por qué partes están formados tanto el intestino delgado como el grueso.

Intestinos

Las 4 partes del intestino delgado

El intestino delgado es una estructura alargada de entre 6 y 7 metros de longitud. Localizado en el centro del abdomen y ocupando prácticamente toda la cavidad abdominal, es la porción de los intestinos donde se da la mayor parte de la absorción de los nutrientes, así como la digestión de proteínas y carbohidratos.

Para aumentar la superficie de absorción, todo el intestino delgado está compuesto de vellosidades intestinales que permiten un contacto directo entre capilares sanguíneos y los nutrientes, que ya están en una forma asimilable. Las partes en las que se divide en el intestino delgado son las siguientes:

1. Duodeno

El duodeno es la parte del intestino delgado que se extiende desde el píloro (la región con forma de embudo que comunica el estómago con el intestino delgado) hasta el yeyuno. Tiene una longitud de unos 25 centímetros y su función principal es la de recibir jugos digestivos de otras estructuras del cuerpo para que la digestión de los alimentos continúe.

El intestino delgado es la región en la que desemboca la bilis, líquido producido en el hígado y almacenado en la vesícula biliar que ayuda a digerir las grasas en ácidos grasos simples asimilables, y los jugos pancreáticos, importantes para ayudar a la digestión de carbohidratos, proteínas y grasas.

2. Yeyuno

El yeyuno es la siguiente porción del intestino delgado. Tiene unos 2’5 metros de longitud y forma con el íleon una estructura que recibe el nombre de yeyun-íleon, pues las funciones y anatomía de estas dos regiones son muy parecidas.

Con sus paredes rodeadas de microvellosidades intestinales, el yeyuno es la zona donde se produce gran parte de la absorción de los nutrientes y, además, es donde los jugos digestivos liberados en el duodeno actúan, por lo que los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas están siendo degradadas al máximo para que sean asimilables.

3. Íleon

La frontera entre el yeyuno y el íleon no está del todo clara, por lo que, aunque tengan diferencias en cuanto a estructura, suelen considerarse una única región. Sea como sea, el íleon tiene una longitud de más de 3 metros y sigue encargándose de absorber los nutrientes. Cuando llegan al final del íleon, ya se debería haber absorbido todo lo posible.

4. Orificio ileocecal

El orificio ileocecal es la frontera entre el intestino delgado y el grueso. Es la parte del intestino delgado que consiste en una desembocadura que permite el paso controlado de los alimentos (de los que ya no se pueden absorber más nutrientes) hasta el intestino grueso para formar las heces.

Además, este orificio dispone de unos esfínteres y válvulas que impiden que el contenido se vacíe de forma brusca y que la materia fecal pase al intestino delgado, respectivamente.

Las 8 partes del intestino grueso

El intestino grueso, con sus 1’5 metros de longitud, se extiende desde el orificio ileocecal hasta el ano. Con su forma de U invertida, el intestino grueso se sitúa también en la cavidad abdominal, por delante del delgado, rodeándolo.

La mayor parte de la flora intestinal se encuentra en el intestino grueso, donde millones de bacterias cumplen con funciones imprescindibles para garantizar una correcta digestión, la cual tiene la fase final en esta parte de los intestinos. El intestino grueso se encarga de absorber el agua, consiguiendo así que todos los residuos de los que ya no puedan sacarse nutrientes, se compacten formando las heces, las cuales serán expulsadas mediante la defecación.

Las estructuras que hacen posible esto son las siguientes:

5. Ciego

El ciego es la parte del intestino grueso que, con sus 8 centímetros de longitud, comunica con el íleon a través del orificio ileocecal. Es la región que recibe la materia sin más nutrientes asimilables para que las siguientes porciones del intestino grueso cumplan con sus funciones.

6. Apéndice

El apéndice es un órgano vestigial, es decir, que no cumple con ninguna función, pero que forma parte del intestino grueso. Es de pequeño tamaño y de forma alargada. Cuando se infecta, da lugar a una enfermedad potencialmente mortal (la apendicitis) que requiere de una extirpación rápida.

7. Colon ascendente

El colon ascendente tiene unos 15 centímetros de longitud y se extiende desde el ciego hasta el ángulo hepático. Es la parte del intestino grueso que ya se encarga de absorber el agua para compactar los residuos y formar así las heces. Como su propio nombre indica, es la región ascendente, es decir, la parte que sube de esa U invertida que comentábamos anteriormente.

El ángulo hepático es un punto cercano al lóbulo derecho del hígado donde el intestino grueso gira para dar lugar al colon transverso.

8. Colon transverso

El colon transverso es la parte horizontal de la U invertida que conforma el intestino grueso. En él sigue la absorción de agua y la consecuente formación de las heces. Se extiende desde el ángulo hepático hasta el ángulo esplénico, donde el intestino grueso cambia de dirección para dar lugar al colon descendente.

9. Colon descendente

El colon descendente es la región que baja de esa U invertida que conforma el intestino grueso. Se extiende desde el ángulo esplénico, que está localizado a la misma altura que el hepático pero en el lado izquierdo del cuerpo, hasta el borde izquierdo de la pelvis. En su interior sigue realizándose la absorción de agua y los residuos ya están altamente compactados en forma de heces. En el colon ascendente, las paredes del intestino grueso empiezan a estrecharse.

10. Colon sigmoide

El colon sigmoide se encuentra ya fuera de esta característica U invertida y es la parte del intestino grueso que se encuentra en el interior de la pelvis, extendiéndose desde el borde de esta hasta aproximadamente la zona central del hueso sacro, es decir, la parte más inferior de la columna vertebral.

El colon sigmoide tiene una forma similar a una “S” y aunque se siga absorbiendo el agua para formar las heces, su principal función ya es la de compactarlas y conducirlas hasta el recto. Las paredes del colon sigmoide son musculares, consiguiendo así que se realicen los movimientos y presiones necesarios para que las heces avancen y se compacten.

11. Recto

El recto tiene unos 12 centímetros de longitud y es la región del intestino grueso que, con una forma similar a la de un saco, se extiende desde el colon sigmoide hasta el conducto anal. Está en la parte posterior de la pelvis y comunica con el colon sigmoide a través de la ampolla rectal, una zona más ensanchada por donde pasan las heces procedentes del colon. En el recto ya no tiene lugar la absorción de agua, por lo que ya no se forman más heces.

Su función, en cambio, es la de acumular las heces, pues cuando estas han llegado al final del aparato digestivo, sentimos la necesidad de defecar. Gracias a los movimientos musculares, las heces pasan hasta el conducto anal.

12. Conducto anal

El conducto anal tiene unos 4 centímetros de longitud y es la parte terminal del aparato digestivo. Se encuentra ya fuera de la cavidad abdominal y el tejido que lo recubre es muy diferente al de las regiones que hemos visto anteriormente. Este conducto transporta las heces y, gracias a dos esfínteres, es posible controlar la defecación a partir de, aproximadamente, el año y medio de edad.

El conducto anal se abre al exterior a través del ano, el orificio por donde las heces producidas por el intestino grueso son liberadas.

Referencias bibliográficas

  • National Institutes of Health. (2008) “El aparato digestivo y su funcionamiento”. NIH.
  • Roa, I., Meruane, M. (2012) “Desarrollo del aparato digestivo”. Int. J. Morphol.
  • Michel Aceves, R.J., Izeta Gutiérrez, A.C., Torres Alarcón, G., Michel Izeta, A.C.M. (2017) “La microbiota y el microbioma intestinal humano”. Medigraphic.
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