Las 26 partes del sistema urinario (características y funciones)

El sistema urinario humano está formado por distintos órganos y tejidos que, trabajando de forma coordinada, permiten la depuración de la sangre, la síntesis de la orina y la eliminación de la misma.

Partes sistema urinario

El cuerpo humano es, sin duda, una verdadera obra de ingeniería biológica. Representamos uno de los mayores hitos de la evolución gracias al desarrollo del más complejo sistema nervioso de la naturaleza, con un cerebro capaz de cosas maravillosas.

Sin embargo, pese a que lo que nos hace humanos es este órgano pensante, lo cierto es que no podemos olvidarnos de sobrevivir. Y en este contexto, el resto de sistemas corporales son absolutamente esenciales.

Disponemos de un total de 13 sistemas, que son un conjunto de órganos y tejidos distintos que trabajan de forma coordinada para cumplir con una función fisiológica determinada. Y de entre todos ellos, el sistema urinario es esencial.

Este sistema urinario nace de la agregación de distintas estructuras que tienen la imprescindible función de depurar la sangre, sintetizar la orina y eliminarla, expulsión mediante la cual el cuerpo consigue retirar de la circulación sanguínea todo aquello que puede hacernos daño. Y en el artículo de hoy analizaremos detalladamente tanto su anatomía como fisiología.

¿Qué es el sistema urinario?

El sistema urinario es uno de los trece sistemas del cuerpo humano que, en este caso, nace de la unión y trabajo coordinado de diferentes órganos y tejidos que, al unir fuerzas, están involucrados en la producción, almacenamiento y expulsión de la orina.

La orina es un líquido generado en el sistema urinario (ya veremos dónde exactamente) cuya composición cuenta con un 95% de agua, un 2% de urea (el producto que se genera tras la degradación de las proteínas), un 1,5% de sales minerales y un 0,5% de ácido úrico (un producto final del metabolismo que debe expulsarse de la circulación sanguínea).

Basta con entender que esta orina se genera tras un proceso de filtrado de la sangre, donde todas aquellos residuos del metabolismo que ya no tienen función para el cuerpo (y que, de hecho, serían tóxicos en caso de acumularse), retirando de la circulación las sustancias dañinas y mezclándolas con agua para, posteriormente, ser eliminada mediante la micción.

Evidentemente, hay otras vías de eliminar las sustancias tóxicas o residuos del cuerpo, como por ejemplo la defecación, la sudoración o la respiración (eliminamos el dióxido de carbono). Pero el sistema urinario permite eliminar productos que no pueden salir del cuerpo por ninguna otra vía. De ahí que enfermedades en este sistema puedan llegar a tener consecuencias graves.

Por lo tanto, el sistema urinario es el conjunto de distintos órganos y tejidos que, estando localizados en la región inferior del abdomen, permiten la filtración de la sangre, la producción de la orina, el almacenamiento de la orina y la expulsión de la misma. Cada estructura que veremos tiene un papel concreto e irremplazable dentro de este proceso.

Sistema urinario representación

¿Cuál es la anatomía del sistema urinario?

Junto con el sistema digestivo, respiratorio y epitelial (en lo que a eliminación de sudor se refiere), el sistema urinario constituye el sistema excretor humano. Como venimos diciendo, su función es la de producir, almacenar y expulsar la orina. Y para cumplir con esto, hay principalmente cuatro estructuras: riñones, uréteres, vejiga y uretra. Pero cada una de ellas se divide, a su vez, en partes. Empecemos.

1. Dos riñones

Los riñones son el primer elemento del sistema urinario. Consisten en dos órganos de, aproximadamente, el tamaño de un puño que se sitúan por debajo de las costillas, estando cada uno de ellos a un lado de la columna vertebral. Su función es la de filtrar toda la sangre del cuerpo, tardando apenas 30 minutos en hacerlo, retirando de ella las sustancias tóxicas y generando así la orina.

Esto explica que cada día generemos unos 1,4 litros de orina y que, en condiciones normales, sea totalmente estéril, pues como procede del filtrado de la sangre y en la sangre nunca (a no ser que se sufra una septicemia) hay ni bacterias ni virus, en la orina tampoco. Ahora bien, es importante tener en cuenta que los riñones están formados, a su vez, por distintas estructuras. Veámoslas.

Partes riñones

1.1. Arteria renal

La arteria renal es el vaso sanguíneo que hace llegar la sangre “sucia” a los riñones, es decir, la sangre cargada con todas las sustancias tóxicas fruto de los desechos del metabolismo celular. Por lo tanto, la sangre entra a los riñones a través de esta arteria.

1.2. Corteza renal

La corteza renal es la capa externa del riñón. Tiene un espesor de más o menos 1 centímetro pero alberga el 90% de los vasos sanguíneos, de ahí que tenga el color rojizo propio de los riñones. Es aquí donde tiene lugar el proceso de filtración de la sangre, pues en ella se encuentran las nefronas, las cuales analizaremos más adelante.

1.3. Cápsula adiposa

La cápsula adiposa es una capa de grasa presente en los riñones que, al no recibir casi nada de irrigación sanguínea, no participa en el proceso de filtración, pero sí que es imprescindible para absorber golpes y evitar que las partes internas se dañen.

1.4. Médula renal

La médula renal es la parte más interna de los riñones, por debajo tanto de la corteza como de la cápsula adiposa. Es aquí donde se forma la orina. Como la sangre ya se ha filtrado, no necesita tanta irrigación sanguínea, de ahí que, pese a tener un volumen mucho mayor que el de la corteza, albergue solo el 10% de los vasos sanguíneos, motivo por el que es más pálida. Las células que la conforman mezclan las sustancias tóxicas con los otros compuestos necesarios para formar la orina.

1.5. Pirámide renal

Las pirámides renales (hay entre 12 y 18 en cada riñón) son cada una de las unidades en las que se divide la médula. Aquí es donde realmente se produce la orina.

1.6. Papila renal

Las papilas renales son cada una de las puntas o vértices de las pirámides renales. Su función es la de recoger la orina sintetizada a lo largo de la extensión de la pirámide y hacerla llegar al cáliz menor, que lo analizaremos más adelante.

1.7. Nefronas

Las nefronas son las unidades funcionales de los riñones. Localizadas especialmente en la corteza renal, las nefronas son células especializadas en filtrar la sangre. Hay más de un millón en cada riñón y disponen de un túbulo que, tras la filtración y depuración, recoge la sangre limpia y la lleva en dirección a la vena renal.

1.8. Cápsula de Bowman

La cápsula de Bowman es la parte de la nefrona que cumple específicamente con la función de depurar la sangre. Es decir, una nefrona dispone de muchas estructuras, pero una de ellas es esta cápsula, una esfera diminuta que nace de la invaginación de la membrana de la nefrona.

En el interior de esta cápsula llega el glomérulo, que es la red de capilares que llevan la sangre sucia. Esta cápsula actúa como un filtro que deja pasar cualquier partícula cuyo tamaño sea inferior a 30 kilodaltons (una medida de tamaño molecular). Las que son mayores (algo que pasa con las sustancias tóxicas) no pueden pasar, por lo que son recogidas por la nefrona. De este modo, lo que pasa el filtro sabemos que ya es sangre limpia.

1.9. Cáliz menor

Los cálices menores se encuentran en la base de cada una de las papilas renales y tienen la función de recoger la orina para conducirla hasta la siguiente estructura que vemos justo a continuación.

1.10. Cáliz mayor

Tres cálices menores se juntan para formar un cáliz mayor, que es cada una de las cavidades donde se recoge la orina para conducirla hasta los uréteres, momento en el que esta ya abandona los riñones.

1.11. Vena renal

La vena renal es el vaso sanguíneo que recoge la sangre limpia que, al tener sustancias con un tamaño menor a 30 kilodaltons, han pasado el filtro de las nefronas. Esta sangre ya no tiene tóxicos y puede continuar la circulación sanguínea.

1.12. Pelvis renal

La pelvis renal es el punto de salida de la orina de cada uno de los dos riñones. Todos los cálices mayores convergen en esta única cavidad de la cual nacen unas prolongaciones que llevarán la orina hasta la vejiga: los uréteres.

2. Dos uréteres

De cada pelvis renal nace un uréter. En este sentido, el sistema urinario está formado por dos uréteres que recogen la orina de los riñones y la llevan hacia la vejiga. Los uréteres están enviando orina a la vejiga constantemente (aproximadamente cada 10-15 segundos envían una nueva descarga), pues los riñones no paran de fabricarla.

Se trata de dos tubos estrechos con un diámetro de entre 4 y 7 milímetros y una longitud de entre 25 y 30 centímetros con unas paredes musculares que se contraen y relajan de forma involuntaria para asegurar que la orina fluya adecuadamente y que llegue a la vejiga, donde se almacenará.

3. Vejiga

La vejiga es un órgano hueco, de naturaleza muscular, con forma de globo, un tamaño de 11 cm de largo y 6 cm de ancho y un volumen que oscila entre los 250 y los 300 centímetros cúbicos. Su función es la de, estando situada en la pelvis, recibir la orina procedente de los riñones a través de los uréteres y almacenarla hasta llegar a un volumen concreto que permita una micción con suficiente fuerza.

En este sentido, para no estar orinando constantemente, la vejiga funciona como un almacén de orina. Va llenándose sin parar ya que los uréteres la van enviando cada 10-15 segundos para la guarda hasta que se llega a un volumen de líquido que, a pesar de que depende cada persona, corresponde a uno o dos vasos. Pasado este volumen, los nervios envían al cerebro el mensaje de que es momento de orinar, por lo que la orina abandona la vejiga en dirección ya al exterior.

En resumen, la vejiga almacena la orina hasta que hay un volumen suficiente como para asegurar una micción correcta. De nuevo, la vejiga está formada por distintas estructuras, cada una de ellas con una función determinada. Veámoslas.

Partes vejiga

3.1. Orificios ureterales

Los orificios ureterales son las vías de entrada de los uréteres a la vejiga. Por lo tanto, consisten en dos perforaciones en la región media de la vejiga para que ambos conductos puedan entrar. A través de estos orificios, se está volcando constantemente orina en el interior.

3.2. Peritoneo

El peritoneo es la zona superficial de la vejiga, una capa de tejido conjuntivo con pliegues que, gracias a su estructura y composición, protegen mecánicamente a la vejiga y la mantienen lubricada. Del mismo modo, estos pliegues permiten que se hinche sin comprometer su salud.

3.3. Músculo detrusor

El músculo detrusor es una región que consiste en fibras musculares que rodean toda la vejiga y que están conectadas al sistema nervioso. De este modo, cuando la vejiga se llena y el cerebro interpreta que es momento de orinar, envía un mensaje a este músculo detrusor para que se contraiga, haciendo que la orina abandone la vejiga.

3.4. Trígono vesical

El trígono vesical es un triángulo imaginario que se forma al unir los vértices que conforman tanto los dos orificios ureterales con el orificio uretral, aquel por el que sale la orina de la vejiga y que comunica con la uretra.

3.5. Ligamento umbilical medio

El ligamento umbilical medio es una estructura vestigial (no cumple con ninguna función evidente y encima puede infectarse) que consiste en un cordón fibroso que comuna la región superior de la vejiga con el ombligo.

3.6. Ligamentos umbilicales laterales

Los ligamentos umbilicales laterales son dos cordones fibrosos que se sitúan uno a cada lado de la vejiga y que tienen la importante función (estos no son vestigiales) de conducir los vasos sanguíneos que nutrirán a las células de la región abdominal.

3.7. Úvula vesical

La úvula vesical es una pequeña protuberancia en la capa mucosa interna de la vejiga. Marca la frontera entre la vejiga propiamente dicha y el cuello vesical.

3.8. Cuello vesical

El cuello vesical es una estructura con forma de embudo que se encuentra localizada al final de la vejiga. A través de este cuello, la orina abandonará la vejiga para su expulsión cuando sea el momento adecuado. Lo más importante es que disponen de dos músculos que controlarán la obertura de este cuello vesical en dirección a la uretra: los esfínteres.

3.9. Esfínter interno

En el cuello vesical, hay dos esfínteres. Uno interno y otro externo. El esfínter interno es un anillo muscular que rodea a la uretra y que es de naturaleza muscular lisa, lo que significa que su control es involuntario. Cuando ya es momento de vaciar la vejiga, involuntariamente este esfínter se relaja. Pero todavía queda una barrera: el externo.

3.10. Esfínter externo

El esfínter externo es la última frontera del cuello vesical. En este caso, estamos ante un anillo de músculo esquelético, de ahí que podamos controlar cuándo permitimos el paso de la orina. Cuando la orina ya ha atravesado el esfínter interno, dependiendo de lo que le ordenemos (hasta cierto punto, pues si el cerebro ve que la vejiga no soporta más, nos hará orinar), el externo se relajará o no. Cuando se relaje y permita la salida final de la orina, ya no hay vuelta atrás. Esta pasa a la uretra.

4. Uretra

La uretra es el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior. Este tubo tiene un diámetro de unos 5 milímetros pero tiene importantes diferencias según los sexos. En las mujeres, mide entre 3 y 5 centímetros. Y en los hombres, además de medir unos 20 centímetros, funciona también como medio para la expulsión de los espermatozoides.

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