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La agricultura es una de las bases del mundo y de la sociedad moderna. Y es que este conjunto de actividades técnicas y económicas asociadas con el cultivo de la tierra es esencial para cubrir gran parte de las necesidades nutricionales de una población mundial que ha superado ya los 7.800 millones de habitantes. No debe extrañarnos, pues, que por ejemplo, el país líder en producción de hortalizas, China, esté produciendo 590 millones de toneladas de las mismas.
La historia de la humanidad ha estado ligada a la de la agricultura, pues ser capaces de cultivar la tierra fértil y conseguir de ella alimentos de origen vegetal fue clave para que las comunidades humanas pudieran empezar a ser sedentarias, algo importantísimo a nivel antropológico para el desarrollo de la civilización.
El primigenio desarrollo de la agricultura suele datarse alrededor del año 9500 a.C., después de la última glaciación. Desde entonces, el conocimiento, la tecnología, la ciencia y las necesidades económicas han evolucionado mucho, llegando a un punto en el que la agricultura es un sector que, solo en España, por ejemplo, genera 166.000 millones de euros.
Ahora bien, ¿todas las formas de agricultura son iguales? No. Ni mucho menos. Dependiendo de las técnicas, objetivos, extensión, relación mercantil, dependencia del agua y otros muchos parámetros, podemos definir distintos tipos de agricultura. Y hoy, en este artículo, vamos a indagar en las características de los más importantes.
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¿Qué es la agricultura y qué tipos existen?
La agricultura es el conjunto de actividades técnicas y económicas asociadas con el cultivo y labranza de la tierra fértil para obtener alimentos de origen vegetal y otros productos vinculados al reino de las plantas. Todas las acciones humanas que transforman el medio natural para conseguir productos vegetales constituye este sector agrícola.
En este contexto, la agricultura es el sector económico que ofrece a la sociedad tanto alimentos vegetales para el consumo humano y animal como productos obtenidos de plantas para su aplicación en otros sectores tales como la industria textil, la energética, la cosmética o la farmacéutica, entre otras.
Así pues, la agricultura es uno de los pilares de la civilización al cubrir gran parte de la demanda nutricional de la población y dar las materias primeras para que otras muchas industrias puedan funcionar. En este contexto, el sector agrícola es aquel que produce y comercializa materias primas de origen vegetal.
Pero más allá de esta simplificada definición, la complejidad de esta agricultura es mucho mayor de lo que a simple vista puede parecer. Por ello, ha sido necesario desarrollar una clasificación del sector agrícola en función de diferentes parámetros tales como la extensión, dependencia de agua, técnicas, objetivos, etc. Nosotros hemos rescatado los más importantes para que tengas una visión completa (y concisa) de las principales formas de agricultura. Empecemos.
1. Agricultura de subsistencia
La agricultura de subsistencia, también conocida como agricultura familiar, es aquella que está relacionada con el autoabastecimiento. Las prácticas agrícolas no buscan obtener productos vegetales cuya venta pueda dar un rédito económico, sino conseguir alimentos para el consumo propio. Consiste en obtener los recursos mínimos para cubrir las necesidades del agricultor y su familia y, si es posible, comercializar una parte a pequeña escala.
2. Agricultura industrial
La agricultura industrial, también conocida como agricultura de mercado, es aquella que está relacionada con la comercialización a gran escala. Con un nivel técnico mucho mayor que las prácticas algo más rudimentarias que la agricultura de subsistencia, se producen grandes cantidades de productos vegetales que serán comercializados.
3. Agricultura intensiva
La agricultura intensiva es aquella que persigue producir grandes cantidades de materias primas vegetales en el menor espacio posible. Siendo propia de países industrializados, permite concentrar mucho la producción en un espacio “pequeño”, algo que, si bien abarata costes asociados, conlleva también un mayor desgaste del ambiente natural. Un gran cultivo en un terreno limitado.
4. Agricultura extensiva
La agricultura extensiva es aquella que, a diferencia de la anterior, genera una menor producción en terrenos de cultivo más grandes. Aunque sus beneficios económicos sean menores, al depender de una superficie mayor, el desgaste del ambiente natural es más bajo. Los excedentes comerciales también son menores, por lo que no es la más eficiente a nivel mercantil.
5. Agricultura de secano
En función de la dependencia de agua, el sector agrícola puede ser de secano o de regadío. En primer lugar, la agricultura de secano es aquella en la que el cultivo de la tierra no exige un aporte extra de agua. La actividad agrícola puede desarrollarse simplemente con el agua de la lluvia o de las aguas subterráneas. No debe regarse el terreno, pues las plantas que se cultivan se nutren del agua que obtienen de forma natural.
6. Agricultura de regadío
En segundo lugar, la agricultura de regadío es aquella que sí que exige un riego artificial de la tierra cultivada. Ya sea porque en la zona no llueve o porque estas lluvias son insuficientes para cubrir las necesidades nutricionales de los vegetales, deben aplicarse sistemas de riego que aporten agua a la tierra fértil. Evidentemente, los costes asociados son mayores.
7. Agricultura tradicional
Por agricultura tradicional entendemos toda aquella actividad agrícola que se desarrolla siguiendo las técnicas más rudimentarias de cultivo de la tierra, tal y como se labraba antes de la llegada de la era industrial. Con un objetivo generalmente (pero no siempre) de autosubsistencia, se emplea una maquinaria más antigua y gran parte del cultivo se realiza con las manos del propio agricultor, que se vale de los recursos del lugar y desarrolla una agricultura muy fundamentada en las raíces culturales de su comunidad.
8. Agricultura moderna
Por agricultura moderna entendemos toda aquella actividad agrícola que se desarrolla haciendo uso de la última tecnología en cultivo de tierra. Los procesos no son para nada rudimentarios, sino que se aplican complejas y numerosas maquinarias que facilitan el proceso de labranza y que permiten producir más cantidad en menos tiempo. Es la más extendida y la que se vale del conocimiento científico y técnico para maximizar beneficios.
9. Agricultura ecológica
La agricultura ecológica es aquella actividad agrícola cuya producción se fundamenta en no utilizar productos contaminantes durante el cultivo y labranza de la tierra. Se trata de un sistema de agricultura donde se trabaja la tierra fértil sin emplear productos de naturaleza química, por lo que se usan solo sustancias biológicas y productos naturales. La baja eficacia hace que solo sea viable a pequeña escala, por lo que los costes de los productos en el mercado son mayores.
10. Agricultura biointensiva
Por agricultura biointensiva entendemos toda aquella actividad agrícola de naturaleza intensiva (producción de grandes cantidades de productos vegetales en el menor espacio posible) donde no se usan ni productos químicos derivados del petróleo ni maquinaria pesada, reduciendo así al mínimo el impacto sobre los alimentos. Este método fue desarrollado por John Jeavons en el año 1971.
11. Agricultura por contrato
La agricultura por contrato hace referencia a aquella actividad agrícola fundamentada en un acuerdo contractual entre una empresa y un agricultor. El segundo se compromete a realizar una cosecha determinada en el tiempo estipulado y con una producción pactada y la primero, a cambio, le paga una cantidad económica acordada también en el contrato. La empresa, además, suele darle recursos técnicos y servicios para que el agricultor pueda trabajar en mejores condiciones. El agricultor renuncia a parte de su autonomía pero las estadísticas muestran que estas relaciones comerciales ayudan a incrementar notablemente sus ingresos.
12. Agricultura mecanizada
Por agricultura mecanizada entendemos toda aquella actividad agrícola que se desarrolla haciendo uso de maquinaria pesada y de otros recursos tecnológicos que maximizan la producción. La mano de obra se ve reducida, por lo que además de abaratar los costes económicos en este sentido, el uso de recursos mecánicos más eficientes hace que los resultados de producción sean mayores. De ahí que, para bien y para mal, sea la forma de agricultura mayoritaria.
13. Agricultura orgánica
La agricultura orgánica, relacionada con pero distinta a la ecológica, hace referencia a toda aquella actividad agrícola que se desarrolla minimizando el impacto sobre el terreno. Más que en el no uso de productos químicos, en lo que se fundamenta la agricultura orgánica es no deteriorar el ambiente natural donde se está desarrollando la actividad agrícola.
14. Agricultura por cremación
La agricultura por cremación es aquella actividad agrícola, generalmente de naturaleza de subsistencia, que se basa en cortar árboles y arbustos del ambiente para después quemarlos y obtener, de las cenizas, un abono para cultivar la tierra que queremos hacer fértil. Aunque pueda haber debate moral en esta práctica, es habitual en regiones de vegetación extensa donde los agricultores necesitan obtener un abono que permita a las plantas crecer sanas.
15. Agricultura natural
Por agricultura natural entendemos aquella actividad agrícola que, naciendo de una voluntad propia tanto de la ecológica como de la orgánica, promueve la no utilización de maquinaria para cultivar el terreno. Se basa en la idea de que solo las personas, como seres vivos, debemos labrar la tierra. De este modo, creamos un sistema más natural.
