Cáncer de testículos: causas, síntomas y tratamiento

El cáncer testicular afecta a 1 de cada 250 hombres. La masa tumoral se puede detectar mediante un autoexamen desde casa, incluso en sus etapas tempranas.

Cáncer testículos

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo. En el año 2015, este grupo de patologías causaron 8,8 millones de defunciones, es decir, casi 1 de cada 6 muertes globales. Además, aunque no lo parezca, el cáncer no deja de ser una cuestión de clases: por mucho que ninguno se libre de sufrirlo, el 70% de las muertes por tumores malignos se producen en países de ingreso medio y bajo.

Más allá de estas fatídicas estadísticas, es necesario poner las cosas en perspectiva: alrededor de 1 de cada 3 cánceres surgen por 5 factores de riesgo conductuales y dietéticos, que son el tabaquismo, falta de actividad física, alcoholismo, índice de masa corporal elevado y falta de ingesta de frutas y verduras. Solamente el tabaco se lleva la palma, pues es el causante del 22% de las muertes por cáncer.

Por otro lado, existen algunos procesos cancerígenos que van más “por libre”, cuya predicción y agentes causales son mucho más difíciles de dilucidar. Hoy te traemos todo lo que debes saber sobre el cáncer de testículos: no se trata de un tema agradable, pero es necesario conocer sobre él para detectarlo a tiempo. Frente a un cáncer, cada segundo cuenta.

¿Qué es el cáncer de testículos?

El cáncer testicular es una enfermedad oncológica que consiste en el crecimiento de un tumor maligno en los testículos, las gónadas sexuales masculinas. El proceso subyacente a la formación de un tumor neoplásico suele ser común en muchos tejidos, aunque este se presente en lugares diferentes. Hablamos de un cáncer cuando una línea celular sufre una mutación en genes claves que controlan el crecimiento y división celular normales, alterando así sus patrones de desarrollo naturales. Cuando estas células cancerosas se multiplican de forma descontrolada, se produce lo que se conoce como un “tumor primario”.

Por otro lado, si aparece un tumor en el testículo que es producto de otro cáncer, es necesario saber que no estamos ante un cáncer de testículo como tal. Por ejemplo, si un cáncer de mama se expande al pulmón, se habla entonces de un tipo de cáncer secundario. Si se toma una muestra de los tumores en ambas localizaciones, se observa que la estirpe celular causante es la misma.

Cáncer testicular

Causas del cáncer de testículos

Hablar de agentes causales 100 % fiables ante muchos tipos de cáncer es algo complejo. De todas formas, estudios genéticos recientes recogidos por la American Cancer Society muestran datos de gran interés, al menos desde un punto de vista médico y genético.

Existen ciertos genes presentes en nuestros cromosomas que ayudan a las células a crecer y dividirse: estos se conocen como oncogenes. Por otro lado, también presentamos una barrera antitumoral natural, los genes supresores de tumores, que desaceleran el crecimiento celular desmedido y causan que las células mueran en el momento oportuno.

La mayoría de las células mutantes causantes del cáncer testicular tienen copias adicionales de un segmento concreto del cromosoma 12 (recordemos que los seres humanos tenemos en cada núcleo celular 23 pares de cromosomas, pues somos diploides). Algunos tipos de cánceres testiculares presentan cambios en otros cromosomas, pero lo que está claro es que es necesario continuar con estas líneas de investigación para dilucidar los mecanismos etiológicos de la aparición de tumores malignos.

Estadísticas y cifras de interés

Antes de que continúes leyendo, es necesario que asentemos ciertas bases, pues la preocupación no va a ninguna parte sin el conocimiento pertinente. El cáncer de testículos es muy poco común, pues se estima que solo 1 de cada 250 varones lo presentarán en algún momento de su vida. Esto se traduce en una cifra diagnóstica anual en países como Estados Unidos de unos 9.500 hombres, un dato muy bajo si se tiene en cuenta la población total. También cabe destacar que la edad promedio de su aparición es a los 33 años de edad.

Además de todo esto, se calcula que la tasa de curación de los pacientes es de un 90% de media, casi un 100% si el tumor maligno se detecta en los estadios iniciales. Con un tratamiento eficaz y un seguimiento controlado, hasta el 97 % de los pacientes alcanzan la normalidad fisiológica 5 años después del diagnóstico.

Cáncer testicular cifras

Síntomas

Si presentas un dolor testicular y estás leyendo estas líneas con preocupación, te recomendamos que acudas al médico: lo más probable es que no tengas cáncer. Existen otras muchas patologías que causan dolor testicular localizado, como por ejemplo, el varicocele, la orquitis y la epididimitis. Estos eventos clínicos son mucho más comunes que el cáncer así que, antes de recibir un diagnóstico claro, no te preocupes de más.

El síntoma más común de un cáncer testicular es la aparición de una masa o abultamiento que, generalmente, no causa ningún tipo de dolor. Algunos tipos de tumores testiculares provocan una sobreproducción de una hormona llamada gonadotropina coriónica humana (HCG), la cual causa un aumento anormal de los senos. Este es otro de los signos clínicos a tener en cuenta cuando se está buscando un cáncer.

Aún cuando el cáncer testicular se ha propagado a otras partes del cuerpo (metástasis), es posible que el paciente no sienta ningún signo clínico claro. De todas formas, en esta lista te presentamos algunos de los síntomas más comunes ante un cáncer testicular en estadio avanzado:

  • Dolor de la espalda: esto se produce cuando las células cancerígenas migran a los ganglios linfáticos, causando en ellas inflamación.
  • Dolor en el vientre: uno de los peores escenarios, pues suele deberse a que se están formando tumores secundarios en el hígado.
  • Sensación de pesadez abdominal/ardor escrotal.
  • Bultos o sensibilidad excesiva en las mamas, por los eventos nombrados anteriormente.

Tratamiento

El tratamiento más común para el cáncer testicular es la completa extracción del testículo en el que se ha originado el tumor, una intervención conocida como orquiectomía. Además de ello, también puede requerirse la extirpación de los ganglios linfáticos “infectados”, pues estos presentan células tumorales que podrían volver a asentarse sobre los tejidos del paciente. Una vez se ha realizado la operación, es necesario un estrecho seguimiento individual, con el fin de buscar trazas de posible remisión.

Dependiendo de la extensión y gravedad de los tumores, también puede ser necesaria una quimioterapia o radioterapia. En el primer caso, se utilizan compuestos químicos para matar a las células cancerosas, mientras que en el segundo se emplean haces de energía de gran potencia (rayos X, generalmente). La finalidad de estos tratamientos es acabar con cualquier resquicio del cáncer que pueda haber quedado después de la cirugía.

Orquiectomía

No estás solo: acude al médico

Cada día somos más conscientes como sociedad de la amenaza que es el cáncer. Por ello, ante cualquier mínimo problema de salud acudimos al médico y, además, nos hacemos autochequeos en casa, tal y como indican las autoridades sanitarias. Un ejemplo muy claro de esta conciencia social es el cáncer de mama, que cuenta con múltiple material de apoyo online para que se detecte de forma precoz cualquier anormalidad en los senos.

El cáncer testicular es un caso completamente diferente (y mucho peor), pues la masculinidad instaurada en tiempos pasados sigue sin permitir a muchos hombres mostrar su lado “vulnerable”, la posibilidad de que aparezca una enfermedad en sus genitales. Por ello, es posible que la persona se calle por miedo a juicios ajenos imaginarios, lo que se puede cobrar muy caro a largo plazo.

Para solventar este problema, ponemos a tu disposición en la bibliografía final una serie de espacios que te guiarán, de forma detallada, en el proceso de hacerte un examen testicular desde casa. Solo tardarás unos pocos minutos, los cuales pueden ser decisivos a la hora de afrontar una patología en un futuro.

Resumen

El cáncer testicular es un evento poco común pues, como hemos dicho, se da de media en 1 de cada 250 habitantes varones en el mundo. Además, es de los menos mortales, ya que alcanza una tasa de supervivencia de casi el 100% si se detecta en estadios tempranos. Por suerte, los hombres podemos vivir sin un testículo, así que su extracción no compromete de ningún modo la esperanza de vida. Además, tampoco limita las probabilidades de tener hijos: mientras el otro testículo sea funcional, la fecundación del óvulo puede producirse de forma completamente normal.

Para finalizar, te animamos a que dediques unos pocos minutos a realizarte un autoexamen testicular, tal y como indican los portales que te citamos en las líneas venideras. Aunque no tengas ninguna enfermedad o síntomas específicos, siempre es bueno conocer un poco más sobre tu propio cuerpo, para así poder detectar anormalidades más fácilmente en un futuro.

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