Cáncer de ovario: causas, síntomas y tratamiento

Con sus 295.000 nuevos casos diagnosticados anualmente en el mundo, el cáncer que se desarrolla en los ovarios, las gónadas sexuales femeninas, es el decimonoveno más frecuente.

Cáncer ovario

El cáncer es, seguramente, la enfermedad más temida por todos. Y no es de extrañar, pues más de 18 millones de nuevos casos se registran anualmente en todo el mundo. Esto, junto al hecho de que el impacto psicológico en el afectado y sus seres queridos es enorme, que, por desgracia, sigue sin tener cura y que puede resultar mortal, hacen del cáncer una patología espantosa.

Aun así, hay que ver siempre la esperanza. Y es que gracias a los increíbles progresos en Oncología, “cáncer” ya no es sinónimo de “muerte”. Quizás tiempo atrás sí lo era. Pero a día de hoy, afortunadamente, no. La mayoría de cánceres, pese a su gravedad intrínseca, presentan índices de supervivencia muy altos.

Y un ejemplo de esto es el cáncer de ovario. Esta enfermedad que afecta a 295.000 mujeres cada año en todo el mundo, es el decimonoveno tipo de tumor maligno más frecuente del mundo. Aun así, en caso de diagnosticarse a tiempo, presenta una tasa de supervivencia del 92%.

Pero para asegurar este favorable pronóstico, es imprescindible diagnosticarlo a tiempo. Y para esta detección precoz, conocer sus manifestaciones clínicas, así como sus causas y opciones de tratamiento, se hace indispensable. Y esto es precisamente lo que haremos en el artículo de hoy. Te ofreceremos toda la información más importante (extraída de las más reputadas publicaciones en Oncología) del cáncer de ovario.

¿Qué es el cáncer de ovario?

Los ovarios son las gónadas sexuales femeninas. Se tratan de dos glándulas localizadas cada una de ellas a un lado del útero y que cumplen con la imprescindible función de, además de sintetizar las hormonas sexuales femeninas (progesterona y estrógeno), producir y albergar los óvulos, que son las gametos femeninos.

En este sentido, los ovarios son unos órganos reproductores que no solo contribuyen al desarrollo de las características físicas femeninas, como el crecimiento de las mamas o la forma general del cuerpo, sino que son pieza fundamental de la fertilidad, el embarazo y el ciclo menstrual.

Ahora bien, como órganos que son, los ovarios son susceptibles de enfermar y, evidentemente, de desarrollar cáncer. Como cualquier otro tipo de cáncer, el de ovario consiste en un crecimiento anómalo y descontrolado de células de nuestro propio cuerpo. En este caso, de las que constituyen los tejidos de los ovarios.

Puede producirse en las células epiteliales (tumor epitelial) que recubren la superficie externa del ovario (el 90% de casos son de este tipo), en las células productoras de óvulos (tumor de células germinativas) o en las células del tejido de soporte que sostienen el ovario en su posición y que producen también las hormonas sexuales femeninas (tumor estromal).

Sea como sea, el cáncer se desarrolla porque, debido a mutaciones en el material genético de dichas células, estas pierden no solo la capacidad de controlar su ritmo de división (se reproducen mucho más deprisa de lo que deberían), sino su funcionalidad. Es decir, tenemos una masa de células de división descontrolada que no cumplen con sus correspondientes funciones fisiológicas dentro del ovario.

En caso de que esta masa celular no ponga en peligro la vida de la persona, hablamos de un tumor benigno. Pero, si por el contrario, supone un riesgo para la persona y/o hay probabilidades de que disemine a órganos vitales, estamos ya ante un tumor maligno, conocido también como cáncer.

En resumen, el cáncer de ovario es una enfermedad oncológica que consiste en el crecimiento y desarrollo de un tumor maligno en las células epiteliales del ovario, en las células productoras de óvulos o en las células que conforman el tejido estructural de soporte. Por lo tanto, se trata de la aparición de un tumor maligno en las glándulas sexuales femeninas.

Cáncer ovario qué es

Causas

Como sucede, por desgracia, con la mayoría de cánceres, las causas detrás del cáncer de ovario no están demasiado claras. Es decir, parece que no hay un motivo claro que explique por qué algunas mujeres lo padecen y otras no. No hay una causa clara como, por ejemplo, en el cáncer de pulmón, donde el tabaquismo es el principal motivo de su aparición.

En el caso del cáncer de ovario, las cosas no están tan claras. De ahí que su aparición se deba a una compleja interacción entre factores genéticos y ambientales, es decir, de estilo de vida. Aun así, lo que sí sabemos es que se origina principalmente en mujeres de edades avanzadas. De hecho, la mitad de casos de cáncer de ovario se diagnostican en mujeres de más de 63 años.

Entre las mujeres jóvenes, la incidencia es más baja, pero se ha visto que tienen tendencia a padecer el tumor de células germinativas, es decir, el que se origina en las células productoras de óvulos. Sea como sea, se estima que el riesgo de una mujer de sufrir este tipo de cáncer a lo largo de su vida es de aproximadamente 1 entre 78.

Y el hecho de que no haya una causa clara hace que la prevención sea complicada, aunque es importante conocer los principales factores de riesgo asociados a esta enfermedad. Es decir, situaciones que, pese a no ser causa directa, sí que incrementan, a nivel estadístico, el riesgo de la mujer de padecer cáncer de ovario.

La edad avanzada (es un cáncer raro en mujeres de menos de 40 años y la mayoría de casos se diagnostican después de la menopausia), el sobrepeso (la relación no está muy clara, pero parece ser que incrementa el riesgo de este y otros tumores malignos), no haber estado nunca embarazada, haber tenido hijos bastante tarde (tener el primer hijo después de los 35 años), tener antecedentes familiares (el factor hereditario no es el más relevante, pero parece existir), fumar, haber usado tratamientos para la fertilidad con fertilización in vitro (hay mucha controversia todavía en si es factor de riesgo o no), padecer ciertos trastornos genéticos hereditarios (consultar con el médico de familia), las terapias de reemplazo hormonal con estrógeno, haber empezado la menstruación muy temprano y/o terminarla a una edad tardía y haber sufrido cáncer de mama son los principales factores de riesgo.

Se ha hablado mucho de que la administración de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) en mujeres, que el talco en polvo (si las partículas entran a través de la vagina y llegan hasta los ovarios) y que la alimentación pobre en vegetales y alta en grasa aumentan el riesgo de sufrir cáncer de ovario. Hay pruebas que lo confirman, pero otras lo desmienten. Por eso, por ahora no podemos afirmar que sean factores de riesgo.

El tema de que tomar píldoras anticonceptivas aumenta el riesgo es, directamente, falso. De hecho, las pastillas anticonceptivas orales, lejos de incrementar las probabilidades de sufrir cáncer de ovario, pueden ser una de las pocas estrategias de prevención de dicho cáncer. Aun así, teniendo en cuenta que tienen otros riesgos asociados, deberías analizar la cuestión con tu ginecólogo.

Cáncer ovario causas

Síntomas

En etapas tempranas de su desarrollo, es muy extraño que el cáncer de ovario provoque síntomas. La mayoría de mujeres experimentan manifestaciones clínicas cuando el tumor maligno ha empezado a propagarse, pero esto depende de cada caso particular. Sea como sea, tanto en etapas iniciales como más avanzadas, los principales síntomas del cáncer de ovario son los siguientes:

  • Dolor abdominal
  • Dolor pélvico
  • Dificultad para ingerir alimentos
  • Estreñimiento u otros trastornos gastrointestinales
  • Necesidad frecuente de orinar
  • Molestias en la zona de la pelvis
  • Hinchazón en la zona de los ovarios
  • Saciedad rápida después de comer
  • Pérdida de peso inexplicable
  • Cansancio constante
  • Dolor de espalda
  • Molestias estomacales
  • Cambios en el ciclo menstrual
  • Sangrados inusualmente intensos o irregulares durante el periodo
  • Dolor durante las relaciones sexuales

Como vemos, muchos de los signos clínicos pueden confundirse con otras patologías leves e incluso con infecciones del aparato genital. Aun así, en caso de que estemos realmente ante un caso de cáncer de ovario, la característica principal de los síntomas es que serán persistentes en el tiempo y su gravedad irá aumentando. Por ello, si experimentas varios de estos síntomas más de 12 veces por mes y sientes que su gravedad (y diversidad de signos clínicos) va en aumento, no dudes en solicitar atención médica. Una detección precoz es imprescindible para asegurar un buen pronóstico.

Cáncer ovario síntomas

Tratamiento

Después de que se haya acudido al médico, en caso de que el médico considere que hay riesgo de que se trate de cáncer de ovario, empezará el diagnóstico cuanto antes. Este consistirá en distintas fases por las que se irá avanzando en caso de que las dudas sigan existiendo (o haya que confirmar o rechazar el diagnóstico) de examen pélvico (una inspección del interior de la vagina para palpar los órganos internos), pruebas de diagnóstico por imagen (ecografías o tomografías del abdomen), análisis de sangre (para analizar marcadores tumorales y determinar el estado de salud general) y, por último, una cirugía para analizar en profundidad el ovario.

En caso de que, por desgracia, el diagnóstico de cáncer de ovario haya sido positivo, se iniciará rápidamente el tratamiento. La elección de una terapia u otra dependerá de muchos factores: las células del ovario afectadas, la localización, la edad, el estado de salud, el grado de diseminación…

Siempre que sea posible, se optará por la cirugía. De nuevo, la elección de una intervención quirúrgica u otra dependerá de muchos factores, pero las principales son la extirpación del ovario afectado (la predilecta, se puede hacer si se ha detectado en estadíos muy iniciales), la extirpación de ambos ovarios (la mujer puede quedarse embarazada mediante óvulos congelados u óvulos de una donante ya que el útero queda intacto) o la extirpación de ambos ovarios y del útero (ya no puede quedarse embarazada).

Cirugía cáncer ovario

En caso de que la cirugía no pueda garantizar la completa eliminación del tumor y/o ya ha diseminado a regiones más allá del aparato reproductor, es posible que el tratamiento deba pasar por sesiones de quimioterapia (administración de medicamentos que matan a las células de crecimiento rápido, incluidas las cancerosas) o terapia dirigida (medicamentos que atacan a vulnerabilidades concretas de las células cancerígenas). Esta última opción suele destinarse a posibles recaídas del cáncer de ovario. La radioterapia no suele usarse en el tratamiento del cáncer de ovario ya que es poco eficaz en este caso, aunque si ha diseminado a órganos específicos, es posible que sí que se use.

Sea como sea, es importante recordar que el cáncer de ovario presenta una buena tasa de supervivencia a los 5 años. Aunque el pronóstico depende de, evidentemente, muchos factores, en caso de que se trate cuando está localizado en el ovario, la tasa de supervivencia es del 92%. El problema es que si ha diseminado a estructuras del aparato reproductor cercanas, este índice baja hasta el 72%. Y si ha hecho metástasis a órganos vitales, la tasa de supervivencia es de solo el 30%. De ahí que la detección precoz sea tan importante.

Etapas cáncer ovario
Dependiendo de la fase en la que se encuentre, se optará por un abordaje clínico u otro.
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