Los 20 tipos de tumores cerebrales (características y síntomas)

Un tumor cerebral maligno es una enfermedad que aparece por el desarrollo y crecimiento de una masa de células cancerosas en el cerebro. Veamos cómo se clasifican de acuerdo a sus características.

Tipos tumores cerebrales

Con sus 296.000 nuevos casos diagnosticados anualmente en el mundo, el cáncer que se desarrolla en el sistema nervioso central es el decimoctavo tipo más común. Los tumores malignos en el encéfalo y la médula espinal son relativamente raros, pero muy relevantes desde el punto de vista clínico.

Y es que dependiendo de dónde se desarrolle el cáncer en cuestión, la tasa de supervivencia varía entre el 92% y el 6%. Por ello, es imprescindible que, a pesar de que su incidencia sea baja en comparación con otros tipos de cáncer, conozcamos bien sus causas y manifestaciones clínicas.

Existen muchos tipos de tumores malignos del sistema nervioso central, pero los tumores cerebrales, al ser los más frecuentes, son también los más estudiados por la Oncología. Y tanto las manifestaciones clínicas como las opciones de tratamiento dependen de ante qué tipo de tumor nos encontremos.

Por ello, en el artículo de hoy, ofrecemos una descripción detallada, clara y concisa de los principales tipos de tumores cerebrales. De la mano de las más recientes publicaciones científicas, veremos sus características, causas, localización, síntomas, complicaciones, gravedad y opciones terapéuticas. Empecemos.

¿Qué es un tumor cerebral?

Un tumor cerebral se define como el crecimiento de una masa celular anormal de división rápida y sin funcionalidad fisiológica en el cerebro. Si dicha masa de células no pone en peligro la vida de la persona, estamos ante un tumor cerebral benigno. Pero, si por el contrario, la pone en riesgo, hablamos ya de un tumor cerebral maligno o cáncer.

Nosotros nos centraremos en los tumores cerebrales malignos, pues los benignos, al no poner en peligro la vida de la persona, ni dan síntomas ni deben ser tratados. Eso sí, hay que tener en cuenta que habrá que hacer regularmente revisiones médicas para ver su evolución.

Sea como sea, un tumor cerebral maligno es un tipo de cáncer del sistema nervioso central. Debido a mutaciones genéticas (las causas se deben a una compleja interacción entre genes y ambiente), un grupo determinado de células que componen el cerebro pierden tanto la capacidad de regular su ritmo de división (se replican más de lo que deben) como su funcionalidad. En ese momento, crece el tumor, el cual, si es peligroso, recibe la etiqueta de cáncer propiamente dicho.

La incidencia de esta enfermedad se sitúa en 21,42 casos por cada 100.000 habitantes, siendo de unos 5 casos por cada 100.000 menores de 19 años y de 27,9 casos por cada 100.000 mayores de 20 años. Aun así, hay que tener en cuenta que estas cifras se corresponden con los tumores primarios, es decir, los que aparecen en el cerebro. Muchos tumores cerebrales son secundarios, lo que significa que son resultado de la metástasis de un cáncer que se había desarrollado en otra parte del cuerpo.

Como veremos, las causas exactas de su desarrollo no están claras (de ahí que no sea una enfermedad prevenible) y las características exactas en lo que a síntomas y opciones de tratamiento se refiere dependen del tipo de tumor cerebral, pero sí es cierto que hay unos signos clínicos generales: dolor de cabeza (su frecuencia e intensidad van en aumento), problemas auditivos y de visión, convulsiones, confusión, dificultad para mantener el equilibrio, náuseas y vómitos, cambios en la personalidad y la conducta, pérdida de sensibilidad en extremidades…

El tratamiento predilecto es la cirugía, que consiste en una extirpación quirúrgica del tumor maligno, pero, evidentemente, no puede realizarse siempre ya que su localización, tamaño o riesgo de dañar a estructuras cerebrales cercanas puede impedirlo. En ese caso, habrá que recurrir a quimioterapia, radioterapia, radiocirugía, terapia dirigida o, lo que es más habitual, una combinación de varios. La dificultad de tratar estos tumores hace que algunos tipos tengan asociada una supervivencia de hasta el 92% y otros de menos del 6%.

Tumor cerebral

¿Cómo se clasifican los tumores cerebrales?

Habiendo entendido ya qué son los tumores cerebrales, podemos ver ya cuáles son sus principales tipos. Dependiendo de la localización y de las células específicas del sistema nervioso afectadas, existen distintos tipos de tumores en el cerebro. Estos son los más comunes y relevantes desde el punto de vista clínico.

1. Astrocitomas

Un astrocitoma es un tipo de tumor cerebral (también puede formarse en la médula espinal) en el que las células que desarrollan la masa tumoral son los astrocitos, las células gliales más abundantes y que dan apoyo a las neuronas para que realicen la sinapsis. Pueden ser de crecimiento lento más agresivos, cosa que determinará el tratamiento.

2. Tumores pituitarios

Los tumores pituitarios son un tipo de tumor cerebral que se desarrollan en la glándula pituitaria, haciendo que esta glándula endocrina produzca demasiadas o muy pocas hormonas. Por suerte, la mayoría de estos tumores son benignos.

3. Gliomas

Los gliomas son un tipo de tumor cerebral (también pueden formarse a nivel de la médula espinal) en los que las células afectadas son las células gliales, las cuales constituyen el soporte viscoso que rodea a las neuronas. Son uno de los tipos de tumor cerebral más común e incluye a los astrocitomas (ya los hemos visto), los ependimomas y los oligodendrogliomas.

4. Meningiomas

Los meningiomas son un tipo de tumor tanto cerebral como de la médula espinal que se desarrollan en las meninges, que son las tres capas de tejido que recubren el sistema nervioso central. No se desarrolla directamente en el cerebro, pero sí que puede presionarlo, por lo que se incluye dentro de esta familia de cánceres. De hecho, es el tipo de tumor cerebral más común.

Meningioma

5. Glioblastomas

Los glioblastomas son un tipo de tumor cerebral agresivo que, al igual que los astrocitomas, se desarrollan en los astrocitos. Se trata de un cáncer muy difícil de tratar que, a veces, es incurable.

6. Tumores metastásicos cerebrales

Por tumor metastásico cerebral entendemos cualquier cáncer que no nace en el cerebro, pero que llega a él debido a un proceso de metástasis, es decir, por una diseminación desde el órgano de origen (por ejemplo, los pulmones) hasta dicho cerebro.

7. Pineoblastomas

Los pineoblastomas son tumores cerebrales que se desarrollan en la glándula pineal del cerebro, la cual se encarga, entre otras cosas, de producir melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño. Se trata de un cáncer poco frecuente pero muy agresivo que es difícil de tratar.

8. Ependimomas

Los ependimomas son tumores cerebrales (también pueden surgir en la médula espinal) en los que las células afectadas son las células gliales que recubren el conducto por donde fluye el líquido cefalorraquídeo que alimenta al cerebro. Algunas formas son especialmente agresivas.

9. Carcinomas de plexo coroideo

El carcinoma de plexo coroideo es un tipo de cáncer poco frecuente pero que tiene una especial incidencia en la población infantil (sigue siendo muy baja). El tumor maligno se desarrolla en las células del tejido que produce y secreta el líquido cefalorraquídeo.

10. Craneofaringiomas

Los craneofaringiomas son tumores benignos (nunca son malignos) poco frecuentes que comienzan cerca de la hipófisis, la glándula del cerebro que secreta distintas hormonas. Pueden aparecer síntomas por la afectación a la glándula, pero no presenta peligro para la vida.

Craneofaringioma

11. Tumores cerebrales infantiles

Por tumor cerebral infantil entendemos cualquier situación en la que un tumor tanto benigno como maligno se desarrolla en el cerebro de una persona en edad pediátrica. Forman su propio grupo porque el tratamiento de los tumores en niños es sustancialmente distinto al de los adultos.

12. Tumores cerebrales embrionarios

Los tumores cerebrales embrionarios son aquellos tumores malignos que se desarrollan en las células embrionarias del cerebro. No quiere decir que surjan en el feto en desarrollo, pero sí a edades tempranas y en las regiones de células fetales.

13. Oligodendrogliomas

Los oligodendrogliomas son tumores cerebrales (también pueden desarrollarse en la médula espinal) en los que las células afectadas son los oligodendrocitos, un tipo de células gliales que sintetizan unas sustancias orgánicas que protegen a las neuronas. Hay probabilidades de que el cáncer sea especialmente agresivo.

14. Meduloblastomas

Un meduloblastoma es un tipo de tumor cerebral maligno que empieza a desarrollarse en el cerebelo, que es la parte más baja del cerebro. Se trata de un tipo de tumor embrionario y hay afectación al equilibrio, coordinación y movimiento muscular. Es especialmente frecuente en niños y el tratamiento requiere de las más actuales tecnologías oncológicas.

15. Neurinomas del acústico

Un neurinoma del acústico, llamado también schwannoma vestibular, es un tipo de tumor cerebral benigno y de crecimiento lento que empieza a desarrollarse en el nervio vestibular que va desde el oído interno hasta el cerebro. Puede afectar a la audición, pero solo es peligroso en casos excepcionales.

Neurinoma acústico

16. Adenomas de la hipófisis

Un adenoma de la hipófisis es un tipo de tumor cerebral generalmente benigno que se desarrolla en las células que constituyen la hipófisis. El tumor provoca que la glándula hipofisaria produzca mayores cantidades de hormonas, por lo que hay alteraciones endocrinas, pero raramente es grave.

17. Papilomas del cuarto ventrículo

Los papilomas del cuarto ventrículo son tumores cerebrales que se originan en los plexos coroideos, especialmente en el cuarto ventrículo, una cavidad situada entre el cerebelo y el tronco encefálico. El 75% de los casos son en menores de diez años (y el 50%, en menores de un año) y requiere de tratamiento por cirugía.

18. Hemangioblastomas

Los hemangioblastomas son unos tumores benignos que se originan en el cerebelo, por lo que se manifiestan síntomas como incapacidad de control muscular o inflamación del nervio óptico, pero no suelen ser peligrosos. La extirpación quirúrgica del tumor suele ser suficiente.

19. Linfomas cerebrales primarios

Los linfomas cerebrales primarios son tumores que pueden desarrollarse en cerebro, cerebelo o médula espinal (a veces, en varios lugares a la vez) y que empiezan en los linfocitos B (un tipo de células inmunes). Se trata de un cáncer de crecimiento rápido y con alta capacidad de diseminación ya que afecta al sistema linfático, por lo que la cirugía solo tiene utilidad diagnóstica. Normalmente se tratan con radioterapia.

Linfoma cerebral primario

20. Tumores del foramen magnum

Los tumores del foramen magnum son tumores “benignos” (entre comillas porque el cáncer en sí no suele ser peligroso, pero puede provocar, como efecto colateral, lesiones neurológicas irreversibles) que surgen en la zona del foramen magnum, que es el orificio situado en la base del cráneo y que permite el paso del sistema nervioso central hacia la médula espinal. El cuadro clínico es muy variable pero representa menos del 1% de los tumores cerebrales y la cirugía suele ser suficiente.

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