Los 4 tipos de ganglios en el ser humano (y sus características)

Existen más de 600 ganglios en el cuerpo humano, formando parte tanto del sistema linfático como del nervioso. Veamos qué son y cómo se clasifican dependiendo de sus características.

Tipos ganglios ser humano

Un ganglio se define como un agregado celular que da lugar a un órgano de pequeño tamaño con una morfología ovoide y esférica. La mayoría de la gente asocia estas formaciones al sistema linfático, una red de vasos complementaria al aparato circulatorio que transporta la linfa por el cuerpo del individuo.

A pesar de que existan más de 600 ganglios linfáticos repartidos por nuestro cuerpo, estos no son el único tipo de ganglio que se puede observar si prestamos especial atención a la morfología del sistema nervioso humano. Y es que por otro lado, tenemos a los ganglios nerviosos, unas agrupaciones de cuerpos neuronales situadas fuera del sistema nervioso central.

Así pues, la palabra “ganglio” hace referencia a abultamientos tanto del sistema linfático como del nervioso, formados por un acúmulo de tejido linfoide o por asociaciones de células nerviosas, respectivamente. Si quieres saber más acerca de la estructura de estos agregados, los tipos de los mismos y sus funciones, continúa leyendo.

Tipos de ganglios (y su anatomía)

Desde un punto de vista tanto anatómico como funcional, nada tienen que ver los ganglios linfáticos con los nerviosos más allá de tratarse de pequeñas agrupaciones celulares de forma esférica. Por ello, comenzamos a describir sus características dividiéndolos en dos grandes bloques.

1. Los ganglios linfáticos

El sistema linfático es la estructura anatómica que transporta la linfa, un líquido incoloro rico en lípidos que presenta funciones de transporte de líquido intersticial, movilización de grasas procedentes de la dieta y respuesta inmunitaria.

En primer lugar, es esencial delimitar lo que es el tejido linfoide, pues se trata de la base formadora de los ganglios linfáticos. Estamos ante un tipo de tejido conjuntivo formado por una red de fibras reticulares y por linfocitos, células por todos conocidas esenciales en la respuesta inmune. Como curiosidad, podemos revelar que el ser humano produce 1.000 millones de linfocitos nuevos cada día, dato que pone en evidencia la relevancia y funcionalidad de estas pequeñas estructuras celulares en el bienestar fisiológico del organismo.

Aparte de la red de vasos que recorre el cuerpo con la linfa, la cual es producida en una cantidad de tres litros al día, el sistema linfático está formado por los órganos linfoides primarios (médula ósea y timo) y los órganos linfoides secundarios (ganglios linfáticos, bazo y tejido linfoide asociado a mucosas).

De forma general, los ganglios linfáticos se pueden definir como una serie de estructuras con forma de riñón encapsuladas que se sitúan en distintos puntos de los vasos linfáticos en forma de “cadenas o racimos”. Si bien encontramos más de 600 estructuras diseminadas por todo el cuerpo, estas se localizan de forma más abundante en las axilas, ingles, cuello y abdomen.

Como resumen de su acción nivel inmunitario, podemos decir que los ganglios actúan como “redes de filtración de la linfa”, pues son capaces de detectar antígenos de origen vírico y bacteriano en este líquido, lo que causa la activación de los linfocitos B y T, una respuesta inmune celular que tiene como fin acabar con el agente patógeno que ha infectado al individuo. A pesar de que muestren una variabilidad escasa entre ellos, podemos distinguir dos tipos de ganglios linfáticos.

Ganglios linfáticos

1.1 Ganglios linfáticos periféricos

Los ganglios linfáticos periféricos se encuentran cerca de la superficie de la piel y el médico puede palparlos. Algunos ejemplos de este tipo son los ganglios del cuello, los cervicales o los axilares.

Este tipo de formaciones nodulares son de esencial importancia en el diagnóstico de enfermedades, pues por ejemplo, los ganglios del cuello suelen inflamarse en episodios de infecciones bacterianas debido a la proliferación local de linfocitos. A pesar de que estos son los más notables, también se pueden detectar inflamaciones ganglionares mediante palpación en las axilas, las ingles o debajo de la barbilla. Este estado patológico se conoce como linfadenopatía o adenopatía a secas y suele ser transitorio, pues los ganglios vuelven a su estado normal una vez la infección remite.

Por ejemplo, en las axilas existen unos 20-40 ganglios y algunos de ellos pueden ser palpados de forma directa. Cabe destacar la importancia del ganglio linfático centinela, un término muy extendido en estudios oncológicos referentes al cáncer de mama. Este se define como el primer ganglio al que “infecta” un tumor, por lo que su detección temprana otorga información vital sobre el estado de la neoplasia en el paciente. En muchos casos de cáncer de mama este se puede identificar mediante palpación axilar.

1.2 Ganglios linfáticos internos

Como su propio nombre indica, estos se encuentran dentro del organismo y solo se pueden observar mediante estudios de imagenología (radiografía, tomografía y otras técnicas). Algunos ejemplos son los ganglios medianísticos entre los alvéolos pulmonares, los paraaórticos cerca del corazón, los ilíacos en la zona pélvica o los inguinales. Con una palpación son imposibles de detectar.

2. Los ganglios nerviosos

Abandonamos el sistema linfático para adentrarnos en un ambiente caracterizado por la presencia de neuronas e impulsos nerviosos. Como ya hemos dicho con anterioridad, los ganglios nerviosos son formaciones de cuerpos neuronales localizadas fuera del sistema nervioso central y en el trayecto del sistema nervioso periférico. Cumplen con funciones muy importantes en lo referente a la transmisión de impulsos eléctricos, conectando el cerebro con los órganos corporales específicos. Los principales tipos de ganglios nerviosos son los siguientes:

Ganglios nerviosos

2.1 Ganglios espinales

Los ganglios espinales son un grupo de nódulos situados en las raíces dorsales de los nervios espinales, es decir, aquellos que se prolongan desde la médula espinal y atraviesan los músculos vertebrales para distribuirse a las zonas del cuerpo. También son conocidos como ganglios somáticos o sensitivos, ya que se encargan de activar impulsos eléctricos desde la piel y los músculos de la espalda. Recogen señales desde la periferia corporal y las envían al cerebro (función aferente).

2.2 Ganglios autonómicos

En segundo lugar tenemos a los ganglios nerviosos autonómicos, los cuales reciben información del sistema nervioso central y la envían a la periferia (función eferente). Forman parte del sistema nervioso autónomo, por lo que modulan la actividad motora involuntaria. A su vez, dentro de este grupo encontramos dos variantes:

  • Ganglios simpáticos: llevan información al cuerpo relacionada con eventos de estrés y sobre peligros inminentes. Son responsables de la respuesta de huida.
  • Ganglios parasimpáticos: ganglios terminales o intramurales que están ubicados en la pared de las vísceras que inervan.

Así pues, podemos distinguir un total de 4 tipos de ganglios en el ser humano. A pesar de haber realizado el recorrido completo por estas pequeñas agrupaciones celulares tan polifacéticas, no queremos dejarnos en el tintero un tipo de tumor que suele generar confusión en este conglomerado terminológico.

Cuidado: un ganglio y un ganglión son cosas diferentes

Un ganglión se define como un quiste no canceroso (benigno) que con frecuencia se forma a lo largo de los tendones y articulaciones de las muñecas (en 80 % de los casos) o de las manos. Son de etiología idiopática (de causa no conocida), pero no cursan con gravedad al no ser dolorosos, y en la mayoría de los casos no requieren de tratamiento.

A pesar de no tener nada que ver con los términos que hemos manejado hasta ahora, la palabra ganglión suele confundirse como un sinónimo de ganglio nervioso, pues por influencia del inglés el término ganglion se puede utilizar para denominar estos conglomerados neuronales. Pero, como vemos, no están en absoluto relacionados.

Resumen

Como hemos podido observar, el término “ganglio” hace referencia a varios sistemas y procesos fisiológicos en el cuerpo humano, desde el combate a infecciones hasta la transmisión de impulsos nerviosos desde el cerebro a la periferia o viceversa.

De todas formas, podemos ver a los ganglios como “anillos de cuentas de un rosario” que actúan como paradas en una autopista, ya sea para provocar el impulso de la información eléctrica a su destino final o como filtro guardián que avisa a las células pertinentes de que el cuerpo está en peligro. Sin duda, el hecho de que estructuras tan aparentemente simples y pequeñas jueguen un papel tan esencial sobre el organismo pone en evidencia que, en el cuerpo humano, cada tejido y célula cuenta para el bienestar general del individuo.

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