Las 10 enfermedades más comunes en mujeres

Hay enfermedades que entienden de género. Veamos las que tienen una incidencia mayor en la población femenina.

Enfermedades más comunes en mujeres

La mayoría de enfermedades afectan a hombres y mujeres por igual. Especialmente las relacionadas con las infecciones por parte de patógenos, pues pueden contagiar a la población masculina y femenina por igual.

Sin embargo, existen una serie de trastornos que, debido a las diferencias biológicas entre ambos sexos, tienen una incidencia mayor en mujeres. No se trata de enfermedades exclusivas del género femenino, pues todas - o casi todas - pueden ser sufridas también por hombres, sino que la mayoría de casos que se diagnostican son en mujeres.

En el artículo de hoy explicaremos por qué algunas enfermedades son más comunes en mujeres y presentaremos cuáles son las más frecuentes, detallando tanto sus causas como sus síntomas, así como los tratamientos disponibles.

¿Por qué algunas enfermedades entienden de género?

Como hemos dicho, hay una serie de enfermedades, que si bien no son padecidas únicamente por las mujeres, sí que son más comunes entre ellas. Estos trastornos tienen una mayor incidencia entre la población femenina ya que se desarrollan a causa de algunas características diferenciales de la mujer respecto del hombre.

Las diferencias hormonales y metabólicas entre mujeres y hombres son evidentes. Por ejemplo, la mujer sintetiza una mayor cantidad de estrógenos, las hormonas sexuales femeninas, las cuales están ligadas a un mayor almacenamiento de grasas.

También hay que tener en cuenta todos aquellos trastornos que aparecen por los desajustes hormonales que se sufren durante los ciclos menstruales, que las hacen más vulnerables de padecer determinados trastornos.

Además, desde el punto de vista anatómico, hay muchas diferencias. Por ejemplo, las características biológicas de sus órganos sexuales hacen que sean más susceptibles de sufrir infecciones en esas regiones.

Por lo tanto, debido a estas diferencias fisiológicas y anatómicas, hay enfermedades que es más probable que se desarrollen en el cuerpo de una mujer.

¿Cuáles son las enfermedades más frecuentes en mujeres?

A continuación presentamos los trastornos que presentan una mayor incidencia entre el sexo femenino debido a las características biológicas de las mujeres.

1. Cistitis

La cistitis es una de las enfermedades urológicas más frecuentes y es mucho más común entre mujeres. Consiste en una inflamación de la vejiga a causa de una infección bacteriana, por lo que suele conocerse como “infección de orina”.

Es más común en mujeres ya que, debido a que por la naturaleza de los órganos, su uretra es más corta, los patógenos lo tienen más sencillo para llegar a la vejiga. En los hombres, el conducto es más largo y les cuesta colonizarla.

La sintomatología más común incluye: dolor al orinar, necesidad constante de orinar, molestias pélvicas, fiebre baja, presión en la parte inferior del abdomen, turbidez en la orina, orina con mal olor, hematuria (sangre en la orina), micciones con pequeña cantidad de orina…

El tratamiento más común consiste en la administración de antibióticos, aunque la infección suele superarse por sí sola después de unos días.

2. Cáncer de mama

El 99% de los cánceres de mama ocurren en mujeres y, de hecho, es el tipo de cáncer que más se diagnostica entre ellas. Unos 2 millones de nuevos casos aparecen cada año en el mundo.

Las causas que conducen a su desarrollo no están del todo claras, aunque se sabe que ocurre por una interacción compleja entre la genética y el entorno, con las hormonas sexuales femeninas jugando un papel muy importante, lo que explica su mayor frecuencia entre mujeres.

Los síntomas más comunes del cáncer de mama son los siguientes: bulto en el pecho, cambios morfológicos en las mamas, formación de hoyuelos en las mamas, hundimiento del pezón, descamación y formación de costras en la piel que rodea el pezón y enrojecimiento de la mama.

Un diagnóstico precoz es de vital importancia para aumentar las probabilidades de que el tratamiento oncológico sea exitoso.

3. Migraña

La migraña es una enfermedad neurológica que provoca dolores punzantes e intensos en la cabeza. Estos episodios o ataques pueden llegar a durar días, interfiriendo enormemente en la vida de los afectados. 2 de cada 3 afectados son mujeres.

Las causas de este trastorno no están demasiado claras, aunque se cree que los factores hormonales podrían jugar un papel muy importante, cosa que explicaría que la enfermedad sea más común entre el sexo femenino.

Los ataques de migraña aparecen con mayor o menor frecuencia dependiendo de la persona, aunque cuando lo hacen, además de ser muy dolorosos, suelen ir acompañados de náuseas, vómitos y sensibilidad tanto a la luz como a los ruidos.

No existe cura, aunque hay medicamentos que ayudan tanto a reducir la probabilidad de que aparezcan los episodios como a hacer que sean menos dolorosos.

4. Fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad más común entre las mujeres en la que hay una afectación a la manera que tiene el cerebro de procesar las señales de dolor, lo que conduce a experimentar dolor en los músculos y articulaciones.

Si bien a menudo aparece después de traumatismos o episodios de estrés emocional muy fuertes, la causa sigue sin estar demasiado clara. El dolor musculoesquelético suele ir acompañado de la consecuente fatiga y debilidad, además de problemas para dormir, dolor de cabeza y afectaciones al estado de ánimo.

Pese a no existir cura, el tratamiento consiste en la administración de medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas para que los episodios de dolor no sean tan incapacitantes. Además se recomienda que las personas con fibromialgia hagan deporte y ejercicios de relajación.

5. Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad ósea que afecta en mayor medida a las mujeres, especialmente a aquellas en edad posmenopáusica. Se trata de un trastorno en el que la masa ósea se va perdiendo más rápido de lo que se regenera, cosa que hace que los huesos vayan debilitándose paulatinamente.

Esta pérdida de masa ósea hace que los huesos se vayan volviendo cada vez más quebradizos, por lo que es muy probable que ante caídas o golpes poco contundentes, los huesos se fracturen. Esto suele afectar especialmente a los huesos de la cadera, de la columna vertebral y de la muñeca.

El tratamiento consiste en la administración de medicamentos para fortalecer los huesos, aunque la mejor terapia consiste en, si se cree que hay riesgo de que la persona vaya a padecer el trastorno, prevenir su desarrollo controlando el peso corporal, incluyendo calcio y vitamina D en la dieta y haciendo ejercicio para fortalecer los huesos.

6. Hipertensión

La hipertensión es una enfermedad más común entre mujeres en la que la fuerza que ejerce la sangre contra los vasos sanguíneos es demasiado alta (la presión arterial es elevada), lo que a la larga puede derivar en problemas de salud serios, especialmente en el ámbito de enfermedades cardíacas.

Las causas son una combinación compleja de factores hormonales, genéticos y de estilo de vida que hacen que la incidencia sea mayor entre el sexo femenino.

La hipertensión puede provocar trastornos graves, por lo que es importante prevenir su aparición adoptando hábitos de vida saludable y haciendo ejercicio. En caso de que la prevención no sea suficiente, un médico puede recetar medicamentos para rebajar la presión arterial, aunque esto debería ser el último recurso.

7. Artritis

La artritis es una enfermedad autoinmune en la que las células del sistema inmunitario atacan a las articulaciones, dañándolas y haciendo que haya un exceso de líquido sinovial, lo que hace que los huesos y cartílagos rocen constantemente entre sí.

Aunque la razón no está demasiado clara, la estadística demuestra que la incidencia es mayor entre mujeres. El síntoma principal de la artritis es el dolor en las articulaciones, especialmente en las manos, pies, rodillas, muñecas y codos. Puede haber otros síntomas: cansancio, fiebre, sequedad de boca, hormigueo en las extremidades…

Pese a que no hay cura, el tratamiento consiste en la administración de antiinflamatorios, que son útiles para disminuir el exceso de líquido sinovial y, consecuentemente, reducir el dolor.

8. Depresión

La depresión es una enfermedad mental grave y, además, común. De hecho, más de 300 millones de personas la sufren con una severidad mayor o menor, siendo las mujeres las principales afectadas. No tiene nada que ver con “estar triste”, pues los sentimientos que experimenta el afectado son mucho más intensos e interfieren en su día a día y en sus relaciones personales y profesionales.

Las causas que llevan a sufrir este trastorno son muy complejas e incluyen factores biológicos y sociales. Las hormonas también tienen un papel importante, lo que explicaría que sea más frecuente entre mujeres. Puede aparecer a cualquier edad.

La sintomatología más común es la siguiente: vacío emocional y tristeza, pérdida de ganas de realizar actividades, pérdida de apetito, insomnio (aunque a veces puede expresarse con dormir más de lo normal), dolor de cabeza, irritabilidad, sentimientos de culpa, pérdida de esperanza… Puede llegar incluso a ser la puerta de entrada de pensamientos suicidas.

Los tratamientos con medicamentos antidepresivos y/o las terapias psicológicas ayudan a resolver muchos casos de depresión, por lo que es importante solicitar ayuda.

9. Quistes ováricos

Evidentemente, la aparición de quistes ováricos es un trastorno exclusivo de las mujeres. Se trata de bolsas llenas de líquido que aparecen en un ovario o en su superficie a causa de los cambios hormonales propios del ciclo menstrual.

Pese a que algunos pueden ser dolorosos, la mayoría de ellos no presentan ninguna molestia y desaparecen por sí solos sin necesidad de tratamiento después de unas semanas o unos meses. Incluso para los dolorosos, el riesgo de que haya complicaciones graves es muy bajo.

De todos modos, en caso de que represente una molestia y tanto el ginecólogo como el paciente lo consideren oportuno, se puede iniciar un tratamiento que consiste en la administración de medicamentos para evitar que se infecte y/o realizar una cirugía de extracción del quiste.

10. Trastornos de la tiroides

La tiroides es una glándula endocrina que produce hormonas involucradas en muchos procesos metabólicos del cuerpo, desde mantener unos buenos niveles de energía durante el día hasta regular el ritmo de sueño, así como quemar el exceso de grasa, entre otros.

Las mujeres, debido a distintos factores hormonales, tienen más probabilidades de padecer problemas en esta glándulas, ya sea porque no se produce suficiente cantidad de hormonas tiroideas (hipotiroidismo) o porque se produce demasiada (hipertiroidismo).

10.1. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es una enfermedad endocrina en la que la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de hormonas. Es el trastorno de la tiroides más común.

A grandes rasgos, el hipotiroidismo provoca que el metabolismo del cuerpo se “ralentice”, cosa que genera los siguientes síntomas: aumento de peso, ritmo cardíaco lento, somnolencia, mayores niveles de colesterol en sangre, depresión, ronquera, dolor en las articulaciones, sensibilidad al frío, rigidez muscular, estreñimiento…

El tratamiento consiste en administrar reemplazos de las hormonas tiroideas, aunque es una terapia que se reserva para casos graves. Normalmente, lo que se recomienda a una persona con este trastorno es que adopte hábitos de vida lo más saludables posible.

10.2. Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es una enfermedad endocrina en la que la glándula tiroides produce más cantidad de hormonas de la que debería.

A grandes rasgos, el hipertiroidismo provoca que el metabolismo del cuerpo se “acelere”. Esto genera los siguientes síntomas: pérdida de peso involuntaria, taquicardia, dificultad para conciliar el sueño, nerviosismo, ansiedad, temblores, piel delgada, fragilidad del cabello, irritabilidad, sensibilidad al calor…

El tratamiento consiste en la administración de medicamentos que limitan la actividad de la glándula tiroides, aunque, igual que pasaba con el hipotiroidismo, estas terapias se reservan para casos graves.

Referencias bibliográficas

  • Organización Mundial de la Salud. (2009) “Las Mujeres y la Salud: los datos de hoy, la agenda de mañana”. OMS.
  • Zárate, A., Saucedo, R., Basurto, L., Hernández, M. (2006) “Principales problemas de salud en la mujer adulta. Un comentario sobre la manera de identificarlos”. Acta Médica Grupo Ángeles.
  • Gerberding, J.L. (2004) “Women and Infectious Diseases”. CDC.
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