Los 8 tipos de cometas (y sus características)

Los cometas son pequeños astros que orbitan alrededor del Sol y que, pese a haber sido relegados a las afueras del Sistema Solar, pueden pasar suficientemente cerca de la Tierra como para verlos.

Tipos cometas

Los cometas llevan fascinando a la humanidad desde los orígenes de la misma. Habiéndoles otorgado propiedades místicas y religiosas, no fue hasta la invención del telescopio que empezamos a estudiarlos desde un punto de vista más científico.

De hecho, la historia de los cometas en la Astronomía empieza con Edmund Halley, astrónomo inglés que calculó el movimiento del cometa que se bautizó como Halley, en honor a él, diciendo, en 1705, que volvería a pasar cerca de la Tierra en 1757. Y solo se retrasó por un año.

En efecto, los cometas son simplemente pequeños astros que orbitan alrededor del Sol siguiendo órbitas de tamaños muy grandes, lo que hace que solo sean visibles cada cierto tiempo, y haciéndolo desde los orígenes del Sistema Solar.

Pero, ¿qué tipos hay? ¿Por qué tienen esa cola brillante? ¿De dónde vienen? ¿Cuánto duran sus viajes alrededor del Sol? ¿De qué están hechos? ¿Cómo se formaron? ¿Qué tamaño tienen? En el artículo de hoy responderemos a estas y muchas otras preguntas sobre la naturaleza de los cometas.

¿Qué es un cometa y de qué está hecho?

Los cometas son pequeños astros con un tamaño promedio de 10 kilómetros de diámetro que orbitan alrededor del Sol, por lo que son cuerpos celestes pertenecientes al Sistema Solar. Estos objetos, al acercarse al Sol, desarrollan una larga estela, conocida comúnmente como “cola”, la naturaleza de la cual la analizaremos más adelante.

Por lo tanto, un cometa es un cuerpo celeste compuesto de agua, amoníaco, hierro, magnesio, sodio, silicatos, etc, es decir, hielo y roca. Debido a las bajas temperaturas por las regiones donde orbitan, estos elementos se encuentran congelados.

Estos astros siguen trayectorias muy variadas alrededor del Sol, como si de planetas se tratara, pudiendo ser elípticas, hiperbólicas o parabólicas. Lo importante es que estas órbitas son muy excéntricas, por lo que se alejan mucho del Sol, y que, en el caso del cometa Halley, se realiza a velocidades de hasta 188.000 kilómetros por hora.

Por poner un ejemplo, el famoso cometa Halley, cuando está más cerca del Sol, está a una distancia de él de 0,6 unidades astronómicas (1 unidad astronómica es la distancia Tierra-Sol), mientras que en su punto más alejado, está a 36 unidades astronómicas, que es aproximadamente la distancia de Plutón respecto al Sol, que está a 5.913 millones de kilómetros de nuestra estrella.

En resumen, los cometas son astros de hielo y roca que siguen órbitas muy excéntricas alrededor del Sol pero con períodos regulares y que, dependiendo de si pasan o no cerca de la Tierra, pueden ser visibles, a veces, a simple vista, pues desarrollan una cola característica. Actualmente hay registrados 3.153 cometas.

Cometa estructura

¿De dónde vienen y cómo se formaron?

Los cometas vienen de la formación del propio Sistema Solar. Así que debemos repasar su origen. Y para ello, debemos viajar 4.650 millones de años atrás en el tiempo. Ahí, nos encontramos con un Sistema Solar “recién nacido”.

El Sol acaba de formarse gracias a la condensación de las partículas de una nebulosa, que es, básicamente, una nube gigantesca (de cientos de años luz de diámetro) de gas y polvo. Durante un proceso que toma millones de años, estos trillones de partículas, por simple acción de la gravedad, se condensan en un punto en el que se alcanzan temperaturas y presiones suficientes como para “encender” reacciones de fusión nuclear. Y ahí, ya ha nacido una estrella: nuestro Sol.

Cuando se formó el Sol, siendo todavía una protoestrella y habiéndose quedado con el 99,86% de todo el gas y polvo de la nube, se formó a su alrededor un disco de gas y polvo que empezó a orbitar. En este disco estaría toda la materia que, tras millones de años, daría lugar a los planetas y, cómo no, a los cometas que hoy tratamos. Pero ya llegaremos a ello.

En este disco, que va girándose y aplanándose, se dan las mismas reacciones de atracción que en la formación de la estrella. Por ello, estas partículas de gas y polvo siguen condensándose en cuerpos cada vez más grandes, aunque no hay suficiente masa como para que en su núcleo se disparen reacciones de fusión nuclear, por lo que se forman los planetas.

Ahora bien, después de esto quedan partículas de gas y polvo que no han formado parte de ningún planeta. Simplemente han formado agregados rocosos de pequeño tamaño mucho más pequeños que estos planetas, por lo que no disponen de atmósfera, pero sí que orbitan alrededor del Sol.

En el origen del Sistema Solar, todo él estaba lleno de cometas, pues había muchos astros girando alrededor de nuestra estrella, pero una particularidad de los planetas es que, por su gravedad, han ido expulsando de sus órbitas a estos asteroides.

Por ello, los cometas han quedado relegados a los exteriores del Sistema Solar. De hecho, los astrónomos creen que los cometas proceden de tres regiones externas:

  • Cinturón de Kuiper: un anillo de cuerpos congelados que se extiende desde la órbita de Neptuno hasta una distancia de 50 unidades astronómicas, conteniendo así a Plutón. Algunos de estos cuerpos helados han quedado atrapados por la gravedad del Sol, siguiendo órbitas a su alrededor y abandonando este cinturón, entrando así en el Sistema Solar interior. Sea como sea, la mayoría de los cometas (o, al menos, la mayoría de los que hemos registrado) vienen de esta región.

  • Nube de Oort: Se trata de una región con millones de millones de astros que se expande por los límites del Sistema Solar, a casi 1 año luz de distancia del Sol. Por lo tanto, está mucho más lejos que el cinturón de Kuiper. Pese a que la nube tiene un diámetro de 50.000 unidades astronómicas, apenas pesa 5 veces más que la Tierra, pues hay muy poca densidad de materia. El cometa Halley procede de esta nube.

  • Disco difuso: Se trata de una región de descubrimiento más reciente. Es similar al cinturón de Kuiper, aunque se expande hasta más de 500 unidades astronómicas. En él encontramos objetos de tamaños más grandes, de incluso 1.000 km. De hecho, contiene el planeta enano Eris, el cual es, en realidad, más grande que Plutón. Sea como sea, se cree que algunos cometas proceden de esta región.

Cinturón Kuiper Nube Oort

¿Por qué los cometas tienen una cola brillante?

Como venimos comentando, los cometas tienen un tamaño promedio de 10 km y orbitan a distancias muy lejanas de la Tierra. Entonces, ¿cómo es posible que los veamos? Exacto, gracias a su cola. Y veremos cómo se forma.

Todo cometa dispone de lo que se conoce como cabeza, que es la suma entre el núcleo (la parte rocosa y helada) y la cabellera, la cual se desarrolla cuando, al pasar cerca del Sol (a partir de unas 7 unidades astronómicas), este núcleo sublima, es decir, pasa de sólido a gas, lo que hace que se forme una especie de atmósfera a su alrededor, que es básicamente gas y polvo.

Ahora bien, a medida que se acerca más al Sol, la energía ionizante de la estrella hace que este gas, valga la redundancia, se ionice, es decir, empiece a conducir electricidad. En este momento se forma la cola, que es básicamente gas y polvo ionizado que, por estar en este estado, genera luz propia.

Y esta cola puede alcanzar, dependiendo de la composición y tamaño del cometa, entre 10 y 100 millones de kilómetros. Esto explica que puedan ser vistos mediante telescopios y algunos incluso a simple vista, como el cometa Halley.

Cometa Halley
Representación visual del cometa Halley, que volverá a ser visible el 28 de julio del año 2061.

¿Cómo se clasifican los cometas?

Habiendo entendido qué son, cómo se forman, de dónde proceden y por qué, pese a ser tan pequeños, pueden verse en el cielo gracias a su cola, ya casi sabemos todo lo que saber acerca de los cometas. Pero falta una de las cosas más interesantes: su clasificación. Esta puede hacerse según muchos parámetros. Nosotros hemos recogido dos de los más importantes. Vamos a ello.

1. Tipos de cometas según su tamaño

La primera gran clasificación se hace en función del diámetro del cometa, pero refiriéndose solo a su núcleo, es decir, del tamaño de su parte rocosa y helada. En este sentido, tenemos los siguientes tipos.

1.1. Cometa enano

Su núcleo mide menos de 1,5 kilómetros. Son muy difíciles de detectar y de estimar su número. Un ejemplo es el cometa Hyakutake, el cual, con sus 1,25 kilómetros de diámetro, pasó muy cerca de la Tierra en marzo de 1996. Aunque tarda más de 170.000 años en completar una vuelta al Sol, así que toca esperar un poco para volver a verlo.

1.2. Cometa pequeño

Su núcleo mide entre 1,5 y 3 kilómetros. Un ejemplo es el cometa Hartley 2, el cual fue explorado por una sonda de la NASA en 2011, que consiguió acercarse a apenas 700 kilómetros de su núcleo. Tarda menos de 7 años en completar una vuelta al Sol.

1.3. Cometa mediano

Su núcleo mide entre 3 y 6 kilómetros de diámetro. Un ejemplo es el cometa Encke, que tiene un tamaño de unos 5 kilómetros y completa una órbita alrededor del Sol cada 3 años y medio aproximadamente.

1.4. Cometa grande

Su núcleo mide entre 6 y 10 kilómetros de diámetro. Un ejemplo es el cometa Neowise, con un tamaño de 10 km, el cual fue descubierto en marzo de 2020 y pasó, en julio, a poco más de 100 millones de kilómetros de distancia. Completa una vuelta al Sol cada 6.700 años.

Cometa Neowise
El cometa Neowise.

1.5. Cometa gigante

Su núcleo mide entre 10 y 50 kilómetros de diámetro. Un ejemplo es el cometa Halley, cuyo núcleo se estima que mide unos 15 kilómetros y completa una vuelta al Sol cada 75 años. Es muy extraño que tenga un periodo orbital tan corto teniendo en cuenta que procede de la nube de Oort.

1.6. Cometa Goliat

Un cometa Goliat es aquel que mide más de 50 kilómetros de diámetro. El cometa Hale-Bopp no llega a este tamaño (se queda en 40 km) pero se suele considerar el más claro ejemplo de este tipo. Se descubrió en 1995, cuando fue visible durante varios meses. Por desgracia, no volverá a pasar cerca hasta dentro de unos 2.500 años.

2. Tipos de cometas según su periodo orbital

Otra importante clasificación se hace en función del periodo orbital, es decir, de cuánto tarda en completar una vuelta alrededor del Sol. En este sentido, tenemos los siguientes tipos.

2.1. Cometas de periodo orbital corto

Son aquellos cometan que completan una vuelta alrededor del Sol en menos de 200 años. Suelen originarse todos en el cinturón de Kuiper, pues está más cerca que la nube de Oort. Sin embargo, el ejemplo más típico, que es el cometa Halley (periodo orbital de 75 años) rompe con ello, pues procede de la nube de Oort. Otro ejemplo es el cometa Tempel-Tuttle, que recorre su órbita en 33 años, aunque no es visible a simple vista como Halley.

Órbita Cometa Halley
La órbita del cometa Halley.

2.2. Cometas de periodo orbital largo

Son aquellos cometas que tardan más de 200 años en completar una vuelta alrededor del Sol. El más claro ejemplo es el del cometa Hyakutake, que tiene un periodo orbital de 170.000 años. Se cree que podría haber cometas en nuestro sistema solar con periodos orbitales de millones de años que no hayamos descubierto, pues llevamos muy poco tiempo (relativamente hablando) observando el cielo.

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