Atención primaria de la salud: ¿qué problemas trata?

La atención primaria ofrece los servicios básicos del sistema de salud y satisface la mayoría de necesidades sanitarias que tiene una persona a lo largo de su vida.

Atención primaria de la salud

Todo país dispone de un sistema de salud, el cual está enfocado a promover y garantizar la salud de las personas mediante la relación estrecha entre hospitales, personal, comunicación, suministros, medios, transporte, centros e investigación, además de contar con una dirección por parte del gobierno central.

Un sistema de salud tiene la obligación de promover no solo la salud de las personas, sino también mejorar la vida de estas y ofrecer todos los servicios que puedan necesitar a lo largo de la vida. En los sistemas públicos, esta asistencia llega a todos los habitantes. En los privados, a los que estén en mejores condiciones económicas.

Sea como sea, los sistemas de salud se clasifican en tres tipos en función de sus características y los problemas que tratan: atención primaria, secundaria y terciaria.

En el artículo de hoy analizaremos en qué consiste la atención primaria en salud, viendo tanto los servicios que ofrece, a quién van destinados y cuáles son las patologías que trata.

¿Qué es la atención primaria en salud?

Cuando pensamos en un centro del sistema de salud, lo primero que quizás nos viene a la cabeza es que es “un lugar donde se curan enfermedades”. Pues bien, la atención primaria en la salud lo que precisamente busca es que no haya que llegar a tener que curar enfermedades.

Es decir, la atención primaria en salud es el conjunto de servicios y estrategias a nivel nacional que van enfocadas a promover la salud de las personas de tal modo que se reduzca la incidencia de las enfermedades.

Mediante centros, personal médico, campañas a nivel estatal, planes de comunicación, estrategias de promoción de la salud, etc, la atención primaria en salud busca la prevención de aquellas enfermedades más comunes en el país en cuestión.

Se fundamenta en el hecho que, teniendo en cuenta que los servicios que se prestan en la atención secundaria y terciaria, lo más “rentable” y, a la vez, más deseable para la población es evitar que la gente requiera de tratamientos específicos contra una enfermedad.

Por lo tanto, la atención primaria de la salud son todas aquellas políticas y servicios que se ofrecen a la población para promover su salud pero que no se realizan dentro de hospitales. Estamos rodeados de la atención primaria en salud y, pese a que tiene su “sede” en los Centros de Atención Primaria (CAP), día a día el estado nos está protegiendo y promoviendo nuestra salud: campañas de vacunación, campañas de donación, impuestos sobre el tabaco, acceso a medicamentos

Los 3 pilares de la atención primaria de la salud

La asistencia primaria en salud tendrá una naturaleza que vendrá determinada por los medios que pueda asumir el país, pues debe tener un costo asequible para todos. De todos modos, es el núcleo del sistema sanitario del estado y su pilar, pues de no funcionar como es debido, la atención secundaria y terciaria se verían desbordadas.

La frase “es mejor prevenir que curar” define a la perfección qué es la atención primaria. Y esta, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), tiene tres pilares, que son los principios en los que se fundamenta la asistencia primaria y, por lo tanto, todo el sistema de salud del país.

1. Concienciar a la población

La base de todo sistema de salud es que las personas tomen conciencia de la importancia de promover su salud. De lo contrario, el estado no podría garantizar que los servicios llegaran a todo el mundo, algo que no podría permitirse.

Es el principio más básico de la prevención. La atención primaria en salud debe encargarse de comunicar a la población cuál es la importancia de llevar un estilo de vida saludable, pues es la mejor manera de evitar la aparición de algunas de las enfermedades más frecuentes en la mayoría de sociedades.

Las enfermedades cardíacas, la hipertensión, la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, la obesidad… Todos estos y muchos otros trastornos son, en la mayoría de casos, perfectamente prevenibles en caso de adoptar hábitos de vida saludables.

Por ello, el gobierno debe asegurarse de que la importancia de comer sano y hacer deporte llegue a toda la población. La atención primaria en salud debe empoderar a las personas a que cuiden ellas mismas de su salud, pues si lo hacen, no deberán solicitar una atención médica específica.

2. Garantizar políticas de promoción de la salud

Si bien una de las acciones más importantes de la atención primaria es incitar a las personas a que lleven un estilo de vida saludable por sí solas, igual de importante y necesario es que el estado les ofrezca todas las facilidades para que cumplan con este propósito.

Por ello, cada gobierno debe analizar la situación económica, social y cultural de su país y, en función de esto, adoptar medidas políticas para garantizar que la población disponga de todos los medios necesarios para que puedan llevar hábitos saludables.

Ofrecer espacios “verdes” de acceso público, limitaciones en el uso de vehículos automóviles, exigir a las industrias que cumplan con las leyes de medio ambiente, campañas de prevención de enfermedades de transmisión sexual, impuestos sobre el tabaco y el azúcar, condiciones laborales adecuadas, servicios de transporte público, espacios libres de humo, campañas de vacunación y de donación de sangre…

En definitiva, los gobiernos deben preguntarse “¿qué podemos hacer para promover la salud de las personas?” y, en función de la respuesta, adoptar medidas. Esto tiene beneficios tanto para la población como para el propio gobierno, pues se reduce el gasto en los siguientes niveles de la atención.

3. Centros de Atención Primaria (CAP)

Es la “sede” de la atención primaria. Los centros de atención primaria son los lugares físicos en los que se expresa en qué consiste la asistencia primaria en salud. Toda la población tiene acceso a estos centros, en los que se ofrece una atención sanitaria básica.

En los centros de atención primaria no se persigue curar una enfermedad concreta. Son lugares a los que una persona con la duda de padecer alguna afección o que simplemente quiere información sobre algún tema de sanidad, vacunarse, realizar análisis de sangre, etc, puede acudir.

Es en estos centros donde la persona tiene su médico de familia, alguien que conoce todo su historial y, por lo tanto, puede ofrecerle una orientación personalizada, eliminar dudas que el usuario pueda tener y ofrecer tratamientos genéricos.

Los centros de atención primaria son un magnífico nexo de unión entre la población y los servicios de atención sanitaria de niveles superiores. Permiten que los hospitales no se saturen, pues más del 80% de las consultas pueden solucionarse rápidamente en un centro de atención primaria.

Y, en caso de que el médico de familia lo considere necesario, entonces sí que se puede derivar a un centro de salud con una atención más especializada.

¿Qué problemas trata la atención primaria en salud?

Como hemos visto, los servicios de atención primaria en salud van enfocados a, en resumen, que la persona no necesite ir a un hospital. Evidentemente, esto muchas veces es imposible de evitar, pero el estado debe hacer todo lo posible para que el número de gente que lo necesite sea mínimo.

Por lo tanto, la atención primaria en salud trata todos aquellos problemas relacionados con la salud de la persona relacionados tanto con la prevención de las enfermedades como con el tratamiento de los trastornos más frecuentes y leves que pueden ser solucionadas sin necesidad de acudir a un hospital.

1. Mala alimentación

Los malos hábitos alimenticios son uno de los mayores problemas de salud pública a nivel mundial. Las personas tenemos demasiado acceso a comidas poco saludables que, además, son baratas. Por ello, una de las principales luchas que afronta la atención primaria es la de concienciar sobre la importancia de llevar una alimentación sana y equilibrada.

Comer mal debilita nuestro cuerpo y contribuye a la obesidad, abriéndole la puerta a muchas enfermedades no transmisibles pero que sí tienen un alto impacto en la salud de las personas: enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, cáncer...

2. Sedentarismo

Del mismo modo que pasa con la mala alimentación, el sedentarismo es toda una pandemia a nivel mundial. De hecho, se estima que más de la mitad de la población no realiza la actividad física mínima para garantizar un buen estado de salud.

La atención primaria en salud debe realizar todas las estrategias que estén en sus manos para alentar a la población a salir a la calle y, si bien no todo el mundo tiene ganas o tiempo de practicar un deporte, al menos que se mantenga activa y mueva el cuerpo.

3. Vacunaciones

Una de las estrategias más importantes de prevención es la vacunación. Las vacunas nos protegen de muchas enfermedades graves y deben ser de fácil acceso a toda la población. Por ello, el gobierno debe asegurarse de que a todas las personas se les transmita la importancia de vacunarse y, además, deben hacer que estas vacunas sean accesibles para todo el mundo.

4. Enfermedades leves

Si tenemos dolor de cabeza, algo de fiebre, nos pica el cuello, tosemos más de lo normal… No hace falta ir a urgencias. El coste de la atención en los hospitales es muy alto y estamos afectando a la economía de todo el sistema sanitario del país.

Ante síntomas tan leves como estos, lo mejor es buscar atención en los centros de asistencia primaria. Ahí, el médico de familia descartará - en prácticamente todos los casos - problemas de salud graves y, si lo considera necesario, nos dará una receta para obtener medicamentos o antibióticos. Aunque lo más probable es que nos diga que con fármacos genéricos ya nos recuperaremos.

Eso sí, ante la mínima duda, el médico nos derivará a un centro de asistencia específica, pues el tratamiento que nos pueden ofrecer en los hospitales va más allá de lo que pueden hacer en un centro de asistencia primaria.

5. Análisis de sangre

Es en los centros de asistencia primaria que a las personas se les realizan los análisis de sangre, ya sea por mero examen rutinario o porque hay sospechas de que puede padecer algún trastorno. En caso de que todo esté bien, la persona puede volver a casa sin necesidad de ir a un hospital. De lo contrario, el médico de familia derivará al paciente a algún centro sanitario de nivel superior.

Referencias bibliográficas

  • Organización Mundial de la Salud. (2008) “La atención primaria de salud: más necesaria que nunca”. OMS
  • Malagón Londoño, G. (2017) “Atención primaria en salud: una estrategia para mejorar la cobertura y la calidad”. Revista Colombiana de Rehabilitación.
  • Muldoon, L.K., Hogg, W.E., Levitt, M. (2006) “Primary care (PC) and Primary health Care (PHC). What is the difference?”. Canadian journal of public health.
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