Las 8 enfermedades más comunes en invierno

Durante los meses de invierno corremos un riesgo mayor de ser contagiados por distintos patógenos que nos causan enfermedades. Veámoslas.

Enfermedades invierno

Los meses fríos del año son la época en la que es más frecuente caer enfermos, y es que es durante este tiempo en el que se dan la mayoría de condiciones que propician tanto la transmisión de patógenos como nuestra vulnerabilidad frente a ellos.

Las enfermedades más comunes en los meses de invierno son, por las razones que presentaremos a continuación, todas aquellas patologías causadas por bacterias y virus que colonizan nuestras vías respiratorias y que aprovechan el descenso de las temperaturas para propagarse.

Y es que la mayoría de casos de resfriado común y de gripe, dos de las enfermedades más comunes en el mundo, se desarrollan principalmente en los meses de invierno. Por ello, en el artículo de hoy haremos un repaso de las infecciones que solemos sufrir con mayor frecuencia durante los meses de invierno.

¿Por qué hay enfermedades más frecuentes en invierno?

Hay muchas enfermedades cuyo riesgo de contagio no varía a lo largo del año. Por ejemplo, el riesgo de sufrir una gastroenteritis u otras patologías del tracto digestivo prácticamente se mantiene estable durante todos los meses del año.

Sin embargo, algunas enfermedades sí que presentan un riesgo mayor de desarrollo en función de la estación en la que nos encontremos. En el caso del invierno, hay distintos patógenos que aprovechan el descenso de las temperaturas para infectarnos, pues es durante esta época que se reúnen las condiciones idóneas para la transmisión de distintas patologías.

Hay enfermedades vinculadas a los meses de invierno por distintos motivos. En primer lugar, las temperaturas frías obligan a nuestro organismo a destinar gran parte de la energía a mantener estable la temperatura corporal, por lo que se “olvida” un poco más del sistema inmune. Al menos más que en los meses más cálidos. Esto hace que no estemos tan preparados para combatir el ataque de determinados patógenos.

En segundo lugar, el frío daña nuestras vías respiratorias. El epitelio y las mucosas tanto de la nariz como de las vías respiratorias bajas pierden movilidad a causa del descenso de las temperaturas. Esto hace que no puedan impedir de forma tan efectiva el paso de microorganismos y, además, que sea más complicado calentar el aire que inhalamos. Esto hace que las enfermedades vinculadas al invierno sean las del aparato respiratorio.

En tercer lugar, hay determinados patógenos, especialmente los virus, que han desarrollado mecanismos y estructuras para resistir el frío e incluso para tener mayores facilidades para crecer a temperaturas bajas. Por lo tanto, se desarrollan mejor cuando hace frío.

Por último, hay que tener en cuenta cómo es el ambiente en el que nos encontramos durante el invierno. La gente ventila menos las casas, se forman más aglomeraciones de gente, pasamos mucho tiempo en casa y más cerca de otras personas… Todos estos comportamientos incitan la propagación y transmisión de virus y bacterias.

¿Qué enfermedades son más comunes los meses de frío?

Por regla general, las infecciones más frecuentes son las que reúnen las características que hemos visto anteriormente. Es decir, son enfermedades que se suelen transmitir por el aire y que están causadas por patógenos que afectan a las vías respiratorias.

De todos modos, hay formas de prevenir su contagio: lavarse con frecuencia las manos, abrigarse bien pero sin excesos, ventilar diariamente la casa, mantenerse alejado de personas que tosan o estornuden, llevar una dieta sana, hacer deporte moderado, vacunarse para aquellas enfermedades que exista vacuna, evitar espacios cerrados muy concurridos… Seguir estas estrategias reduce el riesgo de contagiarse por la mayoría de enfermedades que veremos a continuación.

1. Resfriado común

El resfriado común es la enfermedad del invierno por excelencia. Y es que casi todos las personas sanas lo sufren cada año en los meses fríos. Está causado por distintos tipos de virus que aprovechan el daño del frío en las vías respiratorias para infectar las células de la nariz y la garganta.

El virus se transmite por el aire o por contacto directo con fluidos corporales de una persona enferma, por lo que las condiciones del invierno potencian su transmisión. De todos modos, se trata de una enfermedad leve con los siguientes síntomas: goteo nasal o congestión, fiebre baja (si es que hay fiebre), leve dolor de cabeza, tos, malestar general, estornudos, dolor de garganta…

Sorprendentemente, seguimos sin cura ni vacuna disponible para el resfriado común, aunque se trata de una enfermedad que no causa nunca mayores complicaciones y que nuestro cuerpo resuelve por sí solo después de un máximo de 10 días. Los analgésicos, pero, ayudan a aliviar los síntomas.

2. Gripe

Cada año en los meses de invierno surge una epidemia de gripe. Se trata de una enfermedad respiratoria muy frecuente con unos síntomas más graves que los del resfriado y que puede traer complicaciones en la población de riesgo: menores de 5 años, mayores de 65 años y personas inmunodeprimidas.

La gripe está causada por el virus “Influenza”, un patógeno que infecta las células de la nariz, la garganta y los pulmones. Hasta un 25% de la población la sufre cada año, aunque este porcentaje depende del virus que circule en esa temporada.

Normalmente, aunque pueda resultar grave en la población de riesgo, suele resolverse por sí sola después de unos 5 días. De todos modos, durante este tiempo los síntomas son los siguientes: fiebre alta, dolor muscular, congestión nasal, tos seca, debilidad y fatiga, escalofríos, sudoración nocturna, dolor de cabeza…

La vacunación contra el virus de la gripe es posible. Aunque no sean 100% efectivas ya que está constantemente mutando, las vacunas siguen siendo la mejor forma de prevenir su contagio y se recomiendan especialmente para la población de riesgo. Y es que a día de hoy continuamos sin una cura para la gripe, aunque los analgésicos y beber mucha agua pueden aliviar los síntomas.

3. Faringitis

La mayoría de casos de faringitis se registran también en los meses de invierno. Se trata de una enfermedad respiratoria causada por distintas especies de virus y de bacterias que infectan las células de la faringe, lo que tradicionalmente conocemos como garganta.

El dolor de garganta es el principal síntoma, que viene acompañado de dificultad para tragar, dolor al hablar y tos con mocos. Si está causada por un virus, habrá que esperar a que el cuerpo la resuelva por sí solo. En caso de que sea de origen bacteriano, el tratamiento con antibióticos suele ser efectivo. De todos modos, los problemas no suelen durar demasiados días.

4. Laringitis

La laringitis es otra enfermedad respiratoria cuyo riesgo de contagio es mayor en los meses fríos del año. Se trata de una infección de la laringe, el órgano tubular que conecta la faringe con la tráquea, por parte normalmente de virus, aunque también puede ser provocada por distintas bacterias.

Es similar a la faringitis, aunque los síntomas son algo distintos: pérdida de voz, ronquera, tos seca, cosquilleo y picor en la garganta, sensación de sequedad en el tubo respiratorio… De todos modos, se resuelve por sí sola sin mayores complicaciones.

5. Amigdalitis

La amigdalitis consiste en una infección por parte de virus o bacterias de las amígdalas, que son dos estructuras situadas a ambos lados de la faringe, al final de la cavidad bucal. Se contagio es mucho más frecuente en los meses de invierno.

La sintomatología incluye: formación de placas de pus visibles, mal aliento, fiebre, dolor al tragar, molestias en el estómago, voz rasposa, dolor de cabeza y a veces rigidez de cuello. Pese a ser algo más molesta que las dos anteriores, suele resolverse por sí sola sin necesidad de tratamientos.

6. Bronquitis

La bronquitis consiste en una infección por parte de los mismos virus responsables de la gripe o el resfriado de los conductos bronquiales, que son las estructuras que llevan oxígeno a los pulmones. Por lo tanto, se trata de una enfermedad que se desarrolla en las vías respiratorias bajas.

Los síntomas más comunes de la bronquitis son la tos frecuente con mucosidad, dificultad para respirar, presión en el pecho, jadeos y a menudo fiebre. De todos modos, la mayoría de casos mejoran en pocos días, aunque la tos puede mantenerse un tiempo. En caso de que sea de origen bacteriano, los antibióticos son efectivos para tratarla. Si es por un virus, el descanso es la única manera de superar el problema.

7. Neumonía

La neumonía es una enfermedad grave que puede resultar incluso mortal en ancianos y personas inmunodeprimidas. Consiste en una infección de los sacos aéreos de los pulmones a causa de una infección bacteriana, aunque los virus también pueden causarla, que hace que estos se llenen de pus.

La sintomatología de la neumonía es más preocupante e incluye: fiebre alta, dolor en el pecho al respirar o toser, tos con mocos, debilidad y fatiga, náuseas, vómitos, problemas para respirar… Debe ser tratada rápidamente y suele ser necesaria la hospitalización del paciente para controlar el progreso de la enfermedad. De todos modos, pese a que pueda ser alarmante, el pronóstico para personas jóvenes y sanas suele ser bueno.

8. Otitis

La excepción de la lista, pues no es una enfermedad del tracto respiratorio. Sin embargo, la otitis es una de las enfermedades más frecuentes en los meses de invierno, pues el epitelio y la mucosa del oído también son muy sensibles al frío. Hay distintos tipos. La externa es la más común.

La otitis externa consiste en una infección bacteriana o por parte de hongos del conducto auditivo externo. La principal sintomatología es el dolor de oído, siendo también comunes el enrojecimiento del oído, la hinchazón de los ganglios linfáticos cercanos a este y en menor medida la fiebre e incluso la pérdida de audición.

De todos modos, el tratamiento mediante gotas para los oídos con antibióticos suelen resolver los problemas rápidamente, haciendo que la enfermedad remita en menos de una semana.

Referencias bibliográficas

  • Van Tellingen, C., van der Bie, G. (2009) “Respiratory System Disorders and Therapy”. Louis Bolk Instituut.
  • Association québécoise pour les enfants prématurés. (2016) “Common winter illnesses”. Préma-Québec.
  • Department of Health. (2018) “Winter respiratory illness and influenza data”. Government of Western Australia.
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