Se define la impotencia o disfunción eréctil como la incapacidad de conseguir una erección y lograr tener relaciones sexuales con penetración. Es un trastorno mucho más común de lo que se piensa, pero debido a que todo lo que rodea a las afecciones sexuales está tan estigmatizado, no se habla mucho al respecto: las personas que lo padecen también sufren vergüenza y esta condición puede afectar a su estado de ánimo.
Varios factores pueden causar o contribuir a la disfunción eréctil. El abuso de alcohol es causa frecuente de impotencia, al igual que el estrés y las alteraciones del estado de ánimo. Las drogas recreativas también pueden afectar a la capacidad de lograr o mantener una erección. Además, distintos medicamentos alteran el flujo sanguíneo y el correcto funcionamiento del órgano reproductor masculino, algunos antidepresivos también afectan significativamente a la líbido. En este artículo enumeramos los distintos tratamientos farmacológicos que pueden causar o contribuir a la disfunción eréctil y por qué sucede.
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¿Qué es la disfunción eréctil?
La disfunción eréctil (DE) afecta a la capacidad de las personas con pene de conseguir o mantener una erección e imposibilita el mantenimiento de relaciones sexuales. Anteriormente, se utilizaba el término de impotencia para referirse a la incapacidad de mantener una relación sexual con penetración, aunque actualmente es un término en desuso y que se evita en el ámbito médico.
La incapacidad de lograr la erección de forma puntual es bastante frecuente. Diferentes factores ambientales pueden afectar a la función sexual, por ejemplo, el estrés o el abuso de alcohol son causas frecuentes de disfunción eréctil. Sin embargo, si esto ocurre con frecuencia, podría ser síntoma de un problema de salud subyacente y se debe consultar con un médico para que determine el tratamiento correspondiente y averigüe la causa del problema de la .
En algunas ocasiones, la disfunción eréctil puede no responder a algo físico y esconder una alteración de la salud mental del paciente o estar originado por problemas emocionales o relacionales que es importante tratar con un especialista. La disfunción eréctil ocasional no es infrecuente. Muchas personas la experimentan en momentos de estrés. Sin embargo, la disfunción eréctil frecuente puede ser un signo de problemas de salud que necesitan tratamiento. También puede ser un signo de dificultades emocionales o de relación que tal vez desee abordar con un profesional.
La erección se produce debido a un aumento del flujo sanguíneo en el pene. La erección puede conseguirse por vía física o mental, el flujo sanguíneo es la consecuencia de un estado de excitación previo o también puede conseguirse por el contacto con el pene. El órgano sexual masculino está formado por dos cámaras (cuerpos cavernosos), cuando estas se llenan de sangre el pene se vuelve rígido. El aumento de flujo sanguíneo que ocurre durante la erección es debido a la relajación del músculo liso, esto permite que el flujo sanguíneo aumente y se propague a través de las arterias, llenando los cuerpos cavernosos.
La erección acaba cuando los músculos que interviene con los vasos sanguíneos empiezan a contraerse, lo que permite que la sangre acumulada en las cámaras pueda comenzar a salir a través de las venas. La disfunción eréctil puede derivar de alteraciones en cualquier momento del proceso de erección del órgano sexual masculino.
¿Qué medicamentos contribuyen a la disfunción eréctil?
Ciertos medicamentos pueden interferir en alguna de las diferentes fases de la erección. Aunque, estos suelen actuar junto a otra serie de condicionantes y la disfunción suele ser el resultado de una serie de factores y no tiene un único origen.
Si se intuye que algún medicamento prescrito puede estar causando problemas a la hora de mantener relaciones sexuales, es importante hablar con el médico para ver que posibles soluciones existen: cambio de tratamiento o ajuste de la dosis pautada. Pero no se debe dejar el medicamento sin consultar antes con un profesional.
Existen cinco categorías de medicamentos susceptibles de causar disfunción eréctil, ya sea por sí solos o en combinación con otros factores de riesgo como el azúcar alto en sangre o el envejecimiento. A continuación se listan los tipos de medicamentos que pueden contribuir a la disfunción eréctil.
1. Antidepresivos y otros medicamentos psiquiátricos
Los efectos secundarios en la líbido de los antidepresivos y otros medicamentos que se utilizan en el tratamiento de algunas enfermedades psiquiátricas son bastante conocidos. Los antidepresivos alteran los niveles de la hormona de serotonina (la hormona del bienestar). La función sexual, así como otras funciones del organismo, también están reguladas por hormonas.
La serotonina puede interferir en el equilibrio de hormonas sexuales, concretamente reduce los niveles de testosterona, que participa en la función sexual y en la erección. También altera los niveles de dopamina, hormona que participa en el orgasmo. Otros tipo medicamentos que se utilizan en el tratamiento de condiciones psiquiátricas pueden contribuir a la disfunción eréctil, como los ansiolíticos y los antipsicóticos.
2. Medicamentos para la hipertensión
Como hemos en la erección interviene el aumento de flujo sanguíneo que permite llenar de sangre los cuerpos cavernosos del pene. Las personas que tienen la presión arterial alta (hipertensión) pueden tener arterias endurecidas y estrechas, esto limita la cantidad de sangre que posibilita la erección y produce disfunción eréctil. Pero el tratamiento general con medicamentos antihipertensivos también puede afectar a las erecciones, ya que reduce la presión arterial, entonces puede que incluso llegue menos sangre a los cuerpos cavernosos.
Entre los medicamentos que utilizados para la hipertensión que pueden provocar disfunción erecti se encuentran los inhibidores de la ECA, los antagonistas de los receptores de la angiotensina (ARA), los betabloqueantes, los antagonistas del calcio y los diuréticos.
3. Quimioterapia y agentes hormonales
Algunos medicamentos que se utilizan en el tratamiento del cáncer pueden causar disfunción eréctil. Algunos medicamentos hormonales utilizados para retrasar la progresión del cáncer de próstata tienen efectos antiandrogénicos, lo que significa que pueden reducir la presencia de testosterona en el cuerpo o bloquear su acción. Estos medicamentos pueden ser perjudiciales para la capacidad de una persona para tener una erección o ser fértil.
4. Los opiáceos
Los opioides son poderosas sustancias psicotrópicas que se usan también para tratar el dolor. Uno de los efectos secundarios comunes de los opioides es la incapacidad de erección de las personas con pene. Esto sucede porque estos alteran el funcionamiento del canal de comunicación entre los testículos, la glándula pituitaria y el hipotálamo del cerebro. El bloqueo de la señalización puede conducir a una caída drástica de los niveles de testosterona y aumentar el riesgo de problemas de erección o disminución de la fertilidad.
5. Medicamentos para el Parkinson
Se cree que el Parkinson está originado por un desequilibrio entre dos neurotransmisores: la acetilcolina y dopamina. En el tratamiento habitual de la enfermedad de Parkinson se utilizan anticolinérgicos, estos fármacos actúan bloqueando la acetilcolina, que es un neurotransmisor que actúa junto a la dopamina. Los anticolinérgicos alteran los niveles de dopamina, esto puede tener efectos en la función sexual, ya que la dopamina interviene en la libido y el placer.
Cuando modifican los niveles normales de la acetilcolina y dopamina, la función de los nervios que controlan el mecanismo de erección puede verse alterada. La disminución de los niveles de acetilcolina debido a los anticolinérgicos, también puede impedir la dilatación de las arterias, disminuyendo la cantidad de sangre que puede entrar en los cuerpos cavernosos y dificultando la erección.
6. Medicamentos sin prescripción
Algunos medicamentos como los antihistamínicos que se consiguen sin receta médica pueden ser responsables de la disfunción eréctil. Además de los antihistamínicos que se utilizan para el tratamiento específico de las alergias, también los antiácidos como los bloqueadores H2 pueden provocar disfunción eréctil. Todos interviene en la acción de la histamina, una molécula química del organismo que tiene un papel fundamental tanto en las reacciones alérgicas como en la regulación del ácido estomacal.
Aparte de estas funciones conocidas, la histamina también contribuye en la relajación de la musculatura lisa. La relajación de los músculos lisos que controlan los vasos sanguíneos permite el principio de la erección, permitiendo la entrada de la sangre a través de las arterias en los cuerpos cavernosos. Por lo tanto, un nivel bajo de histamina puede provocar disfunción eréctil, sobre todo en personas con pene que presentan otros factores de riesgo como hipertensión o diabetes.
