13 remedios eficaces para la halitosis (mal aliento)

La halitosis, más conocida como mal aliento, es un trastorno bucal que aparece debido a malos hábitos de vida o infecciones orales y que hace que la persona emita olores desagradables por la boca.

Remedios eficaces halitosis

Nuestro rostro es lo primero que habla de nosotros. Y no es de extrañar, pues reúne todos aquellos rasgos faciales que nos permiten comunicarnos con otras personas. Y entre todos estos rasgos, la boca es, sin duda, uno de los más importantes.

Y en lo que a cuidar la salud de la boca, muchas veces nos centramos en mantener una sonrisa estética, pero lo cierto es que preservar un aliento agradable es igual o más importante ya no solo para nuestro bienestar, sino para las relaciones sociales que podemos mantener.

En este sentido, hay distintas situaciones vinculadas tanto a malos hábitos de vida como a infecciones o enfermedades orales que pueden provocar la conocida como halitosis, un trastorno bucal en el que la persona emite olores desagradables por la boca.

Teniendo en cuenta lo limitante que es esto para el día el día, en el artículo de hoy, además de analizar qué es exactamente la halitosis y cuáles son sus causas principales, ofreceremos los más eficaces remedios para combatirla y conseguir un aliento agradable.

¿Qué es la halitosis?

La halitosis es un trastorno bucal que se caracteriza por la emisión de olores desagradables por la boca, es decir, por un aliento molesto. Se trata de un problema muy común en la sociedad, aunque la mayoría de personas no son conscientes de que lo sufren debido a la adaptación del sentido del olfato.

No se trata de una enfermedad grave, pero sí de un trastorno que puede provocar vergüenza e incluso ansiedad cuando tenemos que estar cerca de alguien y hablar. Y el principal problema es que las gomas de mascar, los sprays contra el mal aliento, los enjuagues bucales, las pastillas de menta, etc, son solo medidas para combatir puntualmente el mal aliento, pero no resuelven el trastorno.

Y es que este mal aliento tiene su origen en distintas situaciones. Cabe mencionar también que el 90% de las halitosis tienen su origen en trastornos en la boca, pero, como veremos, hay un 10% de casos vinculados a patologías en otras partes del cuerpo. Estas son las causas principales del mal aliento:

  • Mala higiene bucal: Seguramente, la principal causa. Si no cumplimos con los hábitos de higiene dental, favorecemos el crecimiento de bacterias anaerobias que degradarán las partículas de comida y, como residuo, liberarán compuestos volátiles sulfurados, los cuales tienen efecto pestilente y los emitiremos por la boca.

  • Sufrir infecciones bucales: En relación con la anterior, en caso de que las bacterias se comporten como patógenos, pueden aparecer enfermedades bucales que tienen, como síntoma, este mal aliento. Estamos hablando de las caries, la gingivitis, la periodontitis y las úlceras.

Halitosis
  • Fumar: El tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas distintas. Muchas de ellas permanecen en la boca y provocan este mal aliento que permite identificar rápidamente a una persona que fuma.

  • Boca seca: Las personas con tendencia a producir menos saliva tienen más riesgo de padecer halitosis, pues esta saliva es muy importante para eliminar de la boca las partículas que pueden provocar mal olor.

  • Medicamentos: Los medicamentos pueden causar halitosis de distintas maneras. Por un lado, existen aquellos que, como efecto secundario, provocan problemas de sequedad de boca. Y, por otro lado, hay otros que, al descomponerse en el cuerpo, liberan sustancias volátiles que se emiten a través del aliento.

  • Trastornos gastrointestinales: Determinadas afecciones en el sistema digestivo pueden derivar en la emisión de sustancias pestilentes por la boca. Hablamos de la hepatitis, el reflujo gastroesofágico, la hernia de hiato, las hemorragias, la infección estomacal por Helicobacter pylori, etc.

  • Trastornos metabólicos: Cuando se desestabiliza el sistema endocrino, el organismo puede tener problemas para metabolizar distintas sustancias, situación que puede derivar en halitosis. Esto puede suceder durante el embarazo o la menstruación o por sufrir trimetilalminuria (una enfermedad metabólica que impide a la persona metabolizar la colina), uremia (acumulación de urea en sangre, que se excreta por el aliento) o diabetes, entre otros.

  • Trastornos respiratorios: Determinadas patologías del aparato respiratorio, como la laringitis, la sinusitis, la bronquitis o la traqueitis, debido a la presencia de bacterias en el sistema respiratorio, puede derivar en la emisión de mal aliento.

  • Comer ciertos alimentos: La dejamos para el final porque es la única causa transitoria. Como bien sabemos, comer alimentos como cebollas, ajo o determinadas especias puede provocar mal aliento, pues sus sustancias ingresan al torrente sanguíneo, son transportadas a los pulmones y eliminadas a través del aliento.

Como vemos, la diversidad de causas que pueden llevar a tener un aliento desagradable es inmensa. Y como muchas veces las causas de fondo son difíciles de diagnosticar, es normal que tratar la halitosis sea complicado, pues para resolverla, deberíamos arreglar el problema de fondo.

¿Cómo puede tratarse el mal aliento?

La halitosis puede surgir por muchas causas distintas, por lo que puede ser complicado encontrar el motivo exacto de su aparición. Antes de entrar en profundidad, lo resumiremos todo de la siguiente manera: adopta unos hábitos de higiene bucal saludables y, en caso de que el problema persista, acude al dentista. Si la causa está en la boca (el 90% de los casos es así), él podrá solucionarlo. Y si eres del 10% restante, te derivará al médico que pueda tratar el problema.

Habiendo dejado claro esto, veamos cuáles son los mejores remedios para tratar la halitosis. Como hemos dicho, las pastillas de menta, los sprays para el mal aliento, las gomas de mascar, etc, son solo soluciones a corto plazo. Con lo que te diremos aquí, buscamos tratar de forma efectiva y a largo plazo la halitosis.

1. Adopta hábitos saludables de higiene bucal

Este es el más importante. Cuidar la salud de nuestra boca a través de la higiene es clave. Te recomendamos los siguientes hábitos: lavarse los dientes después de cada comida (pero esperar unos 30 minutos antes de hacerlo), que los cepillados duren entre 2 y 3 minutos, lavarse los dientes tres veces al día (pero no más), utilizar hilo dental, realizar enjuagues bucales, tomar alimentos ricos en vitamina A y C, cambiar de cepillo cada tres meses (como máximo), moderar el consumo de café y alcohol, no morderse las uñas, cepillar la lengua (muy importante para evitar la halitosis), hacer limpiezas bucales en el dentista y evitar abusos con el azúcar.

Cepillarse dientes

2. Trata las infecciones bucales

Como hemos comentado, muchas veces la halitosis es síntoma de alguna infección bucal como la gingivitis, la periodontitis, las caries, las úlceras, la candidiasis… Por ello, ante la observación de otros síntomas, es muy importante acudir al dentista. Si se trata la infección, se resuelve el mal aliento.

3. Evita la sequedad de boca

Las personas con boca seca son más propensas a la halitosis, pues al producir poca saliva, tienen más problemas para eliminar las partículas de la cavidad bucal. Esto puede resolverse bebiendo mucha agua y usando con frecuencia goma de mascar sin azúcar, pues esto ayuda a incrementar la producción de saliva.

4. No fumes

Si fumas, tendrás mal aliento. Así que si quieres resolver la halitosis, hay que dejar de fumar. Es lo único que sirve. Y si no fumas, no empieces a hacerlo. No hay más.

5. Sigue una dieta baja en grasas

Los alimentos grasos tienen más tendencia a hacer que la persona sufra mal aliento. Por ello, es importante seguir una dieta baja en grasas (que no significa eliminarlas, pues son muy necesarias) y rica en frutas y verduras, cuyos componentes ayudan a prevenir los problemas bucales.

Frutas verduras

6. Acude al dentista dos veces al año

La recomendación para la población general es de una visita al dentista al año. Pero si sufrimos halitosis o tenemos tendencia a padecerla, habría que duplicar esta cifra. Los controles de la salud bucal tienen que realizarse de forma más regular para tratar cualquier complicación que pueda surgir.

7. Evita los alimentos que provocan mal aliento

Evidentemente, si no quieres que te huela mal el aliento durante todo un día, evita cebollas, ajos y todas aquellas especies que causan halitosis. Solo será momentáneo, pero igualmente puede prevenirse. Como hemos comentado, estos alimentos contienen sustancias que pasan a la sangre, son transportadas a los pulmones y, finalmente, expulsadas del cuerpo a través del aliento.

8. Usar enjuagues bucales

Usar enjuagues bucales con regularidad es una buena forma de prevenir y resolver la halitosis. Especialmente los fluorados, son una muy buena opción para mantener a raya las poblaciones de bacterias anaerobias que producen los compuestos volátiles pestilentes. De todos modos, no hay que abusar, pues de hacerlo, podemos dañar nuestra flora bucal. Una vez al día es más que suficiente.

9. Probar el cloruro de zinc

Los anteriores remedios son los que podemos aplicar casi sin pedir consejo a nadie. Los que veremos a partir de ahora son formas de tratamiento más agresivas, por lo que solo deberíamos usarlas ante indicación expresa de un dentista o médico. Los que veremos son compuestos que se administran a través de enjuagues.

Un tratamiento para la halitosis es el cloruro de zinc, un compuesto que tiene actividad antimicrobiana, reduce la degradación de elementos celulares en la saliva (los cuales aumentan el mal aliento) y forma compuestos no volátiles, lo que significa que las moléculas no viajan por el aire y, por lo tanto, no pueden provocar mal aliento. Es posible que un dentista te recomiende su administración.

Enjuagues bucales

10. Probar los compuestos fenólicos

Otra opción son los compuestos fenólicos, los cuales, además de actividad antimicrobiana, tienen efectos antiinflamatorios. En este sentido, puede ser la opción a elegir cuando el problema de causa de la halitosis es, por ejemplo, una gingivitis, que consiste en una inflamación de las encías.

11. Probar la clorhexidina

Otra opción es la clorhexidina, la cual, para el tratamiento de la halitosis, suele administrarse a concentraciones bajas, presentando actividad bacteriostática (inhibe el crecimiento de bacterias). El problema es que no afecta a todas las bacterias responsables de la halitosis y, además, en ocasiones tiene efectos secundarios adversos como tinciones extrañas en dientes y lengua e incluso alteraciones en el sentido del gusto. Por ello, solo se receta en casos concretos.

12. Probar el dióxido de cloro al 0,1%

Otra opción es el dióxido de cloro al 0,1%, un producto que suele administrarse para el tratamiento de la halitosis debido a su alta capacidad de oxidar compuestos con azufre, los cuales, como hemos visto, son los responsables de la emisión de olores desagradables.

13. Probar el cloruro de bencetonio

Y, por último, tenemos el cloruro de bencetonio. Lo dejamos para el final porque es el que tiene una actividad antimicrobiana menos eficaz y, además, al tener una capacidad de adherencia muy baja, se elimina de la cavidad bucal muy rápido. Es por esta razón que suele administrarse junto a otros de los productos que hemos visto.

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