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La lactancia materna va mucho más allá de la simple alimentación del recién nacido. Se trata de una época vital tanto para la madre como para el bebé, al ser un proceso en el que se establecen unos vínculos muy fuertes entre ellos, favoreciendo el correcto desarrollo psicológico y físico del pequeño o pequeña.
La propia Organización Mundial de la Salud nos indica que la lactancia materna es una forma inigualable de dar al recién nacido los alimentos que necesita para su desarrollo. De ahí que este y otros organismos consideren esencial la lactancia materna exclusiva los primeros seis meses de vida y que, si bien después se puedan introducir otros alimentos, esta continúe hasta los dos años de edad.
Y es que esta lactancia no solo es una forma de dar al bebé los nutrientes que necesita para crecer, sino que reduce los riesgos de desarrollar enfermedades y de contraer infecciones, al ser una forma de estimular su sistema inmunitario, y previene la aparición de alergias alimentarias. La lactancia es salud.
El problema es que muchas veces tenemos dudas acerca de cuál es la forma de lactancia más adecuada tanto para la mujer como para el niño. ¿Exclusiva? ¿Artificial? ¿Parcial? ¿Complementaria? ¿Inducida? Es lógico perderse entre tantos conceptos. Por ello, en el artículo de hoy y con el objetivo de terminar con todas estas dudas, exploraremos todas las formas de lactancia que existen viendo sus beneficios y características. Empecemos.
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¿Qué es la lactancia materna?
La lactancia materna es el proceso a través del cual la madre alimenta al recién nacido con la leche segregada por sus senos. Se trata de la forma de alimentación que comienza en el nacimiento del bebé y que debería extenderse, tal y como indica la OMS, hasta los dos años de edad, pues la leche producida por el seno materno es esencial para el desarrollo y crecimiento del recién nacido.
Se trata de una época muy importante tanto para la madre como para el bebé, pues fomenta la aparición de unos vínculos muy estrechos. La leche materna es un alimento líquido producido por las glándulas mamarias de una mujer que ha dado a luz y que, además de nutrientes, contiene factores de crecimiento, hormonas, sustancias que estimulan el sistema inmunitario, inmunoglobulinas y enzimas esenciales para el recién nacido.
El problema es que la tendencia actual es la de abandonar el amamantamiento demasiado pronto, algo que puede tener repercusiones de por vida en el pequeño o pequeña. De ahí que, entre los planes de nutrición de la OMS para 2025 se encuentre el objetivo de incrementar en un 50% la tasa de lactancia materna exclusiva (luego la analizaremos) hasta los seis meses de edad.
Y es que en Europa, se estima que solo el 16% de los bebés reciben esta lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses como recomienda la OMS. Seguir esta lactancia los tiempos necesarios es esencial para el crecimiento del bebé, la prevención de enfermedades e infecciones y la reducción del riesgo de desarrollar alergias alimentarias. Amamantar es necesario. Pero la lactancia se puede hacer de muchas formas distintas. Y esto es lo que analizaremos ahora.
¿Qué clases de lactancia existen?
Hemos entendido el concepto general de la lactancia materna y, sobre todo, su importancia. Pero hay que tener en cuenta que, en el año 1991, la OMS desarrolló distintos términos para describir a las posibles formas de lactancia. Y es importante conocerlas para saber qué es lo que más conviene para nuestro bebé. Estos son, pues, los principales tipos de lactancia que existen.
1. Lactancia materna
La lactancia puede ser de dos grandes tipos: materna o artificial. La lactancia materna es aquella forma de amamantamiento natural basada en la alimentación del bebé mediante la leche producida por las glándulas mamarias de una mujer, generalmente la madre. El recién nacido, pues, se alimenta del líquido natural segregado por los senos de su madre.
2. Lactancia artificial
Por otro lado, tenemos la lactancia artificial, que es aquella forma de alimentación que se realiza mediante sustitutos de la leche materna. Se trata de preparados que emulan la leche materna para alimentar así al bebé en caso de que la madre no pueda (o no quiera) amamantar.
A pesar de que es una opción viable, no hay que olvidar que nada puede sustituir por completo a la leche materna. Y es que hay más de 100 sustancias presentes en ella que todavía no han podido ser emuladas en las preparaciones artificiales.
3. Lactancia materna exclusiva
La lactancia materna exclusiva es aquella en la que el bebé es alimentado únicamente con la leche materna. La OMS, como hemos dicho, recomienda que los recién nacidos sigan esta lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, pero en Europa, solo el 16% de las familias siguen esta forma de alimentación. Es una etapa donde no se deben introducir otros alimentos. Con la leche materna es más que suficiente.
4. Lactancia materna complementaria
La lactancia materna complementaria es aquella que debe realizarse entre los 6 meses y los 2 años de vida y que consiste en, si bien se continúa con la lactancia, introducir alimentos sólidos y líquidos. La alimentación del bebé ya no solo se basa en leche materna, sino que ya come otras cosas que se complementan con la misma. Ya puede comer cualquier alimento, sin que la leche (pese a continuar siendo parte importante) materna predomine.
5. Lactancia materna predominante
La lactancia materna predominante es un paso intermedio entre la exclusiva y la complementaria (de hecho, es el paso previo a esta última) en la que, si bien la leche materna sigue siendo la forma de alimentación predominante, se van introduciendo alimentos líquidos y semisólidos. Es la forma de entrar en el mundo más allá de la leche. Se debería empezar con el agua y los zumos para después ya poder iniciar la lactancia complementaria.
6. Lactancia por biberón
La lactancia por biberón es aquella en la que el bebé se alimenta de leche (materna o artificial) mediante un recipiente cilíndrico transparente que tiene una tetina en su extremo para así simular un amamantamiento. La decisión de dar el pecho o usar biberón es muy personal y todo tiene sus pros y sus contras.
7. Lactancia materna completa
La lactancia materna completa es aquella que nace de la combinación de la lactancia exclusiva (6 meses) y la complementaria (18 meses). Se trata, pues, del periodo de lactancia al completo, el cual, como hemos dicho y tal y como indica la OMS, debería durar hasta los dos años de vida.
8. Lactancia múltiple
La lactancia múltiple es un concepto que hace referencia a que una madre alimenta a dos o más hijos de la misma edad al mismo tiempo. Se trata, pues, de la forma de lactancia que siguen las madres que han tenido gemelos, mellizos, trillizos, etc. Hay que vigilar, pues el desgaste físico y mental suele ser mayor si hay que amamantar a varios hijos, algo que favorece el destete precoz.
9. Lactancia en tándem
La lactancia en tándem es un concepto que hace referencia a que una madre alimenta a dos o más hijos de distinta edad. Es menos común, pues es poco habitual dar a luz dos veces con menos de dos años de diferencia, que es lo que debe durar la lactancia. Aun así, también se habla de lactancia en tándem cuando una mujer embarazada está dando de amamantar a otro hijo.
10. Relactancia
Por relactancia entendemos aquella situación en la que una madre, después de pasar por un periodo de suspensión de la lactancia o de introducción en la lactancia complementaria o predominante, regresa, por la cuestión que sea, a la lactancia materna exclusiva. Así pues, es un concepto que hace referencia a volver a la lactancia exclusiva después de haberla abandonado.
11. Lactancia mixta
La lactancia mixta es aquella forma de lactancia en la que se combina la alimentación con leche humana y no humana (ya sea de otro animal o de origen artificial). Generalmente se utiliza también como aquella forma de lactancia en la que se combina dar el pecho con tomar biberón con leche artificial. Pero también puede ser sinónimo de lactancia complementaria, al poder ser la combinación de leche materna y un alimento distinto como, por ejemplo, la leche de vaca. Esta diversidad de definiciones hace que la OMS no recomiende, al menos en campos científicos, el uso de este término.
12. Lactancia solidaria
La lactancia solidaria es un concepto que hace referencia a la donación altruista de leche materna. Una mujer dona su leche para que otra madre, que quizás no puede dar de amamantar, pueda dársela a su hijo. Es solidaria porque no está mediada por ningún tipo de interés económico o remuneración.
13. Lactancia mercenaria
La lactancia mercenaria es un concepto que designa una realidad que ocurría en Europa entre los siglos XV y XVI. Se trata de aquella situación en la que la leche materna se da a otra mujer a cambio de una remuneración. En esa edad, las mujeres del pueblo que daban a luz amamantaban a sus hijos y también vendían su leche a las mujeres de las clases más adineradas. También podían amamantar directamente a los hijos de las mismas. Las mujeres que hacían esto eran conocidas como nodrizas.
14. Lactancia directa
La lactancia directa es aquella forma de lactancia materna en la que el bebé se alimenta de leche directamente del pecho de su madre. Es decir, es la forma de lactancia vinculada a lo que todos conocemos como amamantamiento, que es el proceso de dar el pecho.
15. Lactancia diferida
La lactancia diferencia es aquella forma de lactancia materna en la que el bebé se alimenta de la leche de su madre pero no mediante un proceso de amamantamiento. En este caso, la mujer extrae la leche de su pecho y se la da al bebé mediante un biberón.
