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La maternidad es un momento especialmente emocionante en la vida de una mujer, que ya en el embarazo comienza a experimentar una montaña rusa de sensaciones e infinidad de cambios físicos, psicológicos y sociales relacionados con la llegada del nuevo hijo.
Los primeros momentos tras el parto están cargados de ilusión y amor, pero en muchos casos también de miedo y dudas sobre los cuidados del recién nacido y lo que resulta idóneo para su salud y bienestar.
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¿Qué es la lactancia materna?
Uno de los puntos acerca de los que más preguntas surgen es la lactancia. Muchas mujeres se cuestionan qué es mejor para ellas y su bebé y qué pros y contras puede tener la leche natural frente a la de fórmula.
Aunque te adelantamos que, en principio, no hay nada comparable a la leche materna, por supuesto la idoneidad de cada alternativa dependerá de infinidad de variables que afectan a la díada madre-bebé.
Aunque en ocasiones determinadas circunstancias impiden que la lactancia se pueda llevar a cabo, es cierto que muchas mujeres descartan dar al pecho por desconocimiento más que por convicción o seguridad.
Los beneficios de la leche materna son una realidad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé sin necesidad de complementar con otros alimentos y bebidas.
Solo a los 6 meses se debe comenzar con la alimentación complementaria, aunque esto no impide que se pueda continuar aportando leche materna hasta los dos años e incluso más.
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Los beneficios físicos de la lactancia
La lactancia es una fuente de infinidad de beneficios a nivel físico tanto para la madre como para su bebé. Para la madre, los principales beneficios físicos son los siguientes:
- Permite a las mamás que acaban de dar a luz lograr una recuperación más rápida y volver a su peso previo al embarazo con mayor facilidad.
- Previene el cáncer de mama y de ovario.
- Reduce el riesgo de osteoporosis o disminuye la probabilidad de sangrado post parto y, con ello, de anemia.
- Reduce el riesgo de enfermedad cardíaca y diabetes tipo 2 a lo largo de la vida, así como de infartos e ictus si la lactancia se prolonga al menos hasta el primer año de vida del bebé.
Y para el reción nacido, los principales beneficios son los siguientes:
- Reduce la mortalidad infantil.
- Proporciona los nutrientes necesarios en la proporción y temperatura adecuados, pues la leche materna aporta al recién nacido solo las vitaminas, proteínas y grasas que necesita, cambiando su composición a medida que el bebé crece para satisfacer sus necesidades en cada etapa.
- Reduce los cólicos y diarreas al ser más digerible.
- Brinda al bebé anticuerpos de la madre que le hacen más resistente a todo tipo de infecciones propias de su ambiente, fortaleciendo su sistema inmunológico.
- Previene la aparición de alergias, ya que al tomar solo leche materna en los meses de mayor vulnerabilidad, no hay exposición a alérgenos que puedan penetrar en el organismo.
- Reduce el riesgo de obesidad, pues la leche materna se regula para producir la cantidad exacta que el bebé necesita, de manera que este adquiere el peso justo en cada etapa.
- Al variar su sabor en función de la alimentación materna, facilita la posterior adaptación del bebé a la alimentación sólida.
- Favorece el desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla siempre que la succión sea adecuada.
Añadido a todo esto, la leche materna también resulta más práctica y económica, pues no requiere preparaciones o compras ni tiempo de preparación, lavado y esterilización de biberones.
Los beneficios psicológicos de la lactancia
Aunque los beneficios que la lactancia aporta a la salud física de madres y bebés son de enorme importancia, en este artículo vamos a profundizar sobre las ventajas psicológicas de esta forma de alimentación del recién nacido.
En la actualidad, se ha comenzado a reconocer el valor de la salud mental y de los cuidados psicológicos desde los primeros momentos de nuestra vida. Un desarrollo saludable no sólo tiene que ver con un sistema inmunológico fuerte o un peso adecuado, sino también con el apego, la adaptación, el amor y la tranquilidad.
A continuación, vamos a comentar los beneficios más importantes que la lactancia materna puede brindar a madres y bebés.
1. Se refuerza el vínculo madre-hijo
La lactancia permite construir las bases de una conexión adecuada entre una madre y su bebé. Al ser amamantado, el bebé recibe no sólo alimento, sino también calor, seguridad, amor, etc. Por tanto, recibir la leche materna es un acto que le permitirá sentirse seguro desde los primeros momentos de su vida, algo clave para un desarrollo psicológico adecuado.
Las experiencias más tempranas tienen una gran repercusión en la trayectoria que el desarrollo de un niño sigue en los años posteriores, por lo que un buen lazo afectivo de partida es un excelente primer paso.
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2. Reduce el riesgo de depresión postparto
El bebé no es el único que se beneficia del contacto piel con piel en la lactancia. La madre también puede experimentar efectos positivos, como por ejemplo un incremento de sus niveles de oxitocina, la llamada hormona del amor.
Esta tiene un importante efecto antidepresivo y por ello ayuda a las recién estrenadas madres a reducir su ansiedad y combatir la depresión, un trastorno psicológico más que habitual en el postparto debido a todos los cambios y desequilibrios físicos y psicológicos propios de esta etapa.
- Para saber más: "Depresión Posparto: causas, síntomas y tratamiento"
3. Reduce el nivel de estrés del bebé
Los bebés necesitan sentir que disponen de una base segura y que sus adultos de referencia están ahí para consolarle y atenderle cuando se siente inseguro o cuando tiene alguna necesidad.
La lactancia es un momento en el que el recién nacido se siente arropado y tranquilo, por lo que este rato de caricias y alimento es el mejor antídoto para calmar su ansiedad. Tras este tiempo en estrecha conexión con su madre, el pequeño se siente en un estado de completa tranquilidad.
4. Favorece la autoestima materna
Amamantar es un acto que, como venimos comentando, va más allá de la simple alimentación. Las madres que dan el pecho a sus hijos pueden experimentar beneficios relacionados con su autoestima, pues se fortalece su sentimiento de competencia al verse capaces de proteger, cuidar y acompañar a su bebé. Esto es una experiencia especialmente satisfactoria que hace a la mujer sentirse capaz y reducir sus miedos y dudas acerca de su validez para criar a su hijo.
Consideraciones relacionadas con la lactancia
Como venimos comentando, la lactancia materna siempre es la mejor alternativa de alimentación para un bebé siempre y cuando no existan contraindicaciones. No obstante, es importante señalar que cada mujer debe tomar libremente la decisión con la que se sienta más cómoda.
De lo contrario, la madre puede verse insatisfecha o angustiada con el proceso y todos los beneficios que hemos comentado se verían mermados. Si las condiciones físicas y emocionales de la mujer no son adecuadas, puede ser preferible alimentar al recién nacido con fórmula.
Incluso en referencia a aquellas mujeres que optan por la fórmula aún pudiendo dar el pecho, nunca deben emitirse juicios ni presiones que las hagan sentir culpables o peores madres por su decisión.
Muchas mujeres no se sienten cien por cien satisfechas con la lactancia debido a que temen ser incapaces de producir suficiente leche para su bebé. Otras deben reincorporarse al trabajo con prontitud, sufren conflictos personales y familiares, depresión, ansiedad, experiencias previas negativas, problemas de pareja…
Que pueden condicionar negativamente la alimentación de su hijo. En cualquier caso, debemos aceptar que cada mujer tiene una realidad única y diferente y por ello nunca se pueden establecer generalizaciones.
Añadido a todo esto, es preciso señalar que existen algunas contraindicaciones para la lactancia materna. Aunque no son muchas, es esencial consultarlo con el pediatra para valorar cómo se debe proceder:
- Infección materna por VIH
- Galactosemia en el recién nacido
- Medicación contraindicada si hay lactancia
- Consumo de drogas
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de los beneficios psicológicos que puede proporcionar la lactancia materna a madres y bebés. La lactancia aporta innumerables ventajas para la salud física de los recién nacidos y sus madres, aunque sus ventajas en el plano psicológico y emocional no son tan conocidas.
Aunque en un principio la lactancia materna es siempre la mejor alternativa para alimentar a un bebé, hay determinadas circunstancias que pueden obstaculizarla y, en muchos casos, las madres simplemente optan por la fórmula porque se sienten más cómodas con esta opción.
En caso de recurrir a ella, la leche materna permite al bebé conectar mejor con su madre, formando un vínculo saludable desde los primeros momentos de vida. El momento de amamantar no sólo permite brindar alimento, sino también calma, amor y seguridad.
Así, los bebés que toman leche materna tienden a sentirse más tranquilos y seguros. En cuanto a la madre, dar el pecho reduce el riesgo de depresión postparto gracias a que la lactancia estimula la secreción de oxitocina, la llamada hormona de la felicidad. Añadido a todo esto, las mujeres que amamantan a sus bebés suelen sentirse más competentes y seguras de su capacidad como madres, al ver que logran brindar apoyo y calor a su pequeño.
