Los 9 tipos de petróleo (y sus propiedades)

Dependiendo de su densidad y composición, el petróleo puede ser de distintos tipos. Veamos las propiedades de este recurso natural que mueve más de 2 millones de millones de dólares al año.

Tipos petróleo

Gasolina, diésel, plásticos, detergentes, fertilizantes, jabones, medicamentos, tela sintética… No somos conscientes de cuántos productos que usamos en nuestro día a día son derivados del petróleo, el recurso natural más valioso de la Tierra. Quien tiene petróleo, controla el mundo.

Y es que dadas las innumerables aplicaciones del “oro negro”, el petróleo constituye una industria que mueve más de 2 millones de millones de dólares anualmente. Solo seis principales petroleras del mundo terminan los años fiscales con un beneficios, entre todas ellas, de más de 156.000 millones de dólares.

Utilizado desde hace más de 6.000 años en afloramientos naturales y empezado a ser extraído en 1859, en Pensilvania, el petróleo ha cambiado nuestra vida. Ahora bien, su formación requirió de unos 100 millones de años. Y nosotros, en apenas 200, estamos a punto de agotar las reservas. De hecho, alrededor de 2070 ya no podremos extraer más. Y las reservas que tengan los países se terminarán en menos de 200 años.

Por ello, pese a que es imprescindible acelerar la investigación en otras fuentes de energía y de recursos materiales, es interesante conocer más sobre este fascinante producto de la naturaleza. No todos los petróleos son iguales. Y en este artículo nos embarcaremos en un viaje alrededor del mundo para encontrar los distintos tipos de petróleo.

¿Qué es el petróleo?

El petróleo es una sustancia orgánica que procede de la descomposición de seres vivos en unas condiciones de presión y temperatura muy elevadas, dando lugar a un producto químico visco que, por su tonalidad de colores, se conoce como “oro negro”.

El petróleo, por lo tanto, es un líquido de naturaleza aceitosa rico en hidrocarburos, que son moléculas con carbono e hidrógeno, presente en yacimientos subterráneos que se formaron hace millones de años en un proceso geológico que justo después comentaremos.

Tras un proceso de extracción y mediante una destilación de una naturaleza u otra dependiendo del derivado que queramos obtener, estos hidrocarburos permiten conseguir compuestos útiles desde un punto de vista tanto energético (combustibles) como material (hay millones de productos elaborados con sustancias derivadas del petróleo).

No es de extrañar, pues, que dado que sus reservas son limitadas (para que se forme de nuevo habrá que esperar millones de años, si es que llega a suceder), que es imposible recrear las condiciones para su formación de manera artificial y sus innumerables aplicaciones en nuestro día, que el petróleo sea el recurso natural más valioso del mundo.

Petróleo

¿Cómo y cuándo se formaron los yacimientos de petróleo?

Tradicionalmente se ha considerado que el petróleo son “cadáveres de dinosaurios”, pero esto no es cierto. A pesar de que sea menos espectacular, el petróleo es resultado de la descomposición de seres vivos, sí, pero no de dinosaurios, sino de plancton, que es el conjunto de microorganismos presentes en el agua.

De hecho, los más importantes yacimientos de petróleo se formaron hace entre 419 y 359 millones de años, en el periodo Devónico, cuando los reptiles todavía no dominaban la Tierra. Los dinosaurios impusieron su hegemonía más tarde, durante la era Mesozoica, que empezó hace 251 millones de años (la mayoría de reservas de petróleo ya estaban formadas) y terminó hace 66 millones de años, con el impacto del conocido meteorito que marcaría el inicio de la nueva era donde nos encontramos.

El petróleo, pues, se formó en una era de la Tierra en la que la actividad tectónica era muy intensa. De hecho, durante la era Paleozoica (en la que se formaron los yacimientos), la superficie terrestre se dividió en muchos continentes pequeños que se juntarían para dar lugar al supercontinente de Pangea.

Sea como sea, debemos remontarnos a unos 541 millones de años en el pasado, momento en el que se produjo lo que se conoce como explosión cámbrica, un suceso ecológico en el que se produjo, como su nombre indica, una explosión de vida y diversidad en los océanos. Paralelamente, la vida en tierra firme empezó.

Pero lo que nos interesa es lo que pasó en los océanos. Estos, al igual que en la actualidad, estaban dominados por seres vivos microscópicos, es decir, algas, fitoplancton y zooplancton. Del mismo modo que sucede a día de hoy, estos organismos, al morir, van quedando depositados en el fondo oceánico, formando un lecho de materia orgánica.

Tras millones de años de acumulación, los fondos de los océanos eran lugares con mucha materia orgánica en descomposición. Ahora bien, esta presión que se da en estas profundidades, a pesar de ser inmensa, no es suficiente para que se forme el petróleo.

Pero recordemos que estamos en un momento de mucha actividad tectónica en la Tierra, por lo que los movimientos de la corteza terrestre hicieron que este fondo oceánico, con toda su materia orgánica, quedara enterrado bajo una capa de sedimentos rocosos. Ahí, en lo que se denomina cuenca sedimentaria, la materia orgánica fue sometida a unas presiones y temperaturas muy elevadas que, junto a la descomposición bacteriana que tuvo lugar, generó los yacimientos de petróleo.

Dependiendo de cómo se haya movido la corteza, actualmente estos yacimientos seguirán en el mar o estarán en zonas que a día de hoy son tierra firme. De hecho, Venezuela es el país con más petróleo del mundo.

Formación petróleo

Sea como sea, tras un proceso que tomó entre 10 y 100 millones de años y que sucedió antes incluso de la era de los dinosaurios, nosotros estamos a punto de agotar todas las reservas. Y es que a pesar de que las cantidades de petróleo son inmensas, cada día se consumen en el mundo más de 16.000 millones de litros. Solo en 2020, se habrán extraído 6 millones de millones de litros.

No es de extrañar, pues, que desde que las extracciones petrolíferas empezaran en 1859, estemos a menos de 50 años de agotar todas las reservas naturales. Y si estima que, tras unos 200 años, todos los países habrán gastado sus almacenamientos. ¿Qué será del mundo sin petróleo? Bueno, solo el tiempo lo dirá.

¿Cómo se clasifican los distintos tipos de petróleo?

No todos los petróleos son iguales. Cada yacimiento se formó de una forma única y su materia orgánica tenía una composición inicial determinada, por lo que cada uno da lugar a un petróleo también único.

Se cree que en el mundo hay unos 40.000 yacimientos de petróleo, aunque casi el 95% del petróleo se encuentra en los 1.500 yacimientos más grandes. Sea como sea, el petróleo de todos ellos puede entrar en alguno de los tipos que veremos a continuación. Los clasificaremos en función de su densidad y composición.

1. Según su densidad

La densidad del petróleo se designa mediante el término API (*American Petroleum Institute), una unidad que se expresa en grados, aunque no tiene nada que ver con la temperatura. Esta clasificación es una de las más importantes ya que en función de ella, el petróleo servirá para obtener unos derivados u otros.

De todos modos, para entenderlo mejor, vamos a poner de referencia la densidad del agua, que es de 1.000 kg/m3. Es decir, un metro cúbico de agua, pesa 1 tonelada.

1.1. Petróleo liviano

El petróleo liviano o ligero es aquel que tiene un valor API por encima de 31,1 º, o lo que es lo mismo, una densidad de menos de 870 kg/m3.

1.2. Petróleo mediano

El petróleo mediano o medio es aquel que tiene un valor de API entre 31,1 º y 23,3 º, o lo que es lo mismo, una densidad entre 870 y 920 kg/m3.

1.3. Petróleo pesado

El petróleo pesado es aquel que tiene un valor de API entre 23,3 º y 10 º, o lo que es lo mismo, una densidad entre 920 y 999 kg/m3. Sigue siendo menos denso que el agua, por lo que flota.

1.4. Petróleo extrapesado

El petróleo extrapesado es el único más denso que el agua, por lo que no flota. Tiene una AP de menos de 10 º, lo que significa que su densidad es mayor de 1.000 kg/m3.

2. Según su composición

Evidentemente, la composición también es muy importante. Clasificar los petróleos dependiendo de su grado de pureza y del contenido en distintas sustancias nos ayuda a saber cómo tienen que ser los procesos de destilación y qué derivados podemos obtener. En este sentido, tenemos los siguientes tipos.

2.1. De base parafínica

Estos petróleos tienen en su composición un elevado número de hidrocarburos saturados, por lo que son interesantes para realizar derivados sólidos como la propia parafina (de la que se hacen las velas), que es sólida a temperatura ambiente y empieza a derretirse a los 37 °C. Son poco densos.

2.2. De base nafténica

Estos petróleos tienen en su composición un elevado número de hidrocarburos aromáticos, cíclicos, bencénicos, etilénicos… Lo importante es que son muy viscosos y de densidad alta, por lo que se utilizan, por ejemplo, para fabricar asfalto.

2.3. De base mixta

Son los más comunes y utilizados. Estos petróleos tienen tanto hidrocarburos saturados como hidrocarburos aromáticos en cantidades más o menos similares. Tienen muchos usos, entre los que destacan, por supuesto, la gasolina y otros combustibles.

2.4. Crudos ácidos

Los crudos ácidos son aquellos petróleos que en su composición tienen más de un 2% de azufre, un compuesto que es sinónimo de impureza. No interesan desde un punto de vista práctico.

2.5. Crudos dulces

Los crudos dulces son aquellos petróleos con menos de un 0,5% de azufre en su composición, por lo que se trata de petróleos muy puros.

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