Los 7 tipos de granos en la cara (y cómo tratarlos)

Dependiendo de la causa y de cómo se manifiesten en el rostro, los granos pueden ser de diferentes tipos. Un repaso de la clasificación y de las mejores maneras de eliminarlos.

Tipos granos cara

La piel es el órgano más grande del ser humano, pues presenta una superficie de dos metros cuadrados de extensión y pesa unos 1,5 kilos. Se trata de la barrera biológica primaria fundamental, ya que nos protege de la entrada de patógenos, de fuerzas mecánicas e inclemencias climáticas varias.

Así pues, la piel tiene un papel funcional claro en todos los seres vivos que la presentan. Aun así, el ser humano ya no suele fijarse en los valores y propiedades fisiológicas de los órganos que lo componen, sino que hemos hecho de la piel, pelo, distribución de grasa corporal y muchos otros más parámetros biológicos un valor estético.

La piel es el reflejo claro de nuestro estilo de vida y, por tanto, una rutina ajetreada y una mala alimentación pueden provocar la aparición de granos en nuestra superficie epidérmica. Si quieres conocer los 7 tipos de granos en la cara y cómo abordarlos, continúa leyendo.

El mundo de los granos

Los granos se producen cuando se taponan los orificios diminutos de la piel, es decir, los poros. Cada poro es una abertura a un folículo, el cual contiene un pelo y una glándula sebácea. Las sustancias oleosas secretadas por estas glándulas ayudan a la piel a eliminar las células epidérmicas muertas y crean una capa protectora ante la deshidratación y posibles patógenos.

Eventos como infecciones bacterianas, ansiedad, una mala alimentación y otros muchos factores pueden provocar la producción desmedida de aceite por las glándulas sebáceas, lo que provoca una obstrucción de los poros. Así es como se producen los tapones que, debido a su contenido de bacterias, grasa e impurezas, dan lugar a las espinillas o granos genéricos.

El acné, una enfermedad inflamatoria de la unidad pilosebácea, se presenta en el 80 % de los adolescentes entre 13 y 18 años y supone más del 25 % de las consultas al dermatólogo. Con estos datos queremos mostrar que, efectivamente, la preocupación por los granos en la cara está muy extendida y justificada en la población.

Los diferentes tipos de granos en el rostro y su tratamiento

Una vez hemos descrito cómo se forma un grano, sin más dilación te mostramos la tipología existente. Vamos a ello.

1. Barros, comedones o espinillas

Se utilizan estos tres términos para definir al grano de toda la vida: la espinilla. Se trata de la eflorescencia primaria en los episodios de acné y, como ya hemos dicho, se produce por la obstrucción del folículo piloso, en este caso por hiperqueratosis (una producción excesiva de queratina).

Los comedones tienden a aparecer en la cara (sobre todo en la zona de T, que comprende a la frente, nariz y mentón), pero también se presentan en muchos casos en la espalda. Las espinillas surgen por una pequeña infección bacteriana dentro del tapón, hecho que responde a la presencia de pus. Estas se pueden tratar con aceites como el del árbol de té y otros antisépticos naturales, pudiendo recurrir a antibióticos de uso tópico cuando el dolor se hace evidente o el cuadro no mejora. Nunca hay que reventar este tipo de grano, pues, además de dañar la piel, se fomenta que las bacterias se introduzcan en capas aún más profundas de ella.

El acné es una patología que se caracteriza por la aparición desmedida de espinillas. Como hemos dicho, es muy común en ciertos grupos etarios y se debe a diversas causas:

  • Aumento de la secreción sebácea.
  • Hiperqueratosis ductal con la subsecuente obstrucción del folículo sebáceo.
  • Colonización por bacterias P. acnes.
  • Inflamación secundaria.

Así pues, factores como ciertas liberaciones hormonales que promueven la secreción sebácea, una mala alimentación, estrés, ansiedad y procesos infecciosos pueden promover la aparición de acné facial en el paciente.

Espinilla

2. Milia

Los milia o milium son un tipo de granos, considerados pequeños quistes benignos en la dermis superficial debidos a la acumulación de queratina en una glándula de la piel, que no suelen superar los 4 milímetros de diámetro.

Los milium se diferencian de las espinillas normales en que se estas últimas se presentan enrojecidas y varían en tamaño según el tratamiento. Por otro lado, los milium no varían en aspecto: son siempre redondeados y amarillentos.

Se barajan como causas de estas surgencias epiteliales la predisposición genética, el acné, las quemaduras del sol o la cicatrización de una herida, además del tabaquismo y una higiene facial inadecuada.

La mejor manera para atajar este tipo de granos es mediante la prevención, es decir, teniendo una rutina de higienización facial efectiva. La única manera de hacerlos desaparecer es mediante ayuda de un dermatólogo, pues se necesitan aparatos especiales para drenar el exceso de queratina que caracteriza a los milium.

3. Quistes

Los quistes faciales son unos tipos de granos que salen en la cara por la presencia de grasa acumulada en el interior de la piel. A diferencia de las espinillas, presentan un aspecto más interno y se perciben como abultamientos epidérmicos. Se pueden abordar a base de tratamiento con antibióticos tópicos.

Quiste

4. Lipomas

Un tipo más específico de cuerpo graso que puede surgir en la cara o cualquier otra parte del cuerpo son los lipomas, una serie de nódulos subcutáneos blandos y móviles al tacto que corresponden a adipocitos (células grasas) de tamaño anormal. Casi nunca son malignos, pero algunas personas los pueden confundir con tumores y pueden ser estéticamente molestos.

Para atajar este abultamiento facial el único remedio posible es una intervención quirúrgica por parte de un profesional, pues hay que extraer el exceso de tejido graso localizado.

5. Puntos negros

Estos granos, muy comunes en la nariz y alrededores, también se deben a la obstrucción de los poros por material sebáceo. Debido a la oxidación de sustancias por contacto con el medio ambiente y a la acumulación de suciedad, el material graso se torna de color negro, haciendo así la estructura honor a su nombre.

Se recomienda la utilización de mascarillas específicas para la extracción de los puntos negros en áreas localizadas. Aun así, como prevención, las cremas exfoliantes, el lavado de cara con agua tibia y una correcta higiene facial serán los mejores aliados para evitar estas molestas estructuras tan antiestéticas.

Punto negro

6. Forúnculos

Un forúnculo es una protuberancia dolorosa y llena de pus localizada debajo de la piel, que se produce cuando se infectan e inflaman uno o más folículos del vello. Son generalmente dolorosos, abultados y cuando se rompen provocan una supuración característica.

En general, estas infecciones se producen por la infiltración intracutánea de la bacteria Staphylococcus aureus, ya sea por una herida u otros métodos de entrada. Los forúnculos se pueden tratar en casa mediante la aplicación de compresas calientes, con el fin de aliviar el dolor y promover el drenaje de pus natural. Por desgracia, en algunos casos más graves se puede requerir de una incisión quirúrgica, drenaje y un tratamiento con antibióticos.

7. Melanomas

Entramos en un terreno mucho más peligroso, pues los melanomas son el tipo más grave de cáncer de piel. En este caso, el proceso cancerígeno sucede en los melanocitos, células encargadas de la producción de melanina. A pesar de que aún no se conocen del todo los mecanismos subyacentes que predisponen a esta patología, la exposición desmedida a luz solar se vincula a ella de forma clara.

Los melanomas faciales pueden confundirse con “granitos” o lunares de surgencia espontánea, pero si estos son asimétricos, de color variable (generalmente negro), bordes irregulares y crecimiento continuo, es hora de hacer sonar las alarmas. Aquí no hay tratamiento casero que valga: toca una visita al médico de urgencia.

Melanoma

Resumen

Como hemos podido ver en estas líneas, existen diversos tipos de granos faciales, según su etiología y fisiología. En general, la mayoría de ellos se producen por el taponamiento de los poros y una subsecuente acumulación de grasa, lo cual puede provocar procesos infeccioso, aparición de puntos negros o supuración purulenta.

Como en la mayoría de los casos, en la prevención está la clave. Realizar un correcto lavado de cara varias veces al día con agua tibia y gel de pH neutro, aplicar cremas hidratantes de forma regular y no exponer la piel al sol y otro tipo de inclemencias siempre serán las mejores recomendaciones para que no aparezcan los indeseables granos en la cara.

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