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La búsqueda de un embarazo es un proceso en el que se embarcan muchas parejas que desean ser padres. Por supuesto, tener un hijo deseado es un sueño hecho realidad para muchos, pero la llegada del bebé no siempre es una tarea sencilla.
De esta forma, para algunos la búsqueda del embarazo deja de ser un proceso calmado y natural y pasa a convertirse en una fuente importante de malestar y frustración. Son muchas las personas que asumen que una mujer se quedará rápidamente embarazada si mantiene relaciones sexuales sin emplear medidas contraceptivas. Aunque hay algunas que pronto lo consiguen, es habitual que sean necesarios varios meses hasta que se produce el ansiado embarazo.
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Salud, embarazo y espera
Por supuesto, cuando el tiempo de espera comienza a alargarse más de un año, se recomienda acudir al médico para realizar pruebas que permitan determinar el estado de salud de ambos miembros de la pareja. Sin embargo, debemos tener presente que, además de la salud física, también resulta esencial una buena salud psicológica para incrementar las probabilidades de embarazo. Así, la tensión y el estrés que pueden sentir muchas mujeres y sus parejas cuando se encuentran en proceso de búsqueda puede impedir que el organismo de ambos se encuentre en la mejor disposición para que el embarazo tenga lugar.
Por tanto, resulta esencial evitar presionar y preguntar de forma insistente o invasiva a aquellas parejas en edad fértil respecto a su intención de tener hijos. Son muchas las que se encuentran buscando un bebé desde hace tiempo, con la frustración que eso puede generar. Incluso, algunas han pasado por experiencias muy dolorosas, como puede ser un aborto. Por ello, la prudencia es un aspecto esencial que se debe cuidar en este sentido.
Además de lo que hemos comentado, existen algunas medidas que te pueden ayudar a buscar embarazo si deseas tener hijos en este momento. Lo cierto es que la mujer no es igualmente fértil durante todo su ciclo. Existen algunos días en los que la probabilidad de embarazo asciende notablemente, por lo que es recomendable que, en la medida de lo posible, la pareja mantenga relaciones en esos días para lograr la llegada del bebé lo antes posible.
Antes de comenzar el proceso de búsqueda de embarazo muchas mujeres desconocen información relevante sobre el proceso de ovulación, los días fértiles y todo lo relacionado con ello. Por eso, en este artículo vamos a hablar acerca de cómo conocer los mejores días para quedar embarazada.
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¿Qué es el ciclo menstrual?
Aunque puede parecer una pregunta muy obvia, lo cierto es que definir claramente qué es eso que conocemos como ciclo menstrual es importante para comprender toda la información posterior. El ciclo menstrual es el período de tiempo durante el cual el cuerpo femenino se prepara para albergar un posible embarazo. Es por ello que a lo largo de este tiempo el organismo secreta ciertas hormonas (principalmente estrógenos y progesterona) que desencadenan algunos cambios fisiológicos.
Cada ciclo menstrual comienza en el primer día de menstruación y finaliza con la llegada del siguiente. Su duración es, por tanto, de unos 28 días, aunque este supuesto sólo se cumple en aquellas mujeres con ciclos regulares. Las mujeres con regularidad en los ciclos podrán conocer sus días fértiles con facilidad, algo que será más complejo es aquellas con períodos irregulares.
Las mujeres con ciclos de duración variable suelen padecer patologías como el Síndrome del Ovario Poliquístico (SOP), Diabetes o Anemia. Por ello, si percibes que tus reglas son impredecibles, asegúrate de encontrar la causa subyacente con ayuda de tu ginecólogo/a, ya que así podrás tomar medidas para intentar regularizar los ciclos o conocer mejor tu cuerpo, algo interesante cuando buscas un embarazo.
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¿Cómo puedo saber cuál es el mejor día para quedarme embarazada?
El proceso de ovulación es una parte del ciclo menstrual de la mujer, y se define como el proceso por el cual el ovario libera un óvulo maduro. La ovulación empieza unos cinco días después de que la menstruación haya comenzado. Durante esta fase del ciclo, se incrementan los niveles de estrógenos, un tipo de hormonas que favorecen la expulsión del óvulo desde los folículos.
Al llegar al extremo de las trompas de Falopio, es posible que la fecundación se produzca. En ese caso, el óvulo se dirigirá hacia el útero para dividirse y formar el embrión. Si la fecundación no se produce, el óvulo será eliminado gracias a la menstruación. Normalmente, existen algunos signos que pueden ayudar a la mujer a conocer si está ovulando. Los más comunes son:
- Cambios en la calidad del flujo vaginal: La acción de los estrógenos provoca que el flujo vaginal aumente su cantidad, adquiriendo una textura similar a la de la clara de huevo, con un color blanquecino.
- Alteración de la temperatura corporal basal: la temperatura corporal suele aumentar por encima de los niveles normales en este momento del ciclo.
- Incremento de la hormona LH: Durante la ovulación los niveles de esta hormona suben, algo que se puede detectar mediante test de ovulación.
- Pechos sensibles y de mayor tamaño.
- Molestia en la zona de los ovarios.
Controlando todas estas señales y procurado mantener relaciones sin protección en estos días del ciclo, las probabilidades de que el embarazo suceda se incrementan notablemente. Sin embargo, es fundamental no caer en la observación obsesiva de cada mínima variación que se produzca en tu ciclo. Aunque estar atenta a los cambios de tu cuerpo puede ser de ayuda, una preocupación desmedida puede hacerte perder el disfrute en tus relaciones y generar elevados niveles de estrés que dificultan más todo el proceso.
Cada mujer es distinta y estas señales son orientativas. Por tanto, buscar el embarazo no consiste en atender minuciosamente a cada pequeño cambio. Esto, especialmente en aquellas mujeres que sufren periodos irregulares, puede convertirse en una dura tarea con un impacto negativo en tu bienestar y el disfrute de tu vida de pareja. En este sentido, lo más recomendable es mantener relaciones sexuales con frecuencia, al menos 2-3 veces a la semana.
Como mencionamos anteriormente, dependiendo de la edad de la mujer y otros aspectos, es importante consultar con un especialista si no se logra embarazo. Cuando la mujer es menor de 35 años, se recomienda visitar al ginecólogo/a a a los 12 meses de haber iniciado las relaciones sexuales sin protección. En aquellas mujeres mayores de 35 o que padecen alguna patología, se considera adecuado visitar al médico a los seis meses de haber iniciado la búsqueda, con el fin de realizar un estudio básico de fertilidad.
Conclusiones
Actualmente, vivimos en una sociedad en la que se decide comenzar a tener hijos a edades tardías, por lo que biológicamente hablando los años más fértiles de la mujer no son aprovechados. La mejor franja de edad para la maternidad se sitúa entre los 18 y los 35 años, aunque con los cambios sociales que se han venido dando en las últimas décadas cada vez son más las mujeres que deciden buscar el embarazo pasados los 35.
Es fundamental normalizar el hecho de que el embarazo no llegue rápidamente. Normalmente, es preciso que pasen algunos meses hasta que este se consigue, incluso en parejas sin ningún problema de fertilidad. Esto sucede en mujeres jóvenes, por lo que es esperable que la espera sea cada vez más acusada conforme avanza la edad.
Por todo ello, se suele aconsejar iniciar los estudios de fertilidad pasado un año en parejas jóvenes sin patologías, ya que este es el período considerado normal para que se produzca el embarazo. Aunque las señales que hemos comentado pueden ser interesantes para orientar a las mujeres de ciclos regulares sobre sus días más fértiles, es fundamental no caer en la obsesión.
La búsqueda del embarazo debe hacerse desde la calma y el disfrute en pareja, no desde el estrés y la tensión. Esto puede mermar seriamente el bienestar de la mujer y de su pareja, mermando y erosionando la relación. Cuando las relaciones sexuales dejan de ser algo espontáneo y pasan a convertirse en un medio para conseguir un fin, es altamente probable que aparezcan problemas.
De la misma manera, es importante no caer en el extremo contrario y despreocuparse totalmente, pues tras varios años sin lograr embarazo es evidente que algo no marcha bien y un profesional debe evaluar el caso particular. En este artículo hemos hablado acerca de qué es la ovulación, qué señales pueden indicar que una mujer está ovulando y cómo estas pueden ayudar a identificar los días más fértiles del ciclo.
Son muchas las mujeres que desconocen cómo funciona su cuerpo y, cuando comienzan a buscar un embarazo, se topan con un escenario que nunca se habían planteado, y es que el embarazo suele requerir cierto tiempo de espera. Ni siquiera las parejas sanas y jóvenes están exentas de esos meses de búsqueda, por lo que resulta esencial adoptar una actitud adecuada si se está deseando tener un hijo.
El papel de los ginecólogos es de gran relevancia, ya que no sólo detectan problemas de fertilidad cuando los hay, sino que también deben realizar un importante papel de apoyo para las parejas que encuentran obstáculos a la hora de concebir. La maternidad es una experiencia que debe ser vivida desde el amor y la ilusión, y esto debe comenzar desde antes de que el bebé haya llegado. La calma y la complicidad en la pareja son dos ingredientes que no deben faltar en ningún caso para iniciar ese viaje tan emocionante que es buscar tener un hijo.
