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El embarazo y la maternidad son experiencias que impactan profundamente no sólo en la mujer embarazada, sino también en su entorno más cercano, especialmente la pareja. Vivir la llegada de un hijo al mundo implica importantes cambios físicos y fisiológicos, que indudablemente repercuten en el estado psicológico de la mujer embarazada. Añadido a esto, es necesario que se produzcan algunos cambios en los hábitos y la vida diaria que permitan la adaptación a la nueva situación y la preparación para el momento del parto y la posterior crianza.
Aunque el embarazo siempre ha sido una etapa especialmente impactante y distinta a cualquier otra fase del ciclo vital, no ha sido hasta hace unos años que ha comenzado a ser atendida y estudiada como se merece. En este sentido, el cada vez mayor conocimiento sobre todo lo que implica la búsqueda y llegada de un hijo ha permitido el nacimiento de una disciplina conocida como Psicología Perinatal.
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La psicología detrás del embarazo, el parto y la crianza
La psicología perinatal se define como la rama de la psicología que se dedica a investigar e intervenir sobre los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales relacionados con el embarazo, el parto y la crianza hasta los tres años de vida. La utilidad de esta disciplina comienza desde el mismo momento en que una pareja toma la decisión de tener hijos.
Así, la intervención de los psicólogos perinatales también permite abordar situaciones difíciles, como los problemas de fertilidad o el duelo perinatal, cuando hay pérdida del bebé durante el embarazo, el parto o los primeros días de vida. Es decir, este trabajo psicológico tiene que ver con todo lo que puede suceder en el curso de la reproducción humana.
Como venimos comentando, la psicología perinatal se ha consolidado recientemente, por lo que aún sigue siendo desconocida para muchos. Afortunadamente, cada vez son más las madres y los padres que acuden a los profesionales de esta materia para encontrar apoyo y lidiar con las situaciones que les afectan. Entre ellas se pueden encontrar todo tipo de psicopatologías, como la depresión, la ansiedad, la psicosis o el trauma vinculado con pérdidas o experiencias traumáticas en algún punto del proceso.
Aunque los trastornos psicológicos pueden aparecer en cualquier momento de la vida, no cabe duda de que el período perinatal es una fase repleta de miedos, dudas, tristeza, incertidumbre, etc. Por tanto, es esencial que la mujer reciba ayuda profesional en estos casos, ya que de lo contrario puede verse mermado el vínculo con su bebé.
No obstante, cabe señalar que el trabajo desde la psicología perinatal no sólo consiste en intervenir cuando las dificultades ya han aparecido, sino que también debe implicar una labor preventiva, fomentando el bienestar emocional de la mujer embarazada y su entorno. En este artículo vamos a profundizar acerca de qué es la psicología perinatal y cuáles son sus principales áreas de intervención.
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¿Qué es la psicología perinatal?
La psicología perinatal es el área de la psicología dedicada al estudio e intervención sobre los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales relacionados con el embarazo, el parto y la crianza durante los primeros tres años de vida. La intervención desde esta disciplina es viable desde el mismo momento en que una pareja toma la decisión de tener hijos.
Así, a partir de ese instante los profesionales de la psicología perinatal pueden ser necesarios para abordar todo tipo de dificultades, entre las que destacan los problemas de fertilidad, el duelo perinatal o la aparición de trastornos psicopatológicos como la ansiedad, la depresión, la psicosis postparto o los traumas vividos durante el periodo de embarazo o el parto.
Aunque la parte más destacada de la psicología perinatal sea la intervención, lo cierto es que el trabajo de prevención no es, en absoluto, menos importante. La promoción de la salud mental de la mujer y sus seres queridos durante todas las etapas de la reproducción humana es esencial para evitar la aparición de dificultades.
En definitiva, la etapa perinatal es una fase repleta de cambios bruscos a todos los niveles (físico, psicológico, social…) que se producen de forma simultánea. Por ello, la inestabilidad y la vulnerabilidad se acentúan más que nunca. Aunque ser padres es para muchos motivo de felicidad, no podemos perder de vista que traer hijos al mundo puede constituir una importante crisis, pues la vida se transforma completamente. Dependiendo de cada caso particular, esta crisis vital puede resolverse de forma positiva y enriquecedora o, por el contrario, tornarse en una etapa difícil que requiere la ayuda de un profesional.
La intervención de los profesionales cuando existen dificultades resulta clave para evitar consecuencias a medio/largo plazo y proteger el bienestar de la madre y el vínculo con su bebé. Así, la labor de los psicólogos perinatales permite promover en cada etapa del proceso los recursos y capacidades de la mujer, de manera que la gestión emocional sea óptima.
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Áreas de intervención de la psicología perinatal
Como vemos, la psicología perinatal puede ser de gran ayuda en distintas situaciones que pueden suceder en el curso de la reproducción humana. A continuación, vamos a conocer en qué áreas esta disciplina puede ser de ayuda.
1. Problemas de fertilidad
La psicología perinatal puede ser clave mucho antes de que el embarazo tenga lugar, especialmente en aquellos casos en los que existen problemas para concebir hijos. Afrontar las dificultades para conseguir un embarazo puede ser especialmente doloroso, pues el deseo de ser padres no puede verse cumplido por distintas razones.
En muchos casos, los profesionales de esta disciplina son una figura de gran apoyo para aquellas parejas que se someten a tratamientos de fertilidad o que viven el duelo que supone renunciar a tener hijos en común. Por desgracia, este tipo de problemas son cada vez más comunes, debido principalmente a que la maternidad se pospone a edades cada vez más tardías.
Si bien ambos miembros de la pareja experimentan sufrimiento cuando el embarazo no llega, las mujeres suelen ser las más afectadas en este sentido, pues pueden sufrir grandes problemas de autoestima al no poder cumplir con el rol de género esperado en ellas, por el que se considera que una mujer no es completa si no ha sido madre.
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2. Acompañamiento psicológico durante el embarazo
Como ya comentamos, el embarazo es una etapa repleta de cambios a todos los niveles. Las hormonas hacen de las suyas y pueden generar grandes altibajos emocionales. En este sentido, es de especial importancia que, aquellas mujeres que vivan cambios psicológicos intensos, reciban apoyo profesional. La psicología perinatal puede ser de gran ayuda para que las futuras madres logren una mayor estabilidad emocional, entrenando capacidades y habilidades que permitan lidiar con el malestar.
3. Preparación para el parto
El momento del parto es un escenario que requiere una preparación previa no solo a nivel físico, sino también psicológico. Es habitual que aparezcan en la mujer sentimientos de miedo o angustia, especialmente en aquellas que son madres por primera vez o que enfrentan embarazos de alto riesgo. Por este motivo, el acompañamiento de un profesional de la psicología perinatal puede resultar de gran ayuda para vivir el parto de una forma más calmada y saludable.
4. Fortalecimiento del vínculo
La psicología perinatal tiene mucho que aportar en lo que respecta a la formación del vínculo entre el bebé y sus figuras de cuidado. Gracias a las investigaciones, se conoce que los recién nacidos necesitan desde sus primeros segundos de vida el contacto con la madre u otra persona que adopte el rol de figura protectora. Más allá de las necesidades físicas, el bebé necesita un estrecho contacto humano y recibir afecto en forma de caricias y palabras.
Progresivamente, en función de cómo las figuras de referencia respondan a sus necesidades, el bebé irá configurando un estilo de apego seguro o inseguro. La calidad de dicho apego tendrá implicaciones importantes en el bienestar emocional del niño o niña, condicionando su forma de relacionarse con los otros en la adolescencia y la edad adulta. Debido a la gran relevancia que esto tiene, desde la psicología perinatal se interviene para favorecer la formación de una relación vincular saludable entre el bebé y sus padres.
5. Consolidación de la red de apoyo de la mujer embarazada
Aunque el embarazo influye especialmente en la mujer, lo cierto es que la llegada de un bebé genera impacto en toda la unidad familiar. En este sentido, la psicología perinatal realiza un trabajo de preparación de aquellos que conviven con la futura madre, especialmente la pareja. De esta manera, se refuerza la red de apoyo de la embarazada para garantizar que cuenta con los apoyos necesarios que le permitan disfrutar de su maternidad y sentirse arropada y cuidada en los momentos más difíciles.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de qué es la psicología perinatal y de qué forma esta puede aplicarse para ayudar a la mujer embarazada y su entorno. La psicología perinatal es un área de la psicología encargada de estudiar e intervenir sobre los aspectos emocionales, cognitivos y conductuales relacionados con el embarazo, el parto y la crianza.
Gracias a esta disciplina, se puede actuar en aquellos casos de infertilidad, brindar acompañamiento durante el embarazo, preparar para el momento del parto, fortalecer el vínculo entre el bebé y sus cuidadores y fortalecer la red de apoyo de la futura madre. Aunque el importante papel de esta rama de la psicología es aún desconocido para muchos, lo cierto es que en los últimos años se ha incrementado la atención profesional hacia este momento de la vida de la mujer tan especial y complejo.
