Cirugía para eliminar la papada: procedimiento, precio y resultados

La liposucción de papada es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite eliminar la grasa localizada en esa región y redefinir el borde mandibular.

Cirugía eliminar papada

En lo que a belleza se refiere, el concepto “acumulación de grasa” nos da pánico. Y todavía más si esta se produce en la región más visible de nuestro cuerpo: el rostro. Y si a esto le sumamos el hecho de que puede aparecer incluso en personas delgadas y jóvenes, cuidado.

Estamos hablando, como no puede ser de otra manera, de la tan temida papada. Se trata de una acumulación de tejido graso subcutáneo en una región bajo la barbilla, formando una arruga más o menos visible especialmente al juntar el rostro con el cuello.

La papada es más común en personas con sobrepeso y ancianas, aunque sigue siendo frecuente en personas que siguen una vida saludable, jóvenes (muchas veces se manifiesta desde la adolescencia) y que mantienen un adecuado peso corporal. Y es que su aparición se debe a muchos factores, donde se incluye, claro, la genética.

Afortunadamente, hay opciones de tratamiento. Y en caso de que te estés planteando someterte a una cirugía para eliminar la papada, en el artículo de hoy encontrarás toda la información importante al respecto. Analizaremos cómo es el procedimiento, cuáles son los riesgos, cuánto dura la recuperación y cuánto cuesta la liposucción de papada.

¿Qué es la liposucción de papada?

La liposucción de papada es una cirugía mínimamente invasiva en la que se busca eliminar el exceso de tejido graso bajo la barbilla para que la papada desaparezca, consiguiendo así que el borde mandibular quede más definido y que el cuello y el rostro en general adquieren un aspecto más joven y saludable.

Como ya hemos dicho, la papada es uno de los problemas estéticos que más preocupan tanto a hombres como mujeres, pues además de estar en la región que más se ve de nosotros, va empeorando con el paso del tiempo, pues la acumulación de grasa se incrementa y, además, la piel va perdiendo elasticidad y firmeza.

Teniendo en cuenta que se trata de una situación estrechamente vinculada a la genética, la papada no puede ser eliminada por mucho que comamos más sano y hagamos ejercicio. Si nuestro cuerpo está programado para acumular grasa en esa zona, lo hará pase lo que pase.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que la única opción de eliminación es someterse a cirugía (hay algunas terapias novedosas que permiten hacerlo sin ella, pero todavía no son demasiado frecuentes) y que, según las estadísticas, el 60% de la población mundial está preocupada por la papada, no es de extrañar que esta liposucción sea uno de los procedimientos de cirugía estética más demandados.

Afortunadamente, se trata de una cirugía muy poco invasiva con un procedimiento rápido y sencillo, con precios que no son demasiado altos y con pocos efectos secundarios adversos vinculados a su realización. Hay que tener en cuenta que solo puede realizarse si el motivo de la papada es la acumulación de grasa, pues a veces su causa es simplemente la flacidez de la piel. En ese caso, quizás haya que recurrir a un lifting.

Papada

¿Cómo es el procedimiento?

La liposucción de papada es una cirugía mínimamente invasiva. Eso sí, hay que pasar por quirófano. Una vez ahí, el paciente se somete a una sedación con anestesia local o general, dependiendo de lo que el equipo de cirujanos considere oportuno.

Tras esta sedación, empieza el procedimiento, el cual suele durar entre 30 minutos y 2 horas (dependerá de cuánta grasa haya que extraer), con la ventaja de que se realiza de forma ambulatoria, lo que significa que tras la operación, el paciente puede irse a su casa. No tiene que pasar ninguna noche ingresado.

La intervención se inicia con una pequeña incisión debajo de los lóbulos de las orejas o por debajo de la barbilla, depende de lo que sea mejor y buscando siempre que estén en el lugar donde menos marcas dejen.

Una vez hecha esta incisión, se introduce una cánula metálica, que es un utensilio quirúrgico muy estrecho (de entre 2 y 3 milímetros de diámetro) que, una vez es conducido hasta la región donde hay la grasa acumulada en la barbilla, empieza a aspirar el tejido graso.

A medida que se va aspirando la grasa subcutánea, la papada disminuye. Tras finalizar la aspiración, las cánulas se retiran y las incisiones se cierran mediante puntos, los cuales, al ser tan pequeños, cicatrizarán rápidamente y sin dejar apenas marcas.

Liposucción papada procedimiento

¿Ofrece buenos resultados?

Los resultados no son instantáneos, pero sí seguros y bastante rápidos. A partir de la segunda semana se observará una notable mejoría, que irá en aumento. Se estima que antes de cumplirse los tres meses tras la operación, se ha conseguido ya el resultado.

¿Qué hacer después de la operación? ¿Hay riesgos?

Como hemos visto, se trata de una operación relativamente sencilla que se realiza de forma muy poco invasiva. Y teniendo en cuenta que tras la operación el paciente no tiene que quedar ingresado (no hay ningún periodo de hospitalización), sino que puede volver a su casa (mejor que esté acompañado), es obvio que el postoperatorio no es duro.

Se trata de una intervención con muy pocos riesgos asociados. Es habitual, eso sí, que tras la operación aparezcan molestias leves, como por ejemplo inflamaciones en el cuello, aparición de hematomas en la región donde se ha aspirado el tejido graso o algo de sensibilidad en la zona. Todo esto es perfectamente normal (y casi inevitable) y la sintomatología puede aliviarse con analgésicos o antiinflamatorios. El médico decidirá cuál es el más adecuado.

No es común ni mucho menos, pero como cualquier otra operación de cirugía estética, puede tener riesgos. Como decimos, solo aparecen en casos puntuales, pero pueden consistir en infecciones en la piel, reacciones alérgicas a la anestesia, entumecimiento de la papada, acumulación de líquidos bajo la piel, formación de coágulos en la sangre, problemas renales, etc.

Son raros, pero sí que pueden llegar a ser graves. Por ello, antes de pasar por quirófano, hay que estar muy seguro de querer hacerlo y, sobre todo, tener en mente los inevitables riesgos que entraña someterse a una cirugía. Por muy poco invasiva que sea, siempre hay peligros. Aunque esta es una de las intervenciones que tiene menos.

Ahora bien, la inmensa mayoría de personas pueden irse a casa con total normalidad, teniendo en cuenta que durante los primeros días habrá que seguir una serie de indicaciones. La más importante es hacer caso a las indicaciones del médico en lo que a cuidado de las heridas se refiere.

Paralelamente, será importante aplicar frío en la zona de la operación de forma regular los primeros tres días (para reducir la inflamación), llevar una venda elástica la primera semana, dormir con varias almohadas bajo la cabeza (tendría que estar lo más alta posible) y no hacer ejercicio físico el primer mes.

En resumen, es perfectamente normal que haya molestias como inflamación, sensibilidad y entumecimiento durante una o dos semanas después de la intervención. Y es que a pesar de que hay riesgos, con esta liposucción de papada hay muy pocas probabilidades de que aparezcan. Como hemos dicho, los resultados empiezan a ser perceptibles a partir de la segunda semana y antes del tercer mes ya se ha conseguido el aspecto que se prometía.

Liposucción papada resultados

¿Cuánto cuesta una liposucción de papada?

Como sucede con todas las operaciones de cirugía estética, no pueden darse precios exactos, pues depende de muchos factores, que van desde el país hasta la cantidad de grasa que deba extraerse, pasando por diferencias entre ciudades e incluso entre clínicas.

En Estados Unidos, por ejemplo, el precio de una liposucción de papada oscila entre los 2.000 y los 4.500 dólares, cosa que dependerá de los factores que hemos dicho. En países como España, el precio medio es de entre 2.500 y 5.000 euros.

Por lo tanto, podemos concluir que el precio general para una operación de este tipo es de, como mínimo, unos 2.000 dólares/euros, con un máximo de 5.000 dólares/euros, aunque pueden haber precios más altos.

En comparación con otras cirugías (sin ir más lejos, una liposucción de abdomen cuesta hasta 7.500 dólares), no es un precio nada alto. Hay que tener en cuenta que hay que pagar a los cirujanos, el material y el quirófano. Por ello, se hace un precio bastante razonable teniendo en cuenta que es una solución eficaz y segura a un problema estético que puede influir mucho sobre la calidad de vida.

Por ello, si estás pensando en someterte a esta intervención, busca información de clínicas en tu ciudad, intentando encontrar la mejor opción entre calidad y precio. Piensa también que muchas clínicas permiten financiar la operación, es decir, pagarla a plazos. Eso sí, ten en cuenta que el precio siempre rondará los 2.000 - 5.000 dólares / euros.

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