-small.jpg&w=96&q=75){kind=small}
La cirugía plástica ha cambiado la vida de muchas personas con problemas estéticos, pero también con problemas de salud más allá de la apariencia. En los últimos años, esta rama de la medicina ha experimentado una evolución espectacular. Así, lejos de las aparatosas intervenciones del pasado, hoy en día existe todo un abanico de técnicas y métodos avanzados que resultan menos invasivos que antaño. Estas mejoras han permitido realizar un mayor número de procedimientos y, por ende, llegar a muchos más pacientes que antes.
España es uno de los países donde más cirugías de este tipo se llevan a cabo anualmente. Particularmente, las intervenciones más populares son aquellas de tipo estético, en especial el aumento de pecho y la liposucción. No obstante, veremos cómo no todas las intervenciones quirúrgicas de este tipo se realizan por motivos estéticos, sino que también tienen importantes aplicaciones para mejorar la salud de muchos pacientes.
- Te recomendamos leer: "Las 11 operaciones de cirugía estética más comunes"
¿Qué es la cirugía plástica?
La cirugía plástica se define como una especialidad quirúrgica que se ocupa de corregir todo proceso congénito, adquirido, tumoral o involutivo, que requiera reparación o reposición, o que afecte a la forma y/o función corporal. Este campo médico tiene, a su vez, dos ramas de aplicación diferenciadas:
-
Cirugía plástica reparadora: Esta variante se ocupa de restaurar o mejorar la función y aspecto de aquellas lesiones causadas por accidentes, quemaduras, enfermedades, anomalías congénitas, etc.
-
Cirugía plástica estética: Esta rama se dedica a intervenir sobre pacientes sanos con el fin de corregir alteraciones estéticas. El fin de esta cirugía es la de obtener una mayor armonía facial y/o corporal, así como paliar los efectos del envejecimiento.
Los problemas que atiende la cirugía plástica, ya sea por motivos sanitarios o estéticos, generan en los pacientes problemas emocionales y merman la calidad de vida a todos los niveles. Por ello, la relevancia de este ámbito de la medicina es indiscutible.
El gran inconveniente de las intervenciones en cirugía plástica es el elevado coste de sus intervenciones. Para la mayoría de la población, la cantidad a la que asciende el precio de una operación de estas características es inasumible. Es por esta razón que la Seguridad Social cubre algunas de ellas. En este artículo vamos a comentar las operaciones de cirugía plástica que se pueden realizar de manera gratuita a través del sistema público de salud.
- Te recomendamos leer: "Cirugía para eliminar la papada: procedimiento, precio y resultados"
¿Qué operaciones de cirugía plástica son cubiertas por la seguridad social en España?
Lo cierto es que la mayoría de la población asocia la cirugía plástica con operaciones exclusivamente estéticas. Sin embargo, como hemos visto la cirugía plástica también permite reparar daños severos derivados de accidentes y enfermedades de todo tipo. Cabe señalar que la mayoría de las operaciones de cirugía plástica reparadora están cubiertas por la Seguridad Social.
Sin embargo, lo más habitual es que muchas veces sea difícil concretar si una intervención es por estética o por salud. Es decir, el aspecto y el estado de salud van con frecuencia de la mano. Estos matices resultan decisivos, pues determinarán si una operación puede ser o no realizada en el sistema público de salud sin ningún coste.
Por ejemplo, una mujer que desea reducir su pecho puede hacerlo por cuestiones estéticas, pero también por razones de salud (dolores de espalda, incomodidad para las actividades diarias…). La Seguridad Social habitualmente cubre la intervención si es por salud, pero no si es por razones puramente estéticas.
Por todo ello, la Seguridad Social siempre realiza un estudio previo de cada caso, con el fin de valorar si esta será o no asumida. Los candidatos con más posibilidad de ser aceptados son aquellos con gran afectación psicológica por su complejo, con problemas físicos que supongan un riesgo para la salud presente o futura o aquellas personas con deformidades de nacimiento o provocadas por accidentes.
En caso de que una persona sea rechazada para ser intervenida en el sistema público, su única alternativa es realizar la misma operación en la sanidad privada. A continuación, vamos a conocer las operaciones estéticas que podrían realizarse en la Seguridad Social (previa valoración por parte del equipo médico).
1. Cirugía abdominal
Este tipo de cirugía se puede realizar para aliviar problemas de salud, como dolor de espalda, úlceras, hernias, etc. Es un procedimiento que mejora la apariencia de los músculos y piel de la zona abdominal, en aquellos casos en los que estén flácidos y estirados. Dependiendo de cada persona, la región abarcada en la intervención será más o menos extensa. Puede ser útil para aquellas personas que han perdido grandes cantidades de peso y su piel y músculos se han visto afectados.
2. Cirugía mamaria
La cirugía mamaria permite corregir asimetrías congénitas, reducir mamas muy voluminosas que ocasionen problemas de salud, reconstruir el pecho tras un cáncer de mama o eliminar la ginecomastia (aumento de la cantidad de tejido de las glándulas mamarias en niños y hombres).
3. Otoplastia
Esta cirugía se realiza en la zona de las orejas, y es atendida en la sanidad pública cuando existe deformidad o una gran afectación psicológica para el paciente. La otoplastia es un procedimiento que permite cambiar la forma, posición o tamaño de las orejas.
Las personas que se sienten molestas porque sus orejas se encuentran muy separadas de su cabeza o porque poseen deformidades de nacimiento pueden recurrir a esta intervención. A diferencia de otras operaciones estéticas, la otoplastia puede realizarse a cualquier edad una vez que las orejas hayan alcanzado su tamaño definitivo (generalmente esto ocurre a los 5 años).
4. Rinoplastia
La rinoplastia es una operación que se lleva a cabo en la zona de la nariz. Esta puede realizarse en la sanidad pública cuando existan problemas respiratorios o malformaciones.
Esta intervención modifica la forma de la nariz y es uno de los procedimientos quirúrgicos más realizados en el campo de la cirugía plástica. La rinoplastia puede reducir o aumentar el tamaño de la nariz, modificar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios e incluso cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior. En la Seguridad Social es habitual que se realice para tratar problemas respiratorios, traumatismos o problemas congénitos.
5. Blefaroplastia
La blefaroplastia es una cirugía estética que tiene como objetivo corregir el exceso de piel en los párpados. Principalmente, puede ayudar a tratar las bolsas que se generan en la zona inferior de los ojos y también corrige la caída de los tejidos que rodean al ojo. Estos problemas suelen tener una raíz genética, pero con el paso del tiempo pueden producir alteraciones en esta zona que pueden ser molestas (principalmente problemas de visión) y ocasionar malestar psicológico en la persona.
6. Cirugía facial
La cirugía facial suele ser aplicada en la sanidad pública para corregir asimetrías faciales en la cara producidas por una parálisis facial, para tratar lesiones que afecten a los labios, las mejillas o los músculos de la cara. También puede ser utilizada para tratar deformidades por traumatismos en cabeza y cuello.
Ventajas de la cirugía plástica
Con frecuencia se subestiman las ventajas que la cirugía plástica puede proporcionar a la vida de las personas. Los cambios que este tipo de intervenciones pueden lograr en las personas pueden tener una gran repercusión en su bienestar y calidad de vida. Las afecciones que trata la cirugía plástica suelen producir, con mucha frecuencia, importantes consecuencias en la autoestima, la autoconfianza y las relaciones con los demás.
Por este motivo, la cirugía puede ser un empujón que ayude a muchas personas a sentirse mejor consigo mismas. Por supuesto, no podemos olvidar que una intervención médica como las que hemos comentado requiere el asesoramiento y valoración del cirujano, que orientará al paciente, despejará sus dudas y le acompañará en todo el proceso.
Como hemos visto, las afecciones estéticas no solo son tratadas por pura superficialidad. Con frecuencia, estas guardan relación con el estado de salud, por lo que es necesario intervenir para tratar aquello que no está bien. Por ejemplo, un traumatismo nasal puede producir problemas para respirar, un pecho demasiado grande puede provocar dolores de espalda o unos párpados caídos pueden dificultar la visión.
Especialmente importante es el papel de la cirugía plástica en aquellas personas que han sufrido eventos traumáticos, como accidentes o enfermedades graves. Reconstruir las secuelas físicas de estas vivencias es de gran ayuda para que la persona vuelva a sentirse como antes, segura y confiada. En cualquier caso, siempre es recomendable reflexionar con calma acerca del deseo de realizar esa intervención y despejar todas las dudas posibles con el profesional que va a llevar a cabo la operación.
El hecho de que la Seguridad Social haya ofrecido cobertura para este tipo de intervenciones es una muestra de la importancia que el aspecto y la estructura de nuestra cara y cuerpo puede tener para sentirnos seguros. No cabe duda de que la salud es un concepto holístico y debe existir una armonía entre nuestro cuerpo y mente, por lo que reparar los daños puede ser terapéutico para muchos pacientes.
Por supuesto, hablamos de situaciones en las que existen complejos muy intensos o cuando las afectaciones son muy notables. Más allá de eso, es evidente que la cirugía estética no va a hacer que, mágicamente, comencemos a aceptarnos y querernos como somos. Por ello, también es relevante acotar el campo de trabajo de esta disciplina y saber qué tipo de casos llega a atender y cuáles no.
