Menopausia: ¿cómo se manifiesta y cómo combatirla?

La menopausia es un proceso biológico natural que suele venir acompañado de síntomas tanto físicos como mentales debido a los cambios hormonales que sufre la mujer.

Menopausia

En la naturaleza, las hembras están programadas para ser fértiles toda su vida. Es decir, la “vida” no tenía en cuenta que habría algún ser vivo capaz de sobrevivir más tiempo que las reservas de óvulos. Pero los humanos, debido a que hemos creado un entorno en el que somos capaces de vivir casi un siglo, hemos alterado esta programación.

Por lo tanto, la menopausia es algo natural en los humanos, pero no tan natural a nivel evolutivo. Las mujeres tienen unas reservas de óvulos que, de seguir viviendo como en los orígenes de la humanidad, serían más que suficientes para ser fértiles toda su vida.

Pero la cuestión es que ahora la esperanza de vida no es de 35 años, sino de más de 80. Y teniendo en cuenta que la cantidad de óvulos que tiene una mujer le permiten tener periodos menstruales hasta los 45-55 años, inevitablemente se entra en la menopausia.

La menopausia, pues, es un fenómeno biológico que el cuerpo no está programado para experimentar. Por ello, es normal que los cambios hormonales den lugar a síntomas tanto físicos como mentales. En el artículo de hoy veremos qué se puede esperar de la menopausia.

¿Qué es la menopausia?

La menopausia es la época en la vida de una mujer en la que deja de tener menstruaciones ya que los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona, las hormonas sexuales que regulan los ciclos menstruales. Por lo tanto, no se producen más óvulos y la mujer deja de ser fértil. Ya no puede quedar embarazada.

La menopausia es un proceso natural propio del envejecimiento, aunque como veremos más tarde, puede aparecer también por otras circunstancias o problemas de salud. Sea como sea, de forma global, suele desarrollarse entre los 45 y 55 años, estando la media en los 51 años.

Esta se “diagnostica” cuando la mujer lleva un año sin tener ningún periodo menstrual, aunque los primeros signos y síntomas de la menopausia pueden aparecer ya desde varios años antes. Una vez entrada en ella, los desajustes hormonales son los que conducen a la sintomatología más famosa de la menopausia, con manifestaciones tanto físicas como psicológicas.

De todos modos, hay distintos “tratamientos” que pueden reducir el impacto que tiene este suceso en la vida de la mujer para que no afecte tanto a su día a día, desde cambios en el estilo de vida hasta pasar por tratamientos hormonales.

¿Por qué aparece la menopausia?

Toda aquella situación que inhiba la producción de las hormonas sexuales femeninas de forma irreversible provoca la menopausia, pues la mujer dejará de ser fértil.

Y si bien es cierto que puede ocurrir por el propio envejecimiento, hay distintas situaciones o patologías que pueden acelerar el proceso e incluso hacer que mujeres jóvenes pierdan la capacidad de quedarse embarazadas.

1. Por el envejecimiento

De forma natural, a medida que se envejece, la fecundidad de la mujer se va perdiendo. De hecho, ya a finales de la década de los 30, los niveles de las hormonas sexuales van reduciéndose. Por eso cada vez es más difícil quedarse embarazada. Se produce menos estrógeno y progesterona hasta que su producción se detiene, momento en el que ya se entra definitivamente en la menopausia.

2. Por enfermedades del aparato reproductivo femenino

Hay muchas enfermedades del aparato reproductivo femenino cuyo tratamiento requiere una histerectomía total, es decir, una extirpación del útero y los ovarios para evitar que la vida de la mujer corra peligro. Esto provoca una menopausia súbita y los síntomas son más graves, ya que de forma abrupta la mujer deja de producir hormonas sexuales.

Cuando es por envejecimiento, el cuerpo va adaptándose poco a poco. El cáncer de cuello uterino, el de útero, el de ovarios o enfermedades como la adenomiosis, los sangrados vaginales, la endometriosis, etc, son algunas de las patologías cuyo tratamiento puede requerir esta histerectomía.

3. Por haber pasado por quimioterapia o radioterapia

Aunque no ocurre siempre, es posible que los tratamientos de quimioterapia o radioterapia para curar un cáncer induzcan la menopausia, pues pueden inhibir la producción de hormonas sexuales. De todos modos, si bien en algunos casos es irreversible, lo más común es que después de estas terapias, la mujer vuelva a producir estrógeno y progesterona, por lo que es una menopausia “pasajera”.

4. Por no producir suficientes hormonas sexuales

Debido a problemas de origen genético, es posible que la mujer tenga problemas en la producción de hormonas sexuales. Esto sucede en aproximadamente el 1% de las mujeres y provoca que tengan la menopausia antes de los 40 años.

5. Por no seguir un estilo de vida saludable

La inactividad física y el tabaquismo afectan directamente a la producción de hormonas sexuales, por lo que llegan a adelantar considerablemente la llegada de la menopausia. De hecho, se estima que fumar hace que aparezca hasta tres años antes de lo normal.

¿Cómo se manifiesta la menopausia?

La inhibición en la producción de las hormonas sexuales da lugar a síntomas tanto físicos como psicológicos. Y es que el estrógeno y la progesterona, además de regular los ciclos menstruales y la fecundidad de la mujer, tienen influencia en muchos procesos fisiológicos.

La sintomatología que indica que se está llegando a la menopausia puede empezar desde unos meses antes hasta, en los casos más graves, 10 años antes. Estos síntomas pueden interrumpirse y volver a empezar de forma periódica.

De todos modos, lo que puedes esperar de la menopausia y del periodo cercano a ella es lo siguiente y está debido a los cambios fisiológicos y psicológicos producidos por la falta de hormonas sexuales:

  • Aumento de peso
  • Cambios de humor
  • Sofocos
  • Sequedad vaginal
  • Problemas para dormir
  • Sequedad de piel
  • Escalofríos
  • Sudoraciones nocturnas
  • Fragilidad del cabello
  • Disminución del volumen de los senos
  • Más vello facial
  • Problemas para concentrarse

Evidentemente, estos síntomas varían en función de cada mujer. Cada persona los experimenta con una intensidad y duración mayor o menor e incluso es posible que algunas mujeres no experimenten algunos de estos síntomas.

¿Puede haber complicaciones?

Lo cierto es que después de la menopausia, debido a los cambios hormonales y a problemas derivados de algunos de los síntomas anteriormente mencionados, el riesgo de sufrir distintas patologías aumenta. Por lo tanto, sí que puede haber complicaciones. Por ello es tan importante solicitar consejos e indicaciones al ginecólogo.

Las complicaciones más comunes son las que veremos a continuación. Todas ellas tienen solución. Si se diagnostican a tiempo, el tratamiento es efectivo.

1. Sobrepeso

El aumento de peso es típico en la menopausia debido tanto a los desajustes hormonales en sí como a la tendencia a comer más por los cambios de humor y otros problemas con las hormonas. El sobrepeso es la puerta de entrada de muchas afecciones graves como los trastornos cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes… Por ello, es importante adoptar un estilo de vida lo más saludable posible durante la menopausia.

2. Problemas durante las relaciones sexuales

Es común que, debido a que no se produce estrógeno ni progesterona, durante la menopausia se pierda el apetito sexual. Además, la sequedad vaginal y los cambios en la morfología del aparato reproductor puede hacer que las relaciones sexuales sean incómodas e incluso que haya sangrados. Y es que biológicamente hablando, no tiene sentido practicar el sexo, pues no puede quedarse embarazada. Por lo tanto, el cuerpo no pone facilidades para que haya relaciones. Los lubricantes y algunas cremas pueden ser de ayuda.

3. Problemas cardiovasculares

El riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares aumenta notablemente después de que se dejen de producir hormonas sexuales, pues ellas están involucradas en el mantenimiento del sistema circulatorio en las condiciones adecuadas. Muchas de estas patologías del corazón y de los vasos sanguíneos son graves y, de hecho, son la principal causa de muerte en el mundo. Afortunadamente, siguiendo un estilo de vida saludable se consigue que el impacto de la menopausia no sea tan alto.

4. Debilidad ósea

Los desajustes hormonales impactan también en la salud ósea. Los huesos se vuelven más frágiles, débiles y quebradizos, por lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir fracturas, aunque sea por leves golpes o caídas. Esta pérdida de densidad ósea hace que las mujeres sean más propensas a sufrir osteoporosis después de entrar en la menopausia.

5. Incontinencia urinaria

Debido a los cambios morfológicos en el aparato reproductivo, es común que haya pérdidas involuntarias de orina al levantarse, reír o toser. Y es que los tejidos de la vagina y del sistema urinario pierden fuerza y, por lo tanto, no hay un control tan efectivo de la micción.

6. Infecciones urológicas

A consecuencia de los cambios hormonales y de las alteraciones en la fisiología del aparato reproductivo, las mujeres con la menopausia son más susceptibles de padecer infecciones urológicas. Además, la propia incontinencia urinaria aumenta también el riesgo de sufrirlas, pues hay más probabilidad de que un patógeno infecte la vejiga, los uréteres u otras regiones.

¿Qué puedo hacer para tratarla?

La menopausia no es ninguna enfermedad, por lo que no hay que realizar ningún tratamiento para curarla. Eso sí, existen maneras de aliviar los síntomas y de reducir el riesgo de desarrollar las complicaciones que acabamos de ver. Lo mejor es aplicar remedios caseros, aunque si tanto tú como el ginecólogo lo consideráis necesario, pueden realizarse algunas terapias clínicas.

1. Tratamientos caseros

Hacer ejercicio regularmente, no fumar, llevar una dieta equilibrada rica en frutas y verduras, hacer actividades de fortalecimiento del suelo pélvico, realizar técnicas de relajación, evitar la cafeína y el alcohol, dormir lo suficiente, utilizar lubricantes y cremas para evitar el malestar vaginal, calmar los sofocos y huir de sus desencadenantes… Todas estas estrategias ayudan tanto a reducir la sintomatología como a evitar el desarrollo de complicaciones y pueden aplicarse fácilmente en casa.

2. Tratamientos médicos

Estos tratamientos solo pueden ser administrados por recomendación de un ginecólogo y suelen reservarse para casos más graves en los que los síntomas de la menopausia sí que comprometen la calidad de vida de la mujer y los remedios caseros no funcionan.

Las terapias hormonales por administración de estrógeno y/o progesterona, el consumo de antidepresivos a dosis bajas, fármacos para prevenir la osteoporosis, medicamentos para rebajar la presión arterial, fármacos para reducir los sofocos, etc, pueden ayudar tanto a aliviar la sintomatología como a reducir el riesgo de desarrollar complicaciones.

Referencias bibliográficas

  • Grupo de trabajo de menopausia y postmenopausia. (2004) “Guía de práctica clínica sobre la menopausia y postmenopausia”. Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria y Centro Cochrane Iberoamericano.
  • Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. (2017) “Guía de Práctica Clínica sobre el abordaje de síntomas vasomotores y vaginales asociados a la menopausia y la postmenopausia”. AETSA.
  • The Women’s Health Council and Health Service Executive. (2008) “Menopause: A Guide”. Health Service Executive Local Health Promotion Departments.
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