¿Qué hacer si me noto un bulto en el pecho?

Existen diferentes condiciones responsables de la aparición de un bulto en el pecho. Aunque la mayoría no son graves, otras pueden ser indicativo de enfermedades severas. Un diagnóstico temprano es esencial para su tratamiento.

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En el caso de las mujeres, es necesario realizar controles regulares para localizar protuberancias en el pecho, forma parte del protocolo de detección temprana del cáncer de mama. Sin embargo, un bulto en el pecho no es un diagnóstico fatídico. Hay muchas otras condiciones que pueden causar un bulto en el seno, además del cáncer.

El pecho es la parte posterior del cuerpo que incluye la piel, los senos y la cavidad torácica. La cavidad torácica contiene la columna vertebral, las costillas y el esternón. Detrás del esternón y las costillas se encuentran el corazón, los pulmones y el esófago. Además, el tórax está hecho de músculos, tejido conectivo, membranas, ganglios linfáticos, venas y arterias. Cualquier afección de una de estas partes puede ser la responsable del bulto.

Podría tratarse de un absceso o quiste, y en el caso de que fuese un tumor, existen muchas posibilidades de que este sea benigno, es decir, no canceroso. Si acudimos al médico por un bulto en el pecho, lo más probable es que revise algunas de las cosas mencionadas en este artículo. Estas son algunas de las causas más comunes de bultos en el pecho.

¿Por qué aparecen?

Existen muchas condiciones -patológicas y no- que pueden ser las responsables de la aparición de bulto en el pecho. Algunas de estas afecciones son peligrosas, mientras que otras son inofensivas para el organismo y no se acompañan de otros síntomas. La aparición de un bulto es un síntoma común compartido por diferentes afecciones, ya sea en tejido mamario, cerca del esternón o en la caja torácica.

Si una persona nota un bulto, sobre todo en el seno, es natural preocuparse por si es canceroso. Un bulto canceroso normalmente es duro y puntiagudo, mientras que un quiste benigno o una infección son redondos y blandos al tacto. Una exploración es suficiente para descartar algo grave si no se acompaña de otros síntomas.

Los diferentes tipos de bultos deben ser diagnosticados por un especialista y, aunque es posible que algunos no necesiten atención médica, otros sí. Por lo que si se detecta un bulto anormal en cualquier parte del cuerpo, se debe consultar a un médico. Hay tres áreas principales de nuestro cuerpo donde pueden aparecer bultos: en el tejido mamario, en el pecho y en cualquier parte del esternón. Veamos las causas principales.

1. Causas de bultos en el seno

Existen tres causas principales de la aparición de bultos en el seno: los tumores malignos, los quistes y los fibroadenomas.

1.1. Cáncer de mama

Un bulto en el seno puede ser un signo de cáncer de mama, aunque no todos los bultos en el seno son indicativos de cáncer. Algunos son causados ​​por daños en los tejidos debido a la inflamación, y otros son benignos. Los bultos cancerosos son duros y tienen bordes dentados, mientras que los bultos blandos o redondos suelen ser benignos. Ambos, pueden acompañarse o no de dolor.

El tejido mamario puede cambiar. Si una persona observa algo anormal, debe consultar urgentemente a su médico. Además, las mamografías son cruciales para monitorear la detección precoz del cáncer de mamá y son obligatorias en mujeres de más de 50 años. Otros signos de cáncer de mama incluyen:

  • Hoyuelos en la piel: la piel puede presentar pequeñas muescas.
  • Dolor en la mama o los pezones: diferentes cambios hormonales pueden producir dolor en el seno o los pezones y aumentar la sensibilidad. Si este dolor supera al que se experimenta habitualmente, hay que acudir al médico para descartar otra condición.
  • Secreción del pezón: este líquido suele ser claro o blanquecino, y puede estar húmedo o seco. Una secreción del pezón generalmente es inofensiva, pero es mejor que un médico la analicé para descartar cualquier patología subyacente.
  • Inflamación de la mama: la hinchazón de los senos puede ser un síntoma de muchos problemas de salud diferentes, incluido el cáncer.
  • Ganglios linfáticos inflamados: los ganglios linfáticos pueden agrandarse como resultado del cáncer o cualquier otra infección.

1.2. Quiste mamario

Un quiste mamario es un saco lleno de líquido ubicado en el seno. Son muy comunes y normalmente no son cancerosos, pueden ser causados por el embarazo, el envejecimiento, el desequilibrio hormonal o una lesión en el seno. Los quistes se pueden sentir duros o blandos, dependiendo del tejido que los rodea. Pero normalmente son grandes y son suaves al tacto. Los quistes están rodeados de tejido, lo que puede hacer que a veces sean duros y presentar un tacto parecido al de un tumor.

Para la eliminación del quiste se utiliza una aguja fina para extraer líquido. Una vez que el líquido ha sido extraído, este se reduce. Sin embargo, este tratamiento no es definitivo y el quiste puede volver a crecer, esto ocurre con frecuencia. Por lo que muchas veces, los médicos recomiendan no intervenir en quistes benignos e indoloros.

1.3. Fibroadenoma del seno

En el seno, un fibroadenoma es un bulto hecho de material glandular y tejido conectivo. No es canceroso. Las mujeres de entre 20 y 39 años suelen tener nódulos en la piel y, aunque generalmente no son graves, estos bultos pueden ser bastante grandes (hasta varios centímetros). Los nódulos son blandos, y tienen un aspecto de canica, con bordes bien definidos. Estos nódulos son indoloros y se mueven debajo de la piel si se los presiona. Para asegurarse de que el bulto es un fibroadenoma y no un tumor, se puede realizar una biopsia.

Fibroadenoma del seno

2. Causas de las protuberancias en el pecho

Al igual que en el caso de los senos, incluso los bultos, que no presentan riesgo inmediato para la salud, pueden causar problemas si crecen demasiado, por lo que es importante controlarlos. A continuación vemos las causas más frecuentes que pueden provocar la aparición de bultos el pecho:

2.1. Lipoma

Alrededor del 1% de las personas tienen un lipoma. Ocurren cuando hay un exceso de células grasas, formando una protuberancia suave y abovedada. Un lipoma es un bulto de grasa debajo de la piel. Crecen a un ritmo lento y por lo general son indoloros, a menos que presionen un nervio o un vaso sanguíneo. Los lipomas tienen una sensación gomosa al tacto y se mueven cuando se presionan o se empujan.

Los lipomas no son cancerosos, casi siempre son benignos e inofensivos. Aunque existe un tipo muy raro de cáncer llamado liposarcoma que se da en los tejidos grasos. Cualquiera puede tener un lipoma, pero normalmente ocurren en personas entre 40 y 60 años. Por lo general, los lipomas son indoloros, el dolor podría indicar una alteración o ser un signo de cáncer. Los médicos no tratan los lipomas a menos que sean grandes, produzcan molestias en el paciente, o estén en un área sensible presionando una vena o un nervio.

2.2. El linfoma de Hodgkin

Existen diferencias entre el linfoma y el linfoma de Hodgkins. El primero afecta al sistema inmunitario y el segundo comienza en los glóbulos blancos. El síntoma inicial más común del linfoma de Hodgkins es un ganglio linfático inflamado que forma un bulto en el área del cuello, la axila o la ingle. La mayoría de las veces, el bulto no causa dolor, pero puede ser sensible. Si las glándulas agrandadas están dentro del tórax, el paciente puede presentar dificultades para respirar y tos persistente. La enfermedad también puede causar otros síntomas, como pérdida de peso, fiebre, sudores nocturnos, dolor de huesos e inflamación de la piel.

Múltiples factores y microbios pueden hacer que los ganglios linfáticos se inflamen, pero esta inflamación suele desaparecer una vez superada la infección. Si una persona nota que sus ganglios linfáticos están inflamados durante un largo periodo de tiempo y no existe ninguna condición aparente, debe consultar a un médico de inmediato. La quimioterapia y la radioterapia generalmente se usan para tratar el linfoma de Hodgkin.

2.3. Otras causas responsables de bultos en el pecho

Existen una serie de condiciones menos habituales que también pueden incluir en sus síntomas la aparición de protuberancias.

  • Necrosis grasa: después de una lesión en el seno, un tratamiento de radiación o una lumpectomía, el tejido adiposo del seno puede dañarse y formar un bulto sólido, redondo e indoloro. Esta condición se llama necrosis grasa y no es cancerosa.
  • Absceso: un absceso es un bulto en el seno que se ha infectado. Contiene pus que se ha inflamado. Los síntomas de un absceso pueden ser dolor, fiebre y letargo.
  • Hematoma: una cirugía o una lesión pueden causar que se acumule una masa de sangre dentro del seno. Esto debería sanar por sí solo.
  • Adenosis esclerosante: la adenosis esclerosante es una afección en la que los lóbulos mamarios desarrollan demasiado tejido. Esto puede causar calcificaciones de aspecto grumoso en las imágenes de mamografía.
  • Fascitis nodular: la fascitis nodular es un bulto no canceroso que puede desarrollarse en la pared mamaria, entre otras áreas del cuerpo. El bulto crece rápidamente, por lo general es firme al tacto y puede tener bordes irregulares. Puede causar cierta sensibilidad.
  • Lesión en el pecho: Después de una lesión en el pecho, poco después puede aparecer un bulto doloroso en la piel. El bulto puede notarse, pero debería mejorar con la formación de hielo.
  • Tuberculosis ósea: La TO puede hacer que aparezcan bultos en los huesos, como el esternón, la columna vertebral, las costillas y la pared torácica. Otros síntomas incluyen dolor, sensibilidad y pérdida de peso.
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3. Causas de los bultos debajo del esternón

El esternón es un hueso que se encuentra en el medio del pecho y forma la parte delantera y central de la pared torácica. Existen dos causas frecuentes que provocan la aparición de bultos en la parte del pecho que se encuentra debajo del esternón.

3.1. Hernia epigástrica

Esta condición generalmente es causada por una debilidad en los músculos abdominales. Cuando un órgano empuja los músculos y tejidos del cuerpo, se puede desarrollar una hernia. La hernia epigástrica ocurre justo debajo del esternón, y puede aparecer como un bulto. El bulto generalmente está hecho de grasa, pero también puede ser causado por el intestino que sobresale hacia afuera. En algunas ocasiones se recomienda cirugía para solucionar el problema.

3.2. Síndrome de xifoides

El proceso xifoides es la parte más pequeña y variable del esternón. Una lesión puede producir la aparición de un bulto en esta estructura cartilaginosa, aunque no es una afección habitual. A esta condición se la llama síndrome xifoides y puede ser muy dolorosa. Los médicos pueden administrar a los pacientes medicamentos antiinflamatorios o inyecciones de esteroides para tratar la inflamación.

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Diagnóstico y cuándo hablar con un médico

Como vemos, existen muchas causas que pueden provocar la aparición de un bulto en el pecho y normalmente no son graves. Pero, si el bulto permanece por más de dos semanas o se presenta junto con otros síntomas, es imprescindible acudir al médico para determinar la gravedad y la condición subyacente.

Los bultos benignos suelen ser blandos y móviles, mientras que los bultos cancerosos suelen ser duros e inmóviles. El médico examina físicamente el bulto para comprobar su tamaño, firmeza y bordes. Pero, debido a diferentes factores, algunos quistes benignos pueden ser duros al tacto, por lo que habrá que realizar otras pruebas para poder diferenciarlos.

Los médicos usan pruebas de diagnóstico por imagen para determinar la ubicación y el tamaño del bulto. Las pruebas de imagen también muestran si el bulto está creciendo cerca de los huesos, los vasos sanguíneos o los órganos internos. Una biopsia es la única forma de confirmar o descartar el cáncer. Una biopsia consiste en la extracción de una pequeña porción de tejido, para su posterior examen con la ayuda de un microscopio.

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Conclusión

Como hemos visto, los bultos en el pecho pueden ser el resultado de multitud de condiciones distintas. La mayoría no implican un diagnóstico de cáncer, y son fáciles de tratar. Aunque, siempre que notemos la presencia anormal o persistente de un bulto en cualquier parte de nuestro cuerpo -incluido el pecho-, es necesario que un profesional médico realice una exploración para establecer la causa subyacente.

El diagnóstico temprano y el control de las protuberancias son estrategias ganadoras. Una persona debería controlar el desarrollo de cualquier tipo de bulto que tenga y consultar a un médico en caso de observar cualquier alteración de forma y tamaño.

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