Síndrome de Alejandría: ¿realidad o ficción?

El síndrome de Alejandría es una supuesta rara mutación que presentan los “humanos perfectos”, que carecen de alteraciones del organismo. Los rumores sobre esta condición genética han estado circulando en la red desde el año 2005.

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El cuerpo humano es extremadamente complejo y producto de millones de años de evolución, es una verdadera hazaña de la naturaleza. Sin embargo, sabemos que como humanos estamos lejos de ser perfectos, tenemos capacidades cognitivas limitadas, somos más débiles que otros animales, nos enfermamos con frecuencia y tenemos una esperanza de vida acotada. El síndrome de Alejandría, también conocido como Génesis de Alejandría, es de origen genético, es decir, una rara mutación en un gen sería la responsable. Se dice que esta mutación genética convierte a las personas afectadas en unas personas superiores, en humanos casi perfectos.

Estos seres superiores tienen los ojos púrpuras, la piel extremadamente clara, el cabello marrón, ausencia de vello corporal, no menstrúan, tienen un sistema inmunológico más fuerte que el de las personas normales, están perfectamente proporcionadas y no aumentan de peso, además se ven entre cinco y diez años más jóvenes que su edad real y pueden vivir 70 años más que el resto de la población, concretamente hasta los 150 años.

Algunas personas creen que la mutación del Génesis alejandrino es real. Pero, ¿cuál es el verdadero origen de este síndrome? ¿Existen personas con la mutación? Y ¿Condiciones capaces de afectar al color de los ojos? En este artículo responderemos a todas estas preguntas sobre el síndrome de Alejandría.

¿Qué es el síndrome de Alejandría?

El síndrome de Alejandría es una supuesta mutación genética poco frecuente y muy beneficiosa que estaría en el origen de la existencia de seres humanos casi perfectos. Algunas personas creen que una mutación genética hizo que las personas nacieran con ojos azules o grises, y que a los pocos meses sus ojos cambiarán a un color violeta intenso, casi púrpura.

Se dice que además de esta peculiaridad física del color de los ojos, la mutación es responsable de muchos otros cambios beneficiosos en las personas afectadas: tienen la piel pálida, pero no se queman, no tienen vello corporal, poseen un metabolismo más rápido y no aumentan de peso, tienen mayor resistencia a enfermarse, y una visión casi perfecta.

También, se dice que las personas con sexo biológico femenino no menstrúan, en cambio, son más fértiles que las personas que no poseen este gen. Aquellos que tienen la mutación del Génesis alejandrino son considerados humanos perfectos, porque carecen de la mayoría de las alteraciones corporales, lo que les permite vivir hasta los 150 años.

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Origen del síndrome de Alejandría

En 1329 nació en Londres una mujer llamada Alejandría Augustina. Su madre y su padre notaron que tenía los ojos de color púrpura, y pensaron que era un signo de posesión demoníaca, por lo que la llevaron a un sacerdote para que la exorcizara. Afortunadamente, para Alejandría, el sacerdote sabía de la existencia de la mutación e informó a sus padres que su hija estaba perfectamente bien.

Según la leyenda, hace mil años un destello de luz apareció sobre Egipto, provocando que se desarrollaran personas de ojos púrpuras y piel muy blanca. Se dice que las personas con este síndrome se trasladaron al norte y se perdieron, hasta el nacimiento de Alejandría, que fue el primer caso de la edad moderna.

En 1998, Cameron Aubernon escribió esta leyenda como parte de su relato titulado The Alexandrian Genesis, que empezó como una pieza de fanfiction de Daria, un personaje animado ficticio de la MTV. Realmente, esta fue la primera vez que se registró esta mutación. Aunque el sitio web original donde estaba alojada ya no existe, la historia ha sido archivada y se puede acceder a ella en una página web llamada Outpost Daria Reborn.

El relato trataba sobre una mutación genética alienígena poshumana llamada Génesis de Alejandría. Se inventó para dar cualidades especiales a los personajes de la historia que eran casi perfectos. Pero, desde entonces, el relato y la mutación han recorrido su propio camino. El Génesis de Alejandría no es una cosa real, nunca lo ha sido y nunca lo será, como explica la autora del fanfiction. Era solo el primer borrador de una historia que creo para divertirse y homenajear a uno de sus personajes favoritos de la televisión.

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¿Es real el síndrome de Alejandría?

Aunque el Génesis de Alejandría nunca ha existido y comenzó como una pieza ficticia de fanfiction en 1998. En 2005 empezó a difundirse el rumor de que alguien tenía Génesis de Alejandría a través de un foro de internet, donde una persona afirmó que conocía a una chica con ojos púrpuras a la que se le había diagnosticado Génesis de Alejandría de forma oficial.

Aunque la génesis de Alejandría es una completa invención, algunas de sus características son plausibles. Es verdad que algunas personas tienen un sistema inmunológico fuerte y nunca se enferman. Otros tienen una visión perfecta durante toda su vida o pueden comer muchos alimentos sin aumentar de peso. Incluso hay áreas donde la gente vive más de lo normal, como en las islas japonesas de Okinawa y Hokkaido, o en las montañas del Cáucaso. También existen personas que presentan un color de ojos un poco violeta, además son personas normalmente albinas. Además, existen ciertas condiciones descritas en la literatura médica que pueden cambiar el color de los ojos.

Condiciones que cambian el color de los ojos

La pupila es el centro negro del ojo. El iris es el anillo de color que rodea la pupila y controla la cantidad de luz que entra en el ojo. Veamos que condiciones que existen realmente (no el síndrome de Alejandría), que sí pueden cambiar el color del iris.

1. Cambios naturales con la edad

El color más común de ojos es el marrón. Sin embargo, los bebés de ascendencia caucásica a menudo tienen ojos azules o grises al nacer, y pueden volverse verdes, marrones o avellana con el tiempo. Por lo tanto, el color de ojos no es una característica inmutable. El iris del ojo cambia de color gracias a una proteína llamada melanina, que es la misma que se encuentra en la piel y es la responsable del moreno. Las células de los melanocitos producen más melanina en respuesta a la exposición a la luz y comienzan a estar activas en los ojos de los bebés alrededor de 1 año de edad.

Los ojos de un recién nacido en realidad comienzan siendo azules porque los melanocitos no están activos cuando el bebé es pequeño, por lo general en los cambios en el color de los ojos ocurren hasta los 6 años. Normalmente, el color marrón permanece igual en los bebés, pero puede volverse más oscuro con el paso del tiempo. Aproximadamente 1 de cada 12 personas de ascendencia caucásica experimenta cambios en el color de los ojos durante la adolescencia y la edad adulta.

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2. Heterocromía iridiscente

La heterocromía iridiscente se refiere a las personas que tienes ojos de diferentes colores, por ejemplo uno azul y otro marrón, como David Bowei. Otra variación de la enfermedad es la heterocromía segmentaria, en la que el propio iris presenta diferentes variaciones de color. Esto suele ocurrir de forma espontánea y no suele ser causado por otra enfermedad. Hay algunos casos en los que la heterocromía iridiscente podría estar relacionada con otros trastornos, como: el síndrome de Horner, el síndrome de Parry-Romberg, el síndrome de Sturge-Weber y el síndrome de Waardenburg.

3. Uveítis heterocrómica de Fuchs (FHU)

La iridociclitis heterocrómica de Fuchs es una enfermedad rara que afecta al iris, así como a otras partes del ojo. Puede causar una cantidad significativa de inflamación del iris durante un largo período de tiempo.

En algunos casos, el iris cambia de color, volviéndose más claro o más oscuro. Aproximadamente una de cada 10 personas que experimentan FHU sufren la enfermedad en ambos ojos, mientras que en la mayoría de los casos solo afecta a un ojo. La FHU puede aumentar el riesgo de una persona de desarrollar otras afecciones oculares, como cataratas y glaucoma. Otros síntomas incluyen disminución de la visión y la falsa percepción de moscas volando alrededor de los ojos.

4. Síndrome de Horner

Un lado de la cara puede verse afectado por el síndrome de Horner, también conocido como síndrome de Horner-Bernard. Un accidente cerebrovascular o una lesión de la médula espinal pueden provocar la interrupción de una vía nerviosa de un lado de la cara, lo que provoca el fenómeno del síndrome de Horner. Esto afecta un lado de la cara y un ojo, y generalmente ocurre junto con otros síntomas, como la pérdida de la visión. A veces, el síndrome no tiene razón aparente.

Los síntomas incluyen que las pupilas se vuelven más pequeñas y tardan más en abrirse con poca luz, los cambios en el tamaño pueden dar la apariencia de diferentes colores de ojo. Los bebés menores de un año pueden tener un color de iris más claro.

5. Glaucoma pigmentario

El glaucoma no es una única afección, es un grupo de enfermedades oculares que tienen como origen el nervio óptico dañado, como consecuencia de la presión anormalmente elevada en el ojo. El glaucoma es una afección común, pero infradiagnosticada: no todas las personas afectadas saben que la tienen. Existen diferentes tipos de glaucoma, una clase particular, el glaucoma pigmentario, hace que el iris pierda lentamente su pigmentación y que se desprenda en pequeños fragmentos.

Estos pigmentos fragmentados se acumulan en los orificios de drenaje del ojo, lo que impide el correcto funcionamiento, impidiendo que el líquido pueda filtrarse y aumenta la presión en el ojo. Esto puede hacer que el iris cambie de forma, aunque el color original de los ojos generalmente no se alterará por completo. Los medicamentos, el láser o la cirugía pueden ayudar a reducir la presión, pero es difícil evitar que corregir el problema de base de desprendimiento del iris.

6. Tumores del iris

Los cambios en el color de los ojos pueden ser un signo de un nevo, un crecimiento similar a un lunar pero detrás o dentro del iris. La mayoría de los tumores (crecimientos anormales) son quistes o lesiones pigmentadas.

Algunos tumores pueden ser malignos, pero por lo general no causan síntomas. Si alguien sospecha de un tumor en el iris y ve alteraciones anormales, debe consultar a un médico de inmediato; el nevo puede cambiar de forma, color o tamaño, y es importante que lo revisen antes de que empeore. Hay dos tratamientos principales para los tumores en el iris: radiación y cirugía.

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