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Absolutamente todos nosotros queremos estar sanos. Porque como bien dicen, la salud es lo primero. Y en este camino hacia una vida saludable, entran en juego dos conceptos clave: la salud y el bienestar. Juntos, tejen un complejo estado fisiológico que nos hace no solo no padecer patologías, sino disfrutar de una vida plena en el plano psicológico y emocional.
El bienestar es un estado mental en el que la persona siente que su estado físico y psicológico le transmiten sentimientos de satisfacción y tranquilidad, siendo así un estado emocional vinculado con el confort que experimentamos al inspeccionar nuestra relación con nosotros mismos y con lo que nos rodea y ver que todo está como debe estar, incluida nuestra salud.
Y en esta línea, la salud es el estado fisiológico que se contrapone a la enfermedad, siendo así un término que apela a la ausencia de enfermedades, lesiones físicas y daños emocionales y a nuestra consecuente capacidad de ejercer nuestras funciones biológicas, fisiológicas y morfológicas de una forma óptima, sin ver comprometida nuestra integridad.
Pero debemos tener muy claro que la salud no se centra únicamente en lo físico. La salud toma importancia en muchos niveles distintos. Y es precisamente por este motivo que en el artículo de hoy y, como siempre, de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, vamos a indagar en la clasificación de las distintas clases de salud. Empecemos.
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¿Qué es la salud?
El concepto de “salud” sigue generando mucho debate y controversia, pero la definición más aceptada es aquella que entiende la salud como el estado fisiológico basado en la ausencia de enfermedad. Así, por salud entendemos aquel estado en el que una persona no sufre ninguna patología física ni mental que comprometa su bienestar, por lo que es capaz de desempeñarse correctamente a nivel fisiológico y emocional.
Así pues, la salud es un estado de equilibrio en el que, de forma objetiva, se puede afirmar que la persona no padece ningún trastorno, patología, lesión, enfermedad o factor dañino que altere su morfología o estado psicológico. Pero también puede entenderse como un estado más subjetivo en el que la persona asume como “óptimo” su estado general. De ahí que sea tan complejo definir exactamente qué es la salud.
Sea como sea, lo que debe quedarnos claro es que “salud” emerge como contraposición a la “enfermedad”, motivo por el cual es el concepto alrededor del cual giran todas las ciencias de la salud, como la Medicina o la Enfermería, disciplinas que van enfocadas a preservar la salud de las personas sanas y a tratar enfermedades que comprometan dicha salud.
En este sentido, podemos entender la salud como un estado tanto objetivo como subjetivo en el que, además de que la persona no sufre ninguna enfermedad física ni psicológica que comprometa su correcto desempeño en la vida, dicha persona es consciente de que se encuentra bien, de que está sana y de que su estado general, a nivel físico y mental, es adecuado.
Por esta razón, pese a este componente inherentemente subjetivo, la salud es más objetiva que el bienestar, pues puede “medirse” inspeccionando el estado fisiológico de la persona a través de chequeos médicos. Porque mientras que el bienestar es un estado principalmente psicológico, la salud es principalmente fisiológico.
Al mismo tiempo, mientras que cada uno de nosotros tiene una definición única de qué significa el bienestar (donde entra en juego la motivación, el éxito, la estabilidad económica, las amistades, las metas, el desarrollo personal, el amor, etc), todos solemos compartir una idea muy parecida de salud. Y es la de no sufrir enfermedades. Pero más allá de esto, existen muchos tipos distintos de salud en cuya naturaleza vamos a indagar a continuación.
¿Qué clases de salud existen?
Tras analizar la difusa pero enriquecedora definición de “salud”, llega el momento de profundizar en el tema que nos ha reunido hoy aquí, que es el de descubrir qué clases de salud existen. Y es que se puede estar sano de muchas formas distintas. Veamos, pues, la clasificación de la salud en diferentes modalidades.
1. Salud física
Por salud física entendemos la ausencia de enfermedades fisiológicas. Es decir, una persona sana a nivel físico es aquella que no padece patologías en los órganos y tejidos del cuerpo, siendo capaz de desarrollarse plenamente a nivel morfológico sin sufrir lesiones físicas. La condición física es óptima y el cuerpo funciona como es debido a nivel orgánico.
2. Salud mental
Por salud mental entendemos la ausencia de enfermedades psicológicas, aunque también se incluye, por la inherente subjetividad que despierta el estudio de la mente humana, el estado de bienestar emocional que emerge al estar satisfechos con nuestra vida tanto interna como externa, es decir, de cómo nos relacionamos con el entorno. La condición emocional es óptima.
3. Salud ambiental
Por salud ambiental entendemos aquel estado en el que los factores de nuestro entorno nos acompañan a la hora de gozar de bienestar físico y emocional. Es decir, es aquella salud que viene condicionada por factores ajenos a nosotros, como por ejemplo el contexto cultural, la sociedad en la que vivimos, el acceso a bienes y servicios, la ausencia de contaminación, el entorno laboral, etc. En definitiva, apela a todos aquellos factores ambientales físicos, biológicos, químicos y sociales que tienen impacto en nuestra salud.
4. Salud social
Por salud social entendemos aquel estado de bienestar que emerge como consecuencia de nuestra naturaleza social. Todos necesitamos relacionarnos de forma plena con otras personas. Así, el hecho de poder construir relaciones sanas con otras personas, desarrollar vínculos afectivos fuertes, sentirnos miembros funcionales de la sociedad, adaptarnos al medio que nos rodea, superar desafíos, sentirnos parte de un grupo, aprender a gestionar nuestros deberes comunitarios y, en definitiva, todos aquellos factores que emergen de la sociedad pero que tienen impacto en nuestro bienestar emocional (y consecuentemente físico) son contemplados por esta importante salud social.
5. Salud espiritual
Por salud espiritual entendemos aquel estado de bienestar que emerge tras inspeccionar nuestro interior y estar a gusto con quiénes somos y cómo nos relacionamos con la vida. Es el concepto más subjetivo, pues está relacionado con la espiritualidad de cada persona y, por tanto, cada uno de nosotros tiene un concepto de qué es la salud espiritual. Pero, por regla general, la autoestima, el autoconocimiento, el sentirse orgulloso de uno mismo, tener un propósito en la vida, vivir acorde a una ética y moral, etc, es lo que conforma esta salud.
6. Salud integral
Hablamos de “salud integral” para referirnos a aquel estado de pleno bienestar que emerge como sinergia de las cinco formas de salud anteriores, consideradas como la clave para gozar de una vida sana en todos los niveles. Cuando una persona experimenta salud física, mental, ambiental, social y espiritual, decimos que ha alcanzado una salud integral. Es decir, tiene bienestar en todos los planos que definen una vida con salud. Pero, como veremos, hay otras formas de salud complementarias y muy importantes.
7. Salud sexual
Por salud sexual entendemos aquel estado de bienestar tanto físico como emocional vinculado a la sexualidad de una persona. Así, esta forma de salud se relaciona con el hecho de poder disfrutar del sexo de una forma segura y libre. Las relaciones sexuales y la exploración de nuestro cuerpo son fundamentales para gozar de bienestar.
8. Salud alimentaria
Por salud alimentaria entendemos aquel estado de bienestar tanto físico como emocional que emerge de una correcta nutrición. Así, todos aquellos beneficios en nuestro cuerpo y mente derivados de alimentarnos de una forma saludable y que nos proporcione bienestar se contempla dentro de la salud alimentaria, al tiempo que también se asocia con la correcta higiene de los alimentos.
9. Salud pública
Por salud pública entendemos el conjunto de actividades y servicios desarrollados, organizados y ofrecidos por las administraciones públicas de un Estado que buscan preservar la salud física y mental de sus ciudadanos. Así, todos aquellos medios públicos que preservan y promueven el bienestar del conjunto de la sociedad conforman el concepto de salud pública.
10. Salud laboral
Por salud laboral entendemos todas aquellas actividades y servicios ofrecidos por empresas privadas o públicas que fomentan el bienestar físico y emocional de sus trabajadores. Es decir, todas aquellas medidas aplicadas en el entorno profesional que nos permiten cumplir con nuestras obligaciones laborales pero sin comprometer nuestra integridad física y mental entran dentro del concepto de salud laboral.
11. Salud familiar
Por salud familiar entendemos aquel bienestar emocional que experimentamos al percibir que nuestro núcleo familiar es sólido, viendo en nuestros familiares (padres, hijos, abuelos, hermanos, primos, tíos…) una fuente de salud mental. La familia es (o debería ser) un apoyo, conformando así lo que conocemos por salud familiar.
12. Salud económica
Por salud económica entendemos aquel estado de bienestar emocional que emerge de saber que nuestra economía nos va a permitir cubrir los gastos a corto, medio o largo plazo. Por suerte o por desgracia, el dinero es fuente de bienestar. Y todo aquello que emerja de la tranquilidad de saber que nuestras finanzas son sólidas es lo que conforma esta salud económica.
