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Hace algunos años las estanterías de las librerías comenzaron a llenarse de libros que prometían a sus lectores ser la clave para mejorar el estado emocional y manejar los pensamientos y frustraciones de la vida de manera prácticamente autónoma. Hablamos de la literatura de autoayuda.
Este tipo de textos se han ido popularizando cada vez más, hasta el punto de convertirse en best sellers y referentes para miles de personas. El abanico de temáticas se ha ido haciendo cada vez más amplio, ofreciendo estrategias y pautas para mejorar la autoestima, las relaciones, alcanzar el éxito, manejar la ansiedad…y un sinfín de propuestas más.
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Salud mental y literatura: ¿cómo se relacionan?
En la época actual la salud mental está cobrando cada vez mayor importancia, con una mayor visibilización que permite romper el estigma en torno a ella. No es para menos, pues estamos probablemente ante una pandemia de problemas psicológicos que afectan a una gran parte de la población. En un mundo que cambia y avanza a enorme velocidad, el estrés y los problemas parecen asfixiarnos por momentos, sin poder detenernos un segundo a respirar.
La aparición de estos libros parece ofrecerse como una herramienta para aquellas personas que necesiten salir de esa vorágine de miedos, inseguridades, dudas, etc. Así, su lectura permitiría al usuario empoderarse y tomar las riendas para afrontar su situación de la mano del autor, un experto en la materia.
En este estado de cosas, este tipo de literatura se ha presentado como una forma de divulgación que acerca la psicología al público general, con una terminología sencilla y accesible para cualquier persona. A esto hay que añadir el papel que ha jugado el márketing en todo este mundo, el cual ha hecho de este tipo de libros un producto atractivo con títulos sugerentes.
En otras palabras, la literatura de autoayuda sabe cómo venderse para que el lector vea en sus páginas la clave para resolver sus problemas y mejorar su vida. Algunos títulos superventas han sido “El arte de no amargarse la vida”, “Cómo hacer que te pasen cosas buenas”, “Los secretos de la mente millonaria”...
Por todo ello, no parece sorprendente que esta clase de libros hayan triunfado y conquistado a una gran cantidad de lectores, pues solo con ver sus portadas es inevitable sentir un gran deseo por bucear en sus páginas y descubrir esa clave para sentirnos mejor. En este artículo vamos a hablar acerca del éxito de los libros de autoayuda y algunos puntos a tener en cuenta para darles el uso adecuado.
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¿Por qué tienen éxito los libros de autoayuda?
Ya hemos adelantado que los libros de autoayuda son, al fin y al cabo, un producto aderezado por potentes campañas de márketing. Este tipo de literatura nos ofrece mensajes cargados de positividad, nos transmiten esa sensación de que podemos con todo y de que está en nuestras manos el sentirnos mejor.
Aunque este tipo de mensajes pueden resultar atractivos y revitalizantes a corto plazo, lo cierto es que no está muy claro si realmente son útiles para aliviar nuestro sufrimiento a un nivel más profundo. Este tipo de libros parecen ser un chute de esperanza temporal y pueden darnos esa falsa sensación de que todo se puede arreglar de una manera sencilla.
Sin embargo, aunque algunos mensajes quedan muy bien en el papel, su trasfondo en la mayoría de casos es bastante pobre y no tiene un alcance suficiente para que nuestra vida cambie como su eslogan promete. Esto explica por qué muchas personas que leen este tipo de libros terminan manteniéndose en la misma situación previa a la lectura.
Las palabras escritas no bastan para desencadenar cambios reales en los pensamientos y los actos. Además, esa idea de que somos capaces de todo lo que nos proponemos y que la felicidad es de quien se esfuerza en conseguirla es tóxica y muy equivocada. Cada individuo posee una realidad diferente y muchas veces nuestro malestar viene condicionado por factores que se escapan de nuestro control.
¿Realmente sirve leer libros de autoayuda?
Entonces…¿Es útil leer un libro de autoayuda? En este artículo vamos a comentar algunos puntos que debes tener presentes cuando consumas literatura de este tipo, de manera que puedas utilizarla de forma coherente y conociendo sus límites.
1. La teoría debe trasladarse a la práctica
Uno de los principales problemas de los libros de autoayuda es que estos depositan en el lector todo el peso del cambio. Así, la lectura se convierte en el único medio del que dispone el usuario para cambiar su realidad.
Esto no es, en absoluto, realista, pues si fuese tan sencillo modificar conductas y pensamientos con tan sólo leer un texto quizá no existirían tantas personas afectadas por problemas de salud mental. Además, en muchos casos la cuestión ni siquiera tiene que ver con un cambio concreto, sino que se trata de una realidad mucho más compleja y enredada que un libro no puede resolver.
2. Un producto en serie para muchas realidades distintas
No podemos perder de vista que cada persona es única y la realidad de cada uno es distinta. Es por ello por lo que en psicología nunca se pueden establecer reglas matemáticas, recetas mágicas o generalizaciones, ya que existen infinidad de matices que pueden marcar la diferencia entre unos individuos y otros. Por ello, es esperable que un libro dirigido al público general no sea suficiente para ofrecer ayuda a personas que sufren problemas psicológicos.
3. No todos los libros tienen fundamento científico
Este punto también es muy relevante, pues el mercado de la literatura de autoayuda se ha extendido tanto que muchas veces es difícil discriminar el material de calidad del que no lo es. Procura ser selectivo en los libros que adquieres, pues no todos están basados en la evidencia científica. Así, es necesario que sólo elijas libros de autoayuda que cumplan con estándares mínimos de rigor.
4. Un libro no sustituye la terapia
Uno de los errores más comunes tiene que ver con la asunción de que un libro de autoayuda es un sustituto de la terapia psicológica. Sin embargo, esto no es en absoluto así. En realidad, no se trata de demonizar este tipo de libros, sino de darles el lugar que les corresponde.
Así, la literatura de este tipo es un buen complemento de la terapia, pero nunca debe utilizarse como recurso único en personas que sufren algún problema psicológico. Cuando se emplea en el marco de una terapia psicológica, el libro puede ser leído siguiendo las pautas del psicólogo, ser un buen material para fomentar la reflexión en sesión, etc.
5. Son una buena fuente de psicoeducación
Como venimos diciendo, este tipo de libros no son sustitutos de la terapia, pero esto no significa que no tengan su utilidad. Como medio de divulgación son un excelente recurso, pues permiten acercar la psicología y todo lo que rodea a la salud mental al público general. De esta manera, muchas personas pueden familiarizarse con determinados conceptos, entender el por qué de su comportamiento en algunos casos, ver su realidad desde una nueva perspectiva… entre otras muchas ventajas.
6. No deposites en un libro todas tus esperanzas
Es cierto que en momentos de angustia o desesperación tendemos a aferrarnos a cualquier resquicio de esperanza que nos ayude a salir adelante. Los libros de autoayuda, con sus frases atractivas y sus portadas de colores llamativos, pueden presentarse como esa oportunidad clave para cambiar nuestra realidad. Sin embargo, depositar en un libro todas nuestras esperanzas solo nos servirá para frustrarnos y empeorar nuestra situación inicial. Es crucial que veamos los libros como herramientas que pueden ser de ayuda en determinados momentos, pero son recursos con límites que deben complementarse con otras medidas.
Conclusiones
En este artículo hemos hablado acerca de la literatura de autoayuda, que abarca un tipo de libros que se han popularizado en los últimos años y que prometen mejorar la salud mental de las personas. Aunque este tipo de textos pueden ser útiles como medio de divulgación y recurso de apoyo en procesos terapéuticos, es importante conocer sus límites y hacer un uso coherente de ellos.
Un libro por sí solo no va a cambiar nuestra vida ni nos brindará la receta mágica para acabar con todos nuestros problemas. Además, no todos los libros de este tipo están basados en la evidencia científica ni son igual de rigurosos. Por ello, antes de hacer uso de ellos es recomendable ser selectivos y conocer sus limitaciones.
Antes de iniciar la lectura procura informarte, conocer a su autor y su historial previo y acepta que el libro simplemente te brindará pautas que tú luego deberás aplicar en la vida real. Cualquier proceso de cambio es difícil y requiere implicación, constancia y, por supuesto, el apoyo del entorno. Añadido a todo esto, la salud mental no es en absoluto algo que podamos controlar a nuestro antojo.
Muchas veces, nuestro malestar no es algo que dependa de nosotros sino de las circunstancias que nos rodean, que muchas veces escapan de nuestro control. Por todo ello, debemos tener cautela con la positividad y los mensajes superficiales que muchas veces se difunden en este tipo de literatura. Hacer un uso de estos libros puede aportarnos beneficios siempre que sepamos cómo y cuándo utilizarlos.
