Trastorno esquizoide de la personalidad: causas, síntomas y tratamiento

Se calcula que hasta el 7,5% de la población sufre un trastorno esquizoide de la personalidad. Veamos en qué consiste esta condición psicológica y cómo puede identificarse.

Trastorno esquizoide personalidad

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta una de cada 4 personas (el 25% de la población mundial) presenta algún tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. En general, estos desajustes se caracterizan por una combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con el resto de personas.

Entre los trastornos mentales más comunes encontramos la depresión (que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo), el trastorno afectivo bipolar, la esquizofrenia, la demencia, las discapacidades intelectuales y los trastornos del desarrollo. Algunas de estas patologías son casi imperceptibles, mientras que otras convierten al paciente en una sombra de lo que un día fue.

El diagnóstico es el primer paso para el tratamiento, pues estas condiciones se pueden abordar con pautas farmacológicas y terapia psicológica conjuntas. Hoy te contamos todo lo que debes saber sobre el trastorno esquizoide de la personalidad.

¿Qué es el trastorno esquizoide de la personalidad?

Desde un punto de vista clínico, el trastorno esquizoide de la personalidad se presenta como un patrón de desconexión del sujeto de las relaciones sociales y fundamentalmente interpersonales, con un serio déficit de su capacidad de expresión emocional. Una persona con esta condición tiende a verse autosuficiente y aislada del mundo, razón por la cual el signo más claro de esta patología es una marcada necesidad de soledad.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), creado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA), recoge los siguientes puntos como criterios diferenciales del trastorno esquizoide de la personalidad:

  • El paciente no desea las relaciones interpersonales, y cuando suceden no las disfruta.
  • Escoge casi siempre actividades solitarias.
  • Tiene un interés prácticamente nulo en realizar actividades sexuales con otra persona del género de preferencia.
  • Disfruta con pocas o ninguna actividad.
  • No tiene amigos íntimos o personas en las que confía, quizás excluyendo a los familiares más cercanos (padres y hermanos).
  • Se muestra indiferente a los halagos/críticas que las personas le emiten.
  • Muestra una característica frialdad emocional y distanciamiento.

Puede que te veas reflejado en algunos de estos puntos, pero lo cierto es que el trastorno esquizoide de la personalidad va “más allá” de los sentimientos de soledad y reclusión comunes. La mayoría de estas pautas comportamentales comienzan a observarse en la infancia y, por desgracia, el paciente puede ver mermadas sus capacidades de trabajo, en la escuela y otras áreas de la vida.

Se comienza a sospechar de un trastorno esquizoide de la personalidad cuando el paciente presenta de forma repetida y persistente en el tiempo estos dos patrones:

  • Desapego y desinterés general en las relaciones sociales.
  • Expresión limitada de las emociones en las interacciones interpersonales.

¿Cómo sé si tengo este trastorno?

Estamos ante síntomas clínicos bastante difusos, razón por la cual realizar un diagnóstico diferencial de este patrón puede ser un verdadero desafío. En primer lugar, es necesario descartar la esquizofrenia, una patología que se caracteriza por la aparición de alteraciones cognitivas y perceptivas (alucinaciones y paranoia, por ejemplo).

Tras esto, también se deben descartar otros desajustes psicológicos, como el trastorno del espectro autista, el trastorno esquizotípico de la personalidad (que se diferencia del que nos atañe porque presenta percepciones distorsionadas) y el trastorno de personalidad por evitación, entre otros. En posteriores líneas veremos que muchos de estos términos se fusionan, pues no son compartimentos estancos.

Patrones epidemiológicos

La prevalencia de este trastorno no está claramente establecida, pues se estima que deben existir muchos pacientes que no han sido diagnosticado. Generalmente, se calcula que el 7,5% de la población global puede presentar esta condición, siendo más común (al menos en Occidente) en hombres que en mujeres, en una razón 2:1.

Tipos de trastorno esquizoide de la personalidad

Se pueden diferenciar 4 subtipos en lo que a este desorden se refiere. Te los contamos de forma somera.

1. Esquizoide lánguido

Esta variante del trastorno, además de la reclusión y distanciamiento social ya nombrados, suele presentarse con rasgos de tipo depresivo. A pesar de la dificultad para sentir y articular emociones, los pacientes esquizoides lánguidos sienten tristeza crónica. Esto se traduce en una productividad mermada, fatiga, sesgo negativo y pesimismo, entre otros muchos signos clínicos típicos de la depresión.

Esquizoide

2. Esquizoide distante o evitativo

En estos casos, los pacientes suelen tener un historial de rechazo/trauma continuado en el tiempo. Más que una falta de interés afectivo, estos pacientes presentan una marcada conducta de defensa basada en la evitación: “con tal de que no me hagan daño, prefiero quedarme completamente solo.”

3. Esquizoide despersonalizado

Aquí hablamos de la presencia de rasgos esquizotípicos. Es quizás la variante que más se adecúa al término original, pues estos pacientes se sienten distantes y desapegados a la realidad emocional, como si no formaran parte de esta sociedad. La pérdida de la mirada (observar fijamente a la nada) es muy típica en estos casos.

4. Esquizoide sin afectos

Esta variante es relativamente similar a la anterior, pero entra en juego una marcada compulsividad. En estos casos, además de la lejanía emocional, los pacientes buscan encontrarse siempre en entornos controlados que puedan ser dominados fácilmente. Esta variante se caracteriza por la búsqueda de pautas.

¿Cuáles son las causas del trastorno esquizoide de personalidad?

Hablar de causas en estas condiciones es tan difícil como buscar una aguja en un pajar. La respuesta es tan simple como decepcionante: no se sabe. A día de hoy se continúan estudiando las bases neurológicas y afectivas de este tipo de trastornos, pero se cree que son importantes para su aparición condicionantes tanto genéticos como ambientales.

Se cree que este trastorno puede relacionarse con la esquizofrenia en algunos casos, aunque es mucho menos imposibilitante que esta, pues los pacientes únicamente con trastorno esquizoide de la personalidad no presentan alucinaciones y delirios, por ejemplo.

Resulta interesante conocer que la mayoría de los portales médicos consultados anuncian los siguientes factores de riesgo para presentar el trastorno:

  • Tener unos padres con antecedentes de enfermedades mentales: trastorno esquizoide de la personalidad, trastorno esquizotípico de la personalidad o esquizofrenia.
  • Tener unos padres negligentes que no sepan expresar o compensar las carencias emocionales que sufre su hijo.

Tratamiento

Puede que te hayas visto reflejado en alguna de estas líneas, o puede que no. Es posible que seas una persona solitaria o que ha tenido experiencias traumáticas en el pasado, o puede que tus pautas comportamentales sean características de un trastorno. Solo un profesional puede delimitar la franja entre “personalidad” y “enfermedad”.

Por ello, si este espacio te ha generado dudas, lo mejor es que acudas al psiquiatra para que realice un diagnóstico efectivo sobre tu situación mental y emocional. Si resulta que efectivamente presentas un trastorno esquizoide de la personalidad, no te preocupes, pues hay múltiples tratamientos para abordarlo.

La terapia conversacional (psicoterapia) y la terapia grupal pueden producir grandes avances en el paciente con perseverancia y confianza en el profesional que las dirige. Todos estos tratamientos buscan una reestructuración cognitiva, es decir, que la persona en cuestión pueda entender cómo sus pensamientos o percepciones pueden distorsionar muchas de las creencias que han desarrollado. Solo comprendiendo las creencias y pautas impuestas se puede proceder a modificarlas o eliminarlas.

Por otro lado, ciertos fármacos como antidepresivos, antipsicóticos y psicoestimulantes pueden ser efectivos en ciertos casos. Si bien no hay un medicamento exacto para tratar el trastorno esquizoide de la personalidad, algunas de las emociones negativas experimentadas sí que se pueden controlar desde un punto de vista farmacológico.

Psicoterapia

Resumen

Como habrás podido leer en estas líneas, a veces la falta de emoción y la necesidad de reclusión no solo se tratan de rasgos de la personalidad. En ocasiones, factores tanto genéticos como del desarrollo cognitivo durante los primeros años de vida pueden favorecer la aparición del trastorno esquizoide de la personalidad, que puede incluso dificultar ciertas tareas en la vida diaria del paciente, como trabajar o realizar tareas escolares.

Ante este tipo de signos clínicos, lo mejor es que acudas a un psiquiatra profesional para quitarte cualquier tipo de duda. Tengas este trastorno o no, la psicoterapia siempre te ayudará a comprender más cercanamente las relaciones interpersonales y a crear vínculos con otras personas de manera sana y efectiva.

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