Trastorno Límite de la Personalidad: ¿qué es y cómo ayudar a una persona que lo sufre?

Los trastornos mentales serán la principal causa de discapacidad en el mundo en el año 2030. Que los problemas psicológicos constituyen una pandemia pendiente por atender es una realidad. Es por este motivo por el cual va aumentando, aunque muy poco a poco, la conciencia de la sociedad acerca de esta cuestión.

Aunque probablemente hayas oído hablar acerca de diversos problemas mentales, no hay nada como vivirlos de cerca. Recibir un diagnóstico de este tipo en primera persona es algo muy difícil de digerir, por lo que los pacientes necesitan más que nunca el apoyo de su familia y amigos, así como de los profesionales de la salud y la sociedad en general.

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Paciente y seres queridos

Aunque el sufrimiento de un problema psicológico impacta de lleno en la propia persona afectada, tampoco es fácil el papel que deben desempeñar quienes forman su círculo social más próximo. Así, cuando un trastorno mental aparece en la vida de alguien, esto también acarrea consecuencias profundas en la vida de los allegados, especialmente aquellos que conviven con el paciente.

Entender y lidiar la realidad cotidiana de una psicopatología puede ser extremadamente duro, motivo por el que muchas familias y cuidadores precisan de apoyo para sí mismos durante todo el proceso.

El Trastorno Límite de la Personalidad es un trastorno mental que, debido a su naturaleza y curso, puede sobrepasar a quienes se encuentran alrededor. Muchos seres queridos de pacientes con este diagnóstico se preguntan cómo reaccionar ante este problema en la vida cotidiana y cómo poder ayudar a esa persona que está sufriendo y necesita apoyo incondicional.

El dolor y la frustración de los cuidadores y convivientes puede poner en riesgo su propia salud mental, por lo que es necesario hablar acerca de cómo apoyar a alguien con un trastorno de personalidad límite.

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¿Qué es el TLP?

Antes de nada, es importante definir qué es exactamente ese problema de salud mental que se conoce por las siglas TLP. El TLP consiste en un trastorno de la personalidad que se caracteriza por una elevada sensibilidad a los estímulos emocionales, con una marcada tendencia a vivir las emociones con una intensidad desbordante.

Los pacientes se sienten por ello desbordados, motivo por el cual pueden recurrir a estrategias poco adaptativas para canalizar su dolor emocional, tales como las autolesiones o el consumo de drogas. Esta enorme intensidad de los estados emocionales hace que las personas límite no sean capaces de identificar y expresar cada una de sus emociones con normalidad.

Todo ello hace que siempre se encuentren en un estado continuo de tensión, que les predispone a sobrerreaccionar ante situaciones y estímulos cotidianos. Una de las características más comunes de las personas límite es su enorme temor al abandono. Esto les hace especialmente sensibles a la separación de sus personas de referencia, aunque sea de forma temporal. En general, se podría decir que son individuos incapaces de estar solos y siempre requieren la compañía de los demás.

Todo ello hace que sean incapaces de formar relaciones interpersonales estables, teniendo en su lugar vínculos intensos pero muy cambiantes y turbulentos, donde se percibe a la otra persona de forma dicotómica, ya sea idealizándola o devaluándola. La identidad es otro aspecto que suele estar alterado en estos pacientes, que no poseen una imagen de sí mismos integrada y cohesionada. En su lugar, manifiestan cambios bruscos en sus opiniones, valores, planes e incluso en su identidad sexual.

Añadido a todo lo dicho, las personas límite tienden a ser marcadamente impulsivas, pudiendo encontrar importantes dificultades para controlar su ira. A nivel emocional, todos estos síntomas se producen con una enorme sensación de vacío existencial de fondo, de forma que la persona siente que nada le satisface o motiva.

El papel de la familia en el TLP

Las personas con TLP requieren el apoyo de profesionales de salud mental para poder mantener controlada toda la sintomatología y llevar una vida ordenada y satisfactoria. No obstante, el apoyo de la familia en el tratamiento es también esencial.

La familia es una pieza clave para favorecer el bienestar del paciente, pues quienes conviven con la persona límite deben conocer a fondo el trastorno y adquirir herramientas para su manejo en el día a día. Las relaciones familiares pueden verse dañadas a causa del trastorno, por lo que el apoyo terapéutico de los seres queridos es especialmente importante.

En muchas ocasiones, la familia debe aprender que muchas reacciones del paciente son resultado de un trastorno psicopatológico y no de su propia voluntad, algo que no es fácil de balancear con el hecho de que en ocasiones se deben poner límites. A menudo, las familias sufren y experimentan una profunda frustración y cansancio emocional. Por ello, pueden necesitar algunas pautas para tratar de ayudar a esa persona límite que tienen cerca.

Cómo ayudar a una persona con TLP

A continuación, vamos a comentar algunas pautas que pueden ser útiles para ayudar a esa persona con TLP que tienes cerca de ti.

1. Infórmate sobre el trastorno

Un primer paso imprescindible para poder ayudar es el entender a fondo el TLP. Se trata de un trastorno complejo, aunque afortunadamente cada vez se sabe más de él. Leer sobre ello te ayudará a tener una visión más clara de lo que le sucede a esa persona y te permitirá empatizar con ella y comprender sus reacciones desde otra perspectiva.

2. Apóyalo para que acuda a un profesional

Si esa persona que tienes cerca encaja en el perfil de un TLP y no está acudiendo a un profesional de salud mental, una forma de ayudar puede ser echarle una mano para buscar a un psicólogo o psiquiatra que se amolde a sus necesidades y esté formado en TLP. Por supuesto, no se trata de obligarle a ir si no quiere, sino de ayudarle a ver qué cosas buenas puede aportarle acudir a terapia y, si le parece una buena opción, motivarle a que dé el paso.

3. Acompáñale a consulta

Acudir a terapia por primera vez puede generar dudas y temores al principio, por lo que esa persona puede necesitar que le acompañes en sus primeras visitas. Aunque no entres en sesión con ella, el hecho de tenerte cerca le servirá para romper esos miedos y avanzar en el tratamiento.

3. Entrena la empatía

Comprender el TLP no es una tarea sencilla, y muchas veces será complicado entender muchas reacciones y conductas de esa persona. Sin embargo, es importante que confíes en su capacidad para cambiar poco a poco con la ayuda de profesionales. Ármate de paciencia y ten presente que esa persona es la que más está sufriendo, ya que muchas veces su comportamiento es incontrolable. Por ello, necesita más que nunca tu comprensión, aunque a veces sea difícil.

4. Evita su aislamiento

Las personas con TLP pueden encontrar muchos problemas para socializar y tener momentos de disfrute en escenarios sociales debido a su condición. Por ello, es importante evitar que se encuentren aisladas e incluirles en algunos planes con otras personas. Intenta hacerlo poco a poco y con propuestas poco arriesgadas, optando al principio por quedar con personas que conocen su situación y saben cómo actuar.

5. Pon límites

Empatizar, escuchar, comprender e incluir no significa que no debas poner límites en ciertos momentos. No tienes por qué tolerar mentiras, chantajes o tratos abusivos y manipuladores por parte de la persona límite. Establecer esas líneas rojas que no se deben cruzar es esencial, pues tolerar comportamientos inadecuados no servirá para ayudarle, sino todo lo contrario.

6. No es una cuestión personal

Es posible que ante determinadas reacciones de la persona límite te sientas herido o enfadado. Sin embargo, en esos momentos debes recordar que no se trata de una cuestión personal contigo, sino un problema mental que hace que la persona no pueda controlar su comportamiento.

7. No le sobreprotejas

Muchas veces el entorno de las personas con TLP comete el error de tratarle de forma infantilizada, encerrándoles en una burbuja de protección total. Sin embargo, las personas límite también deben vivir experiencias y aprender de ellas para crecer como individuos adultos.

Conclusiones

En este artículo hemos hablado acerca de algunas pautas que pueden ser útiles para ayudar a una persona cercana con TLP. Este trastorno mental genera un enorme sufrimiento en el paciente, pero también en su entorno. No es sencillo convivir con una persona inestable emocionalmente, que requiere muchas atenciones y puede reaccionar de manera impulsiva ante situaciones cotidianas.

Por ello, los seres queridos pueden sentirse frustrados y desgastados. Es esencial que el entorno cercano se informe sobre el TLP, para poder conocer el problema, empatizar con esa persona que sufre, ayudarle a recibir un tratamiento y hacerle partícipe de experiencias de aprendizaje y planes sociales en la medida de lo posible.

No obstante, igualmente importante es poner límites y no tolerar comportamientos abusivos, mentiras o chantajes, así como no olvidar el autocuidado y las necesidades propias al margen del paciente límite. Es clave recordar que la persona con este diagnóstico es la que más sufre y que sus reacciones no son respuestas voluntarias ni personales, pues muchas veces su comportamiento surge como consecuencia de su inestabilidad e impulsividad.