Trastorno de personalidad histriónica: qué es, causas y síntomas

El trastorno de personalidad histriónica se manifiesta en forma de conductas egocéntricas, avances sexuales repetidos, dependencia y necesidad de atención. Te contamos qué lo causa.

Trastorno personalidad histriónica

Los problemas emocionales y los trastornos de salud mental son un problema grave a nivel tanto social como médico. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 260 millones de personas en el mundo sufren problemas de ansiedad, mientras que unos 300 millones de pacientes en cualquier momento dado presentan algún cuadro de tipo depresivo. Con estas cifras en mano, se afirma que 1 de cada 4 personas sufrirán un problema mental a lo largo de su vida.

Cuando pensamos en trastornos psicológicos, la depresión y la ansiedad son los primeros cuadros que nos vienen a la mente, pero existen muchos más. Por ejemplo, el 10% de las personas del mundo occidental presentan fobias específicas, mientras que el 0,3% de la población sufre trastornos alimentarios de tipo anorexia nerviosa, con un claro sesgo hacia el género femenino. La mente es extremadamente compleja y, por ello, muchas cosas pueden ir mal a lo largo de su desarrollo y en sus mecanismos de procesamiento de información.

Hoy venimos a traerte uno de esos trastornos psicológicos no tan conocidos en la sociedad occidental, pero que afecta al 2-3% de la población general, según estudios epidemiológicos. Si quieres conocerlo todo sobre el trastorno de personalidad histriónica, sigue leyendo.

¿Qué es el trastorno histriónico de la personalidad?

En primer lugar, es necesario destacar que el trastorno de personalidad histriónica se engloba dentro del paraguas de los trastornos de personalidad (PD, por la traducción personality disorders al inglés). Estos desórdenes mentales se caracterizan por la presencia de pautas maladaptativas prolongadas en el tiempo a nivel comportamental, cognitivo y de experiencias personales. Los pacientes con estos problemas los manifiestan en diversos contextos y sus conductas chocan con aquellas establecidas a nivel sociocultural.

Como rasgos diferenciales de otros caracteres personales, los trastornos de personalidad se desarrollan desde edades tempranas, son inflexibles y se asocian con un grado importante de distrés o incapacidad por parte del paciente en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Hasta cierto punto, estos conceptos son tanto fisiológicos como culturales, pues los PDs se diagnostican en base a comportamientos que se salen de la norma o del contexto, ambos constructos sociales altamente subjetivos.

Se estima que los trastornos de personalidad engloban al 40-60% de los pacientes psiquiátricos, lo que los convierte en los desórdenes mentales más comúnmente diagnosticados. Fuentes epidemiológicas calculan que el 10% de la población presenta un PD y que, más específicamente, el trastorno de personalidad histriónica (HPD) afecta al 2-3% de todas las personas del mundo.

Los síntomas del HPD

Por etéreos que suenen, los trastornos de personalidad se catalogan con base en ciertos comportamientos de manifestación prolongada. En el caso del trastorno de personalidad histriónica, el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition (DSM-5) sospecha de su presencia en un paciente cuando este cumple 5 o más de los siguientes comportamientos:

  • El paciente no se siente cómodo cuando no es el centro de atención.
  • Tiene comportamientos repetidos de índole seductora o provocativa.
  • Sus emociones son muy cambiantes y poco profundas.
  • Utiliza la apariencia para llamar la atención.
  • Utiliza un discurso vago e impresionista.
  • Manifiesta sus emociones de forma exagerada o dramática.
  • Es muy fácilmente influenciable por otras personas.
  • Considera las relaciones más íntimas de lo que realmente son.

Una persona puede tener más de un trastorno de personalidad a la vez, así que no siempre se cumplen todos los puntos de la lista al dedillo para recibir un diagnóstico positivo. De todas formas, el trastorno de personalidad histriónica se asocia usualmente a los siguientes rasgos: emociones exageradas, conductas sexuales, apariencias estridentes e inapropiadas, egocentrismo, satisfacción inmoderada de sus deseos y una conducta manipulativa persistente con la finalidad de lograr los fines propios.

Trastorno histriónico personalidad

Causas del trastorno de personalidad histriónica

Tal y como indican fuentes profesionales, no se sabe cuáles son las causas explícitas que inician un trastorno de personalidad histriónica. De todas formas, se sospecha que se trata de una patología multifactorial que surge de un conglomerado de factores tanto heredados como adquiridos a lo largo de la vida del paciente.

Por ejemplo, algunos estudios han demostrado que existe una clara correlación entre las funciones de los neurotransmisores del organismo y este tipo de trastornos. Los pacientes diagnosticados con HPD tienen sistemas noradrenérgicos altamente responsivos, cuya funcionalidad es almacenar, sintetizar y movilizar a la norepinefrina. La norepinefrina es una catecolamina que actúa tanto como hormona como neurotransmisor, pero sus altos niveles se asocian a nivel comportamental con conductas ansiosas, dependencia alta y tendencia a la sociabilidad.

Por otro lado, también se ha descubierto que los rasgos de personalidad normales presentan un porcentaje de heredabilidad que varía del 30 al 60%. No es descabellado sospechar, por tanto, que el HPD podría llegar a tener una correlación con el historial familiar del paciente.

Los trastornos de personalidad del “cluster B” (como este) presentan una variabilidad que, según algunos autores, explican su totalidad (el 100%) en los siguientes factores por porcentajes: factores genéticos aditivos (32%), factores genéticos no aditivos (9%), factores ambientales compartidos (16%) y factores ambientales de experiencia individual (43%). Como puedes ver, se le da siempre más peso a la vivencia del paciente que a la carga genética, pero esta podría explicar también parte del trastorno.

También se ha postulado que la educación parental podría jugar un papel muy importante en la aparición del trastorno de personalidad histriónica. Los padres que le otorgan al infante una educación falta de límites, que son inconsistentes en sus directrices y que pecan de sobreproteger al niño podrían propiciar que este desarrolle HPD. Además, otras teorías argumentan que el trauma en edades tempranas podría ser un claro desencadenante, ya que la forma de sobrellevar una experiencia dolorosa podría ser mediante mecanismos que terminan por desembocar en el trastorno ya descrito.

Causas trastorno histriónico personalidad

Anotaciones finales

Curiosamente, se estima que las mujeres son 4 veces más proclives a ser diagnosticadas con un HPD que los hombres. Estos datos son inconsistentes con las evidencias científicas presentadas, pues parece ser que los porcentajes en los que se reparten las etiologías de los desórdenes del cluster B son iguales en chicos y chicas (no hay diferencias en las magnitudes genéticas/ambientales entre sexos).

Además, afirmar que este sesgo se debe a un cambio en la conformación cerebral según el género sería faltar a la verdad, pues no se ha llegado a descubrir que las variaciones fisiológicas entre chicos y chicas signifiquen nada a nivel comportamental. Sí, el cerebro de los hombres suele ser más grande en peso, pero se ha demostrado una y otra vez que esto no explica ninguna diferencia entre individuos.

Entramos en terrenos pantanosos, pues investigaciones (como An epidemiological study of histrionic personality disorder) postulan que esta diferencia podría deberse a un claro sesgo social. Las conductas sexuales directas están menos aceptadas en mujeres por la sociedad general y, por tanto, las chicas podrían recibir un diagnóstico de HPD cuando este rasgo no es más que una parte de su personalidad normal o, en su defecto, acudir más veces al psiquiatra por ellas.

Además, también se sospecha que los hombres son más reacios a acudir al psicólogo o psiquiatra por desórdenes mentales y cuestiones emocionales. Las personas con HPD se caracterizan por ser egosintónicas, es decir, tienen problemas para comprender que sus conductas son conflictivas a nivel social. Por todos estos motivos, establecer un sesgo de género en el trastorno de personalidad histriónica es, cuanto menos, peligroso.

Resumen

Como habrás podido observar, el trastorno de personalidad histriónica se encuentra estandarizado a nivel de diagnóstico, pero sus causas y dinámicas epidemiológicas aún están por dilucidar. Se cree que se trata de una patología multifactorial y, como tal, debe jugar un papel claro la genética, la predisposición personal, el ambiente a nivel social y las vivencias individuales.

Si te has visto reflejado/a en estas líneas, te animamos a que acudas a un psiquiatra y te sometas a las pruebas pertinentes. La psicoterapia de apoyo, basada en aliviar los síntomas del paciente y reestructurar su personalidad, puede ser de gran ayuda en estos casos.

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