Las 10 lesiones más comunes entre futbolistas

Como pasa en todos los deportes, los futbolistas están expuestos a sufrir distintas lesiones. Veamos cuáles son las más comunes.

Lesiones más comunes entre futbolistas

Para un deportista hay pocas cosas peores que lesionarse, especialmente en el mundo del deporte profesional. Implica alejarse de los terrenos de juego durante un período de tiempo más o menos largo y, en ocasiones, vivir la recuperación con el miedo de no volver a llegar nunca al mismo nivel.

Las lesiones forman parte del mundo del deporte y son una realidad que cualquier persona que lo practica debe aceptar. De hecho, se estima que por cada 1.000 horas de deporte que se practica, aparece al menos una lesión.

Y estos traumatismos no entienden de aficionados o de profesionales, pues, si bien algunas son prevenibles llevando una alimentación sana y entrenando como es debido, otras son fruto del simple azar o por circunstancias puntuales del juego.

El fútbol es un claro ejemplo de ello. Hay “sprints”, contacto físico, entradas fuertes, golpes, cambios de ritmo, saltos, caídas, choques… Todo ello hace que sea uno de los deportes en los que las lesiones son más frecuentes.

El fútbol es el deporte rey

El fútbol es el deporte más seguido y, después de la natación, el más practicado del mundo. De hecho, se estima que la mitad de la población mundial, o lo que es lo mismo, 4.000 millones de personas, ven partidos de fútbol con mayor o menor frecuencia.

Es quizás el deporte que despierta más pasiones, lo que hace que mucha gente lo practique. Pero, ¿cuánta exactamente? De acuerdo a la FIFA, la organización internacional que gobierna todas las instituciones de fútbol del mundo, hay 265 millones de futbolistas federados que compiten cada fin de semana.

Pero estos son solo los que juegan de forma reglamentada. Se estima que más de 1.000 millones de personas juegan al fútbol de forma más o menos regular.

Por lo tanto, hay cientos de millones de personas que contínuamente están expuestas a padecer alguna de las lesiones que veremos a continuación. No son solo un tema de las súper estrellas del fútbol mundial. Todo aquel que juegue a fútbol puede sufrirlas sin importar su categoría de competición.

¿Qué es exactamente una lesión?

A grandes rasgos, una lesión es cualquier cambio en la morfología de alguno de nuestros órganos o tejidos debido a un accidente traumático o a un daño interno. Esta alteración resulta en una dificultad para realizar correctamente las acciones mecánicas de las estructuras dañadas, lo que impide que la persona siga practicando el deporte.

Algunas lesiones son resueltas por nuestro propio cuerpo si no forzamos el órgano o tejido dañado, es decir, si respetamos el descanso y cumplimos con las indicaciones de los profesionales. Otras, en cambio, son más graves y el organismo no es capaz de corregirlas por sí solo, por lo que a menudo las lesiones requieren pasar por el quirófano y someterse a una intervención quirúrgica para reparar el daño.

Dependiendo de la naturaleza del deporte, habrá estructuras que serán más o menos susceptibles de ser dañadas. Las lesiones aparecen normalmente por impactos traumáticos, por movimientos realizados incorrectamente, por sobrecargas de los músculos o por cambios de dirección demasiado bruscos.

¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en el fútbol?

Como hemos dicho, 1.000 millones de personas en el mundo juegan a fútbol en un nivel más o menos alto. Todas ellas, desde el futbolista más famoso del mundo hasta el niño que juega en el parque con sus amigos, corren el riesgo de lesionarse.

Si bien es cierto que, debido a que la exigencia es mucho mayor y la intensidad a la que se juega es totalmente diferente, las lesiones son más frecuentes en el mundo profesional, cualquier persona que juegue a fútbol puede sufrir alguna de las lesiones que veremos a continuación.

1. Esguince de tobillo

Como en casi todos los deportes, es la lesión más común. En los tobillos tenemos unos ligamentos, los cuales son unas fibras que tienen la función de dar estabilidad al pie y evitar que este gire demasiado. Un esguince de tobillo consiste en la rotura parcial o total de este ligamento a causa de un movimiento de rotación antinatural, es decir, demasiado fuerte.

Suelen ocurrir por cambios brusco de dirección, malos apoyos, caer al suelo mal después de un salto o por ser pisado por un jugador rival. Los esguinces se clasifican en tres grados, siendo el 1 el más leve y el 3, el más grave, donde hay una rotura total.

No requieren de intervención quirúrgica, aunque, si bien los más leves se curan totalmente en una o dos semanas, los más graves pueden tardar hasta 2 - 5 meses en sanar completamente.

2. Rotura de los músculos isquiotibiales

La rotura de los músculos isquiotibiales, situados en la parte trasera del muslo, es la lesión muscular más frecuente no solo en el fútbol, sino en todos los deportes. Pese a que no requiere de intervención quirúrgica, la recuperación puede durar varios meses, comprometiendo la temporada de los futbolistas.

Cambios de ritmo bruscos, caídas en mala posición, apoyos incorrectos… Todas estas circunstancias comunes en los partidos de fútbol pueden provocar una rotura de las fibras musculares de estos músculos, algo que el futbolista percibe como un “pinchazo”.

3. Esguince de rodilla

El esguince de rodilla es una de las lesiones más comunes entre futbolistas. Igual que los tobillos, las rodillas tienen ligamentos que le dan estabilidad y permiten que realice adecuadamente los movimientos. Básicamente hay dos tipos de ligamentos en la rodilla: los laterales (exteriores) y los cruzados (en el interior).

El esguince de rodilla es aquella lesión que ocurre en los ligamentos laterales, siendo menos grave que la de los cruzados. A causa de una torsión antinatural de la rodilla, es posible que los ligamentos exteriores se desgarren del mismo modo que pasa con los tobillos, cosa que provoca dolor e inestabilidad.

De todos modos, la recuperación suele ser rápida y, a diferencia de la lesión de ligamentos cruzados, no requiere pasar por el quirófano.

4. Fractura de tibia o peroné

Una fractura es una rotura del hueso. Las fracturas de tibia y de peroné son unas de las lesiones más comunes en el fútbol ya que los futbolistas reciben muchos impactos traumáticos en las piernas. Es por ello que todos juegan con espinilleras.

Las fracturas pueden ser parciales o totales y es posible que requieran de intervención quirúrgica, aunque normalmente es suficiente con inmovilización durante más o menos tiempo, además de la administración de medicamentos contra el dolor.

5. Tendinitis rotuliana

Los tendones son tejidos conectivos cuya función es la de unir el músculo con el hueso, pero en ningún caso deben realizar esfuerzos mecánicos. Cuando se sobrecargan ya que los obligamos a hacer la fuerza que deberían hacer los músculos, es posible que aparezca una tendinitis.

La tendinitis es una lesión que cursa con dolor e inflamación y puede aparecer en cualquiera de los tendones del cuerpo, aunque entre futbolistas lo más común es que ocurra en el tendón rotuliano, el cual se encuentra en la rodilla conectando la rótula con la tibia. Suele aparecer por movimientos inadecuados debido a una técnica errónea.

6. Contracturas

Las contracturas son contracciones involuntarias de los músculos, es decir, lesiones que se perciben como “agarrotamientos”. En reposo no provocan ningún dolor, sino que este se expresa cuando se intenta forzar el músculo afectado.

Originadas normalmente por un impacto muy fuerte en el músculo, las contracturas en el mundo del fútbol son especialmente frecuentes en gemelos, isquiotibiales y cuádriceps. El tratamiento se limita a realizar reposo.

7. Rotura de menisco

La rotura de menisco es una lesión grave que requiere de intervención quirúrgica. El menisco es un cartílago localizado en el interior de la rodilla con la función tanto de amortiguar los golpes como de evitar el roce entre los huesos.

A causa de una torsión muy fuerte de la rodilla por un impacto traumático o un movimiento demasiado brusco, es posible que el cartílago se rompa, haciendo que se sienta dolor en la zona. El tratamiento requiere pasar por el quirófano.

8. Rotura del ligamento cruzado anterior

La pesadilla de todo futbolista. Es una de las lesiones más graves y extrañamente, una de las más frecuentes. El ligamento cruzado anterior se encuentra en el interior de la rodilla y le da estabilidad y evita que la tibia se desplace hacia delante con respecto al fémur.

Cuando hay una torsión muy fuerte de la rodilla, es posible que el ligamento se rompa parcial o totalmente, provocando un traumatismo muy doloroso y dificultando que el lesionado se pueda mantener en pie debido a la inestabilidad. Suele ir acompañada de una rotura de menisco.

El futbolista debe someterse a una operación quirúrgica de reconstrucción del ligamento y después pasar por una larga rehabilitación, haciendo que no pueda volver a competir hasta 8 - 10 meses después. Además, cuando regresa es muy difícil que recupere su nivel anterior.

9. Fascitis plantar

La fascitis plantar es una lesión muy común entre futbolistas. La planta de los pies tiene la función de absorber la energía que se produce por los impactos en el suelo. Cuando se pisa o se corre con la técnica inadecuada, es posible que esta zona se sobrecargue y se inflame.

Cuando esto ocurre, los futbolistas notan la planta de los pies algo agarrotada. De todos modos, el dolor que se siente, pese a que puede resultar molesto, no suele imposibilitar la práctica del deporte. Con descanso y estiramientos adecuados, la fascitis plantar desaparece por sí sola.

10. Pubalgia

La pubalgia es una lesión que aparece en distintos músculos o tendones de la zona de la ingle y que se traduce con dolor en el pubis. En el caso de los futbolistas, la mayoría de casos de pubalgia son debidos a una sobrecarga de los tendones de la zona de la ingle cercana a los músculos abdominales o a los muslos.

Las causas, pues, son el esfuerzo excesivo de los tendones debido a la mala técnica a la hora de realizar movimientos. La pubalgia cursa con un dolor que puede llegar a ser muy molesto y a notarse no solo mientras se practica deporte, sino también en reposo.

El tratamiento consiste en descansar y en tomar medicamentos antiinflamatorios para aliviar el dolor y combatir la tendinitis que haya originado la pubalgia.

Referencias bibliográficas

  • Elmagd, M.A. (2016) “Common sports injuries”. International Journal of Physical Education, Sports and Health.
  • Corro, D. (2016) “Lesiones en el Fútbol: Diagnóstico, Tratamiento y Prevención”. Real Federación de Fútbol de Madrid.
  • Vilamitjana, J. (2013) “Prevención de Lesiones en el Fútbol Recreativo y de Competición”. Red Nacional de Actividad Física y Desarrollo Humano.
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