Las 8 diferencias entre célula animal y célula vegetal (explicadas)

Los animales y las plantas conforman dos reinos totalmente distintos de seres vivos ya que sus células presentan muchas diferencias fisiológicas y morfológicas. Un repaso de las más importantes.

Diferencias célula animal célula vegetal

De acuerdo a la última clasificación taxonómica, el mundo de los seres vivos se divide en un total de siete reinos. Pero no es ningún secreto que, de estos, los dos más conocidos son, sin duda, el animal y el vegetal. Los animales y las plantas constituyen dos reinos totalmente distintos de seres vivos y, al menos desde nuestro punto de vista humano, son, por su relevancia en nuestra vida, los más importantes.

Los animales son (somos) organismos pluricelulares fruto de la agregación de células animales que se especializan para formar órganos y tejidos más o menos complejos que dan lugar a un ser heterótrofo (consume materia orgánica) que se reproduce de forma sexual y que dispone de sistemas de movilidad, presentando algún tipo de simetría en su cuerpo. Aparecieron hace 750 millones de años y hay identificadas un total de 953.000 especies distintas.

Las plantas, por su parte, son organismos también pluricelulares pero fruto de la agregación de células vegetales que tienen la propiedad casi exclusiva (compartida con algas y cianobacterias) de realizar la fotosíntesis, un proceso que permite obtener energía para sintetizar su propia materia orgánica a partir de la luz. Las plantas carecen de sistemas de locomoción y pueden reproducirse sexual o asexualmente. Aparecieron hace 541 millones de años y hay identificadas un total de 215.000 especies.

Y entre estas definiciones, hay dos conceptos clave: célula animal y célula vegetal. Y es que todas las diferencias que podamos imaginar entre un animal y una planta se reducen a esto. A las diferencias morfológicas y fisiológicas entre la célula animal y la vegetal, que son la unidad fundamental de ambos tipos de seres vivos. Por ello, en el artículo de hoy y, como siempre, de la mano de las más prestigiosas publicaciones científicas, vamos a analizar las diferencias más importantes entre la célula animal y la célula vegetal en forma de puntos clave.

¿Qué es una célula animal? ¿Y una célula vegetal?

Antes de entrar en profundidad y presentar las principales diferencias entre la célula animal y la vegetal en forma de puntos clave, es interesante (y también muy importante) que nos pongamos en contexto y que definamos ambas células de manera individual. Veamos, pues, qué es exactamente una célula animal y una célula vegetal.

Célula animal: ¿qué es?

Una célula animal es un tipo de célula eucariota que constituye la unidad biológica más simple de los tejidos de los animales. Y es que todos los animales somos el resultado de la unión de células animales que, diferenciándose morfológica y fisiológicamente en diversas tipologías celulares, dan lugar a todos los órganos y tejidos del reino animal.

Toda célula animal está formada, en esencia, por tres elementos: membrana plasmática (la envoltura celular que separa el medio interno del externo), citoplasma (el medio interno donde se encuentran los distintos orgánulos celulares) y el núcleo celular (una estructura englobada por una membrana plasmática en cuyo interior se encuentra el material genético).

Las células animales tienen un metabolismo basado en la heterotrofia, es decir, que estas células necesitan consumir materia orgánica como fuente de carbono y de energía. Cuando comemos (siempre nos alimentamos de otros seres vivos), lo hacemos para dar a estas células la materia que necesitan para regenerarse y para tener energía en forma de ATP.

Así pues, la digestión tiene lugar a nivel intracelular. Estas células animales realizan una endocitosis de los nutrientes, haciéndolos entrar a través de la membrana plasmática y degradándolos en las biomoléculas simples que actúan como intermediarios del metabolismo. Para poder hacer esto, carecen de pared celular (una estructura que sí que está presente en las plantas), algo que, a su vez, permite su gran diversidad morfológica.

Y es que las células animales pueden adoptar una gran variedad de formas: neuronas, células musculares, células epiteliales, células renales, espermatozoides, óvulos, glóbulos rojos, linfocitos, adipocitos… Y esta diversidad morfológica y fisiológica explica que, sin tener en cuenta evidentemente a las bacterias, el animal sea el reino con mayor número de especies distintas.

El origen de la célula animal se remonta a hace unos 750-700 millones de años en el pasado, apareciendo como una evolución de los protozoos. Y prácticamente todos los animales (a excepción de las 28 especies de loricíferos cuyas células no disponen de mitocondrias) son aerobios, es decir, sus células consumen necesariamente oxígeno (y expulsan dióxido de carbono como desecho), un compuesto que las mitocondrias (un tipo de orgánulos celulares) necesitan para generar la energía para que estas células animales se mantengan vivas y funcionales.

Célula animal qué es

Célula vegetal: ¿qué es?

Una célula vegetal es un tipo de célula eucariota que constituye la unidad biológica más simple de los tejidos de las plantas. Se trata de, a excepción de las de las algas (que no pertenecen al reino vegetal, sino al cromista) y de las cianobacterias (que pertenecen al reino de las bacterias), las únicas células especializadas en realizar la fotosíntesis.

Así pues, las células vegetales no tienen un metabolismo basado en la heterotrofia, sino en la autotrofia (el organismo es capaz de crear su propio alimento) y, más concretamente, en la fotoautotrofia. Las células vegetales son capaces de transformar la energía lumínica de la luz solar en energía química.

Las células vegetales basan su metabolismo en la fotosíntesis. Y esta energía química la “almacenan” para que, después de fijar (que es un concepto que podemos entender como “capturar”) el dióxido de carbono atmosférico, puedan ir uniendo los átomos de carbono a moléculas cada vez más complejas a nivel bioquímico hasta conseguir materia orgánica y dar oxígeno como producto de desecho.

A nivel estructural, a los tres elementos que hemos visto en la célula animal, deberíamos añadir un cuarto: la pared celular. Esta estructura, presente en las células vegetales, fúngicas y bacterianas, se trata de una envoltura extra ubicada por encima de la membrana plasmática con la función de dar rigidez a la célula y protegerla del medio exterior. Esta pared, en las plantas, está constituida básicamente por celulosa.

De todos modos, esta presencia de la pared celular limita bastante la diversidad morfológica que estas células vegetales pueden adquirir. De ahí que la mayoría de células vegetales sean rectangulares. Esto, a su vez, limita la variedad de tejidos que presentan las plantas y explica, en parte, que la diversidad de especies de plantas sea menor que la de animales: 215.000 y 953.000, respectivamente.

Además, otras características importantes es la presencia, en el citoplasma, tanto de cloroplastos (unos orgánulos exclusivos de las plantas de las algas en cuyo interior se encuentran los pigmentos clorofílicos que, además de ser responsables del color verde de las plantas, permiten las reacciones fotosintéticas) como de una gran vacuola, una estructura de gran tamaño que la célula vegetal usa para almacenar agua y nutrientes. Todas las plantas de la Tierra están formadas por estas células vegetales.

Célula vegetal qué es

¿En qué se diferencian las células de los animales y las de las plantas?

Después de analizar en profundidad ambas células, seguro que ha quedado más que claro que las células animales y las vegetales son como la noche y el día. Se separaron evolutivamente hace cientos de millones de años, por lo que sus propiedades morfológicas y fisiológicas son muy distintas. Y aunque podríamos hacer una lista casi infinita de diferencias, hemos preparado una selección de las principales diferencias entre células animales y células vegetales para que puedas quedarte, viéndolo en forma de puntos clave, con la información más relevante.

1. Las células animales son heterótrofas; las vegetales, fotoautótrofas

Las células animales se basan en la heterotrofia, es decir, necesitan consumir materia orgánica y digerir de forma intracelular los nutrientes para obtener el carbono y la energía necesaria. En cambio, las células vegetales son fotoautótrofas, es decir, no necesitan consumir materia orgánica, pues a través de la fotosíntesis, un proceso para obtener energía química a partir de la luz solar, pueden sintetizarla.

2. Las células vegetales disponen de pared celular; las animales, no

A nivel estructural, las células vegetales disponen de una pared celular, una envoltura extra alrededor de la membrana que otorga rigidez y mayor protección a la célula. Las células animales, en cambio, no disponen de ella. Su membrana está “desnuda”, algo que también explica el siguiente punto que vamos a ver.

3. La diversidad morfológica de las células animales es mayor

Al no tener pared celular, las células animales pueden adoptar una diversidad morfológica mucho mayor. Tan solo hay que pensar en cómo de distinta es una neurona de una célula muscular. En cambio, las células vegetales están mucho más limitadas en lo que a forma se refiere a causa de la pared celular, siendo siempre como prismas rectangulares, con poca variedad.

4. La membrana plasmática animal contiene colesterol; la vegetal, no

Tanto la célula animal como la vegetal disponen de membrana plasmática, que consiste en una doble capa lipídica que separa el medio interno del externo. De todas formas, su composición es distinta en un aspecto clave: la célula animal dispone de colesterol (un lípido disminuye la fluidez de la membrana) y la vegetal, no.

membrana plasmática

5. La célula animal almacena energía en glucógeno; la vegetal, en almidón

Tanto la célula animal como la vegetal almacenan su energía mediante biomoléculas. Pero la forma cómo lo hacen es distinta. En la célula animal, la reserva energética se da en forma de glucógeno; mientras que en la vegetal se da en forma de almidón. Ambos son polisacáridos pero su estructura química es diferente.

6. La célula vegetal dispone de cloroplastos; la animal, no

Los cloroplastos son orgánulos en cuyo interior se encuentra la clorofila, el pigmento que hace posible las reacciones de fotosíntesis. Las células animales jamás hacen la fotosíntesis, por lo que evidentemente carecen de estos cloroplastos. En cambio, todas las células vegetales los contienen, cosa que explica también por qué, a causa de estos pigmentos clorofílicos, las plantas son verdes.

7. La célula animal dispone de centriolos; la vegetal, no

Los centriolos son unos microtúbulos que, además de mantener la estructura de la célula, se encargan de intervenir en la división celular (son los tubos cilíndricos que sirven de soporte para que, cuando la célula se divida, esta se separa adecuadamente) y de ser la “autovía” por donde viajan los otros orgánulos. Y una diferencia importante entre estas células es que mientras que la animal dispone de ellos, la vegetal carece de los mismos.

8. La célula vegetal tiene una única gran vacuola; la animal, varias de pequeñas

Las vacuolas son orgánulos celulares que consisten en una especie de vesículas con la función de almacenar nutrientes y agua. En el caso de la célula vegetal, hay una única gran vacuola que ocupa prácticamente todo el citoplasma, pues es esencial para mantener el balance hídrico y para dar turgencia sobre la pared celular. En cambio, en la célula animal hay varias pero son pequeñas y no representan una parte tan importante del citoplasma.

Célula vegetal vacuola
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