Reino Protozoo: características, anatomía y fisiología

El reino de los protozoos está formado por unas 50.000 especies de organismos unicelulares eucariotas que se alimentan de otros seres vivos mediante la fagocitosis. Un repaso de sus características.

Reino protozoo

Uno de los mayores logros de la Biología ha sido, sin duda, clasificar a las más de 1,2 millones de especies de seres vivos que hemos identificado en distintos grupos perfectamente organizados y jerarquizados. Y decimos que es un gran logro porque la naturaleza no entiende de clasificaciones.

Es decir, la naturaleza no “crea” a los seres vivos pensando en una clasificación en dominios, reinos, filos, clases, órdenes, familias, géneros y especies. Por ello, jerarquizar a los seres vivos ha sido (y sigue siendo) una tarea tremendamente complicada.

Y en este contexto, nuestra manera de clasificar a los seres vivos ha ido cambiando, con grupos nuevos que han ido apareciendo y otros que se han dividido. Y un claro ejemplo es el de los protozoos, un grupo de organismos que, desde 1998, constituyen su propio reino.

Por lo tanto, estos protozoos no son ni plantas, ni animales, ni hongos. Entonces, ¿qué son? ¿Qué características comparten? ¿Dentro de qué reino estaban antes de 1998? ¿Por qué tienen que formar su propio reino? ¿Cómo se alimentan? ¿Qué especies incluye? ¿Son unicelulares o pluricelulares? ¿Es cierto que son animales? En el artículo de hoy responderemos a estas y muchas otras preguntas acerca de los protozoos.

¿Qué son los protozoos?

Los protozoos son un grupo de organismos eucariotas unicelulares que, generalmente (hay excepciones), son heterótrofos y se alimentan de otros seres vivos mediante un proceso de fagocitosis, es decir, de absorción. En otras palabras, se comen a otros organismos.

Pero vayamos paso a paso. Lo de que son eucariotas significa que, al igual que los animales, plantas, hongos y cromistas, los protozoos pertenecen al dominio Eukarya, aquel donde se incluyen los distintos reinos de organismos unicelulares o pluricelulares cuyas células tienen un núcleo delimitado donde se almacena el ADN y unos orgánulos celulares en el citoplasma.

Y lo que de sean unicelulares significa exactamente eso, que todos los protozoos están formados por una única célula. No hay, jamás, organismos pluricelulares. De hecho, los únicos reinos con seres pluricelulares son los animales, las plantas y los hongos (aunque de estos también hay unicelulares). Una célula, un individuo.

Y lo de que son heterótrofos que se alimentan por fagocitosis significa que, además de que la inmensa mayoría de especies se alimentan de materia orgánica, lo hacen mediante un proceso de fagocitosis, es decir, de absorción de seres vivos a través de su membrana para una posterior digestión interna.

En este sentido, se separan de las plantas en el sentido que no realizan la fotosíntesis (solo un grupo de protozoos lo hace), de los hongos porque pese a ser heterótrofos digieren la materia orgánica intracelularmente (la digestión en los hongos es extracelular) y de los animales porque son unicelulares (y todos los animales, para serlo, tienen que ser pluricelulares). De forma incorrecta pero que sirve para entender qué son, los protozoos se consideran animales unicelulares. Pero no son animales ni por asomo.

Amebas

Por lo tanto, estaba clarísimo, ya desde la década de los 60, que estos seres no podían entrar dentro de ninguno de estos tres reinos, además de que, evidentemente, al ser eucariotas, no podían ser bacterias. Pero no formaron desde el principio su propio reino.

Y es que en 1969, el ecólogo vegetal estadounidense Robert Whittaker propuso la formación de un reino conocido como protista. En él, estaban los protozoos pero también los cromistas. Y es que pese a que hoy sabemos que ambos forman reinos distintos, por aquel entonces, al ver que compartían características morfológicas, se incluyeron en el mismo grupo.

Pero más temprano que tarde, se dieron cuenta de que algo fallaba. El reino protista era demasiado heterogéneo. Y tras distintos estudios, la solución llegó en 1998 y pasó por separar este grupo en dos. Por un lado, los cromistas, que tenían una cubierta celular rígida que les da una especie de armadura, que podían formar colonias, que tenían tendencia a la autotrofia (las algas pertenecen a este reino y, por ello, pese a ser unicelulares, pueden formar colonias visibles a simple vista) y que no tenían especies patógenas.

Y, por otro lado, estos protozoos, que además de no tener ninguna cobertura rígida (de lo contrario, no podrían alimentarse por fagocitosis), nunca forman colonias, tienen tendencia a la heterotrofia (solo hay un grupo que puede hacer la fotosíntesis) y algunas especies son patógenas. Pese a que hay una enorme diversidad morfológica, las amebas son el ejemplo más célebre de protozoo.

Las 14 principales características de los protozoos

Actualmente, el término de protista está en desuso. Por ello, lo único correcto es referirnos a ellos como protozoos, los cuales constituyen su propio reino dentro de los seres vivos (los otros son el animal, el vegetal, el fúngico, el cromista, el bacteriano y el arquea), que cuenta, por ahora, con unas 50.000 especies registradas. Y, a pesar de la diversidad morfológica, ecológica y fisiológica que encierra este reino, hay algunas características que todos (o casi todos) los protozoos comparten.

1. Son eucariotas

Como ya hemos dicho, los protozoos conforman un reino dentro del dominio Eukarya. Es decir, junto a los animales, plantas, hongos y cromistas, los protozoos son organismos eucariotas, lo que significa que sus células disponen de un núcleo delimitado donde almacenar el ADN y de orgánulos celulares en el citoplasma donde compartimentalizar las distintas reacciones metabólicas y funcionales de la célula.

Protozoos

2. Son unicelulares

Todos los protozoos son, sin excepción, unicelulares. Es decir, un protozoo es simplemente una célula capaz de realizar todas las funciones propias del reino y de desarrollar las propiedades morfológicas también características. Un individuo, una célula.

3. Son heterótrofos

A excepción del grupo de las Euglenas, que realizan la fotosíntesis en distintos hábitats de agua dulce, prácticamente todos los protozoos son heterótrofos. Es decir, por regla general, los protozoos obtienen la materia y la energía que necesitan para vivir de la degradación de la materia orgánica, como los animales y los hongos.

4. Se alimentan por fagocitosis

Ahora bien, dentro de esta heterotrofia, se diferencian claramente del reino animal y fúngico. Y es que además de ser unicelulares (ya no pueden ser animales) y de realizar una digestión intracelular (ya no pueden ser hongos), se alimentan por fagocitosis.

Esto significa que los protozoos se alimentan mediante un proceso de absorción, a través de la membrana plasmática, de materia orgánica. En este sentido, la mayoría de protozoos se alimentan de otros organismos unicelulares, especialmente bacterias, cromistas e incluso otros protozoos. Son depredadores unicelulares.

Protozoo come alga
Imagen de un protozoo comiéndose una alga, que pertenece al reino cromista.

5. Son aerobios

A excepción de dos grupos (Metamonada y Archamoebae), que son anaerobios (no toleran el oxígeno), la mayoría de protozoos realizan la respiración aerobia, es decir, requieren de oxígeno para llevar a cabo sus reacciones metabólicas de obtención de energía.

6. No tienen una cobertura celular rígida

A diferencia de los cromistas, que tienen una cobertura rígida que les hace disponer de una especie de exoesqueleto, una armadura que puede adquirir formas increíbles y darles rigidez y protección, los protozoos están “desnudos”. Desnudos en el sentido que su membrana plasmática no tiene ninguna cobertura. Y no podría ser de otra manera, pues de lo contrario no podrían realizar la fagocitosis.

7. Hay especies patógenas

Los protozoos también pueden comportarse como patógenos. De hecho, hay importantes parásitos (también para el ser humano) que son protozoos, como por ejemplo Naegleria fowleri (famosa por ser la ameba comecerebros), Plasmodium (el parásito que provoca la malaria), Leishmania, Giardia, Trypanosoma cruzi (responsable de la enfermedad de Chagas)... Todos estos pertenecen al reino de los protozoos.

Parásitos protozoos

8. Aparecieron hace 2.500 millones de años

Los protozoos fueron los primeros organismos eucariotas de la Tierra. Aparecieron hace entre 2.500 y 2.300 millones de años, una época en la que se estaba produciendo la Gran Oxidación, es decir, la oxigenación de la atmósfera terrestre gracias a la acción de las cianobacterias. Por lo tanto, todos los otros organismos eucariotas tienen su origen en estos protozoos.

9. No forman colonias

A diferencia de los cromistas, que, como las algas, pueden formar agregaciones de células hasta dar lugar a cuerpos visibles a simple vista, los protozoos nunca forman colonias. Siempre viven de forma individual y, pese a que pueden formar comunidades, nunca llegan a agregarse en cuerpos que simulan a un organismo pluricelular.

10. La mayoría se reproducen de forma asexual

La inmensa mayoría de protozoos, al ser seres con un origen tan primitivo, se reproducen asexualmente. Es decir, la célula replica su material genético y simplemente se divide en dos (puede hacerlo también por gemación), generando así dos clones. La reproducción sexual (por fusión de gametos) es poco frecuente, pero hay especies que la realizan.

11. Se asemejan a los animales

Por su forma de metabolismo basado en una digestión intracelular de la materia orgánica, los protozoos se han considerado tradicionalmente como animales unicelulares. De hecho, es común ver lugares donde se dice que los protozoos pertenecen al reino animal. Esto no es cierto en ningún caso, pero como los animales (y el resto de eucariotas) procedemos de ellos, es normal que compartan características con todos los reinos.

12. Disponen de estructuras de movilidad

Los protozoos son capaces de moverse activamente. Sus células, pues, están dotadas de estructuras de movilidad, que pueden ir desde la presencia de flagelos (de forma similar a los espermatozoides) hasta de cilios, pasando por sistemas de citoesqueleto que permitan los movimientos ameboides, los cuales, como su propio nombre indica, son propios de las amebas.

13. Necesitan humedad

Los protozoos proceden de una época de la Tierra en la que la vida seguía estrechamente ligada a los océanos. Por ello, los protozoos siempre requieren de humedad para sobrevivir. En este sentido, todos los protozoos se encuentran en las aguas o en los suelos con mucha humedad.

14. Hemos identificado 50.000 especies

A día de hoy, hemos identificado un total de 50.000 especies de protozoos, aunque se cree que su diversidad real podría ser mucho mayor. Para ponerlo en perspectiva, de animales hemos registrado 953.000 especies (900.000 de las cuales son insectos); de plantas, 215.000; de hongos, 43.000 hongos; y de bacterias, 10.000 (aunque se estima que podrían haber 1.000 millones).

15. Su tamaño varía mucho

No hemos hablado antes del tamaño porque varía enormemente. Se trata de organismos unicelulares, así que siempre tienen tamaños microscópicos. Ningún protozoo puede verse a simple vista. Pero más allá de esto, la diversidad morfológica es enorme. La mayoría miden entre 10 y 50 micrómetros (son más grandes que las bacterias, cuyo tamaño máximo es de 5 micrómetros), aunque algunas especies pueden ser bastante más grandes.

De hecho, los protozoos del género Euglena (ya hemos dicho que realizan la fotosíntesis) miden hasta 130 micrómetros y algunas amebas pueden llegar a medir hasta 500 micrómetros, o lo que es lo mismo, 0,5 milímetros.

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