Los 15 tipos de lluvia (y sus características)

La lluvia es un fenómeno atmosférico en el que, cuando la densidad de una nube se iguala con la atmosférica, sus gotas de agua se precipitan sobre la superficie. Veamos qué clases de lluvia existen.

Tipos lluvia

La lluvia es vital para la vida. Y se trata de un fenómeno atmosférico que encierra secretos asombrosos. Todo empieza con los mares, océanos, ríos y lagos. El agua que contienen estos sistemas, por la energía térmica que procede del Sol, está constantemente evaporándose, haciendo que el vapor de agua pase a la atmósfera.

Y este vapor de agua, al ser menos denso que el aire atmosférico que lo rodea, tiende a subir hacia regiones superiores de la atmósfera. Pero a medida que sube y que desciende la temperatura, las moléculas de agua van perdiendo energía interna, algo que provoca (entre los 2 km y los 12 km de altura) que no puedan mantener el estado gaseoso y regresen al líquido.

Este proceso se conoce como condensación y culmina con la formación de gotas de agua líquida que, cuando adquieren un tamaño de entre 0,004 y 0,1 milímetros, empiezan a chocar entre ellas por coalescencia, haciendo que permanezcan unidas. Y en ese momento, se ha formado una nube, que no es más que gotas de agua flotando en el aire. Y flotan porque, pese a ser líquido, un mismo volumen de aire es mil veces más pesado que el de una nube.

Pero si se sigue condensando agua, llegará un momento en el que la densidad de la nube se igualará con la densidad atmosférica. Los gases de la atmósfera no podrán sostener el peso de la nube y las gotas de agua que la conformaban, por simple efecto de la gravedad, colapsarán y se precipitarán sobre la superficie. Está lloviendo.

¿Cómo se clasifican las lluvias?

La lluvia es un fenómeno atmosférico que consiste en la precipitación de gotas de agua procedentes de un colapso de una nube a causa de una previa igualación de la densidad de esta con la densidad atmosférica, a través del proceso que hemos visto. Las lluvias son parte fundamental del ciclo del agua y son esenciales para que la vida en tierra firme pueda mantenerse.

Pero más allá de la definición general, existen muchas lluvias distintas, teniendo cada una de ellas unas características muy específicas. Por ello, en el artículo de hoy y para resolver todas las dudas que puedas tener acerca del interesante mundo de la Climatología, veremos qué clases de lluvias y precipitaciones existen.

1. Lluvia

“Lluvia” es el término general para designar cualquier precipitación que no reúne las características concretas para pertenecer a alguno de los claramente delimitados grupos que veremos a continuación. Es una precipitación acuosa entre débil y moderada que no va ligada a fenómenos climatológicos adicionales. Una lluvia normal y corriente.

2. Chubasco

Un chubasco, también conocido como chaparrón, es un tipo de lluvia de corta duración pero de alta intensidad. Suelen venir acompañados de vientos fuertes y las precipitaciones son, por lo tanto, breves pero intensas. Aparece y desaparece con rapidez y tiene también la característica de tener una extensión más limitada en comparación con otras clases de lluvias.

Chubasco

3. Llovizna

La llovizna, también conocida como garúa, es un tipo de lluvia muy débil con la particularidad de que las gotas de agua que se precipitan son tan finas (de menos de 0,5 milímetros de diámetro) que incluso parecen pulverizarse en el aire. De ahí que prácticamente ni se aprecie la pluviosidad y que la acumulación de agua en la superficie de la tierra sea imperceptible. Es especialmente común en la cornisa cantábrica de España, Bolivia, Chile y Perú.

4. Rocío

El rocío es un caso especial. Y es que no se trata exactamente de lluvia ya que no hay precipitaciones pluviales como tal. El rocío consiste en la condensación de la humedad del ambiente en noches frías y despejadas, haciendo que, por la mañana, se aprecien gotas de agua en las hojas de las plantas y, en general, superficies frías.

5. Tormenta eléctrica

Una tormenta eléctrica es toda aquella lluvia que viene acompañada de actividad eléctrica y, generalmente, de vientos más o menos fuertes. Los rayos y los efectos sonoros (truenos) que acompañan a estas tormentas se producen en los cumulonimbos, un tipo de nubes muy pesadas, grandes y densas. Cuando sus cristales de hielo chocan entre sí, se separan las cargas eléctricas, quedando las negativas en el inferior de la nube. Esto hace que se produzcan descargas electrostáticas (los rayos) entre la zona baja de la nube y la superficie terrestre.

Tormenta eléctrica

6. Aguacero

Un aguacero es una lluvia torrencial de aparición repentina y de corta duración que, si bien muchas veces se utiliza como sinónimo de chubasco (que ya lo hemos analizado), hay algunas fuentes que las consideran distintas. Y es que en el aguacero, además de que no hay una vinculación tan clara con vientos fuertes, las precipitaciones pluviales son especialmente impetuosas.

7. Monzón

El monzón es un tipo de lluvia que se produce únicamente en los climas monzónicos (como los bosques tropicales de la India), un tipo de clima tropical. En realidad, el monzón designa la masa de aire marítima cálida y húmeda que procede de los anticiclones subtropicales, provocando precipitaciones muy intensas durante los meses de verano, con como mínimo 2.000 mm anuales. Es una lluvia torrencial muy intensa y de larga duración.

8. Manga de agua

Una manga de agua, también conocida como tromba, es un tipo de lluvia de muy escasa extensión pero de alta intensidad. Así pues, son precipitaciones de pequeñas dimensiones a nivel de área que abarca pero con lluvias intensas, de ahí que, a la distancia, parece que del cielo esté lloviendo como si de una manguera se tratara. Algunas de estas están asociadas a los tornados.

9. Lluvia de convección

La lluvia de convección, también conocida como lluvia convectiva, es un tipo de lluvia propia de latitudes cálidas del planeta y de las clásicas tormentas de verano en zonas templadas. Son las que siguen el proceso de precipitación que hemos descrito en la introducción, en la que el vapor de agua, al ser más ligero, sube por la atmósfera hasta que la temperatura baja lo suficiente como para causar la condensación del agua y hacer que se formen nubes que, si incrementan demasiado su densidad, pueden colapsar en forma de precipitación pluvial.

10. Lluvia frontal

La lluvia frontal, también conocida como lluvia de frente, es aquella que es típica de las estaciones otoñales e invernales en latitudes templadas del planeta. Se producen por el choque de dos masas de aire húmedo que se encuentran a temperaturas sustancialmente distintas: una fría y otra cálida. Suelen generar lluvias tormentosas. Reciben este nombre porque chocan frentes diferentes.

Lluvia frontal

11. Lluvia orográfica

La lluvia orográfica es aquella en la que las precipitaciones se producen cuando una masa de aire húmeda choca contra el relieve de una formación montañosa y, fruto de este “impacto”, asciende por la ladera que está orientada al viento, la cual recibe el nombre de barlovento. Y en este ascenso, el aire se enfría hasta alcanzar el punto de condensación del agua, momento en el que se origina la lluvia.

En la ladera opuesta de la montaña, que se conoce como sotavento, tiene lugar el fenómeno contrario. El aire desciende y, por tanto, en lugar de enfriarse, se calienta, por lo que no llega a alcanzarse el punto de condensación del agua y, consecuentemente, no hay precipitaciones y, de hecho, el aire está más seco. Así pues, la orografía del terreno juega un papel vital en la intensidad, distribución y cantidad de precipitaciones.

12. Lluvia débil

Llegamos ya a la parte final del artículo para descubrir los distintos tipos de lluvia según su intensidad, una magnitud que se define como la cantidad de agua que cae por unidad de tiempo. En base a esto, podemos definir la lluvia débil, la lluvia moderada, la lluvia fuerte, la lluvia muy fuerte y la lluvia torrencial.

Empecemos por la lluvia débil, que es aquella en la que las precipitaciones son de menos de 2 mm por hora. Es decir, es el tipo de lluvia menos intensa y las precipitaciones que se registran en ella son de menos de dos milímetros de agua por hora. La llovizna es un claro ejemplo de ello.

13. Lluvia moderada

La lluvia moderada es un tipo de lluvia que, pese a que no puede considerarse fuerte, es más intensa que la débil. Hablamos de lluvia moderada cuando las precipitaciones oscilan entre los 2 y los 15 milímetros de agua por hora.

14. Lluvia fuerte (y muy fuerte)

Entramos en el terreno de las grandes precipitaciones. Por lluvia fuerte entendemos aquella lluvia intensa en la que las precipitaciones oscilan entre los 15 y los 30 milímetros por hora, siendo cantidades propias de los chubascos. En esta línea, podemos considerar una lluvia como “muy fuerte” cuando las precipitaciones oscilan entre los 30 y los 60 milímetros de agua por hora.

15. Lluvia torrencial

Y terminamos con las lluvias más intensas de todas. Podemos considerar una lluvia como torrencial cuando las precipitaciones son superiores a los 60 milímetros de agua por hora. A modo de curiosidad, destacamos que la lluvia más intensa de la historia desde que tenemos registros tuvo lugar en Cherrapunji, en la India, entre el 15 y el 16 de junio de 1995, cuando llovieron 2.493 milímetros de agua en apenas 48 horas. Y en Guadalupe, en el Caribe, una lluvia hizo precipitar 38,1 milímetros de agua en un solo minuto.

Lluvia torrencial
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