Las 7 diferencias entre sangrado de implantación y menstruación

El sangrado de implantación es un leve sangrado que se produce entre 10 y 14 días después de la concepción y que puede confundirse con aquel propio de la menstruación. Veamos cómo diferenciarlo de la regla.

Diferencias sangrado implantación menstruación

Por desgracia, el mundo de la sexualidad sigue estando rodeado de muchos estigmas en la sociedad. De ahí que no sea extraño que el desconocimiento acerca de la salud sexual y de todo aquello vinculado a la menstruación y al embarazo siga siendo sorprendentemente común. Muchas veces tenemos que encontrar la información por nuestra propia cuenta.

Y seguramente, uno de los sucesos que más dudas genera es el del sangrado de implantación, un manchado leve que se produce al principio del embarazo, presentándose entre 10 y 14 días después de la concepción. Pero, claro, ¿qué sucede?

Exacto, que puede confundirse con el sangrado de implantación. Es por este motivo que muchas mujeres, creyendo que no están embarazadas ya que han sangrado y suponen que es de la regla, se sorprenden al conocer, un tiempo después, que tienen una vida en su útero y que aquel manchado no era de la menstruación, sino del sangrado de implantación.

Pero, ¿no podemos diferenciarlas? Por supuesto. Pero sin conocimiento, es muy difícil. Es por este mismo motivo que en el artículo de hoy, de la mano de nuestro equipo de ginecólogos colaboradores, hemos preparado una selección de las más importantes diferencias entre el sangrado de implantación (que es señal de embarazo) y el sangrado típico de la menstruación. Vamos allá.

¿Qué es la menstruación? ¿Y el sangrado de implantación?

Antes de entrar en profundidad con las diferencias en forma de puntos clave, es interesante (pero también importante) dar cohesión a todo y comprender el contexto, así que vamos a definir individualmente qué es la menstruación y qué es el sangrado de implantación. De esta forma, las diferencias entre ambos sangrados empezarán a quedar mucho más claras.

La menstruación: ¿qué es?

La menstruación, también conocida como regla o período, es el sangrado vaginal normal que sucede como parte del ciclo menstrual de la mujer fértil. Cada mes, el cuerpo femenino se prepara para albergar un posible embarazo, momento en el que los ovarios liberan las hormonas femeninas (estrógeno y progesterona) que estimulan un aumento de tamaño del útero.

El útero, el órgano que, en caso de fecundación albergará el embrión, sigue aumentado de tamaño hasta estar preparado para que el óvulo fecundado se anide en el endometrio (el recubrimiento interno) y empiece a desarrollarse. Pero si no hay concepción, este recubrimiento se rompe y el tejido mucoso uterino es expulsado a través de la vagina en forma de sangre.

Por regla general, la menstruación suele venir cada 4-5 semanas y durar aproximadamente 3-5 días. Del mismo modo, el flujo menstrual oscila entre los 50 y los 60 mililitros de sangre. Pero todas estas cifras varían no solo según la mujer, sino el propio ciclo.

Se trata, pues, de un fenómeno cíclico que es señal de que no ha habido un embarazo, pues parte del endometrio, al no recibir un óvulo fecundado, se ha desprendido del útero. La regla suele comenzar alrededor de los 12 años y continúa hasta la menopausia, la cual se desarrolla, de media, a los 51 años, y es la época de la vida de una mujer en la que deja de tener menstruaciones y deja de ser fértil.

Sea como sea, lo importante es que, en la menstruación o regla, además del sangrado, hay muchos otros síntomas tanto físicos como emocionales: dolor en la parte baja de la espalda, cambios de humor, irritabilidad, dolor de cabeza, cansancio, calambres abdominales, dolores pélvicos, hinchazón y dolor en los senos…

En resumen, la regla o menstruación es un sangrado vaginal normal que se produce una vez cada ciclo menstrual, es decir, cada 4-5 semanas, y que es un síntoma de que no se ha producido un embarazo, pues el sangrado se produce por un desprendimiento de parte del tejido endometrial del útero. Un suceso que va acompañado de síntomas físicos y emocionales.

Mesntruación

Sangrado de implantación: ¿qué es?

El sangrado de implantación es un sangrado vaginal anómalo que se produce en las primeras etapas del embarazo, consistiendo en un manchado leve que se presenta entre 10 y 14 días después de la concepción. Se trata de uno de los signos de embarazo más precoces y fáciles de detectar, pues conforma uno de los primeros “síntomas” de que ha habido una fecundación.

Se trata de un manchado o sangrado leve que, dentro de ser señal de embarazo, es totalmente normal y no significa que esté habiendo ninguna complicación (ni un embarazo ectópico ni un aborto espontáneo). De hecho, entre el 15% y el 25% de las embarazadas experimentan este sangrado de implantación.

Es un sangrado consecuencia natural del hecho de que el óvulo fecundado se adhiere al endometrio, el, como hemos dicho, tejido mucoso que recubre el útero. Para esta implantación y posterior desarrollo, el embrión tiene que romper los capilares superiores sanguíneos del endometrio para así formar de nuevos que lo anclarán de forma más firme y que le servirán para alimentarse a través de la futura placenta.

Por lo tanto, el sangrado de implantación aparece porque cuando el embrión tiene que hacerse hueco en las paredes del tejido endometrial uterino, es posible que haya alguna leve rotura de vasos sanguíneos. Y esta hemorragia (en absoluto peligrosa) es lo que provoca que haya una leve pérdida de sangre que sale al exterior en forma de manchado o sangrado vaginal.

En resumen, el sangrado de implantación, aquel que se produce entre 10 y 14 días después de la concepción, es una consecuencia natural del proceso de unión del óvulo fecundado al útero, pues esta implantación puede provocar pequeñas roturas de capilares sanguíneos que derivan en un sangrado vaginal que, pese a que puede confundirse con la menstruación, es distinto al de la regla. Y ahora veremos en qué sentido.

Sangrado de implantación

¿Cómo puedo diferenciar la regla de un sangrado de implantación?

Ahora que hemos entendido qué es la menstruación y qué es el sangrado de implantación, ya podemos entrar en profundidad a analizar sus diferencias. Como hemos dicho, a simple vista, al tratarse de sangrado vaginal, pueden parecer difíciles de diferenciar, pero si conocemos sus características, es bastante sencillo. Aun así, evidentemente, en caso de dudas, lo mejor es consultar con un ginecólogo o, al menos, hacer una prueba de embarazo.

1. La menstruación es una señal de no embarazo; el sangrado de implantación, de embarazo

Seguramente, la diferencia más importante. Como hemos visto, la regla es una señal de que no se ha producido un embarazo, pues el sangrado propio de la menstruación se debe al desprendimiento de parte del tejido endometrial uterino. Así pues, si hay sangrado menstrual, no ha habido embarazo.

En cambio, el sangrado de implantación es justo lo contrario. Este sangrado no se debe a un desprendimiento de parte del endometrio como sucede con la menstruación, sino a que el óvulo fecundado, al implantarse en el útero, ha provocado una pequeña rotura de capilares que se ha traducido con este sangrado vaginal.

Menstruación implantación

2. El sangrado de implantación es de menor duración que la regla

Una forma muy clara de diferenciarlos. Y es que mientras la menstruación suele durar entre 3 y 5 días, el sangrado de implantación tiende a durar unas pocas horas. En contadas ocasiones, puede durar hasta 2 días, pero no es lo habitual. De hecho, si este sangrado que no se debe a menstruación se prolonga más de lo normal, habría que ir al médico. Pero sea como sea, la menstruación es prácticamente siempre más larga que el sangrado de implantación.

3. En el sangrado de implantación no se observan coágulos; en la menstruación, muchas veces sí

Una diferencia muy importante. Y es que mientras que en la regla es muy habitual observar la presencia de coágulos sanguíneos en el sangrado, si estamos ante un sangrado de implantación, no habrá coágulos. Así pues, la presencia de coágulos es una de las señales más inequívocas de que estamos ante un sangrado menstrual y no uno de implantación.

Coágulo regla

4. La regla viene asociada a otros síntomas; el sangrado de implantación, no

El sangrado de implantación casi nunca va asociado a otros síntomas. Es decir, más allá del sangrado vaginal en sí, la mujer no experimenta (hay excepciones, claro) otras anomalías. Con la menstruación, el tema es muy distinto.

La regla, además del sangrado, está asociada a muchos otros síntomas tanto físicos como emocionales: dolor en la parte baja de la espalda, dolores pélvicos, dolor de cabeza, cambios de humor, irritabilidad, cansancio, calambres abdominales, hinchazón y dolor en los senos… Todo esto no se observa (puede, a veces, tener síntomas similares al síndrome premenstrual) en el caso del sangrado de implantación.

5. En el sangrado de implantación, la cantidad de sangre es menor

El sangrado de implantación es un sangrado leve (un flujo poco abundante de sangre) o un manchado leve (simples gotas de sangre que pueden percibirse en la ropa interior) que, por regla general, representa una cantidad menor de sangre que en la menstruación. En caso de regla, la intensidad de sangrado es mayor.

Por ello, si vemos un flujo abundante de sangre, lo más probable es que se trate de la menstruación y no de sangrado de implantación. Pero evidentemente hay excepciones, así que no podemos basarnos solo en este aspecto. Además, como la regla también puede ser ligera, es difícil diferenciarlos.

6. En la menstruación, la sangre es de color rojo intenso

La sangre en sí también presenta diferencias en función de si se trata de la regla o de un sangrado de implantación. Como bien sabemos, la sangre propia de la menstruación suele tener un color rojo intenso. En el sangrado de implantación, en cambio, la sangre es más oscura y menos rojiza, pudiendo llegar a ser de color algo marronoso o rosado suave, similar a la sangre del final de la regla. Por lo tanto, si vemos una sangre intensamente roja, lo más probable es que se trate de menstruación.

Menstruación sangre

7. La mayoría de mujeres en edad fértil menstrúan; entre un 15% y un 25% tienen sangrados de implantación

Evidentemente, más allá de las mujeres que han entrado en la menopausia, hay algunas que, por enfermedades o sucesos específicos que hayan experimentado, no menstrúan. Pero estaremos de acuerdo en que la inmensa mayoría de mujeres en etapa fértil tienen la menstruación.

En cambio, la mayoría de mujeres que inician un embarazo no presentan el sangrado de implantación. En este sentido, mientras que la práctica totalidad de mujeres no embarazadas tienen la regla, solo entre el 15% y el 25% de las embarazadas presentan este sangrado de implantación.

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