Las 10 causas de urgencia médica más comunes

Hay distintas situaciones en las que peligra la vida del paciente y los servicios médicos deben actuar con la mayor rapidez posible.

Urgencias médicas más comunes

Infartos, apendicitis, intoxicaciones… Hay distintas circunstancias que pueden suceder a personas que sufrían una enfermedad desde hace tiempo o en personas perfectamente sanas y que ponen en peligro la vida, por lo que hay poco tiempo para actuar antes de que el afectado fallezca o quede con secuelas de por vida.

En un hospital siempre se da prioridad a las situaciones que surgen de forma abrupta y que pueden significar la muerte de la persona, por lo que todos los servicios médicos, desde las ambulancias hasta las salas de operación, deben estar siempre listos para recibir a cualquier paciente con una de las condiciones que veremos a continuación.

En el artículo de hoy analizaremos cuáles son las circunstancias que más comúnmente ponen en peligro la vida de la persona y que requieren de intervención médica lo antes posible, es decir, presentaremos las urgencias médicas más frecuentes.

¿Qué es una urgencia médica?

Una urgencia es todo aquel problema de carácter médico y/o quirúrgico que aparece de forma abrupta - a menudo sin signos previos a su aparición - en una persona y que afecta a la viabilidad de alguno de sus órganos vitales o tiene riesgos de derivar en algún trastorno que comprometa su vida.

Una urgencia requiere de atención clínica inmediata, pues algunas de estas situaciones pueden derivar en el fallecimiento o, al menos, tienen mucho riesgo de dejar secuelas graves, poco tiempo después de aparecer.

Normalmente son debidas a la aparición súbita de un cuadro grave en personas que podían estar o no sanas previamente o por el empeoramiento de una enfermedad crónica. De todos modos, todas ellas se caracterizan porque hay un riesgo alto para el afectado y porque, por lo tanto, debe recibir atención médica de inmediato.

¿Cuáles son las urgencias clínicas más frecuentes?

La mayoría de las urgencias clínicas son debidas a la afectación abrupta de alguno de los órganos vitales, los cuales pueden dejar de funcionar. De todos modos, también pueden ser debidas a traumatismos, infecciones agudas, intoxicaciones, problemas circulatorios…

A continuación detallamos las 10 causas de urgencia médica más comunes, detallando tanto sus causas como sus síntomas, así como el tratamiento que debe ser administrado inmediatamente.

1. Infarto de miocardio

Los infartos de miocardio son, quizás, las urgencias médicas más graves ya que de no actuar rápidamente, el paciente morirá. E incluso si se actúa rápido, es posible que el desenlace sea fatal. Los infartos son provocados por un coágulo que bloquea las arterias del corazón, las encargadas de suministrar sangre y oxígeno a este órgano.

Estos coágulos, a su vez, surgen debido a un exceso de colesterol en sangre, una situación que, si bien los factores genéticos y hormonales influyen, viene provocada especialmente por los malos hábitos de vida.

El tratamiento debe ser administrado inmediatamente y consiste en un aporte externo de oxígeno y en la inyección de medicamentos por vía intravenosa, además de realizar una terapia mediante desfibrilador en caso de que el equipo médico lo considere necesario.

Incluso así, debido a la dificultad de que los servicios lleguen a tiempo y a que no siempre se puede asegurar que el paciente responda adecuadamente al tratamiento, los infartos son responsables cada año de más de 6 millones de defunciones.

2. Crisis asmática

El asma es una enfermedad respiratoria muy frecuente en todo el mundo y consiste en unos episodios o ataques en los que las vías respiratorias de la persona se estrechan y se hinchan, produciendo mayor mucosidad y, por lo tanto, dificultando la respiración.

No suele ser un trastorno grave ya que los episodios no tienen por qué ser fuertes y, además, suelen poder solucionarse rápidamente con el uso de un inhalador. De todos modos, es posible que algunas de estas crisis asmáticas sean más graves de lo normal y que las vías respiratorias se estrechen tanto que la persona se asfixie y, por lo tanto, corra el riesgo de morir.

Para estos casos más graves en los que el inhalador no sea suficiente, la persona deberá recibir fármacos antiinflamatorios administrados tanto por vía oral como intravenosa que reduzcan rápidamente la inflamación de las vías respiratorias.

3. Insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca es una condición clínica que suele aparecer de forma abrupta después de sufrir durante tiempo una cardiopatía isquémica, la enfermedad que más muertes causa en el mundo y que puede derivar en esta insuficiencia cuando el corazón deja de bombear sangre, situación que, evidentemente, pone en peligro súbitamente la vida del afectado.

La cardiopatía isquémica consiste en una acumulación de grasas en las arterias del corazón, cosa que lleva a una inflamación y a un consecuente estrechamiento de los vasos sanguíneos. Esta situación puede derivar en una insuficiencia cardíaca, una urgencia médica en la que el corazón, debido a este estrechamiento, ya no puede enviar sangre correctamente a todos los órganos y tejidos del cuerpo.

El tratamiento consiste en corregir la situación que había provocado la insuficiencia. Esto puede consistir en la administración de medicamentos antiinflamatorios o en procedimientos quirúrgicos de implantación de desfibriladores, reparación de las válvulas cardíacas, baipás de las arterias del corazón...

4. Politraumatismos

Los politraumatismos son condiciones clínicas en las que el paciente, debido a básicamente accidentes automovilísticos, ha sufrido muchas lesiones traumáticas de forma simultánea.

Debe actuarse rápidamente porque, en función de donde hayan sucedido estas lesiones, puede haber un alto riesgo para la vida. Los accidentes de tráfico suelen provocar traumatismos en la región craneoencefálica, el abdomen y la médula espinal.

Debe actuarse rápidamente para estabilizar a la persona mediante medicamentos y respiración asistida y realizar una intervención quirúrgica lo antes posible para reparar los daños, aunque no siempre es posible hacerlo completamente.

5. Quemaduras graves

Las quemaduras provocan la muerte de las células de la piel, algo que puede acarrear graves problemas para la salud e incluso, en las más serias, la muerte. Estas se dividen en tres grados dependiendo de la afectación del tejido.

Las quemaduras de tercer grado son las más graves y las que suponen un verdadero peligro para la vida de la persona. Son tan serias ya que la afectación llega a las capas más profundas de la piel y suelen ser debidas a agua hirviendo, llamas, electrocución, sustancias químicas abrasivas…

Además del enorme riesgo de sufrir infecciones graves por parte de patógenos que pueden aprovechar este daño a la piel para llegar a órganos vitales, una quemadura de este tipo puede provocar un fallo multiorgánico que pone en peligro la vida.

El tratamiento debe aplicarse inmediatamente en una unidad específica del hospital y consiste en la administración de medicamentos, respiración asistida, antibióticos, vendajes especiales, terapias para facilitar la circulación sanguínea… Tarda mucho en curarse y es posible que se necesite cirugía e incluso trasplantes de piel.

6. Apendicitis

Una apendicitis es una infección del apéndice, una estructura de nuestro cuerpo que no desempeña ninguna función evidente en el organismo y que se encuentra en el punto de unión entre el intestino delgado y el colon.

Se trata de una inflamación aguda que aparece repentinamente y que cursa con mucho dolor. La infección debe detenerse rápidamente ya que el apéndice es una estructura cerrada y, en caso de que esta prosiga, puede “estallar” y provocar la muerte de la persona.

El tratamiento consiste en una extracción quirúrgica del apéndice, aunque previamente se administran antibióticos para frenar el avance de la infección.

7. Agudización de la EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las principales causas de muerte en el mundo. Consiste en una inflamación de los pulmones que obstruye el flujo de aire y que hace que cada vez sea más difícil respirar.

La principal causa es el tabaquismo y, si bien en la mayoría de casos se trata de una enfermedad crónica que progresa lentamente hasta provocar una insuficiencia respiratoria, es posible que empeore de forma abrupta, en cuyo caso representa una urgencia médica.

Es posible que un paciente con EPOC sufra una agudización de los síntomas y pase rápidamente a padecer una insuficiencia respiratoria grave que puede comportar su muerte. El tratamiento consiste en frenar la crisis mediante medicamentos, aunque la EPOC es una enfermedad que no tiene cura, por lo que el paciente seguirá sufriendo este trastorno y los episodios pueden volver a aparecer.

8. Neumonía

La neumonía consiste en una inflamación aguda de los sacos aéreos de los pulmones debido a una infección bacteriana. Solo suele ser mortal en ancianos y personas inmunodeprimidas, aunque para evitar que derive en trastornos graves, todo el mundo debe recibir un tratamiento de urgencia.

La sintomatología incluye: fiebre alta, problemas para respirar, silbido al respirar, dolor en el pecho al respirar o toser, tos con mocos, debilidad y fatiga, escalofríos, náuseas…

La neumonía debe ser tratada inmediatamente y es posible que incluso sea necesaria la hospitalización del paciente, el cual recibirá antibióticos y permanecerá en observación para ver cómo progresa la enfermedad.

9. Intoxicaciones

Las intoxicaciones son todas aquellas situaciones en las que la vida de la persona corre riesgo después de que esta haya consumido - generalmente de forma accidental - una sustancia que, tras entrar en el cuerpo, puede dañar los órganos internos. Esto incluye sobredosis de medicamentos, productos de limpieza, productos tóxicos e incluso patógenos o las toxinas que producen.

Dependiendo de la dosis y de la naturaleza de la sustancia tóxica, la gravedad será mayor o menor, aunque suelen suponer un riesgo elevado de daño a los órganos vitales. Por ello, debe tratarse de forma inmediata.

El tratamiento consistirá en, en primer lugar, estabilizar las funciones vitales del afectado. En segundo lugar, se realizará la terapia para superar la intoxicación. Esto dependerá de la sustancia tóxica en cuestión, aunque suele consistir en la administración de antídotos, vaciado gástrico, aspirado gástrico, antibióticos...

10. Ictus

Los ictus o accidentes cerebrovasculares son la tercera causa de muerte en el mundo. Ocurren cuando el suministro de sangre al cerebro se ve interrumpido a causa de un trombo - formado en el propio cerebro o bien en el corazón y que posteriormente sea transportado - que bloquea los vasos sanguíneos.

Esto hace que las neuronas empiecen a morir, por lo que, de no actuar rápido, puede derivar en discapacidades permanentes e incluso en la muerte de la persona. Los síntomas son la parálisis facial, debilidad muscular, problemas para hablar, dificultades para caminar, etc.

El tratamiento dependerá de las circunstancias pero suele consistir en la administración de fármacos y/o procedimientos quirúrgicos de extracción del trombo.

Referencias bibliográficas

  • Vázquez Lima, M.J., Casal Codesido, J.R. (2019) “Guía de Actuación en Urgencias”. Editorial Médica Panamericana.
  • World Health Organization (2018) “Managing epidemics: Key facts about major deadly diseases”. WHO.
  • Ministerio de Sanidad y Política Social. (2010) “Unidad de urgencias hospitalaria: estándares y recomendaciones”. Gobierno de España.
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